Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 29 de mayo de 2011

416.- LUIS JAVIER BAENA GÓMEZ

LUIS JAVIER BAENA GÓMEZ. Montilla (Córdoba)





PASEANDO EN SOLEDAD
Las luces de los modernos escaparates
se funden con las fachadas de las casas
que el tiempo ha vuelto picadas.

Se mezclan los colores
con negros, con grises, con ocres,
y mi sombra camina existiendo ausente
ante la ignorancia de la gente.

Violentos los coches se agolpan con prisa
y me siento aún más solo,
nadie habla, nadie mira,
en el frío solitario, de esta ciudad
que a veces sonríe,
a veces nada más.









LO QUE NO HAYAMOS HECHO
Volemos mientras tengamos alas para ello,
aspiremos el olor de las flores cuando las veamos
caminemos mientras exista camino
amemos todo lo que hagamos
porque todo se acaba, todo llega a su fin.

Van atenuándose las almas
escapando de su física prisión
las riquezas quedan en nada
tan solo vale el amor.

Y todo se va, solo quedan los vivos,
lo material, el todo a la nada llegará.
La respiración, la mirada, el hablar,
los juegos de los niños mañana se irán
todo desierto, montañas de dinero
riquezas sin dueño que para nada servirán.

Al final de esta vida nos arrepentiremos
y no de lo malo ni de lo bueno
si no de lo que no hayamos hecho.

Porque los sentimientos, el amor, el cariño,
es lo único que siempre permanece
la sonrisa de un niño, la amistad,
el olor de una flor, la libertad.









OLVIDO
El olvido nos hace vulnerables,
hace que caminemos sobre hielo,
hielo de los tiempos recientes
que descansan en los libros de texto.

Olvido de la historia
nos alejamos de nosotros
las estrellas han visto nuestros pasos
han visto las victorias, han visto los fracasos.

Y es que debemos recordar el ayer
para que no se vuelva a repetir
todos los fallos, los errores
que lo que soy han hecho de mí.










QUIERO HIERRO
Tan solo levitante ceniza en un incendio
muestran ser los sentidos humanos ante la naturaleza,
que de miles de sensaciones se compone el universo
a pesar de nuestra torpe terqueza.

Para saber apreciar un beso
no hace falta ser poeta
si se nace con el corazón abierto
y una bien armada cabeza.

Exprimiendo los detalles
para extraer su grandeza
capturando los momentos al vuelo,
demasiado leves sensaciones
y un sentir muy intenso.

Vida, dame hierro hasta que muera
me das aire, quieres carne y yo soy hueso.
Y yo... quiero hierro.










MI INTERMINABLE CAMINO
¿Cómo pude perderlo todo
teniendolo en la yema de los dedos?
¿Cómo pude sentir el calor que despide
si realmente estaba tan lejos?

Tal vez su luz y su calor
tan solo fueron un espejismo
tal vez no fue más que
una iusión creada por mi mismo.

En la inmensa soledad del firmamento
me hallo sin órbita alguna
a pesar de los millones de luceros
que acompañan cada noche a la luna.

Continúo mi interminable camino
hacia el infinito Universo
esperando que tal vez una estrella
me haga precipitarme en su fuego.









ACUDIR A LA LOCURA
¿Quién moría ahogado en cualquier charco
cuando corrían los tiempos aquellos
en que las tardes se finiquitaban
cuando el salto se cansaba de ser salto?

Quedó atascado el vagón de la inocencia
conforme el conocimiento me iba abanderando,
los múltiples temores provocaban turbulencias
en mi maltrecho cerebro maltratado.

Y ahora, en una gota de agua veo un mundo
que disecciono, analizo y vuelvo a recomponer,
mi mente rota se satura de tantos datos procesados
y en ocasiones necesito volver a ser niño otra vez.

Contemplar la preocupación como algo ajeno,
acudir a la locura que me permite respirar,
sentirme aunque por poco tiempo eterno,
evaporarme, evadirme, ausentarme, levitar.

lunes, 23 de mayo de 2011

JOSÉ RODRÍGUEZ INFANTE [415]



José Rodríguez Infante

Nace en Paymogo (Huelva) en 1951, escritor por afición, bloguero y autor de numerosas obras tanto en narrativa como en poesía. Colaborador de revistas y prensa diaria, donde tiene publicados algunos escritos.

Cuenta con obra poética como Primeros poemas, Nacer, Otoño, Mirando hacia atrás, Convergencia, Réquiem por un poemario, Reencuentro en azul, Reloj de arena, Un lugar donde Rula, La Vall de Boí y Variaciones par trío.
Además, de relatos como Una noche encuentadora, Voces para cuatro Reinos, A pié de calle.

Y en novela corta: En un lugar de la Tierra, en una época cualquiera, Marusiña o el café de las cinco, Quise volar contigo e Incendiarios.

En el año 2013, Editorial Amarante ha publicado "Cuando los bosques mueren". Narrativa


En la red se desliza por las plácidas aguas de Arruillo en los sitios:
http://arruillo.blogspot.com/
http://palabrasobrepalabra.es/
http://lapaginadearruillo.megustaescribir.com/


Correo electrónico: driades2001@yahoo.es


Valgan a modo de ejemplo los siguientes poemas




1

Fue tu mirada verdeoliva

imán que subyugó multitudes,
que doblegó mi férreo torso.
Luciérnagas de noche sin estrellas,
de saco de dormir pegado al suelo.
A través de ellos llegué
a adentrarme
en los secretos de la colmena,
de una rosca sin fin.
Ante ellos me siento
tan de este mundo
que quiero beber a sorbo lento,
creer en el día de la ardilla
y leer en el iris tu
diario de a bordo.
Entre lámparas siempre ocultas
encontré el neón de tus ojos,
lo tengo frete a mí, se disipa,
brilla con toda intensidad.
Lo veo
vagando por entre muros de vergüenza.
Verdeoliva
como la tarde que dibuja en el horizonte
la figura de una dama
saltando entre algodones,
mano abierta, tull de seda,
extiendo la mía,
alargo al límite la tercera falange
y vuelvo a tus ojos.



2


Porque es preciso mantener
la llama
ha de vencerse su fiereza
Devoran
cuanto encuentran a su paso
Caen
incesante las hojas
y clavan dentelladas mortales
mientas sonreímos indefensos.
Los besos duermen
el letargo de la enorme
velocidad de partida.
Amarillea
el candil y un día
nos damos cuenta
que los versos son sólo líneas,
frases.
El cúmulo de horas
nos estrangula las venas,
recuperar las caricias
se convierte en cruzada
contra el fiel deslizamiento
de las arenas del
reloj.
Si se agotara la llama
¿qué sería de nuestros antepasados?
De aquellos
que ocuparan versos de amor
eterno
en la primera fila
de la lista de los principales.
Aunque no haya ojos que reflejen
y los bellos no se ericen
al contacto de la piel,
saludemos
la presencia del fuego interno
que surge semiesporádico
para evitar víctimas
por congelación.

El locutor de radio acababa de informar de un ataque contra Somalia. Otra vez EEUU. Una multitudinaria manifestación recorre las calles del centro reclamando mejoras salariales mientras Zapato Veloz nos sigue recordando que posee un tractor amarillo. A uno le viene a la memoria aquel otro señor que tenía un tanque rosa. Y los del Vacie—aquí cerquita—no disponen más que de ratas y las tapias del cementerio por si algún día surgiera un artista de estos que utilizan las paredes a modo de lienzos gigantescos.



3


Que no se pierda esa flor,
que no llegue nunca el estío.
Dios, como me tiembla el cuerpo
y se me enrojecen los ojos.
Me comería a besos su
piel,
y sorbería uno a uno sus
gráciles dientecillos.
Que no se pierda esa flor,
que no llegue nunca el estío.
Siete primaveras, Dios de los cielos,
siete GRITOS quiero dar
conteniéndome furioso.
¡Oh bella blancura! ¡Oh marchita amapola!
Conservarte quisiera, amor mío,
en cristalera eterizada.
Que no se pierda esa flor,
que no llegue nunca el estío.
Fui torpe quitapolvo
que ahogó en lágrimas
tu lechada prominencia.
Un apunte
un mínimo apunte fugaz
y en papel semiarrugado
trazaste virginales letras que
han obstruido mi garganta.
Que no se pierda esa flor,
que no llegue nunca el estío.
Díos, Díos y Díos.




4

Sólo busco tu presencia

cuando desafío al destino,
girando el panel indicador, barreneando.
Si tus besos son ausencia,
tus caricias vocablo que aspira
al diccionario oficial,
quédeme el Sol que alumbra
para hacer sombra con tu cuerpo.
Quise aspirar aroma de jara
manchándome con tus manos,
contar la arena de la playa
mientras te veía danzar con
las ninfas un vals tornasolado.
pisar con tus pies descalzos
el verde, la butaca, el aire.
Tendré
que subir al oráculo la bendición divina
de la vida laboral.
Hirundo, tú que atraviesas
con facilidad los mares,
aprovecha esta corriente de amor
y trínale posada en su hombro
este trasiego de morfemas,
ella puede que adorne la mejilla
con alguna perla fugaz,
pero oirá encantada el mensaje
y hasta alisará tus alas.








5



Oscuridad repetida por la

ausencia
que transborda de galaxia.
Lujosos libros forman un muro
donde generaciones carcomidas
clavan sus uñas.
Desesperación
por míseros granos de arena,
cuerpos desnudos de maniquís
que dejan al descubierto
los vacíos interglaciares.
No es mi mundo.
Manzana primigenia reconvertida
en dulce compota
por el resorte de una muñeca.
Amor ¿dónde estás? En que jaula
de metacrilato te destinaron
que no puedo tocarte.
Mi mano
no es tu mano. Lloro tras
poseerte, busco en mis bolsillos
agujereados
y sigo ahí. No me he movido
Veo la salida. La luz de
la salvación,
pero el lodo me está tragando,
se acabarán los granos de arena,
y quedaré pegado en el álbum
con el gesto descolorido

También se dice que somos conejillos de indias, que experimentan con nosotros los nuevos juguetes de guerra. Otra justificación injustificable. Cuarenta años en la misma empresa sin dejar de freír patatas, tiene que se algo más que alienante. Pobres árboles ¿qué culpa tendrán ellos de la invención de la cerilla?. Una sonrisa a tiempo bordeada por labios femeninos ¡que buena forma de iniciar una jornada de trabajo





miércoles, 18 de mayo de 2011

414.- ANTONIO SERRANO CUETO



Antonio Serrano Cueto

Cadiz,1965.
Profesor Titular de Filología Latina en la Universidad de Cádiz.
Ha publicado una cuarentena de artículos y trabajos de investigación, entre ellos los libros “Polidoro Virgilio. Libro de Proverbios” (Madrid, Akal, 2007); “Fernando de Arce. Adagios y Fábulas” (Alcañiz-Madrid, C.S.I.C, 2002).
El libro de microrrelatos "Fuera pijamas" (DeBarris-Montcada, 2010) y el poemario "No quieras ver el páramo" (Isla de Siltolá, 2010), así como relatos y poemas en varios libros colectivos y en espacios de la red. Fue ganador del V Premio de Microrrelatos El Basar de Montcada (2008).








Herrumbre (o fuego en oriente medio)

Nace esta luz primeriza de enero
con herrumbre de antaño.
¿Por qué nadie cierra las puertas orientales
del templo de Jano?
Sobre su efigie bifronte
(un mirar bien de frente bastaría)
se arraciman pájaros de arena.
¿Y los niños, por Dios,
dónde están los niños
que le tiraban nueces a la cara?
Nace muerta esta luz primeriza de enero.









EL VUELO


Dos maniobras de vuelo
y llega a cumplimiento
la vida.

Sobran empuje y pista en el despegue,
parece sobrar ámbito en el cielo.
¡Qué ocupados los ojos en gozar las alturas,
en medir los espacios verticales!
¡Qué placer percibir la rasgadura fugaz
del aire que las nubes cicatrizan!

Volamos supendidos
merced a ignotas fuerzas y ajenos albedríos…
Mas poco nos importa.

Sólo cuando dejamos la horizontalidad
del venablo certero, ya entrevista
la urbe anochecida,
sentimos cómo oprime el cinturón
que desapercibido nos ciñó a la salida.

Dos maniobras de vuelo,
sube y baja la vida.










CANCIÓN NUPCIAL

¡Oh!, Himeneo, Himeneo, ven,
en casa de la novia se requiere tu presencia.
El padre sin descanso te apremia,
y te apremia el novio, vigoroso como Ares.
¡Oh!, Himeneo, Himeneo, ven,
ven con antorchas, Himeneo, que doren
las espiras de tus bucles,
siembra de luminarias el camino negro
que conduce a la casa del novio.
¡Oh!, Himeneo, Himeneo, ven,
el cortejo aguarda dispuesto tu guía,
mientras mozas casaderas tejen guirnaldas
con cánticos festivos y desvergonzados.
¡Oh!, Himeneo, Himeneo, ven,
llévala al fin hasta el tálamo florido,
donde Venus ya apareja dardos, escudos,
lances y treguas para el primer asalto.






RESISTENCIA


Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando…
J. R. J.

Lo acepto: quede el aire, quede el agua,
quede la tierra hollada por los años,
quede el fuego que alienta, queden pájaros
y trinos en la bóveda celeste,
quedes tú más allá de todo viento…

Pero aceptar que queden esta mesa,
este viejo sillón y esa ventana
después de mi partida,
¡cómo cuesta!







"No quieras ver el páramo". Ediciones de la Isla de Siltolá, 2010
(col. Poesía-Siltolá, 12)






EL POETA ACECHA EN LA NOCHE

Hay instantes que giran
sobre su gozne...
Rafael Guillén

Tu instante liminar está en la noche,
nos lleva de la mano a lo escondido.
Gran experto en las artes fronterizas,
maestro en la inocencia sigilosa
que repta acariciando,
cuando prende en nosotros
la llama turbadora de tu voz,
ardemos como teas en las cumbres,
caemos como ascuas al abismo.







Es la noche su espacio

En la cabalgadura de la noche
lentos jinetes cruzan
en pos de torreones y almenaras.
La luna, las estrellas, las montañas
y el rizado cabello de los árboles
ensanchan los extremos del camino.

Es la noche su espacio,
la anchurosa llanura donde pierden
las horas su compás y disciplina.
Ahí se verifica la mudanza
en lo que somos: ser lo que queramos,
estar en los lugares del antojo,
desvivirnos en otras vidas nuestras.

Lo inverosímil llega con el día.












413.- JUAN ANTONIO GONZÁLEZ ROMANO


JUAN ANTONIO GONZÁLEZ ROMANO. Nacido en Montellano (Sevilla). Profesor de Lengua castellana y Literatura y Jefe de Estudios del IES Caura (Coria del Río, Sevilla). Autor del libro de poemas Señales de vida (Colección Siltolá, Fundación Ecoem, Sevilla, 2009). Autor de libros de texto de Lengua castellana y Literatura para la ESO y Bachillerato con las editoriales Algaida (Andalucía), Anaya (Valencia, Canarias) y Xerais (Galicia). He impartido el curso de Expresión oral y escrita (Escuelas de verano de la SAFA, Úbeda) y de Fomento de la lectura y Planes lectores (Universidad Internacional de Andalucía), entre otros. Asesor técnico-lingüístico de la Cámara de Cuentas de Andalucía y coautor de su Libro de estilo (Aranzadi, 2009). He publicado relatos, microrrelatos y poemas en diversos libros y revistas (Escritos disconformes; Atril, El mirador de los vientos, Clarín, Isla de Siltolá). Sevillista.
Recogido en la antología Poesía para niños de 4 a 120 años (Ediciones de la Isla de Siltolá, colección Agua, Sevilla, 2010)
Una antología de entradas de este blog ha sido publicada por Ediciones de la Isla de Siltolá, con el título de Alguien me responde.
Olvidados inolvidables (Sim Libros, 2010), colección de biografías y escritos de poetas apócrifos de todos los tiempos, es su última obra hasta la fecha.




“Nada es eterno”, me dijiste un día
con tus pechos clavados en mi boca;
que tu piel, la que ahora me provoca,
será tal vez mañana amarga y fría.
“Aprovecha la luz del mediodía
y la sal que en mis labios se desboca,
que la muerte es voraz y no equivoca
su rumbo torvo, su crueldad sombría”.
Sé que mañana puede ser distinto:
lo evidente no es más que lo probable
y la verdad más cierta no es segura.
Pero en medio de tanto laberinto
siento como principio irrenunciable
que el amor es eterno mientras dura.








Duele menos el tiempo de la herida
si una mano aparece y nos consuela
pues pena que callada se desvela
disminuye al sentirse compartida.
Pero es mucho más cruel y duradero
el daño que no puede proclamarse
porque crece la angustia al ocultarse
e inunda el corazón. Por eso quiero
derrotar al silencio con mis versos,
para poder librarme de la nada
dando mi maldición por acabada
y por idos los días más adversos.
Que aunque el dolor se ensañe con mi alma
escribir me sosiegue y me dé calma.









¿Qué nos queda del tiempo que vivimos
después de que pasó? La muerte llega
cargada de silencios, mientras niega
que hubiera algo feliz en lo que fuimos.
En esta tarde oscura, cuando luce
el sol como ninguna, pero lejos,
de aquello que se fue vuelven reflejos
y siento que ya nada me seduce.
Parece que el pasado fue un engaño,
sus horas despreciables y perdidas
en pos de una ilusión que nos salvase.
Ni espero ya el amor ni sufro el daño
de ver cómo se escapan nuestras vidas.
Me limito a esperar que todo pase.





martes, 17 de mayo de 2011

412.- ANA MARÍA SALDAÑA


Ana María Saldaña Fernández (Sevilla, 1976), licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla. Actualmente ejerce de profesora de Lengua Castellana y Literatura en un instituto de secundaria. Editora y colaboradora habitual de la revista literaria Ágora, además ha colaborado en otras revistas como Mester de Vandalía. También ha participado en la antología No quedará la noche (2004) promovida por Ágora y en la Muestra de Poesía del siglo XXI, impulsada por la revista Prometeo Digital. Ha sido representada con un relato propio en la colección de relatos Desde ellos (2005). En junio de 2007 presentó una plaquette que lleva por título Retales, dentro de la colección Versalia, Cuadernos de Ágora. Recientemente se ha publicado una selección de sus poemas en la Antología de poetas jóvenes andaluces en Sevilla que lleva por título Poetas en el camino y en el Homenaje a la Fiesta del Ultra celebrada en el Ateneo de Sevilla en 1919. Está pendiente de que se publique Homenaje a la generación del 27, donde también ha colaborado.
Desafío (Año de edición: 2008)





ME GUSTA SABOREAR tu nombre en mis labios
y comprobar que las letras se deshacen
en terrones de arena disuelta.
Tu silueta es el esqueleto
de una percha vacía, el respaldo de una silla,
que inclina su pesada osamenta
sobre el abismo de mis hombros.

Me gusta desmenuzar tus sueños
y desentrañar los secretos de tu alma,
telarañas de fuego que abrasan la noche
mientras cien gramos de lluvia
derraman minutos sin horas.

Me gusta perseguir tu sombra
y adivinar su ausencia con los nublados
mientras caminas desnudo por la acera
y tu piel es el último vestigio de este mundo.

Me gusta acariciar tu mirada
y colgarme de tu cuello,
mientras tus brazos rodean mi cintura
y tus manos se deslizan por mi espalda
escalando la cima de un cuerpo ausente...
Y entonces, tengo la seguridad de que me amas.

(2004)





Desafío


El faro te observa atentamente por la noche
Vigila la fuerza y la furia de tus olas
Para evitar que tus entrañas Sean el eterno reposo de los pescadores;
Para evitar que tus garras Se traguen almas humanas.
Es como un lucero Que alumbra de este a oeste, De norte a sur.
Es la linterna Que la costa maneja a su antojo.
De día todo es distinto: Él, altivo en su pedestal, Tú, tranquilo,
meciéndote de un lado para otro.



411.- FRANCISCO MIGUEL LÓPEZ JIMÉNEZ

FRANCISCO MIGUEL LÓPEZ JIMÉNEZ
1952, Motril, Granada, España.
Reside en Alhaurín de la Torre, Málaga, España.
Estudios de Filología Francesa. Profesor de Bellas artes (Pintura).
Pintor, Escritor.
Director de la Academia Iberoamericana de poesía, capítulo de Málaga.
Ha sido incluido en diversos diccionarios y estudios, destacando: Dictionar
y International Biographical Center (Cambridge - Inglaterra). Inventario relacional de la poesía en español 1951-2000 (Universidad Autónoma de Madrid).
Académico de mérito por las letras de la Academia Internacional de Letras, Ciencia y Arte Trinacria (Mesina - Italia).
Mención especial y poeta distinguido por (Ediciones Pegaso, Argentina). Finalista en Premio Internacional de Poesía Ángel Miguel Pozanco (Biblioetca de Ciencias y Humanidades, Barcelona 2007).
Se le reseña en antologías poéticas como: Encuentros A.I.P. (Madrid 1993), Decir de la primavera (México 1994), Voces Poéticas (Barcelona 1997),

Poesía Visual Española (Vitoria 1998), Antología de Poesía Iberoamericana (Argentina 1999), Versos para un fin de milenio (Ayuntamiento de Motril, 2001). No arrasadla, poetas por el medio ambiente, (Ayuntamiento de Motril 2003), Antología, (Corona del Sur,1992), Semillas, Caja de poemas (Ayuntamiento de Motril, 1996), Poetas en Málaga (Colección Torre de Comares, 1995), Cronos para la poesía (lecturas de Primavera, Antequera 1995), Píntalo de Verde (Mérida, 1992), Homenaje a Federico García Lorca, (Ed. Pegaso, Argentina 2000), Primavera eterna (Ed. Manuel López- Centro de Estudios Poéticos, Madrid 2002). Bocacalles (Colección Acis- AIP Málaga, 2005, Voces de fondo (Colec. ACIS, AIP. Málaga 2005), Robador de Europa (Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Málaga 2006), Homenajes a Juan Ramón Jiménez (AIP. Málaga 2006), Sin ambages (Asoc. Literaria Caliope, Murcia 2006), I Antología Azahar (Conil. Cádiz 2006) Los peldaños de la palabra (Colec. Acis, AIP Málaga 2007).
Versos para la libertad (Corona del Sur, Málaga 2007).
Colabora en distintas revistas culturales como Raíces y horizonte, Ciudad abierta, G. 2000.
Bibliografía: Tiene publicados los siguientes libros: Deámbulos (Málaga 1990), El Espejo (Colección Azul y Tierra, Málaga 1991), Poetas en el Aula, Proyecto Juan de Mairena (Junta de Andalucía- Consejería de Educación y Ciencia, 1989), Últimos instantes (Colección Azul y Tierra, Corona del Sur, Málaga 1994), El ánima de la carne (Ateneo de Málaga, 1995), Apuntes Mínimos (Separata 5 -Madrid 1996), La cuna del ciprés (Colección Acis, AIP, Málaga 1996), Sobre la piel del deseo ( Colección Biblioteca Española y Americana, Málaga 1997), Motril desde la distancia (Colección Playa de Poniente- Ayuntamiento de Motril 1999) , El silencio único testigo (Colección Varadero, Málaga 1999), Sobrevivir al silencio (Ayuntamiento de Salobreña, Granada 2005), De esquina a esquina (Colec. Acis, AIP Málaga 2006).






Edad temprana
Es hora de rendir
por los días de tanta sal
en las horas muertas,
de sol y luna en los azúcares,
seda y esparto en el tiempo.

Protagonista de un instante,
hubo un niño con pantalón
a media pierna,
brillo nuevo en su pelo rubio
iluminando la edad temprana,

Atrás quedaron; días de muñecos,
cuadernos de caligrafía
y lápices sin punta
para los sueños olvidados.

Es tan largo el destino
a la edad de los interrogantes
que todos los caminos son ajenos.

Un ejemplo a la inocencia
con equipaje improvisado,
para el viaje a ningún lugar.
Las raíces de caña y almendra
sobreviven a ras de suelo
sin tierra propia.

Acomodado en un rincón mínimo
contemplo los instantes de la vida.






a Ramón Ibáñez, in memoriam

En música de grajos
cuajó diciembre
alfileres de metralla,
lumbres en tu pecho
a la voz de; disparen.
Los cristales de libertad
tiñeron la arena
de sangre fragmentada
para tu destino cóncavo.

Desde las biznagas rojas
que copiara tu sangre
yo escribiré soles y gaviotas,
libertad y padrenuestro.

Porque te quedó amor
y vida no usada,
ilusión y sueños
para en tu maridaje
y porque tu libertad
es mi libertad
en un párrafo de historia,
yo me descubro
y encumbro tu nombre.

3-Sept-2006
Alhaurin de la Torre, Málaga,España









Más allá de los espejos

Cuando tus sentimientos
enjalbegan de dorado
mi mosaico de errores
para ti copio todas las ternuras.
Los alfileres a mis pasos
se hacen rayón transparente
y pierdo temores
por las esquinas de cada noche
queriendo un próximo día.
Pensar en donde no estoy,
no puedo vaciar sueños.

Disperso el camino de los hijos
y nietos por reencontrarme
en pocas ganas me alivio,
sólo porque tú estás
yo me sostengo
para ocupar tu mismo espacio.

De Sobrevivir al silencio



410.- REINALDO JIMÉNEZ


REINALDO JIMÉNEZ MORALES
Nació en Almuñécar (Granada) en 1969. En Granada estudia Magisterio e inicia estudios de Filología. En Murcia, donde ha trabajado como maestro de Audición y Lenguaje, entra en contacto con diversos grupos culturales de la Región, y cofunda el grupo “Espartaria de poesía”, de cuyo Consejo de Redacción actual forma parte.

Además de su labor como maestro, ahora en la pequeña localidad granadina de Jete, realiza ponencias e imparte cursos para docentes en torno a la creación literaria como recurso en las aulas y participa en actividades relacionadas con los libros y la literatura: talleres de animación a la lectura y la escritura, tertulias, conferencias, presentaciones, recitales, lecturas, etc.

Parte de su obra poética se dirige al público adulto, pero también cuenta con diversas publicaciones de literatura infantil y juvenil en poesía y teatro.

LIBROS PUBLICADOS
Adultos:
Poesía
O la sien sobre el lodo, Cuadernos de Poesía Espartaria. Ed. Espartaria. Lorca 2000.
Al paso volador de las perdices, Ed. Fundación Enma Egea, Cartagena, Murcia, 2001
(VII Premio de poesía ENMA EGEA de Cartagena 2001).
Paisajes sobre el agua, Ed. Agua Clara, Colección Anaquel de poesía, Alicante, 2003
(VII Premio TARDOR de poesía de Castellón 2002).
El vuelo único, Ed. Algaida, 2006 (X Premio de Poesía Alegría de Santander 2006 25 EDICIÓN DE LOS CERTÁMENES LITERARIOS JOSÉ HIERRO)

Infantil-Juvenil:
Poesía
Poecuentos, Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga. Caracol, Málaga, 2003.
Poecuento de navidad, Ed. Ayuntamiento de Lorca, Murcia, 2003.
Don Quijote cabalga entre versos, Ed. Everest, Rascacielos, A partir de 8 años. 2005.
Operación bellota, Ediciones Brosquil, Valencia, 2008.

Teatro
La Bella no Durmiente, Valencia, 2005. Editorial Carena (traducido al catalán)
Más vale títere en mano, Valencia, 2004. Editorial Carena.
La manzana, Valencia, 2006. Editorial Carena (traducido al catalán).



Poemas del Libro "O la sien sobre el lodo"



OCTUBRE NUEVAMENTE

Solíamos, recuerdo, los domingos
tras un tibio café en las cristaleras
lentamente vagar sobre los muelles.

Era octubre recién inaugurado
con finísima lluvia y con tristeza
sobre las cosas todas. Y la playa
era un latir de olas, una lucha
con los últimos signos del verano.

Yo recuerdo aquel tiempo de abandono,
la obligada clausura del estío
sobre el puerto y el viento indagador
en las palmeras...

Y nosotros
bajo el cielo plomizo de la tarde
y el espacio invadido
por la ausencia.

Aquello que nos fue tan cotidiano
tumano, Amor, el beso de domingo
y la costumbre de asir la soledad
de aquel paisaje -
se repite esta tarde en la que octubre
nuevamente
- y la lluvia-
nos trajo hasta los muelles.






AMANECE,
se ha instalado en el aire
un tibio sol y algunas aves cantan
en las huertas cercanas y parece
que este otoño benévolo quisiera
no vencer con su vértigo las hojas.

Al fondo del paisaje, en el lindero,
unas hogueras hienden la mañana
y sobre el campo de oro se ha extendido
un hálito de vida inesperado.

Yo dejo mi tristeza de costumbre,
el quemado rastrojo de mis huellas,
cruzo el alféizar donde está mi sombra...

¡ Señor, Señor, qué bien saberse vivo
cuando todo crepita !






ES MARZO

Debiste regresar de los lugares
donde entonces viviste envuelto por la dicha.
El tiempo lacerado y los cielos veloces
hicieron que en el ocre de la tarde
el día feneciese.

Hoy contemplas cansado las naves que han partido,
tus sueños como pájaros
que huyen en desbandada.

Y transido recorres un tiempo cancelado,
buscando los vestigios
y arañando las sombras
de lo que fue tu vida.

Debiste regresar de los lugares
donde sin darte cuenta,poco a poco,
el olvido y el musgo
instauraron al fin su hegemonía.

Acaso en el recinto
de lluvia que habitaste,
y de oxidado aire, de ceniza,
quisiste persistir
ya parte de tu muerte.

Mas proyectas tu sombra una hermosa mañana
sobre los blancos muros y tranquilo suspiras
ante el diluido azogue de tu arrasada
historia...

Es marzo,
has emprendido
el regreso a la vida
y luchas por vencer.

Gravedad de tu sombra.








Del libro "Al paso volador de las perdices"






AL – MU´TAMID

Al paso volador de las perdices
al- Mu´tamid lloraba hace diez siglos:

Ojalá no probéis
la triste lejanía de los vuestros,
ni el corazón tengáis tan apenado,
ni los ojos llorosos por vuestros hijos idos.
No acabéis como yo.

Hace de esto diez siglos
con los pies engrillados.

Sólo describo – dijo – la humanidad de siempre.

Yo soy al- Mu´tamid.
Proteja siempre Dios a las perdices.







AL – MANISI

Celindos
Yerbaluisa
el pálpito
del aire
el remanso
del río
madreselvas
alondras
las fontanas
aljibes
la brisa
en los naranjos
el coro
de la tarde

Al – Manisi
cierra los ojos

mira.







ABU AHMAD BN. HAYYUN

Desterrarme del Sur
jamás podréis.
Aquí habrán de volver
mis ojos incendiados
cuando julio prepare las vides y el aliento
del verano campee en el henar.
A por mieses soleadas
he de volver un día
en que nadie me espere y el olvido
tenga ya preparada la hornacina
repleta con mi ausencia,
piedra tal vez,
prímula dadivosa,

yo sé que el Sur me aguarda.











Del libro "Paisajes sobre el agua"





PAISAJES SOBRE EL AGUA

Transparencia del mar en la bocana,
el viejo maderamen. Se deshace
la luz sobre los mástiles. Un vaho
de salitre. Contempla
la mañana (es temprano, a lo lejos, muy pronto
arderá el sol sobre las casas blancas)
un hombre que no cree merecer el prodigio
de ese instante. Tiembla,
rompe sus ojos contra el fondo verde
que en otro tiempo creyera impenetrable
y siente hermoso el día y el silencio
es una plenitud que contuviera
en su pecho un fulgor irrepetible.
Se oyen voces lejanas. Mira un hombre
paisajes de su vida sobre el agua.
Vuelan unas gaviotas.
Asciende la mañana.







LA HOJA

No soy más que esta hoja
del otoño que cae y en su vuelo me ofrece
su ingrávida belleza que conduce a un abismo
que a mis ojos es sólo.
Reconozco el instante de su errar
en el aire: ese viento invisible que a veces
en silencio la aquieta y en la tarde le otorga
su levedad más pura; o violento dispersa
su indolente temblor.
Ella es ritmo del aire en su no ser
bogando hacia el lugar
que mis miedos abisman y me hacen
aún más triste que ella
y vulnerable.







LOS AMANTES

Cómo podrá perderse en el confín
del tiempo este momento,
contra qué oscuridad se romperá
su luz, qué lejanía
lo borrará por siempre y de qué modo.
Ahora estás desnuda y en el cuarto
en penumbra tu cuerpo desbarata las sombras.
Quizá un dios nos contemple
desde su cima umbría que se haga de la luz
que del amor nos roba y en su fe
aguardemos acaso esa limosna amarga
de este instante que huye:
haber sido dichosos en el amor del otro.
Qué esta lumbre de ahora en su ser
permanezca. Qué solamente sea
ofrenda nuestra carne para su eterno fuego
y que esta luz se salve
de su impiedad oscura.








Del libro "El Vuelo único





EL BÚHO

Clareaba la aurora de febrero
y la tierra exhalaba un vaho de humedades.
Era el paisaje todo
evocación de un alba remotísima,
de un mundo apenas
recién inaugurado.

Sorprendido
del sol, sobre la cumbre
que trazaba el tendido de unos cables eléctricos,
se hacía de quietud su estampa muda.

Supuse que vendría de otro tiempo,
no del recinto de la noche. Hablo
de ese confín donde prendiera un día
con su prístina llama la conciencia.

¿Era de todo cuanto nombra
la luz al desleírse testigo, o solamente
el ciego espectador de un mundo en llamas?

Levantó luego el vuelo hendiendo el aire
-hasta entonces intacto- hacia el cobijo
de un robledal tallado en la distancia.

Huía de la luz, como yo huyera,
a un paisaje interior donde se erige
un mundo sin contornos.

Y alcé también con él
un unísono vuelo. El vuelo único.






EL PANTANO

Algo queda en nosotros más allá del instante
en el que contemplamos.
Algo
que sin saberlo ya estuviera
en el limo de nuestra inteligencia,
y que pertinaz busca
el paisaje solícito de su decantación.

Así he llegado al lecho
fantasmal de un pantano que las largas sequías
desecaron. Emerge
entre el lodo un osario de ramas y de juncos
del que pende el ropaje
de las pálidas algas. A los lejos,
apenas espejismo,
la lámina del agua y unas cárcavas
blanquecinas al fondo hieren la tierra estéril.

Y he sentido de pronto
que en esta hostil belleza no reside
la emoción consabida que extraemos
de ese páramo yermo de soledad y fangos,

que acaso inatendida esa emoción
preexiste en el oscuro
légamo donde se hunde el pensamiento.

Mirar es agitar la luz o el lodo.









EQUILIBRIOS

Un temblor desoído, una pujanza,
rige todo si adviertes. Un equilibrio al cabo.

Y ese oficio nos lega un miedo predecible;

como quien caminara al borde de un abismo.
Cada fuerza está en pugna

con su fuerza contraria.
Una cuerda invisible tensa el mundo.
Y tan sólo ese afán es perdurable:

sucumbe en su promesa cada fulguración;

en el celado envés de lo que prevalece

la fiebre de existir exhorta

la inminencia.
Cada contrario es del otro su impostura.
No una transmutación, una alternancia,

un ardid de equilibrios nos gobierna.
Contra la eternidad

un solo instante.



Web del autor: http://www.reinaldojimenez.com/index.html








409.- DANIEL GARCÍA FLORINDO


Daniel García Florindo
Nace en Córdoba, en noviembre de 1973. Actualmente reside en Sevilla. Poeta, lingüista y crítico literario.
Licenciado en Filología Hispánica, ha sido profesor de Lengua castellana y Literatura en varios centros de enseñanza secundaria y universitaria en Sevilla (Escuelas Francesas, San Francisco de Paula, Centro Andaluz de Estudios Empresariales) y en Lisboa (IES “Giner de los Ríos”, Instituto de Lenguas de la Universidad Nova, Lycée Français “Charles Lepierre” o la plataforma digital “Escuela Móvil” de la Embajada Española en colaboración con el Ministerio de Educación portugués), así como del Instituto Cervantes de la misma ciudad. Ha cultivado la crítica literaria y ha sido asesor lingüístico y lexicógrafo. Actualmente, continúa su labor como autor y editor de diversos proyectos educativos relacionados con la enseñanza de la lengua y literatura española.

Como coordinador del Aula de Cultura (Filosofía y Letras de Córdoba, 1999) fue responsable de la antología El siglo expira (1995-2000. Última poesía en Córdoba), una muestra representativa del incipiente panorama poético que se desarrollaría en la ciudad cordobesa. Con Juan Carlos Reche codirigió el ciclo poético Noches de Can Can (1999-2000), así como la colección de poesía independiente "La nube de Goku", cuya nómina de autores ya anunció muchas voces hoy imprescindibles en el panorama actual de la poesía española (Alejandro López Andrada, Eduardo García, David González, Carlos Pardo, Luis Melgarejo, Luis Muñoz, José Antonio Mesa Toré...).

Como filólogo sus últimos trabajos los ha dedicado a la poesía de Juan Bernier, del que es prologuista y editor de su Poesía completa (Pre-Textos, 2011). Asimismo recientemente ha aparecido igualmente el ensayo La compasión pagana (Estudio-antología de la poesía de Juan Bernier), Universidad de Córdoba, 2011.

Sus poemas han visto la luz en diversas antologías (Poesía viva de Andalucía, Muestra del siglo XXI de la poesía en español) y revistas (La hamaca de lona, Zarisma, Navalá, Letra clara,…) y, principalmente, en la histórica Litoral (“Pasajeros”, “La poesía del mar”, “Arte, cultura y deporte”, “La ciudad en las artes y la literatura”) y en El maquinista de la generación (15). Publicó el libro Amanecer en Pennsylvania (Cajasur, Córdoba, 2001) cuya poética, titulada “Amanecer en Pennsylvania o la historia desplomada”, se encuentra en el libro colectivo Hace falta estar ciego. Poéticas del compromiso para el siglo XXI (Visor, Madrid, 2003). Su último libro de poesía se titula Cuadernos de Lisboa (Ediciones En Huida, Sevilla, 2011).







LA LUZ

Acaso sólo sean unas palabras rítmicas
que oscilan en tu campana vidriada,
que quisieran saber desde la espuma
quién escucha en su isla este antiguo mar,

que a sí mismas, extrañas, se preguntan:

Quién me habita al otro lado del mundo
hoy, colocando su índice en la línea,
dónde me llevarán, impávidos, sus ojos
profundos, la tempestad y el naufragio,
su expresión de tibia mansedumbre
después de la tormenta y tantos horizontes.

Dónde me llevarán, impávidos, sus ojos,
a qué amor entrelíneas vivido, revivido,
a qué dolor oscuro de otro tiempo tornado,

a qué luz,
a qué lúcida conciencia.

(2004)










EL MAR

Tantas palabras rotas como cristales verdes
destellan para ti, mar de las confidencias.

Dentro de la botella que contiene mi barco
navego y me deslizo por tus olas de tinta,
por tus íntimas crestas encendidas.
Con palabras privadas de cristal
descubro la esperanza reflejada,
el soliloquio vivo de un farero
que guía al bastimento entre la niebla,
caracolas que encierran otros mares,
caparazones que ocultan sus perlas
salvajes, el nácar de las palabras
y sus días, el corazón de un pez
palpitando,
sumergido en mi mente.

(2004)







TRAS EL CRISTAL

El extranjero sabe que ha llegado
a la tierra de nadie, a su tierra baldía.


Sabe habitar su olvido,
y, sin embargo, sigue, es un río que avanza
en el desierto. Allá, lejos, un hombre solo
cubre con su mirada, indolente,
la vida, contemplando
cómo tras el cristal del poema han pasado:
montañas, campos, árboles… recuerdos
de una Ítaca vencida para siempre.


Tras el cristal confunde, se equivoca,
lo real es deseo que acaso mueve el tren,
piensa por un momento, distraído,
fiel al firme propósito de no volver jamás.


El río que ahora avanza en el desierto
fue un hombre llamado Luis Cernuda.


Cuadernos de Lisboa, Ediciones En Huida, Sevilla, 2011










Reproduzco aquí el poema ganador del XVII
Premio de Poesía Luz de Tarifa:



ORNITOLOGÍA

I

El ruiseñor que canta en el poema
una mañana eterna —dice Keats
descansando la pluma en el tintero—
se oirá también ahora, si hay silencio
y el tiempo de la música se expande
en el hueco concéntrico de un sueño.

Los ruiseñores, digo, que Juan Gelman
echó a volar de nuevo en Buenos Aires
una mañana igual, pero con sed inversa
siguen volando y cantan, cantan, cantan…

Ahora bien, cuidado con el símbolo
de especies que no cantan, ya sabéis:
el buitre que devora el alma de Unamuno
el cuervo que tortura la conciencia de Poe
o el albatros que vuela majestuoso en el cielo
y en tierra es Baudelaire humillado y maldito,
muerto quizás a manos del viejo marinero
que escribió Coleridge en su balada.

Con sus sombras a veces sobrevuelan
la nieve de las hojas que buscan un sentido
a los cisnes salvajes en la Irlanda de Yeats,
al cisne incuestionable de engañoso plumaje
y cuello retorcido que inventó el gran Darío.

Todos los cisnes flotan en la nieve —invisibles,
lo sabemos—, incluido el que refiere
libre y triste René Char tras la ausencia.



II

Ya vuelven las oscuras golondrinas
que Bécquer liberó de la memoria
(Libro de los gorriones) manuscrita
aquella noche antigua de Toledo.

Ya el gorrión de José Emilio Pacheco
bajó a las soledades de un jardín mexicano.

Ya graznan en la China de Li Po
los cuervos por la tarde dibujados
y regresan las aves de Cracovia
en una primavera que Szymborska anticipa.

Una bandada cubre la nieve del espacio.

Yo, oculto en el envés de las palabras,
distingo cada canto y sus llamadas,
observo el movimiento de sus alas,
la forma de los picos y el color de las plumas,
con qué gracia se posan en las líneas escritas.

Pero esta vez decido un fogonazo,
un disparo hacia el aire
que dibuje una elipse caligráfica,
que levante una auténtica estampida:
y un huracán de negras palomas abandonan
el Nueva York de Lorca, se equivocan,
chapotean las aguas de un poema de Alberti,
cambian de rumbo y buscan otra rama,
otra aurora en el verso de Aleixandre
donde graciosos pájaros se copian fugitivos.









NEBRASKA


Harvest

Neil Young


La de aquel año fue una buena cosecha. Trabajamos
duro el cereal, y construimos nuestra propia casa.

¿Recuerdas, Alabama, las canciones de Neil Young
cuando vivíamos en Nebraska? Las solíamos cantar en el cobertizo,
mientras el campo se mojaba con las primeras lluvias del porvenir.

Después nació Tommy. Sueña, sueña, déjame llenar tu copa
con la promesa de un hombre. Te prometí hectáreas, Alabama,
hectáreas de amor

con aquella lluvia, aquella cosecha, …en Nebraska.


Amanecer en Pennsylvania,
Cuadernos de Sandua, n.º 69, Córdoba, 2001