Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

miércoles, 30 de abril de 2014

1.981.- JOSÉ GILABERT RAMOS


José Gilabert Ramos 

(Vejer de la Frontera, Provincia de Cádiz, 1954) es un poeta español, técnico Especialista de Bibliotecas, Archivos y Museos de la Universidad de Granada y animador sociocultural.

Nacido en Vejer de la Frontera (Cádiz) y pasó su infancia en Barbate (Cádiz). Estudió en la escuela pública de educación primaria de Barbate y el bachillerato en el Seminario de San Bartolomé de Cádiz. En sus años de estudios en Cádiz se aficionó al teatro participando en la creación y puesta en escena de obras teatrales clásicas o de creación colectiva.

En 1973 se trasladó a Sevilla para estudiar Teología en el Centro de Estudios Teológicos. Desde 1976 reside en Granada. En la actualidad desarrolla su labor profesional como Técnico Especialista de Bibliotecas, Archivos y Museos de la Universidad de Granada y colabora como voluntario en actividades de animación sociocultural con la Red de Mayores del Distrito Norte de Granada.

Obra poética

Ha publicado los siguiente libros de poesía:

Tu voz en los pronombres, Ayuntamiento de la Zubia, Granada 1988.
Las aceras de la prisa, Barro, Sevilla,1992 (poemario finalista del Premio Barro de Poesía ).
Memoria de Loco, Adhara, Granada, 1996.
Tiempo de mudanzas, Dauro, Granada, 2003.
La luz en la materia, Ruiz de Aloza editores, Granada, 2012.
También ha publicado en colaboración con el poeta barbateño Francisco Malia Sánchez el poemario La luz del paraíso. Guía poética de los paisajes de Barbate,Graphisol, Cádiz 2000.

Ha sido incluido en las siguientes antología de poesía:

Al margen. Quince poetas de ahora mismo, Granada, 1985.
Barro. Antología primera(1978-1993),Ed. Grupo Barro, Sevilla 1993.
Más de cien poemas para la primavera, Asociación Granada histórica y cultural, Granada 2000.
Los años compartidos. Homenaje al poeta Juan Jesús León, Ed. Alhulia,Salobreña-Granada 2010.
Andalucía en el verso. Biznaga de poesía andaluza, Ediciones De papel, Córdoba 2012.






EL  ABISMO

(a Miguel López Salas )


Vivir es entregarse
ante todos los vientos
sin tener más deseos
que un camino esperando
cada nueva mañana
que amanece en los ojos.

Entregarse sin miedo
con la fe de la tierra
a todas las sorpresas
que nos brinda la vida
con la ingrávida inercia
de las alas de un ave
o la leve ternura
que acompaña los besos.

Cada esquina del tiempo
desemboca en la luz
y no sirve de nada
añorar las orillas
cuando es todo el mar
un hogar encendido.

Entregarse a la nada
abrazando el misterio,
intuir levemente
un después luminoso
si al final del viaje
que no tiene regreso
nos espera la vida
con su abrazo infinito.

Entregarse tan solo
con los ojos cerrados
y abrazar el abismo
con ternura de amante
es la única forma
de ganarnos la vida.


La luz en la materia,
Ruiz de Aloza Editores, Granada 2013, pp. 37-39.






ESTRELLA JUÁREZ [1.980]



Estrella Juárez 

Nace en Espiel (Córdoba). Desde niña, a partir de las lecturas de Miguel Hernández y Antonio Machado, comenzó su interés y formación en la poesía. En 1996 entra en la Asociación Española de Amigos de la Poesía de Móstoles (ASEAPO), de la que sería presidenta durante cuatro años. Comienza entonces a organizar una serie de ciclos y recitales, así como de talleres de iniciación a la poesía en colegios, institutos, centros culturales y otras asociaciones e instituciones públicas y privadas. También ha sido actriz de teatro e impulsora del Certamen de Dicción y Declamación para Niños desde el año 2002. Además, desde 1985 recibe formación y la influencia de poetas como Mario Benedetti, Pepe Iglesias, Manolo Romero, Gonzalo Escarpa o Eva Chinchilla.
Su obra ha visto la luz parcialmente en publicaciones periódicas como Cuadernos del Matemático, Rimas o Atlas de Divagantes y en las antologías Las manos en el semblante, Esta boca es vuestra, Antología del flamenco y Boca avoca, así como en otras publicaciones antológicas de la Fundación Centro de Poesía José Hierro. Asimismo ha participado en el  proyecto "Getafe, ciudad de ángeles".




Con voz de punta (Amargord Ediciones, 2010 ), supone la realización de un sueño, poder ver uno de sus mejores poemarios publicado.



Poema Uno y uno 

Reposa niña mía.
No pienses demasiado. Abre y cierra los ojos.
Nadie sabe que el canto de los pájaros ata tus pies.
No pienses en ballenas muertas.
Todo vive en ti.
Comienza a caminar pero sin brújula,
te guiarán los ojos de otras calles,
te vestirán de viento
y sin zapatos
para impedir que así vuelva tu sombra.
Nunca aceptes un ramo de peonías,
su corola es un látigo mortal.
No hagas peticiones a las piedras,
nunca avisan del golpe.
Y si escuchas tronar,
después verás que el cielo se mea sobre su barba.
El resto ya lo sabes.
Uno y uno son tres.





RAZÓN DE OLVIDO

Con agujas de pino, cosía un dobladillo
a una hoja caída.
Después me la entregó.
Me la puso en la palma de la mano.
Dijo que era una estrella.
Me gusta este verso donde escribo mi nombre.
Ahora, le doy la vuelta a los bolsillos
buscando aquella hoja.
Tal vez su corazón recoge lluvia.




PRIMERA FLOR DE ALMENDRO

Hay una almendra amarga en el pozo del pecho.
Dentro de las palabras la saliva traidora
envenena el lenguaje,
y en el pulso del verbo hay una red azul
de esperma detenido.
Un mar secreto, un mar de olas oscuras,
una tiniebla extraña.





BARCOS DE PAPEL

Soy el puerto donde no llega un barco
                                                   E. J

De la bodega triste del vientre de la madre
me arrojaron un día.
No hay secreto en la historia
el trigo es el origen de mi raza.
Los ojos se van hacia los montes
-nostalgia de la sangre-,
las raíces no crecen en las piedras,
las estrellas se mueren por la sed.
Ya no hay líneas de amor en las manos,
hoy el poema es negro.

                                Es negra la simiente.






EN VOZ BAJA

¿Se puede desarmar el corazón,
volver sin uniforme de guerrero,
guardar bien las heridas
cuyos labios cerrados te hablan en voz baja
y responden al labio que devuelve
una gota de lluvia robándole a los ojos
su contenida luz
y te deja el aliento insatisfecho
y el deseo asfixiado agiganta la herida?
¿Se puede desarmar el corazón?







1.979.- CARLOS FELICES ANDÚJAR

Flores de trapo | Felices Andújar, Carlos




CARLOS FELICES ANDÚJAR

Poeta de Almería. Siglo XIX






FLORES DE TRAPO

DE CARLOS FELICES ANDÚJAR

ALMERÍA. TIPOGRAFÍA DE LA PROVINCIA, AÑO 1891.


Hoy quisiera trabajar, 
en cualquier cosa, escribir 
pero no se que tratar. 
¡Si yo pudiera encontrar 
algo nuevo que decir!

El asunto es lo primero
y uno bueno necesito
original y ligero, 
y tiene que ser bonito
porque sinó no lo quiero.

(Gran pausa. Instintivamente
pongo una mano en mi frente 
para que la idea brote, 
y mientras, tranquilamente, 
me estoy tocando el bigote.) 

Ya está el plan; ¡y es muy bonito 
Ahora á ver como lo trato. 
Busquemos un titulito.... 
(Después de pensar un rato 
escribo.... y borro lo escrito.)

Pues, señor, no doy con el; 
este título me abruma 
de una manera crüel.... 
¿Si estará mala la pluma 
ó será malo el papel? 

Metió el título la pata; 
no sale y esto me mata, 
mas con ello no  me avengo..,. 
¡Bravo!... ¡eureka! ya lo tengo: 
«Los celos de una beata.» 

Ahora á echar quintillas fuera: 
"Predicando caridad 
va por una carretera...." 
¡Jesús, qué barbaridad! 
No sirve; de otra manera. 

«A lo largo del camino 
de Madrí á Carabanchel, 
iba montando un pollino 
el fraile benedictino 
reverendo Rafael.» 

¡Vamos, esto es otra cosa! 
esta quintilla es preciosa...
al menos no tiene ripios. 
¡No hay cosa más fastidiosa
para mí que los principios! 

¡Un borrón!.... No entraba en cuenta. 
Mi cuenta era bien distinta 
y esa mancha me revienta. 
¡Y gracias á que esta tinta 
no la sacan en la imprenta! 

Adelante... Por si acaso 
haré que ella no rehuse, 
la caso y... No, no la caso.., 
¡Nada, si sigo á este paso 
no paso de lo que puse! 

Gracias á que voy ligero
y ya tengo una cuartilla... 
¡Mal rayo!... ¡Me desespero! 
¡ Pues no he volcado el tintero
después de echar arenilla!

Ya está la composición
y ahora voy á ver qué tal
(La leo con detención
y con grave entonación.)
Pues no me parece mal;

pero lo que más me agrada
es la hermosa y bien pensada
conclusión del trabajito;
lo demás no vale nada:
¡El final sí que es bonito!

De mis trabajos quizás 
sea el que me agrada más, 
¡Si á todos pasara así! 
¡Si gustara á los demás 
igual que me gusta á mí! 

Mas nada de esto sucede 
y siempre ha de darme un palo 
el público, que no cede.... 
Pero, señor, ¿soy tan malo? 
Coro de lectores-. —:Puede! 







1.978.- ANTONIO ÁLVAREZ BUSTOS


Arturo Álvarez Bustos

(Almería, Circa 1850 - Almería, septiembre 1906)

Escritor y director de periódico, poeta sarcástico, pintor retratista, restaurador y dibujante.
Hijo de Mariano Alvarez y Robles, gobernador civil de Almería y propietario de una imprenta de publicaciones y librería.
Realizó sus estudios en la academia particular de dibujo que el pintor Francisco Prats y Velasco regentaba en Almería.
Se dio a conocer en 1875 cuando expuso su primer cuadro en el café Suizo de Almería y que sería rifado en la feria de dicha localidad.
Hacia 1876 residió durante un año en Portugal donde pintó una Purísima para la Iglesia de San Juan de Oporto. Recordemos que su futura mujer, la escritora Carmen de Burgos era hija del vicecónsul de Portugal en Almería.
En 1877 abrió un estudio de pintura en la calle de las Tiendas, 19 de Almería, en la misma dirección donde tenia ubicada la imprenta y la librería de su padre. En dicho taller realizaba retratos y restauraba cuadros antiguos.
En 1879 público un álbum de caricaturas de personajes célebres almerienses.
Posteriormente abandonaría sus aficiones pictóricas para dirigir y ser redactor de las publicaciones satíricas Almería Cómica, Almería Bufa y Almería Alegre. Fue encarcelado en más de una ocasion por el atrevimiento de sus artículos.
Se casó con la eminente periodista Carmen de Burgos “Colombine” , teniendo un hijo llamado Arturo que nació el 16 noviembre de 1893 en Almería y que falleció prematuramente en 1901. En dicho año su mujer le abandonó.
En sus últimos años sufrió diversas desdichas falleciendo en la soledad en Almería en 1906.

"Carmen de Burgos. La Colombine" en Turismo de Almería Org.
Crónica Meridional, 7 abril 1877


SEMBLANZAS ALMERIENSES



I

Agonizaba Almería
ansiando llegara el día
que este florido pensil
tuviera ferrocarril,
y la suspirada vía
al cabo se construyó
y así cesó nuestro afán
que un ínsigne catalán
á esta comarca llegó
y á los pobres les dió el pan.
A este pueblo agonizante
tendió mano protectora,
y por él á cada instante
se oye el silbar penetrante
de la audaz locomotora.
Más que á un altivo monarca
rendir debe su homenaje
á Don Ivo esta comarca;
su genio todo lo abarca
con valor y con corage.
Hubo muchos usureros,
de esos que llaman banqueros,
esclavos de su egoísmo,
que no tienen patriotismo
tratándose de dineros.
De esos que tallan con puerta
y buscan en el negocio
ganancia segura y cierta,
de los que es el Diablo socio
y tienen el alma yerta.
Don Ivo no se arredró,
á la subasta asistió,
tuvo contratiempos mil,
pero todos los venció
haciendo el ferro-carril.
Sembrad su senda de flores
pues del pueblo de Almería
merece justos loores,
porque él calmó los dolores
de la hermosa patria mia.


II

Al morir so hermano quedóse Don Pío
jefe del partido de Don Sebastián,
y algunos astutos le armaron un lio
y á ciertos ministros á ofrecerse ván.
Más no adelantaron siquiera una cuarta
en ese camino de negra traición,
aunque iban gozosos mostrando una carta
de cierto ex-ministro preclaro varón.
Don Pío muy cazurro, se ató los calzones
marchóse á la Corte y á Práxedes vió,
le expuso sus quejas, le dió sus razones,
V aquel al oirle de pena lloró.
Rascóse la barba de un modo muy tierno
el zorro que ahora manda en la Nación,
y díjole á Pió:
—Tú serás eterno
y de esa provincia tendrás el timón

[......]


V

Es senador y médico y naviero,
sus garras nunca le clavó la crítica
y demostrado tiene en la política
que en sus actos es todo un caballero.
Siendo Alcalde alcanzó fama notoria,
probándonos que á nada se doblega
y por eso su nombre á verse llega,
orlado con los lauros de la gloria.
Tiene de la honradez las perfecciones
y un alma que demuestra su hidalguía
Y entre los nobles hijos de Almería
él conquistó sinceros galardones.
Todo el mundo lo quiere y lo respeta
por lo atento, cortés y campechano,
y es tan recto y tan probo ciudadanano
que nunca á imposiciones se sujeta.



VI

Aunque á alguno no agradó
el hombre ya consiguió
el acta de Diputado,
pues el gobierno acertado,
con justicia la aprobó.
Para él todo asunto es breve
contra su genio no hay balla,
y nadie con él se atreve,
y á todo enemigo aleve
lo vence en campal batalla
En política es astuto
y á todo envidioso humilla,
porque Don José no es grilla
ni se mete en un canuto
con la hueste que acaudilla.
Como bravo campeón
siempre se le vé vencer
cuando llega una elección,
clavando su pabellón
en la almena del poder.

[.....]


1.977.- FRANCISCO DE TRILLO Y FIGUEROA



FRANCISCO DE TRILLO Y FIGUEROA 

Ares (La Coruña), h. 1620 – Granada, h. 1685. Poeta. 

A la edad de once años marcha con sus padres a Granada, donde se formará y desarrollará su actividad literaria. Casó con su parienta doña Leonor de Trillo, con la que tuvo tres hijos. Pronto adquirió fama de poeta y acudía a muy diversos certámenes y academias con composiciones de circunstancias. A lo que parece, siguió la carrera de las armas, y, en este sentido, algunos fijan su estancia en Italia como soldado entre los años 1640 y 1643. Alineado en el bando gongorino, publicó dos libros poéticos: 
Neapolisea (1651), poema heroico y panegírico dedicado a la figura del Gran Capitán, y el volumen titulado Poesías varias, heroicas, satíricas y amorosas (1652). El primero es un poema prolijo escrito en octavas reales y dividido en ocho libros, donde relata los viajes por mar del Gran Capitán, sus campañas italianas, la batalla de Ceriñola y la entrada triunfal en Nápoles; pero el relato de estas glorias guerreras son el pretexto del poeta culto y erudito, porque la línea argumental viene a quedar complicadamente entretejida con lacrimosos pasajes de égloga pastoril, pesadas enumeraciones arqueológicas e interminables descripciones geográficas, entre las cuales la figura del héroe queda desdibujada por ese continuo alarde casi maniático de erudición; alarde que se configura como el verdadero responsable del mal juicio que el poema ha tenido entre la crítica. De mayor interés es el segundo libro poético; en él hay un conjunto de composiciones (sonetos y romances) que esbozan una desgraciada historia de amor a través de las quejas de Daliso referidas a la fría crueldad de Filida, la pastora ingrata. 
Pero al lado de estos llantos pastoriles nos encontramos con muestras de poesía religiosa, fábulas mitológicas (como la Fábula de Leandro), sonetos de asunto bíblico y, sobre todo, un buen número de variadas poesías satíricas, burlescas, letrillas muchas veces tildadas de desvergonzadas y obscenas, y composiciones humorísticas. El tema fundamental de este núcleo de composiciones es la mujer, frente a la que siempre adopta la postura satírica, y en muchos casos es, en concreto, la mujer granadina. Dos caras presenta, pues, Trillo y Figueroa: la culta y la popular, siguiendo en esto a su permanente modelo don Luis de Góngora, a quien imita tan de cerca que a veces llega al plagio descarado. Amigo de Soto de Rojas, escribió la introducción que precede al Paraíso cerrado (1652). 


OBRAS DE ~: Obras de don Francisco de Trillo y Figueroa, edición de Antonio Gallego Morell, Madrid, 1951. 




TRILLO Y FIGUEROA Y "EL SUEÑO" 
DE SOR JUANA

TEXTO DE GEORGINA SABAT DE RIVERS
Western Maryland College


(Trillo, op. cit., p. 229.)

Mas luego envuelta en sombras
Con funesto semblante
De uno en otro subía
Levantado Horizonte
De estrellas ni desnuda, ni vestida.



(Trillo, op. cit., p. 229.)

Mal lunado el coturno, 
Hipócrita la vista
Aprisionando enigmas, 
Ya se desmiente Ceres, 
Ya Cintia, ya Diana, 
y Proserpina. 
Con leve movimiento
Celajes esparcía, 
Que de las negras alas
El soñoliento peso multiplican.
Mas luego envuelta en sombras
Se advierte conducida
Entre el mudo silencio
De las que ya la noche aves seguían. 
Apenas salió, cuando
De todas fue asistida
Entre gemidos mudos, 
Sordos acentos, 
pálida alegría


(Trillo, op. cit., p. 231.)

De gemidoras aves
Broncas siempre y prolijas, 
Que tardamente vuelan
Por todos sus espacios esparcidas, 
Tristemente habitada, 
Y de un horror que indigna
Aun los negros escollos, 
Cuyas frentes están también dormidas. 
Y tanto, que parece
Que ya se precipitan
Hasta el profundo Erebo, 
Desarraigadas todas de sí mismas



(Trillo, op. cit., p. 232.)

Con blando oído, si con voz tranquila, 
Anciano, a quien el paso
Ligero desmentía
Y los sellados labios
La juventud, en tantos advertida


(Trillo, op. dt., p. 228, 232, 228.)

No en la profunda selva, 
De la robusta encina
El silencio interrumpen
Las ramas de los vientos sacudidas.
Calma el viento la hoja
Que tímida avecilla
Movía lentamente, 
Aun no perdona en partes dividida
Enlaza entre las sombras
De las fieras la ira, 
De las aves el vuelo, 
Y de los peces la inquietud festiva. 
A quien responde apenas
Concavidad vecina
Bruta deidad la habite, 
Guarda del bosque, 
o bien sagrada ninfa. 
Al ancho mar desciende
Y su inquietud altiva
Amarrada en la arena
Ya no es de duros golpes rebatida.




(Trillo, op. cit., p. 233.)

Cuando el ave de Marte
Sin temer la ruina de
Altivo Capitolio, 
De soberbia Romana Monarquía. 
Con la crestada trompa. 
Veloz el viento hería
Cual el cavado bronce, 
Del Belga, en la campaña Tiberina. 
Remora, no, al silencio
Fue voz tan repentina, 
Pluma, si vigilante
Que a las enjutas ursas le avecina.



(Trillo, op. cit., p. 232, 234, 233.)

Cesa el silencio en todos
Duerme el celoso amante, 
Y la voraz envidia
En cuanto al ocio amigo
De la sonante esquila
Del afán siempre ingrato, 
La cuidadosa oreja se desvía. 
Con él, pues, se detiene
En tanto que registra
Media esfera el Silencio
Y en ocio mudo duermen
De todos los comercios las fatigas.





(Trillo, op. cit, p. 231.)

Del Sol siempre ignorada, 
La estancia es en que habita
Morfeo, en cuya diestra
Las llaves se aprisionan de la vida.




(Trillo, op. cit., p. 229, 228.)

Ya del Sistro dorado
La funesta armonía
Melancólicas luces
Unas que el viento errando
En breve espacio giran
Su muerte, antes pavesas
Que al aire exhalaciones esparcidas. 
No así violencia entonces
De nube mal rompida, 
El aire dividiendo
Taladra la montaña más altiva. 
Como desciende al agua
De su peso impelida, 
Mariposa abrasada
En las estrellas que apagar quería. 
Pende así a los escollos, 
Y en ellos sostenida, 
A lento paso bebe
Los rayos de las luces cristalinas




(Trillo, op. cit., p. 227.)

Y del Averno oscuro
La corriente enemiga, 
Del siempre negro Arrisante
Las siempre duras sombras conducía.





(Trillo, op. cit, p. 227, 234, 230.)

Ya el Antípoda adusto
Por las sombras caídas
Desde los altos Polos,
Águila al sol, 
los rayos examina.
Y ya el vociferante
(Dichoso patricida)
Pues de tantas estrellas
Es norte el ciego impulso de su ira
Aceleraba el paso,
Era la hora cuando
La esposa mal dormida
De Titón, presurosa
Del soñoliento lecho se partía.

Cuando las blancas horas
Por el Oriente abrían
La rubicunda puerta
Por donde entrando la Alba sale el día.
Con otras muchas, antes
De aquella conducidas, 
Que al día naufragante
Norte es luciente, 
en los opuestos Climas.
Entonces se desata
En confusa armonía
La selva, el monte, el llano. 
El viento, el mar y cuanto el orbe habita.
Cae la sombra del monte, 
La playa el mar desvía, 
Hablan las mudas aves, 
Abre la flor su púrpura dormida.
Sacúdense las ramas, 
Corren las fuentecillas, 
Reverdece la yerba, 
De la Alba el llanto se convierte en risa.


http://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/05/aih_05_2_035.pdf