José CUADRADO MORALES
Sevilla (España), 1961. Periodista, funcionario. Pres. Asoc. Alba de Mares. Miem. Asociación Prometeo de Poesía (A.P.P.). Poemarios publicados: "A solas con el amor y el miedo" (1988), "Esta es mi palabra silenciosa" (1988), "El rincón compartido" (1988), "Brevísimo paseo por mi vida" (1990), "Grito" (1994), "Poemas que quise escribir" (1994). Eco y voz de ti.
Premios: Antonio Machado (Baeza, 1987), Día de la Hispanidad (1988).
DORMIR
La noche cierra su verbena de luces,
la mentira de día aletargada,
y el hombre se deploma,
cae su pena dislocada
sobre el cristal de acero más oscuro;
no hay techo que cobije su mirada
ni desagüe que destile su penumbra
y es el tiempo de hablar contra el deseo
y es el tiempo de hablar de cuanto abruma.
La noche muere al nacer
como grito ahogado
y la vida huye en silencio
entre Dios y el hombre.
La noche abre la serpentina de voces
y truenan las sábanas
y estalla el pensamiento,
que ya es el último sonar del tiempo
y el solitario perecer del alma.
NANA PARA UN ADULTO
No llores, adulto mío, por lágrimas lloradas
Ni rías por risas ya reídas,
admitidas fueron en un lupanar de olvidos
y sembraron púas de paz en la locura.
Mi sangre es lengua que sorbe
al aire sus instantes de maldad
y un periódico sucio se encierra en mis anginas
pidiendo tregua al dolor y al miedo.
Aún busco el cáncamo
que cuelgue mi racimo de frustraciones,
mi hombre-perro ladra, grita, muerde veneno de dos razas
y enfunda su orgullo entre cenizas.
No llores: las pupilas se gangrenan
al paso de agua infectada
y no hay recreo para la vista
ni somero descanso para el alma.
No llores: los dientes mordieron
el núcleo de las piedras.
No llores: la última mujer dejó a tu lado
la fatiga enlutada de yodo y semen.
No llores por el negro de los números
ni las cuentas que no salen exactas:
tus ojos son inocentes y desde el principio
la muerte agot6 tu esperanza.
No llores si vomitas
sobre cieno de gloria mundana: Dios nació de nadie
y mantiene alto su orgullo
escondido en invisible muralla.
No llores: las encías anestesian los labios
de tanta barata lágrima
y el paladar tiene cáncer
de mojar las entrañas.
Ríe como el rayo que quiebra
solamente una mirada y protesta con infinita
bilis contra el daño que te causas.
No llores ni rías:
permite que el tiempo difumine cuanto pasa.
ECO Y VOZ EN TÍ
Ingenuo, estúpido
y pesimista.
Surge en mí un raro orgullo prodigioso.
Te siento próxima,
te palpo.
Pero no:
sólo te reconozco en tus suaves palabras
y formas redondas.
Verte es quererte.
Estar contigo es tenerte.
Ser en ti desde ti y fuera de mí.
Juntos en la bruma. La calma que relaja.
Y siempre en silencio.
Toda la poesía a fuego lento.
Tallada en mármol.
Rapidez, arrojo y valentía.
DORMIR
La noche cierra su verbena de luces,
la mentira de día aletargada,
y el hombre se deploma,
cae su pena dislocada
sobre el cristal de acero más oscuro;
no hay techo que cobije su mirada
ni desagüe que destile su penumbra
y es el tiempo de hablar contra el deseo
y es el tiempo de hablar de cuanto abruma.
La noche muere al nacer
como grito ahogado
y la vida huye en silencio
entre Dios y el hombre.
La noche abre la serpentina de voces
y truenan las sábanas
y estalla el pensamiento,
que ya es el último sonar del tiempo
y el solitario perecer del alma.
NANA PARA UN ADULTO
No llores, adulto mío, por lágrimas lloradas
Ni rías por risas ya reídas,
admitidas fueron en un lupanar de olvidos
y sembraron púas de paz en la locura.
Mi sangre es lengua que sorbe
al aire sus instantes de maldad
y un periódico sucio se encierra en mis anginas
pidiendo tregua al dolor y al miedo.
Aún busco el cáncamo
que cuelgue mi racimo de frustraciones,
mi hombre-perro ladra, grita, muerde veneno de dos razas
y enfunda su orgullo entre cenizas.
No llores: las pupilas se gangrenan
al paso de agua infectada
y no hay recreo para la vista
ni somero descanso para el alma.
No llores: los dientes mordieron
el núcleo de las piedras.
No llores: la última mujer dejó a tu lado
la fatiga enlutada de yodo y semen.
No llores por el negro de los números
ni las cuentas que no salen exactas:
tus ojos son inocentes y desde el principio
la muerte agot6 tu esperanza.
No llores si vomitas
sobre cieno de gloria mundana: Dios nació de nadie
y mantiene alto su orgullo
escondido en invisible muralla.
No llores: las encías anestesian los labios
de tanta barata lágrima
y el paladar tiene cáncer
de mojar las entrañas.
Ríe como el rayo que quiebra
solamente una mirada y protesta con infinita
bilis contra el daño que te causas.
No llores ni rías:
permite que el tiempo difumine cuanto pasa.
ECO Y VOZ EN TÍ
Ingenuo, estúpido
y pesimista.
Surge en mí un raro orgullo prodigioso.
Te siento próxima,
te palpo.
Pero no:
sólo te reconozco en tus suaves palabras
y formas redondas.
Verte es quererte.
Estar contigo es tenerte.
Ser en ti desde ti y fuera de mí.
Juntos en la bruma. La calma que relaja.
Y siempre en silencio.
Toda la poesía a fuego lento.
Tallada en mármol.
Rapidez, arrojo y valentía.
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