Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 14 de abril de 2013

1583.- LOLA FONTECHA




LOLA FONTECHA Jaén, España





salgo del mar para verte
y me siento viva,
olor a incienso me eleva
arriba..., muy arriba
tu calor llama
... 
y el silencio arropa.

me pierdo en la inmensidad del mar, mirandole de frente y mientras la luna mira..

pssssss silencio, se siente,
que los gritos desaparezcan, que tus ojos sequen lagrimas muertas.

Un comienzo, un encuentro..,empieza la partida.







DANZA DEL VIENTRE

Dulce danza que anida en el alma
recorre la piel de la bailarina que la luce
movimientos pélvicos que enamoran
vueltas a su alrededor juego de luces

Halagos en su piel por cada movimiento
cabello que vuela en el vaivén de su organismo
bello ritual que transporta a quien lo admira
todo el cuerpo y la música van al ritmo

Dulce intriga de deseo contenido
Ligeras sus manos vuelan a acariciarse
Mueve grácil sus pies y sus brazos
Pasos lentos que la hacen anestesiarse

La música aumenta en ritmo
Caderas que embisten al compás
Pecho ahogado por golpes secos
Se mueven al unísono, a la par






AMISTAD

Por el camino te halle
y no quiero que te apartes de mi lado,
me diste la mano enseguida al notar mi calor.

Yo di un salto dentro de mí al notar tu sabor,
estamos empatados en sensaciones
y la vida nos atrapa al desearnos.

Por eso y por mil detalles,
caminare en paralelo;
a  tu risa y tu desvelo,
a tu amor y tu silencio,

Un ente atrapado en el tiempo,
donde todo es amable,
donde todo es eterno.

Ven que necesito un abrazo,
ven que necesito creer.

Mueve mi cuerpo y permite que sienta a tu lado






DIGNIDAD PERDIDA

Y en el camino te encontré,
quise preguntar donde ibas, 
pero el temor apago mi voz.

A la vereda del río volví a verte,
tus ojos yacían muertos entre alisos
y seguí con prudencia tu andar.

La ausencia llenaba el vacío
la sombra empezaba a brotar
mil palomas volaron
y de pronto sin más razón que el olvido
el sol dejó de alumbrar.

¿Donde fuiste a parar?
¿Qué maleficio te trago la suerte?
¿Cómo, dónde y porque tu moneda perdió valor?

Dime, ¿porque entre tantos caminos, te abrazaste a la muerte?








FRAGILIDAD

Si me sabes mirar, la fragilidad has de ver.
Si entras en mis ojos la ternura podrás sentir.
Vivo en el campo, donde encuentro la libertad,
a través del tiempo mis alas se deslizan, no se dejan atrapar

Orgullosa me dedico a posar para tus ojos,
sigo temblando cada vez que te acercas,
aun sabiendo que estoy en buenas manos,
admirada y protegida, segura de no recibir daño.

Espera me doy la vuelta o dátela tu.. no, yo,
si, así, me gusta así……
pero no pares sigue dando al click

Entre piedras y ramitas mi porte voy mostrando,
juego contigo al pilla- pilla,
y de vez en cuando te permito irme atrapando.

Mis alas transparentes te permiten visualizar,
lo que hay detrás y justo más allá.
Ten cuidado con ellas, sí por favor ¡no las toques!,
porque corres peligro de dejar de soñar.

Sobre el agua  y de tu mano,
sin miedo a ser sorprendida,
aún si corre fuerte y puede llevarme,
de ella quedaré prendida….




Y EL CIRCO CONTINUA...

(Dedicado a Mon, por el amor que contagia en su caminar por la vida)

El Jefe de pista saluda,
micrófono en mano…

Buenas tardes:
Señoras y Señores,
niños y niñas
y a los abuelitos
que vinieron,
a compartir pequeñas ilusiones.

La magia del circo les ofrece:
fantasía sin fin,
vértigo asegurado,
risas amortizadas
y sueños envueltos en papel
de regalo.

El mago,
sacará de la chistera por las orejas,
pequeños brotes de ilusión
que después plantará para que crezcan.

Los payasos,
irán tropezando y removiendo la raíz de la sonrisa
a ras de suelo…,
con grandes zapatos
y una hermosa margarita en la solapa,
que si la miras fijamente
te echará agua fresca en la cara.

La trapecista,
engalanada con su mejor sonrisa y
los ojos pintados de brillantina,
nos hará disfrutar del vaivén de su cuerpo
entre cabezas alzadas,
para no perder detalle
de esa linda mujer que en el cielo baila.

Y esa domadora,
tan poquita cosa y a la vez tan valiente
que asusta ver
como se atreve, plantando cara,
a la fiera que saluda con sus zarpas.

De puntillas
el equilibrista sobre el alambre
con los brazos abiertos buscando el sol,
los ojos cerrados,
sin ver final ni comienzo,
teniendo muy claro en su interior
que lo excitante,
está en el trayecto.

Y como final del espectáculo:
el mimo nos ofrece la ilusión
con la cara ida tras sus palabras,
el gesto encontrado con las miradas
y la sorpresa al ver…
que nada es real,
si no lo compartes.



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