Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

sábado, 20 de abril de 2013

1621.- ADOLFO CABALLERO GUIRADO



ADOLFO CABALLERO GUIRADO
Huesa (Jaén),en la actualidad reside en Granollers (Barcelona).
Ejerce profesionalmente como responsable Diseño de producto en la Ingeniería Técnica de una multinacional. Y en su tiempo libre ha atesorado media docena de obras, entre novelas y relatos, y ha completado ocho poemarios entre los que se encuentra "Besos perdidos" finalista del Premio Mundial de Literatura "Andrés bello, 2009" y galardonado Mención honorífica.

Obras publicadas:

RELATO: "La decisión 1ª edición". Editorial Granollers SA. "La decisión 2ª edición" Editorial Bubok Publishing.
NOVELA: "La extraña comedia". Editorial Bubok Publishing.
POESÍA: "Besos perdidos". Editorial Bubok Publishing. Más de una docena de poemas sueltos, todos finalistas en diversos concursos.

Obras sin publicar:

RELATO: "La última página", "El vagabundo", "¡Gitanos!", "Doce espinas y una rosa", "Diez relatos cortos".
NOVELA: "El secreto del salzburgués", "La llamada de la cima".
BIOGRAFÍA (Propia): "Recuerdos inolvidables" (parte 1)
POESÍA (Poemarios completos): "Emanaciones", "Suspiros", "Pasiones", "Poemas de la noche", "Dos ideas-un amor", "Algunos poemas tristes", "Voces discordantes", "Pétalos caídos".




EL FIN DE UN MAL RECUERDO

Y el aire que arrastraba melodías
de umbrías tardes de invierno,
de amargas brisas nocturnas,
de tristes despertares,
de noches de desvelos,
de escenarios borrascosos,
de vidas herrumbres,
de rostros angustiados,
de inacabados silencios,
de ojos humedecidos,
de amargos recuerdos en la memoria,
se detuvo.





DE NUEVO UNA CITA

Pronto latirá mi corazón
bajo trémulas llamas
de velas encendidas.
En torno a una mesa
oculta y solitaria,
mi mente adulta y firme
lanzará su pensamiento
para anclarlo en un nuevo océano
joven, bello y agitado.
En aquel rincón del restaurante
mi voz temblorosa, entrecortada,
hablará otra vez de amor.
Unos ojos voraces
hundidos en los míos,
unos labios sedientos abiertos en flor,
y un cuerpo ardiente de deseo
serán testigos de mi estado temeroso.





VEJEZ

La comedia ya dejó de ser comedia,
ahora mi existencia es más real.
De todo cuanto fui
en la pantomima de mi vida
sólo queda una sombra desolada
que avanza tras los pasos
imprecisos de mi ser.
Ya no actúo librando la batalla,
ahora mi lucha es más verídica,
y aunque me implico
en cada uno de sus actos
peleo sobre los aledaños del gran escenario.
De todo cuanto fui en el teatro de la vida
sólo queda la aureola que produce lo gastado,
la sombra que origina la vejez.






AMOR EVOLUTIVO

A medida que te amo
me trasmuto en bramante
y me enredo en la urdimbre
de tu carne lasciva.
Soy insecto que liba
en la flor de tu monte,
luciérnaga que vive
de la luz de tus ojos,
avecilla que anida
entre el hueco de tus senos.
Como loco me aferro
al calor de tus labios,
como fiera me enzarzo
en la red de tu cuerpo.
A medida que te amo
vivo menos en mí,
me pierdo en tus adentros.
Soy materia que se
amolda a tus caricias,
estructura que se suelda en ti.







LÁGRIMAS POR UN AMOR

Fue una noche de calor
cuando repitió ¡te…quiero!
Me limité a sonreír,
llevaba escrito en mi boca
“sabes que también te amo”.
Yo le entresaqué unos besos
mientras escapaba su vida,
y allí donde rivalizan
el gozo y el sufrimiento
se aunaron nuestros humores,
nos batimos entre placeres,
nos amamos con ahínco.

Pero al final de la noche,
cuando mitigaba el viento,
exhaló ante mí un suspiro,
era su último lamento.
Se aterieron sus labios,
su mirada…decayó,
y su cuerpo entre mis brazos
como una rosa se ajó.
Mis lágrimas…acariciaron
las mejillas de su rostro;
entre mi boca surcaron
sequedades de un agosto.
Y en aquella noche triste,
al cobijo del verano,
quedó su cuerpo rendido
entre el temblor de mis manos.
Mí mundo se derrumbó,
agonizaron…mis gozos,
mi amor se desvaneció
entre el brillo de sus ojos.
Y mi llanto…de dolor,
recordando su sonrisa,
la noche lo perpetuó
convirtiéndolo en su brisa.






UNA PIEZA DE JAZZ (nocturno)

Fluía seductora por el aire
una ardiente y desnuda melodía,
la luz tenue y árida se hilaba
temblorosa entre láminas y tapices
que encubrían el espíritu del antro.
Sombreaba los perfiles de las notas,
un humo ondulado y soñoliento mientras
una voz grave y rajada de mujer
rompía la tibia brisa del ambiente.
Canto y música se anudaban armoniosos
entre el halo apasionado de la atmósfera,
y mis manos se deslizaban trepidantes
buscando la tersura de tus senos. 
El piano, con sus ritmos sutiles,
buscaba entre lo oscuro la luz
donde filtrar sus tonos afilados,
mientras mi mente recorría
los abismos misteriosos de tus ingles. 
Una pieza de Jazz se escapaba 
del malva aureola de unos labios
y nosotros, sumidos entre pasiones, 
hurgábamos silenciosos en el pecado.




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