HILARIO ÁNGEL CALERO. (Pozoblanco, CÓRDOBA 1922-1982). Colaborador en diversas publicaciones periódicas, fue Cronista Oficial de Pozoblanco y bibliotecario municipal. Su obra discurre por dos caminos diferenciados: el humor y la poesía. De su primera faceta destacan las hilariadas, frases cargadas de ironía, crítica social y una práctica filosofía cotidiana, al modo de las greguerías de Gómez de la Serna. Las hilariadas se publicaron originalmente en revistas y periódicos, recogiéndose luego una selección de ellas en Hilariadas (1965) y Nuevas hilariadas (1968). Sus composiciones poéticas, de honda raíz popular, se recopilan básicamente en Mis sueños (1964) e Inquietudes (1970). En 1990 se publicó una antología de su obra titulada Poesía y prosa.
Pozoblanco: PIEDRA Y CAL,
sin otro particular.
No fue corte de rey moro
ni de caudillos cristianos,
ni tiene minas de oro
en el Paseo de los Llanos.
Pozoblanco: PIEDRA Y CAL,
sin otro particular.
Falta un palacio ducal,
las ruinas de un castillo
y una plaza medieval
adornada con el brillo
de un rey en su pedestal
Pozoblanco: PIEDRA Y CAL,
sin otro particular.
Otro gallo nos cantara
mejor que el del “pozo viejo”,
si Pozoblanco contara
con algún viejo pellejo
que la historia lo nombrara
Pozoblanco: PIEDRA Y CAL,
sin otro particular.
HILARIADAS
- La mercancía de la injusticia va envuelta, casi siempre, en el papel de la caridad.
- Los libros y los trajes de las mujeres se pueden abrir por cualquier parte. Siempre enseñan algo.
- Hasta que no se arruinó, nos dimos cuenta de lo feo que era.
- La alcaldía de algunos pueblos está en la taberna que hay más próxima al Ayuntamiento.
- En los años de sequía es cuando les llega a algunos agricultores el agua al cuello.
- Todos creemos que el loco es el otro.
- Todo lo humano mío me molesta en los demás.
- Si quieres triunfar, ni te separaes tanto que no te vean, ni te aproximes demasiado que te descubran.
- Algunas personas nunca llegan tarde porque en ninguna parte los esperan.
- El río que es río, sólo presume en verano.
- El tonto no es tonto por lo que dice, sino por lo que repite.
- A algunos hombres hay que cocerlos como a las almejas para saber si hay vida en su interior.
- Lo bueno que tienen algunas poesías es la parte de papel que queda en blanco.
- Al juzgar mal a los demás, siempre nos condenamos un poco nosotros mismos.
- Los dolores y los hijos no son buenos ni malos, sino propios y extraños.
- El sol es una goma de borrar estrellas.
- Para tener fe en Jesús, me basta con su primer milagro.
(De Poesía y prosa, 1990)
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