Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

sábado, 29 de octubre de 2011

891.- MANUEL SÁNCHEZ CHAMORRO


Manuel Sánchez Chamorro, (San Nicolás del Puerto, Sevilla 1954)

Libros de Poesía:
-Tres Poemas B., Grupo Ahora, 1983
-Poemas/Epigramas, Cuenca, El Toro de Barro, 1983
-El pétalo invisible, Málaga, Corona del Sur, 1986
-Crucigramas, Sevilla, Renacimiento, 1986







DE PELÍCULA

Hay alguien que huye por ciénagas sombrías,
perseguido por perros y por hombres.
Hay alguien que se desnuda en una habitación
de hotel, junto a un vaso solitario de whisky.
Hay alguien que renace cuando llega la noche
y mendiga un poco de sangre a las muchachas.
Hay alguien que en la lucha siempre es un cobarde,
puesto que así lo exige el guión del destino.
Hay alguien que es un héroe y alguien que es un villano.
Hay alguien que se esconde en todas las esquinas
de la noche, la lluvia, el mundo o el dolor.
Hay alguien que asesina a un niño en una sórdida
buhardilla, mientras la tarde de primavera cae.
Hay espías. Y valientes. Y caballos. Y monstruos.
Hay música y tristeza. Y sonrisas y lágrimas.
Hay alguien que descubre el amor sobre la hierba,
mientras brillan estrellas inútiles y hermosas.
Hay alguien que rescata su felicidad
y te mira sonriendo desde verdes colinas.
Hay alguien que muere y hay alguien que ama.
Y hay alguien que algún día poseerá el paraíso.
Pero no serás tú. Lentos pasan los días.
Lenta pasa la vida. Desesperadamente
miras una pantalla que no te reconoce.

De Viento de cine,
el cine en la poesía española
de expresión castellana, 1900-1999.
Selección de José María Conget.








LA EQUIVOCACIÓN

Compró en las rebajas un revólver.
Intentó suicidarse con él.
Le salió una muerte pequeñita,
insuficiente y triste,
débil como un suspiro: con las prisas,
el tumulto y el agobio de los compradores,
sin duda se equivocó de talla.






890.- FILOMENA ROMERO


Filomena Romero nace en Melilla el 5 de junio de 1950. A la edad de nueve años se traslada a Málaga donde reside desde entonces. Cursa el bachiller en la Universidad Laboral de Málaga. Es puericultora y auxiliar de enfermería. Estudia Dibujo Artístico y Artes Aplicadas en la Escuela de Artes y Oficios de Málaga. Es miembro del Ateneo de Málaga, del Círculo de Bellas Artes "Nuevo Siglo" de Málaga, con el que ha realizado numerosas exposiciones de pintura, y del capítulo de Málaga de la Academia Iberoamericana de Poesía.
Como pintora ha participado en numerosas exposiciones y su especialidad en pintura es el retrato. Publica regularmente artículos de crítica literaria en el suplemento cultural “Papel Literario” del Diario Málaga y poemas en diarios y revistas de ámbito nacional y es autora de numerosos libros de poesía.
En 2001 obtuvo el XVII Premio Juan Bernier de Poesía del Ateneo de Córdoba con la obra Orilla de zafiros.
Obra
Soledades y luces (Dardo. Publicaciones de la antigua Imprenta Sur. Málaga, 1994).
Veneros en el jardin de la memoria (Dardo (Colección Cuadernos del Sur. Málaga, 1997).
El cielo surrealista (Devenir. Madrid, 2001).
Orilla de zafiros (col. Arca del Ateneo, Córdoba, 2002). Prólogo de Juana Castro.
El luthier y los ángeles sin sombra (Ayuntamiento de Málaga. col. “Ancha del Carmen", 2006).
Cuadernos y plaquetes
Retratos y voces en el espejo del río (Academia Iberoamericana de Poesía. Málaga, 1996).
Arabescos y Cinco sonetos de amor y un perfume. (col. Wallada. Málaga, 2001).
Antologías en las que aparece parte de su obra
Poetas de corazón. (Málaga, Ateneo de Málaga, 1995).
Guía de artistas y escritoras contemporáneas andaluzas. (Instituto Andaluz de la Mujer). Sevilla, 1997).
Poesía y democracia (Corona del Sur. Málaga, 1997).
Cuaderno homenaje a Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Federico García Lorca (C.C. Generación del 27). Diputación y Ateneo de Málaga, 1998).
Cuaderno homenaje a Emilio Prados (C.C. Generación del 27. Diputación de Málaga, 1999).
Cultura, paz y libertad (Ayuntamiento de Málaga, 1999).
Emilio Blanco en Memoria (C.C. Generación del 27). Málaga, 2002).
Compañeros de viaje (Suplemento Nº 1 de la revista “El Maquinista de la Generación" (C.C. Generación del 27). Diputación de Málaga, 2002).
Poetisas españolas (de 1976 a 2001) (Torremozas. Madrid, 2002).
Colección Monte Jabalcuza (Academia Iberoamericana de Poesía Málaga, 2005).
Rostros de mujer ante el espejo: Poesía de la trsgresión (Ánfora Nova. Córdoba, 2007).
Libros publicados en colaboración
Homenaje a León Felipe (Academia Iberoamericana de Poesía. Málaga, 1994)
Homenaje a José Martí (Academia Iberoamericana de Poesía. Málaga, 1995).
Homenaje a Alfonsina Storni (Academia Iberoamericana de Poesía. Málaga, 1996).
Homenaje a Luis Rosales (Academia Iberoamericana de Poesía. Málaga, 1997).
Recibió el Premio de Poesía Juan Bernier en su XVII Convocatoria.



Poética
Escribir poemas, es mi manera de ser yo, de estar conmigo. La poesía es entregar lo desconocido de nosotros mismos. Mis libros son ráfagas de locura y en sus versos hay voces que salen en bandadas del pentagrama absorto de mi pecho. El Cantar de los Cantares (4, 6) dice: "Antes que sople la brisa del día y huyan las sombras, me iré al monte de la mirra y a la colina del incienso" ahí es donde quiero perderme y encontrarme cada vez que escribo, por eso:



En este palpitar que el reloj marca
sin tiempo de horas ni de espacios,
voy entre brumas de aromas doradas,
envueltos mis sentidos en terciopelo azul.
Merodean sombras que persiguen los días,
me enredan en el arco circular planetario.
Siento prisa, en mis manos cansadas,
de explicar lo confuso que del cosmos me alcanza;
expresarme quisiera en lenguas diferentes…
Qué encierra la oquedad del ámbito infinito.
Limitada mi razón no encuentra las palabras
e invento sensaciones que muestren su estructura.
Imperfecta mi mente, me derrite el helor
de crear un idioma distinto, nuevo de sentimientos…
Donde el hombre se encuentre.

(de El cielo surrealista, Madrid, Devenir, 2001)









Ya estoy cercándome de viento,
atravesando instantes que se borran
en un latir de brisas.
Y ya voy con mis pies desnudos
sobre la barca ensangrentada
que me acerca a la orilla de anhelos presagiados.
Que me acerca a la pena de vuelta de mis penas,
cárceles de mis sueños.
No sé cuál de las dos me borrará el semblante,
me posará en la frente un tatuaje sin marca,
una paloma blanca de certeza,
un pez entre las manos de mi cuerpo
que, prisionero en hambre,
se desliza en el cosmos de locura
por atestar mi casa de esperanza.

(de Orilla de zafiros, Córdoba, Ateneo, 2002)









Se despierta la noche,
con un crujir de muebles sobresaltan
los segundos que son siglos de insomnios.
El leve respirar del gato
mece las sombras grises de las gacelas muertas.
Luciérnagas estallan en los ojos
al intentar cerrarlos.
No importa que el ronquido de este tiempo
traspase las paredes de otros mundos.
Hay una calma insoportable,
insufrible, y qué quieta está la noche…
hasta los pasos de los ángeles,
imperceptibles siempre en el silencio,
se escuchan junto al lecho.

(de El luthier y los ángeles sin sombra,
Málaga, Ayuntamiento, 2006)









VIII

Llega la noche...
La noche en la que habito desde tiempo.
Me ronda desde siempre.
Llega la noche una vez más,
pero esta noche es más terrible.
Se oyen los ecos del silencio.
Y sólo el musitar del viento
acoge entre las olas su chasquido
rompiéndonos el sueño.
El sueño que rendido asoma a veces.
La noche
que recorrió caminos,
bosques y aldeas
entre las sombras.
La noche que me habita desde siempre.
No le temo a la noche.
Sólo que estos chasquidos de madera
me destemplan los nervios,
los nervios y los tendones.
Y en su impulsar, tensándome los músculos,
se rompe hasta la noche.

(de Orilla de zafiros)



889.- JOSÉ MARÍA ROMERO MARTÍNEZ


José María Romero Martínez, nació en el número 11 de la calle de Sevilla, en Olivares, a las 3 de la madrugada del 3 de octubre de 1893. Era el cuarto de la decena de vástagos que, engendró el matrimonio compuesto por el notario público de la villa Miguel Romero Sánchez, natural de El Jabugo, y María del Carmen Martínez Arellano, gaditana, feligresa del Sagrario de la Catedral de Sevilla, casados el 25 de abril de 1886 en la hispalense Omnium Sanctorum. Once días después fue bautizado por el primer cura propio que tuvo la «parroquial iglesia mayor», el Presbítero D. Isaías Álvarez Barrera. Le impusieron los nombres de José María Antonio Teodoro Cándido del Sagrado Corazón de María.

En 1908, la familia Romero se traslada a Sevilla, donde el padre obtuvo plaza de notario. Fue matriculado en el colegio del Santo Ángel y en 1910 José María comienza los estudios de Medicina, concluidos con premio extraordinario en 1917.
Una vez terminada su carrera se instala como médico en la popular calle Pureza de Sevilla, dónde muchas veces no sólo no cobraba por sus consultas sino que pagaba de su bolsillo las medicinas a quién lo necesitaba. Se le conocía como “el niño sabio de Triana”.
Desde mediados de los años veinte, una vez concluido el doctorado despliega una amplia y fecunda labor profesional como médico de la beneficiencia provincial, como subdirector del Manicomio, como profesor auxiliar de la Cátedra de Histología, además de ser pionero y miembro de la Comisión Científica de la Liga Española contra el Cáncer.

Aunque escribía desde los diez años su vocación literaria se consolida en sus años de estudios en la universidad. Por entonces publica en las revistas como La Exposición y Andalucía y diarios como El Liberal de Sevilla. Ingresa en el Ateneo, que en 1915 le otorga La flor Natural en los Juegos floreales por su “Canto a la Paz”.

En 1927, como vocal de la sección de literatura del Ateneo organiza el encuentro de jóvenes poetas españoles que reivindican a Góngora en el tercer centenario de su muerte.

Sevilla, 16 de diciembre de 1927. Sociedad Económica de Amigos del País. Homenaje del Ateneo de Sevilla a Góngora. De izquierda a derecha: Alberti, García Lorca, Chabás, Bacarisse, José María Romero Martínez, Manuel Blasco Garzón, Jorge Guillén, Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Foto Serrano.
Serrano inmortalizó fotográficamente el acto; en el que aparecen centrados José María Romero Martínez y el presidente del Ateneo, Blasco Garzón; y a sus lados, Alberti, Lorca, Chabás, Bacarisse, Jorge Guillén, Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Tras el fotógrafo se situaban Cernuda, Villalón, Salinas, Porlán, Adriano del Valle, José Bello, Amantina Cobos, su marido el pintor Villalobos, Alejandro Collantes, Romero Murube, Labrador, Llosent, Espina, Fernández Almagro, Muñoz San Román, Laffón, Bacarisas, el torero Sánchez Mejías, Juan Miguel Sánchez, Lafita, Majó, Núñez Cabezas de Herrera, Tamayo y José de la Peña, entre otros.

Constantes las alusiones al pueblo natal, en “Romances de Primavera” ensueña, con bucólica suavidad, el despertar al amor y la belleza, y el dolor terrible por la muerte de una antigua novia que lo vio partir hacia la conquista de la fama:

Me encontraré esta noche en la ciudad lejana,
sin la luz de tus ojos ni el calor de tus manos;
entre el bullicio alegre, por las extrañas calles [...].
Y en mi alma se agota, sin cesar; el deseo
de que el tren se detenga y volver a tu lado.
El tren no se detiene. El tren sigue su marcha.



Entregado al ejercicio profesional, sus inquietudes políticas, por convencimiento y amistad, se iban acercando a las tesis del cambio político que habría de verificarse en 1931, siendo elegido en 1936 secretario provincial de Unión Republicana, el partido de Martínez Barrio, y ocupando, sólo unos días, durante el Frente Popular, el cargo de gobernador civil de Sevilla.

El trío formado por Romero Martínez, Puelles y Blasco estaba pronto a desaparecer: José María Romero y Puelles (presidente de la Diputación Provincial) son fusilados el 19 de septiembre de 1936.

La Bilioteca Municipal de Olivares que se inauguró en febrero de 1992 lleva su nombre: “Biblioteca Pública Municipal Poeta José María Romero Martínez” en reconocimiento a su brillante labor como humanista republicano, médico y escritor.
http://www.olivares.es/opencms/opencms/olivares/ayuntamiento/
publicaciones/monograficos/romero/index.html



Entre sus cabellos rubios
ha puesto flores de jara
y en el azul de sus ojos
promesas dulces y castas…




JOSÉ DE MARÍA ROMERO BAREA [888]



José de María Romero Barea 


(Córdoba, España 1972) es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Sevilla, ciudad donde reside y ejerce de profesor de Enseñanza Secundaria. 

Autor de Poesía (qué si no), cuya primera sección, el corazón el hueco, consta de la trilogía Resurrecciones (2011), (mil novecientos setenta y) Dos (2011), Talismán (2012) y  Europa aplaude (2016).

Es autor, además, de una serie de novelas reunidas bajo el título común de Interrupciones. Hilados Coreografiados (2012) abre la serie. Le sigue Haia (2015). Ha traducido el poemario de Curtis Bauer Spanish Sketchbook/España en dibujos (2012), Disarmed/Inermes de Jeffrey Thomson (2012) y Gerald Stern. Esta vez. Antología Poética (2014).

Francisco Basallote Muñoz ha escrito una reseña crítica de Resurrecciones en la web Papel Literario Digital.




En 2010 fue finalista del Premio Revista Eñe de Literatura Móvil.
Forma parte, como autor, del Circuito Literario Andaluz.
Pertenece, además, a la Asociación Cooltura, Acción y Poesía. Ha participado en diversas iniciativas literarias en la capital andaluza: “Ciclovida”, “Celebración del Día Mundial de la Poesía”, “Fiesta de la Alfabetización”, “Plaqueteando: la poesía que viene”, “100 poetas 100 minutos” y "Poesía para todos los bolsillos”.
Por otra parte, ha sido invitado a participar en la Feria del Libro de Sevilla, 2011, en diversas actividades: “Poetas del siglo XXI. Una muestra de poesía contemporánea”, el homenaje a José Saramago “José Saramago, la conciencia y la luz” y “Ediciones En Huida, una nueva propuesta editorial y poética”.
Ha sido entrevistado por Mertxe Manso y Pilar Sanabria en su programa de radio de Onda Cero Córdoba, y por Cristina Aldehuela para el Diario de Sevilla .
Es autor, además, de una novela corta, Hilados Coreografiados y una colección de cuentos Otros, los más y otros, aún inéditos.

Puede contactar con el autor a través de su dirección e-mail josedemaria@andaluciajunta.es y josedemaria72@hotmail.es.





Detrás el mar su rosario de ahogados
manzanas luces lágrimas
espejos sobre los cuales las anclas


*


como una vez
en la biblioteca municipal de iverpool
leyendo a Lorca
Fue
como caminar por el campo en Aguilar
Cesa
el ruido del frigorífico
No
se oyen grillos.




A propósito de "Resurrecciones" de José de María Romero.
Ed. Biblioteca de Aguilar de la Frontera, 2011.

Por Francisco Basallote

José de María Romero (Aguilar de la Frontera, 1972) es licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Sevilla, ciudad donde reside y ejerce la docencia . Resurrecciones es su primer libro de poesía. Es autor, además, de una novela corta, Hilados Coreografiados, y una colección de cuentos Otros, los más y otros, aún inéditos. En 2010 fue finalista del Premio Revista Eñe de Literatura Móvil.

Los que hemos tenido la suerte de abrir al espejo de estas páginas más de una opera prima, no dejamos de sentir en nuestras manos el pálpito de paloma que estrena su primer vuelo o el estallido del corazón cuando hemos palpado la tinta fresca de nuestro primer libro de poesía. Y eso es lo que nos produce estas Resurrecciones , emociones encontradas al filo de sus versos, que no forman parte de una opera prima cualquiera pues aparece con una masa poética tan definida , tan bien equilibrada de emociones y sensaciones, con la dosis adecuada de conceptos y recursos y en un acertado uso del lenguaje, rico en metáforas, y con un ritmo profundo de una música bien ensayada al pie mismo del escenario de la vida que le da a este poemario una madurez bien trabajada, conseguida en el duro batallar con las palabras y sobre todo con ese destello personal e intransferible que encierra el corazón de un auténtico poeta. Opera prima , si, ma non troppo .

Para José de María Romero “…la belleza es un hecho irrepetible. O mejor, es algo bello porque es irrepetible. Y es esa cualidad única la que perpetúa en la memoria, en una imagen inmutable, a la que mis palabras acuden en busca de consuelo”, y ese suceso único, o mejor dicho la sucesión de sucesos similares, cada uno de ellos dotado de su unicidad inmutable pero finita, es lo que constituye la esencia de este libro, de ahí la denominación en plural, de ese infinitesimal de instantes que en su belleza llevan la simiente de su fin y de un nuevo y constante principio. En realidad no hace sino reconstruir la historia de la belleza instantánea de una forma ontológica en la que cada uno de ellos es la resurrección del anterior. Ello exige que el poeta recurra a una especie de agenda narrativa, en la que hace de los sucesos una relación cotidiana, estableciendo dentro de su aproximación al detalle, propio del minimalismo, una clara poesía de lo cotidiano, en el sentido en que el argentino Pablo Anadón define la poesía de la cotidianidad como “el intento de extraer un poco de materia luminosa incluso de la más compacta opacidad.”. Y eso es lo que hace José de María Romero en Resurrecciones: extraer de los sucesos la luz de sus instantes, su belleza irrepetible.

Dividido el libro en dos partes: Dos y Uno, por este orden, que en cierta manera indican esa tendencia del poeta a lo consecutivo, factor esencial en la memoria de lo cotidiano, en la narración sucesiva. Así nos hablará que “Leía a Ferrater en trenes que encuentran / a otros trenes a su paso,…” y poco después recordará un invierno y un suceso trivial aparentemente: “…Tu madre me había dado/ un par de guantes, algo de café/ para ti….”, pero que instalado en el poema adquiere una categoría emocional, sobre todo cuando se construye con la materia del recuerdo. Como así ocurre en ese rasgo propio de lo cotidiano de la toma de decisiones en busca de la felicidad: “Que también tengo derecho, pensé,/ a ser feliz, así que compré aquel/ billete y fui adonde tú estabas…”. En esta sucesión está a veces con una intensidad inmensa la emoción recordada, la memoria de aquello que pudo ser: “…Hubieras descendido aún más/ para acercarte a lo que fuiste,/ a esos ojos que aún no te conocían,/ y quedarte en silencio, cubierto de palabras.” , “ De esta traducción del recuerdo,/ este océano, el silencio/ que convoco para estar aún más cerca/ de este deseo./ De esta traición.” , o la de lo que fue, invocado en lo lacerante: “…De ahí/ que tu mirada y tus abrazos/ vuelvan hoy junto a estas palabras, pendientes de un dolor…”. Para llegar a decir en algún momento: “…Y en cuanto a la felicidad,/ la dejaremos inconclusa, fuera/ del paréntesis./ La muy puta.”. Y este pequeño poema, hondo como una herida sin cerrar: “ La tristeza de hoy./ Aún mejor. Su recuerdo.”

Hay instantes en los que la belleza detenida al modo de un haiku ilumina el poemario: “ Azucena y cristal/ alivian el aire./ Silencio sobre terciopelo.” o “ De la luz, por último,que/ inicia su vuelo desde los plátanos, …”, Instantes, a veces, incrustados en un largo poema descriptivo : “ A veces hago a pie/ el camino que va del puente/ del Alamillo a casa. Todavía/ se puede hacer. Aún no hace frío./ Las tardes son largas …/…/…La otra tarde, por ejemplo, el/ cielo era de color rojo y el río/ parecía derramarse / en todas direcciones…” . Tiempo detenido en imágenes precisas, sugerentes, cargadas de plasticidad: “El grafito del lápiz/ sobre el blanco rectángulo,/ un cuervo se posa/ sobre un coche cubierto por la nieve.” .

Hay en el libro una cierta reminiscencia culturalista no, desde luego, de pose, sino necesaria en la corriente narrativa en la que nos sumerge el poeta. Así las ciudades, sus monumentos, aparecen en algún poema con una presencia voluntariamente elegida como testimonio de algo más trascendente: “ Habías nombrado las escenas/ en los medallones del Arco de Constantino,/ el paisaje infinito de arcadas, en las Termas/….”, “…La sensación de anonimia absoluta/ al abandonar el hotel/ Terminus y subir Stationsgata/ hasta llegar al parque Santa Klara/…”, “…Habíamos visitado la isla/ junto a la ciudad sólo para ver/ el mar…/…/ Parece que hubiera campanarios en el agua….” . Asimismo una constante referencia a la lectura, con un interés determinado de fijar las coordenadas estéticas del poemario: “ Leía a Ferrater…”, “…Anoche,/ frente a un párrafo de Virginia Woolf.”, “Ayer me compré, por ejemplo, una traducción / de “El Mundo como Voluntad y Representación”/ de Shopenhauer…”, “ Una novela gráfica/ de Hugo Pratt que me ha gustado, y/ me ha recordado los días de Venecia:/ Fábula de Venecia…”.

Un sentimiento prevalece en el poemario, una especie de desolación tras la búsqueda cotidiana, hallazgo veces tan próximo que le hace exclamar: “…Felicidad / que siempre está a punto de suceder,/ puta que siempre pertenece a otros/ a cambio de unos versos.”. Y averiguamos que busca en el laberinto por el que siempre se han perdido todos los poetas, el de la inabarcable Poesía, la dama veleidosa que no obstante en estas Resurrecciones nos permite descubrir a un poeta, nada más y nada menos que un Poeta.




4 poemas de Europa aplaude (2016),
de José de María Romero Barea

I

Signos símbolos sobre/ un fondo de púrpuras naranjas las/ diversas franjas de color su/ énfasis horizontal contrarrestado por/ una figura vertical alada una/ señal un ser humano con/ habilidades sobrehumanas algo/ que flota algo que/ es una cosa al mismo/ tiempo que su anulación un/ sistema de signos una/ imagen consciente de que/ la realidad no se limita al/ reino de lo visible a eso/ que con desigual fortuna denominamos/ realidad sino al significado/ intrínseco de factores autónomos la/ línea la forma el/ color los agentes expresivos que/ adolecen de una base/ científica racional en la/ instrucción de la imagen luz y/ oscuridad división y/ unificación expansión y/ contracción compresión y/ estratificación regularidad/ e irregularidad identidad/ diferencia un equilibrio/ dinámico una figura en/ blanco un aroma dulce inexplicable un/ equilibrio estático un medio de/ conciliar las contradicciones las/ fuentes de disonancia un/ estado de tensión un equilibrio/ inestable apariciones fantasmas/ espectros espíritus formas/ visibles presencias invisibles/ translúcidas señales de/ densidad de campo radiaciones/ una forma tenue apenas/ visible una visión realista ese/ oxímoron cuando la perspectiva no/ logra crear una/ ilusión de distancia sino/ de tensión dinámica a/ través de las desviaciones la/ dinámica de una armonía a base de/ capas transparentes una/ óptica en lugar de una/ ilusoria sensación de/ profundidad un término común de/ color música una sensación/ física real un par de/ alas variaciones de contrapunto a/ través del uso de la rotación la/ reflexión la secuencia de pares e/ impares una cocina a/ oscuras dos triángulos brillantes dentro/ de un matriz amarillo una/ imagen especular una/ manera de conciliar lo poético/ lo arquitectónico el/ ritmo la superposición las/ divisiones la regularidad de la/ repetición de las unidades cuando el/ punto no es solo el/ punto de luz sino un/ vehículo de color que/ introduce una dimensión polifónica un/ rayo de luz de pie junto al/ ángel un conjunto que funciona como/ las teselas de un mosaico la/ urdimbre la trama de/ un tapiz un espacio abstracto una/ serie de símbolos un/ equilibrio rítmico una referencia una/ incisión en la superficie de la realidad un/ alivio de ultratumba.



II

Para Diàna

Antropología del cerebro de/ Roger Bartra Cicatriz de/ Charles Wright Brummstein/ Machine de Peter Adolphsen el/ único momento de/ reposo que recuerdo de/ toda aquella semana los/ libros que/ me habías recomendado el/ poemario de Alda Merini Facsímil/ de Alejandro Zambra una/ novela epistolar de/ John Berger dos más de/ Joao Gilberto Noll que/ leí en los ratos libres de/ aquella semana en/ la que todos se volcaron con/ nuestro regreso mientras/ tú repartías parabienes a/ cielo abierto y yo sin/ capota y con/ los frenos partidos la/ primera semana que/ pasé en la ciudad/ leyendo Tónicas/ Disonancias de/ George Egerton Cataratas/ de John Berger Nostalgia/ de Mircea Cartarescu viendo/ amigos sintiendo una/ moderada nostalgia meramente/ culinaria sobre todo/ al regresar al/ lugar donde comenzó todo/ hace ya seis años al ver la/ multitud en el ensayo/ general para la gala en/ Trafalgar Square el/ banco público en que/ nos abrazamos el puente de/ Waterloo a través del cristal del barco el/ ventanal herido de lluvia en/ Sicily Avenue Bloomsbury/ Square al leer Combates de/ Ednodio Quintero Nota/ del autor de Joseph/ Conrad Microlitos de/ Paul Celan Charing/ Cross con libros y una/ rosa los ritmos/ africanos en Trafalgar Square las/ fuentes las terrazas los/ tenderetes el/ lugar donde comencé a/ escribir esto pero cómo/ a qué hora si desde/ que puse los pies en el/ aeropuerto hasta que/ me senté a escribir tres/ semanas más tarde fue/ un no para quieto un/ carrusel de cenas comidas y/ almuerzos sonrisas y/ amigos y/ familias del que apenas ahora/ me recupero lo sé ahora/ que paro quieto lo sé mientras leo/ Los reconocimientos de/ William Gaddis los Fragmentos de/ Jean Giono Decreación de/ Anne Carson en el/ lugar donde/ comenzó todo en/ este lugar desde el/ que escribo justo ahora que/ para el carrusel bajo el/ toldo místico de la siesta.



III

Imaginar el centro de una ciudad un/ lugar abandonado por los/ ricos o los que quieren/ parecer ricos los que/ han construido urbanizaciones de/ lujo en las afueras los que/ solo se mueven en coche de/ la urbanización al centro comercial del/ colegio religioso de los niños al/ club deportivo imaginar una/ aberración porque esos ricos o/ falsos ricos viven de/ espaldas a la Historia miran/ un futuro cada vez más henchido de/ sí mismo un presente cada/ vez más vacuo viven en/ el centro de la nada en/ un lugar anclado en la infancia en// Pero me canso de teorizar// Perdón por haberles traído/ a un callejón sin salida.



IV

La pátina sepia el/ celofán rojiverde del paisaje su/ fuerte razón social de ser que/ no es solo una nostalgia/ reaccionaria del centro que/ como todos los centros de/ todas las ciudades europeas adolece/ de convicción mejor/ me dije mejor recordarlo todo/ para contártelo luego los/ paseos por el centro la/ plaza de la iglesia alter/ ego de todas las plazas que/ han sido y serán el/ plano de 4 lados rectos donde/ todos los lados tienen la/ misma longitud donde/ cada ángulo interior es/ un ángulo recto un cuadrilátero un/ polígono regular que contiene/ todos los centros anclados en/ la infancia sus cuatro vértices ahogados/ en perfume de magnolias y dama/ de noche una forma plana sobre/ un plano cuyos cuatro puntos/ son cuatro esquinas cuatro/ lados de igual longitud ahogados/ en niños que lloran por un globo en/ bandas de música desafinadas cuatro/ esquinas cuatro ángulos/ rectos recorridos por/ gentes que pasean parejas/ que se besan parejas que/ se dedican a besarse quiero/ decir no una práctica/ transitoria ni una preparación o/ preámbulo a nada sino un fin en sí mismo besar/ se el persistente roce de unos/ labios que buscan recuperar el tiempo antes/ del tiempo el lugar para otros/ labios el cuándo el dónde el/ momento justo la longitud la/ anchura de la plaza aperitivo/ de los labios espectro/ de ida y vuelta los/ dedos el cabello la/ boca el perímetro de la/ plaza el plano/ donde besarse con las cuatro esquinas la/ fina y húmeda materia de la piel los/ labios la certeza la/ mala conciencia de la/ mediocridad que no nos deja escribir el/ poema aunque a lo mejor es/ que para escribir un buen/ poema hay que ser mediocre usar/ filtros reducir reflejos proteger/ al lector y sin embargo este/ filtro sepia no logra alejar al poema del/ polvo la suciedad la/ humedad los arañazos del/ tiempo este celofán rojiverde no/ logra reducir los reflejos su/ fuerte razón social de ser no/ se debe solo a esta nostalgia reaccionaria en/ cualquier caso a medida que/ avanzo me reconcilio con estas/ imposturas ya no las sufro como/ complejos esta sensación quiero/ decir de una traición constante/ indiscriminada la certeza/ constante de una discriminación traicionada que/ ya no las sufro como/ digo en silencio sino que/ me resigno a ellas como pactos de/ vida aunque siga sin saber/ quién firma la otra mitad del/ contrato por eso me/ dije mejor recordarlo todo para/ contártelo luego aprovechando las/ siestas que recuerdan las/ siestas de la infancia en/ lo callado aunque no en/ lo místico que es la cualidad/ exclusiva de la siesta pero/ me rendí a la tercera porque/ no lograba describir la/ escena del beso o/ lo que describía parecía/ sacado de una mala película pero/ cómo evocar el deseo/ incontrolable apenas contenido dos/ lados de igual longitud uno frente a otro cómo/ describir la tensión de los/ ángulos rectos la/ elección consciente de dos/ segmentos paralelos en/ línea y sobre todo cómo/ hacer que tú lector sientas el/ golpear de los corazones el jadeo cómo/ hacer que veas las pecas en/ la nariz de ella que palpes los/ hombros de él cómo/ hacer que oigas las/ palabras que no se dijeron que/ sientas el beso hambriento al/ que ella respondió con hambre la/ calidez de las bocas la/ caricia de los labios la/ lengua que dividió al gemido en/ dos esto último tan/ personal querido lector que/ -cómo-lo-vas-a-sentir.





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JUAN MARÍA ROBLES FEBRÉ [887]


Juan María Robles Febré

Huelva, 1918-Badajoz, 2001
Nacido y criado en Huelva, inició su carrera eclesiástica en los PP. Agustinos de Calahorra, la continúa después de la guerra con los Claretianos de Jerez de los Caballeros (Badajoz) y la termina en el seminario de Badajoz, donde se inicia su labor de editor y promotor de poetas. Allí encabeza un grupo de curas poetas, con quienes más tarde funda la revista de poesía sacerdotal, Jaire y en Mérida funda la revista Olalla; además colaboró en el periódico Hoy asiduamente. En sus últimos años emprendió una nueva empresa editorial, impulsando las Hojas de poesía UZIEL. Fue un cura sabio y un poeta querido.

Su primer poemario salió a la luz en 1954, Poemas de las dos orillas; ilustrados por Asensio Sáez, era una recopilación de poemas dispersos en los que se apuntan temas y estilos. Hasta 1982 no vuelve a publicar, aunque durante el paréntesis aparecen algunas poesías en revistas esporádicamente.

Desde 1982 muchos son los libros que han visto la luz, y quizá haya más. Muchos de ellos tienen una deuda literaria con la poesía clásica, personalizada en San Juan de la Cruz, pero no sólo en él. La poesía J. M. Robles Febré es la de un hombre profundamente tierno, preocupado tanto por lo humano como por lo divino. Que escribe los poemas más elevados y los más sencillos. Hay en él al menos dos poetas, uno directo y comunicativo, otro reflexivo y complejo, cuyo estilo ha ido evolucionando a lo largo de los años, se ha ido depurando, ha ido abandonando retóricas superficiales, al mismo tiempo que se ha ido deshaciendo de formas clásicas y las ha ido alternando con versos de ritmo y métrica más libres.

Fuente que mana y corre y Cántico Universal son poemarios escritos al estilo de San Juan, pero no son los únicos, porque el aliento místico recorre muchos poemas de este poeta incansable. Ruta enamorada, por ejemplo, está dedicado a Santa Teresa.

La poesía de Robles Febré es variada y atiende a diversos temas y formas, la poesía religiosa, la poesía trascendental, casi existencialista, la poesía de la esperanza; como diversas son también sus lecturas y referencias: Kavafis, Cernuda, Juan Ramón, Lorca, Tagore, Vallejo, Octavio Paz, etc. Lecturas, vivencias, el recuerdo, reflexiones humanas, imposible resumir su poesía en unas líneas. Del retoricismo a la desnudez de la palabra, de la soledad a la ilusión (divina y/o humana), todo lo intentó Robles Febré, sin levantar la voz, con una poesía tierna, tranquila, culta, emotiva, sin renunciar en ningún momento a lo religioso, intentando comunicar, mostrar al lector, compartir, más que convencer. Si hemos de destacar algunos de los libros, diremos que los que publicó en los últimos años, por su brillantez de estilo y por su hondura contemplativa del mundo que le rodea. Tanto el que dedica a la biografía de San Juan como el que dedica a San Pedro de Alcántara, son libros unitarios, en los que al valor de su poética hay que añadir el de la empresa intelectual que supone llevar a la poesía la biografía de dos Santos tan apasionantes.

Delgado Valhondo dijo de él que era un poeta “auténtico, intenso y profundo” que escribía entre “la seria y melancólica postura de una poesía oracional”
F.J.J.B.




BIBLIOGRAFÍA:



Poemas de las dos orillas. Madrid, 1954.
La llama y el aire. Badajoz, DPDB, 1982
Ruta enamorada. Badajoz, DPDB, 1982
Badajoz siempre. Badajoz, Aprosuba, 1982 .
El hombre de la Mosca en la frente. Madrid, 1983.
El laberinto. Salamanca, Col. Álamo, 1984.
Poemas del “Nodalomismo”. Col. Álamo, Salamanca, 1985.
Semidiario de Flavio Sereno. Sevilla, Cuadernos de poesía Kylix, 1986.
La huida y el regreso. Mérida, Kylix, 1987.
Badajoz también. Badajoz, Excmo Ayto Badajoz, 1988.
Duración del sigilo. Badajoz, Kylix, 1988.
Badajoz siempre. (Ed. Renovada), Badajoz 1989.
Argentonio decía. “Calle Mayor”, Logroño, 1989.
Tienda en la duna. Hojas de poesía Kylix, Badajoz 1990.
Dulcísima armonía. Kylix, Badajoz, 1991.
Fuente que mana y corre. Badajoz 1991 (Biografía de San Juan).
Altas mira de gaviotas. Caja Rural de Extremadura. Badajoz, 1992.
Mientras el alba llega. Antología poética. Badajoz, 1993.
Profundo centro. Kylix, Badajoz 1994.
Cántico Universal. Ed. Menfis, Badajoz 1995.
Dios Escondido. Hojas poéticas Uziel. Badajoz 1998.
Más leve que el aire. Ed. B. Gil Santa Cruz, Badajoz, 1999.



El laberinto, de Juan María Robles Febré.



Relojes de arena
estrellados en las esquinas.

Terminen
los besos
a oscuras.
Cuélgame
ante mi vista
el sol de tu cara.
Queme mi cuello
tu aliento.
Bien empleada está
larga noche,
si ha sido pasillo
para verte.

También en tus pies
hay agujeros.
Más que en los míos.
has corrido velozmente,
vendaval del Amor .

Ya tu presa.
Voluntario
cautivo
de tu brasa.

Deja
que el gozo
gima.
Esto ha sido
lágrima breve.
Todo evaporado
por el calor
de tu boca.

Ahora pegado a tu panal.
Grano de salina
diluido en océano
de infinita miel.




Fuente que mana y corre, 
de Juan María Robles Febré.


Cantares del preso enamorado

"Fray Juan de la Cruz es llevado a la cárcel conventual de Toledo...después lo llevaron a otra, angosta y oscura".
(Vida. Miguel Gil de Sandoval, pág. 52.)

"¿Desde dónde me llamas?
Viento llamante trae tu sonido.
Porque sé que Tú me amas,
aunque ocultes tu nido,
el ansia de encontrarte me ha crecido.

A verte me convoca
tu dulce y suave voz, insinuada.
Roja rosa en tu boca
la inefable llamada
a la sedienta mía trasladada.

Baja, Amado, al estambre,
que tanta sequedad en mi alma pide
me sacies sed y el hambre
que por Ti se decide. '
De todo, por hallarte, se despide.

Creí que regresabas.
y galopé por bosques no pensados.
Conmigo cabalgabas,
calor en los costados.
¡Oh momentos en sueño acariciados!

Sin vacilar veía
en la noche tu cara, toda albura.
El pecho se crecía,
a pesar de la oscura
presencia que se oculta y me tortura.

Son tus palabras brumas,
las nieblas que me están martirizando.
A tal martirio sumas
el seguirte ocultando.
Crecida comezón te está clamando.

Bien saben las estrellas
cómo atraviesa rejas mi sollozo.
Pregúntale Tú a ellas.
No me estorba este pozo
de la cárcel caer en beso y gozo.

Cuándo será el momento
en que la hiel me sea azucarada.
Recrecerá el contento
de que tu sombra amada
me rompa la ceguera enamorada.

Y caigo de rodillas,
echando en esta tierra aéreos dados.
Que tu amor haga astillas
estos cielos cerrados,
volviéndolos tus ojos estrellados.

Sólo Tú eres Vida,
por eso me enamoras. Tanto amarme
es única bebida
que logrará saciarme.
De estos hierros de muerte liberarme ".




Velado encuentro

En Beas de Segura termina el "Cántico Espiritual".1578-79.

Los muros derribados,
más cerca tu Belleza sobrehumana,
pisando los helados
ríos; abajo mana
el agua que a este enfermo de amor sana.

Subiendo la pendiente,
llevado por tu mano a la colina,
el ruiseñor presente
mis cantares afina
y es la música acorde y cristalina.

Cómo ha subido el grado
de tu proximidad. Arde con creces.
Con roce delicado
me arrobas y enfebreces
el gozo que me dabas otras veces.

¡Oh Verbo sugerente
que copos de frescor en mi alma nieva!
Me quemaba el ardiente
amor que a Ti me eleva
y a divina fruición acerca y lleva.

Haz que se calle el coro,
no estorbe la alegría del regreso.
En tus cabellos de oro
se perderá mi seso,
tus ojos regalándome embeleso.




Cántico Universal, de Juan María Robles Febré.



La luz

El vértigo era música.
En el espacio
-gemelo hermano del torbellino-
se encabritaba todo,
la semilla de lunas y de estrellas
-fosforecentes ojos ciegos-
lloraba por ser flor
en el desierto oscuro e infinito.
No quería el vacío,
la nada miedosa, fugitiva,
en su escalofriante soledad.

Afinaba Poeta Dios aquel pedazo
cosido con la sombra,
agitado, estallante,
primer mendigo pendiente de su mano,
con hambres de armonías,
de espaldas al silencio.

La música ascendía
con gargantas de rayos
atados a sus sueños,
despertando por grados,
al compás
de un secreto pentagrama
que tenía Poeta Dios
guardado
para el atril inmenso,
en sus vísceras
de pétalo y gorjeo.





EL AGUA 

Y tejió la vida con hilos transparentes, 
acercando a Sí, cada vez más, 
el flotante suspiro, 
el ruido, llorando melodías, 
inyectando amor a la materia, 
muerta de frío por fuera, 
con las venas del agua 
recién nacida 
de su misma entraña, 
y el asombro. 

Bajó la Palabra hasta la mano, 
bebiendo su alegría, 
y el nombre de cristales 
dentro de la cortina iba surgiendo, 
clave de ópera prima 
por la fresca y fluyente cabellera 
Y la excitó el amor, 
volando los suspiros, 
a hacerse bebida y almohada. 



DURACIÓN DEL SIGILO 

VIII 

Morir sin ti, palabra, 
es hacerme hermano de la piedra, 
huir de su corriente el río 
que en tu seno esperaba superarse. 
Pero tiras de mí, 
ata tu cuerda 
alma y cuerpo de hombre. 

Llégame, 
habita mi deseo, 
por fin. 
Atrás quede el puente 
que me cansa. 

Tu amanecer rasgue 
el sueño incompleto 

y me despierte. 


ANTONIO LÓPEZ LUNA [886]

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Fallece el poeta cordobés Antonio López Luna a los 70 años

El poeta cordobés Antonio López Luna, que residía en Granada desde hace 23 años, falleció el pasado martes 19 Agosto de 2014, a los 70 años de edad. Premio Adonais de poesía en 1967, el escritor desempeñó durante años la profesión de profesor en la Escuela de Bellas Artes de Granada. Tras obtener en 1977 una beca de la Fundación Juan March en Sudáfrica pudo publicar el libro Monstruarum Artifex. El grupo de música Aguaviva le invitó a colaborar en su disco Poetas andaluces de ahora con el poema Pueblo y otros en colaboración con J.M. Yanes, publicación con la que obtuvieron un gran éxito en Italia y España. Colaboró asimismo en el disco Los dioses del Diluvio (2013) con sus poemas. Destacó también como autor de obras de teatro y guiones de cine. Fue asesor literario del grupo Gorky Teatro.



Poeta andaluz, Antonio López Luna se dió a conocer inicialmente en el CD de AGUAVIVA, "POETAS ANADALUCES DE AHORA" que saliera en 1971.



POETAS ANDALUCES DE AHORA fue una obra de AGUAVIVA según una idea original de Jose Antonio Muñoz y los arreglos y dirección musical de Pepe Nieto, sobre un poema de Rafael Alberti que pregunta por los poetas andaluces y en el cual estos "contestan" con sus poemas. Los jóvenes poetas andaluces eran Rafael Ballesteros, Francisco Galvez, Jose Heredia Maya, Jose Infante, Antonio Lopez Luna, Juan De Loxa, Fernando Merlo y Angel Rodriguez Dias.

Antonio había ganado en 1967 el Premio Adonais de Poesía con su libro "Memoria de la muerte".





Antonio López Luna 



(Nació en Córdoba, en 1944 - Falleció en Granada el 19 de Agosto 2014 ),




Libertad 8, 



uno de los locales más míticos de Madrid.

Fue uno de los amigos que se asociaron para abrir La Vaquería, en la calle Libertad 8, uno de los locales más míticos de Madrid. Bar de copas, sala de exposición, y punto de encuentro donde se reunían hippies, utópicos, poetas, anarquistas, contraculturales, y más gente de buen vivir que poco después protagonizarían lo que se llamó la movida madrileña.

Era principios de 1975, y Antonio López Luna era un poeta que pocos años antes había ganado el Accésit del premio Adonais, había obtenido una beca de la Fundación March para escribir una de sus obras más importantes y singulares -Monstruorum Artifex-, y había viajado y vivido en diferentes sitios como Suiza y Sudáfrica, de donde había regresado pocos meses antes. Se hacía llamar Alascok-Ish por sus amigos, vivía con su mujer Durenka y sus dos hijos David y Alexis, y trabajó en La Vaquería desde su inauguración. Se instaló en una casa amplia y destartalada de la calle Libertad 15, una especie de comuna libertaria y anarquista que poco después sería la primera sede que tuvo la CNT en Madrid después de la muerte de Franco.

El 8 de junio de 1976 una bomba de la extrema derecha -los Guerrilleros de Cristo Rey- destrozaba La Vaquería. Pero para entonces Antonio López Luna ya no trabajaba allí.


Bajo el seudónimo Alascok-Ish de Luna, el escritor Antonio López Luna nos reconstruye un mundo surrealista que se haya por debajo de cualquier concepción humana. A través de su maestría narrativa-poética, nos sumerje en su mundo interior, plagado de oscuridad y de un destino catastrófico.


"Él no está aquí, pero a veces percibo su rostro en las máscaras de lo ya olvidado.

Sus palabras son como esa religión primitiva que suena en los tambores del primer Ser de la Tierra, que al concebirse a sí mismo en sus diversas imágenes se ve en la imposibilidad de vivirlas dentro de su único ser.

Él solamente se puede percibir, toda la historia que está por nacer..."

"Monstruorum Artifex" Alascok-Ish de Luna, Alfar colección de poesía, 1977.






EL PUEBLO

Un pueblo cuyo asunto era ser gente
ocupada en volverse biografía.
A tres pasos de campo, Andalucía
era un río cruzado por un puente.

Un sol como si Dios tuviera frente
y supiese sudar. El sol que un día
se hizo carne de luna. El que vendría
a juzgar a la sed, siendo inocente.

Mujeres vendimiadas en sus hijos.
El aire en propiedad, hecho cortijos.
Y nubes genealógicas: las parras.

…Y cuando el día era otro muerto, un hombre
se acordaba del sol viendo su nombre
bajo el ronco ciprés de las guitarras.

Antonio López Luna