Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 27 de septiembre de 2013

1828.- JUAN CARLOS MILLÁN REJANO


Juan Carlos  Millán Rejano 

(Málaga, 1960) publicó su primer poema -a principios de la década de los ochenta- con motivo del homenaje que la revista Litoral dedicó a su abuelo el poeta Juan Rejano; por entonces publicó, también en Litoral, dos poemas más en los homenajes dedicados a otros dos poetas de la generación del 27: Emilio Prados y Vicente Aleixandre. En aquella misma década, publicó también un nuevo poema en la revista La Traíña (Marbella). Tras esto, un largo silencio que se rompe ahora con  la publicación de su primer libro, Estelas, que recoge poemas escritos en los últimos treinta años.


'Estelas', en la colección Monosabio

El delegado municipal de Cultura, Miguel Briones, ha presentado este mediodía  un nuevo número de la colección Monosabio, dirigida por el poeta Diego Medina. Esta colección municipal pretende dar a conocer escritores no consagrados. Este número, que se ha presentado con el título de "Estelas", es el nº 11 de la colección y está escrito por el poeta Juan Carlos Millán. El autor ha sido presentado por el director general de Cultura, Óscar Carrascosa; el director de la colección, Diego Medina;  y el autor del prólogo, el también poeta y profesor, Francisco Ruiz Noguera.

Como se advierte en el prólogo, la poesía de Juan Carlos Millán está en la línea de aquellas poéticas que tienden a dar cuenta de la realidad valiéndose, sobre todo, de la sugerencia; es una poesía en la que predomina lo connotativo y, en ella, la tendencia al hermetismo se impone a las formas declarativas de carácter realista. Es una poesía que sigue la tradición de la poesía pura que estuvo presente en una de las líneas iniciales de algunos poetas del 27 (Guillén, Cernuda, Aleixandre) y que ha llegado hasta nuestros días en la que puede considerarse la tendencia más abstracta de nuestra lírica, la que más se aleja de la declaración inmediata y propicia la sugerencia.

Los poemas de Estelas parten de la observación de la realidad pero, en la mayoría de los casos, nos la ofrecen a través de una serie de flashes que tienen su base en el uso de la imagen poética y en la estilización expresiva de una impresión vivida. Por otra parte, junto a esa mirada sobre la realidad, también hay en Estelas, una mirada sobre la propia poesía. Esta reflexión sobre la escritura es una deriva metapoética que está muy en la línea de la tendencia antes señalada y que refuerza la filiación de los poemas de Juan Carlos Millán Rejano en la tradición que potencia los valores connotativos del lenguaje poético.







VOLANDO SOBRE TUS PÁGINAS 

A mi abuelo 

Te escribo con el ritmo en las manos
de la lluvia, coagu1ada la pena 
cual una muralla de afilados cuchillos. 
Escribo y araño tu ausencia 
con flores mustias, crepitando una música 
de lágrimas como un diluvio 
de tristes rescoldos. 
Escribo y vuelo sobre tus páginas 
henchidas de palabras como besos
blancos pintados de sombra, 
como un sueño en los párpados posando 
su plenitud de pájaro. 
Palabras firmes como la voz del mar 
en los acantilados, 
trémulas también como el llanto del viento 
en un bosque amarillo, 
derramando aromas, atrapando el eco 
del latido más débil. 
Tu lenguaje es el íntimo silencio 
de las nubes, el crispado 
destello del relámpago. 
Son tus versos las mejillas 
de España, sus arrugas y sus lágrimas 
los aciagos trenes de su pueblo. 
El amor es un puerto de suaves 
cerezos, dédalo de difusos espejos 
melancólicos, lejano rumor, 
irisado cristal de frondoso velo.
De la amistad hiciste una liturgia,
un viento generoso de semillas... 
Y siempre. siempre esgrimiendo estrellas 
en las manos, hermano del humilde 
y de la rosa, contristado magnolio 
siguiendo el rumbo de la luna. 
mirando a la noche sus pupílas... 
Gaviota terrestre de mirada esbelta,
esplendes Con la efigie del sol 
en los altos balcones de la tarde. 
Crinada está la montaña de un extraño 
sosiego, en la soledad recostada en los ojos 
abiertos de tu casa. 
Campesino del olivo 
y la palabra, desde tu lejana morada 
cubierta de sombras,
arando estás la tierra con tus versos 
y tus lágrimas.





1827.- ALEJANDRO ROBLES GÓMEZ



Alejandro Robles Gómez 

(Málaga, 1992)
Poeta, filósofo, crítico, director de @greatOoh.
Ha publicado "Nothing on heirs nothing on dogs" . Colección Monosabio, Ayto. Málaga
(2010).

Premios:

El jurado del premio MálagaCrea 2013, destacó también con el primer premio en la categoría de Poesía a Alejandro Robles Gómez por su obra Los malos hábitos,




“Hay dos personas en mi cama
yo soy una de ellas
la otra también”






Aunque haya introducido mis dedos,
mis manos, mi cuerpo anti-heroico,
en el foso otoñal de tu herida,
no he conseguido sacar la bala,
sólo he logrado,
desangrarte en el intento.





el mundo ha dejado de latir

finjo
que he muerto con él







de lo solicitado a lo prohibido
de lo invernal a lo desértico

pasarse días sin dormir
no tener nada que soñar







mayor capacidad de razón
menor capacidad cardíaca

tengo el corazón hecho añicos
de ponerlo a prueba

voy a navegarme en charcos

Poemas del libro "Nothing on heirs, nothing on dogs"
Publicado en la colección Monosabio (Málaga, 2010).





Aforismos y afuerismos
Autor: Alejandro Robles Gómez
Apartado: Texto
Descripción: Colección de reflexiones filosóficas en forma de poema.

1.

Hay algo que cimenta
todo tu ser: es el fuego.
Pero no fuego que da vida,
sino fuego que todo lo quema.


2.

El tiempo echa raíces
en las línes de tus manos;
estas manos antes me quisieron.


3.

El amor no es religión, es teología:
los amantes insulares, los volcanes transversales,
el iracundo caprichoso.

Nadie nos podrá dar,
lo que nosotros hemos dado antes;
la memoria se contradice.
Lo que nunca tuvimos,
será lo que mejor recordaremos.

Aves parabólicas, religión sin raíz,
la espuma ficticia de las olas
en el juego de las mareas.

Cada mañana será un salmo,
cada noche una desbandada de tahúres.


4.

Este juventud vejez mía

conozco los garajes
y los tubos de ensayo

subieron los precios
se bajaron el delantal

tres tríangulos

vigésima víbora
bienio bicicleta.


5.

viene y se va
el agua
parece el corazón de todas las bestias

un grito de ahogo en la puerta
como un suicidio de besos

no estamos locos, pero hablamos solos
el silencio nos atropella hora tras hora

somos el desierto, somos la sed


6.

todo pasa como agua sin flash
cansados de un mundo para dos jugadores
recortes de familias maniquíes a la mesa
la hermana mayor está estudiando en el
siguiente recorte, tiene un vestido de verano
aún con la etiqueta

alguien ha disparado al otro lado de la casa
hay un fuerte olor a nylon
los demás maniquíes, sin aliento
intentan quitarle la pistola de las manos, de la boca

luego en habitaciones cerradas
fingen la existencia


7.

carne de la piel bajo tu ropa
deja la balsa para los náufragos
haz de la isla la pista de aterrizaje
para nuestras jirafas voladoras

danos Artemisa la flor de la amapola


8.

la feria de mí

la vida de mis cosas


9.

haciendo lo nuestro
deshaciendo el santo misterio
uno puede ser lo que la naturaleza
nos dice

alto el fuego
yo seré la lluvia



1826.- MIGUEL HERNÁNDEZ TORRALBO


MIGUEL HERNÁNDEZ TORRALBO

(Málaga) In Memoriam


MÁLAGA
Abril 2007.
Muere en un incendio el dueño del antiguo pub El cantor de jazz
Miguel Hernández Torralbo, de 43 años, vivía en un piso de alquiler en Teatinos Los bomberos hallaron su cadáver carbonizado en el salón de la vivienda
JUAN CANO/MÁLAGA
Muere en un incendio el dueño del antiguo pub El cantor de jazz
CALCINADO. El fuego se originó en el sofá del salón. 

Muere en un incendio el dueño del antiguo pub El cantor de jazz

El fuego le sorprendió en la soledad acompañada de un piso compartido. Se vio atrapado por las llamas en el salón de la vivienda. Su compañero de alquiler, un joven italiano que ya tenía hechas las maletas para marcharse, se levantó de la cama alertado por el ruido y sólo pudo escucharle pedir auxilio. La densa humareda y el asfixiante calor que emanaban del cuarto le impidieron socorrerle.

Miguel Hernández Torralbo, de 43 años, murió ayer poco después de las cuatro de la madrugada en el incendio del piso de alquiler donde vivía, en el número 19 de la calle Gregorio Prieto, en Teatinos. Los bomberos encontraron su cadáver carbonizado en la sala de estar, donde se originó el fuego, que podría haber sido causado por un cigarro mal apagado. 

El fallecido era el propietario de El cantor del jazz, un conocido pub que cerró hace unos años y que se encontraba en la calle Lazcano, en pleno Centro Histórico de la capital malagueña. El establecimiento se convirtió en punto de encuentro del mundo literario y cultural de Málaga en las décadas de los 80 y los 90.

Tras cerrar el pub, Hernández se planteó estudiar Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga. Consiguió licenciarse en unos años, pero, al parecer, no encontró trabajo en esa materia. 

Sin familia

Solo y sin familia en Málaga -es de origen venezolano- decidió vender varias propiedades que había ido comprando a lo largo de los años y reunió un dinero con el que se fue a vivir al piso de alquiler en el que ayer fue hallado muerto. Residía allí desde hace tres años y, desde febrero, compartía gastos, o quizá soledad, con un compañero de piso.

Su casera lo consideraba un buen hombre, educado, sensible y culto, como demuestran las poesías que pueblan cada esquina de su hogar. «Me dijo que necesitaba un piso de cuatro habitaciones para sus libros. Tenía muchísimos», comentaba.

Para ella, el principal problema del dueño de El cantor del jazz era la soledad en la que se había sumido en los últimos años, y que le abocó a una profunda depresión. Mezclaba medicamentos y alcohol, lo que le provocaba desórdenes en el sueño. Una vez, se quedó dormido con un cigarro encendido, que se le prendió en el pecho.

Su casera se preocupó de él y le ayudó para que ingresara en un hospital donde recibió tratamiento, aunque poco después le dieron de alta porque, al parecer, no reconocía su depresión. Según la mujer, los servicios sociales tampoco pudieron ayudarle. La soledad hizo el resto.




02/05/2009 .- www.malagaes.eu
El delegado municipal de Cultura, Miguel Briones, presidirá la presentación del número 4 de la nueva etapa de la colección Monosabio titulado La calle del Medio, de Miguel Hernández Torralbo.

Se trata de una obra póstuma del poeta malagueño que murió en 2007. Esta obra que edita el Área de Cultura del Ayuntamiento sirve de homenaje al propietario de El cantor de jazz, establecimiento con una clientela de escritores, poetas y bohemia de esta ciudad a la que él veneraba tanto como a Nueva Orleáns. 

La presentación tendrá lugar el lunes 4 de mayo, a las 21.00 horas, en el Bar Plaza, Plaza de la Merced, 21.



PRESENTIMIENTO EN LA TARDE

Si alguna vez el deseo
que ahora sientes
con la edad desaparece
y viene el desengaño,
o quizá con repentino temblor
algo te anuncia que desperdiciaste
tus años en inútiles batallas,
no lamentes aquello que perdiste
un gran Sí o un gran No
lo mismo valen.
Vuelve tus ojos hacia aquello
que en el amor fundaste
en medio del fracaso o la ceguera,
el deseo de vivir, aunque era inútil,
y un amor inmenso por todo lo creado.

Vuelve tus ojos hacia el cielo
y conserva detenido aquel milagro
de amor y de palabras
que ante ti dispusieron los dioses,
y otorgándote razón de vida
otra vez el pasado sea tuyo.

Las calles del miedo (Ayto. de Málaga, col. Monosabio, 2009).





LOS LIBROS

Se escribe cuando no se vive.
Robert Musil


Los libros que amas y ahora miras
te recuerdan que una vez dijiste
que ellos eran tu vida.

Se lo confesaste a un carpintero
una mañan de resaca que, como tantas otras,
tampoco prometía nada nuevo.

Y así ha sido, hubieras preferido vivir
pero ya es tarde:
a escribir se reduce todo
imaginando que pudo ser de otra manera.
Y a solas con los libros permaneces
como si la vida fueran.

Las calles del miedo (Ayto. de Málaga, col. Monosabio, 2009)






El pasado 9 de abril, murió en un incendio en su casa Miguel Hernández Torralbo. Miguel fue el dueño de El Cantor de Jazz, el pub que, durante la década de los ochenta y parte de los noventa, fue lugar de reunión de la vida literaria y artística: casi todos los actos que se celebraban en la ciudad (lecturas poéticas, conciertos, exposiciones) tenían su epílogo en la penumbra del Cantor; casi todos los escritores que pasaban por Málaga terminaban la noche -en conversación con los amigos malagueños- con un cóctel de Miguel en los labios. A finales de los noventa, la cosa decayó. Miguel cerró el Cantor y empezó a estudiar Historia del Arte. Terminó la licenciatura y empezó el doctorado. Durante ese periodo universitario, se incorporó, desde el principio, al consejo de redacción de Robador de Europa; después terminaría alejándose de la Facultad, de la revista y de casi todo. Tenía 43 años y dejó algunos poemas. Este espacio quiere ser un homenaje al amigo que -siempre con una vida al límite- fue un apasionado de la poesía, de la literatura, de la música.
F.R.N.

Ayer por la noche busqué en Google el rastro de Miguel, al que conocía poco más que de vista a lo largo de muchos años. Me puso copas. Yo se las pagué y le dije hola y adiós. Después del bar, llegué a verlo en su bicicleta, con cierto aire que se me antojó inocente, casi pueril, con su boina ladeada. Hola. Nada más. En la red aparece un poema suyo en LiberLect. Revista de Literatura, nº7, 11 de junio, 2003.


Sociedad literaria

Como el que arrastra un cadáver
que se resiste a morir,
nuestras palabras se tensan
buscando un destino
que ya sólo evoca una cruel rendición.
De nada sirve entonces proclamar nuestra entrega,
señalar un camino ya andado
que no quisimos recorrer al revés.
Ciegos de gloria hacia la nada vamos
en este tiempo que no conocerá perdón.
Acaso algún día descubriremos
por qué el cadáver mudo que arrastramos
nos mira, implorando que lo dejemos morir.

De madrugada, anoche, oí unas sirenas, un gran estrépito. No voy a cometer la canallada de ponerle un bonito epílogo a esta historia. La noche que Miguel Hernández Torralbo se abrasó entre las llamas de su casa, quizás yo dormía, digámoslo así, a pierna suelta, y nada me hubiera podido despertar, aunque los coches de bomberos hubieran metido mucho follón con sus sirenas, seguro, hasta llegar a su casa de madrugada. Tal vez.





Dedicado a Miguel 
Miguel A. Moreta - Lara


“A Miguel, capitán de los mares de tequila y ginebra”, dice una dedicatoria autógrafa que la poeta clásica y erótica Aurora Luque firmó en Málaga en un ejemplar de su poemario “Transitoria” (1998), que encontré en una librería de lance en México DF y que le mostré posteriormente a la autora, en el patio del museo Picasso después de una lectura de sus poemas. 

Entonces descubrí, ella me descubrió, al destinatario con apellidos de esa inscripción tan pirata: el raro de provincias Miguel Hernández Torralbo. 

Este hombre de origen venezolano, delgado y larguirucho (al menos así lo recuerdo, pero mi memoria es resbalosa), era el patrón de un famoso bar, “El cantor de jazz”, en el corazón de la movida malagueña, callejuelas pringosas de tabaco y cerveza. Ese local, donde sabían ponerte un cóctel a la sombra del mejor jazz, era un lunar de modernura en la ciudad del sur.

En 1992 en una escapada al hotel gaditano La Almoraima coincidimos allí con el excéntrico Miguel. La administración de la hostería, en medio de un parque natural, al llegar la noche, entregaba una enorme llave de la puerta principal a cada uno de los ocupantes de sus escasas habitaciones y todo el personal de servicio escapaba, dejando a los clientes como dueños y señores de ese antiguo convento del siglo XVII, reconvertido en posada y, ahora, en castillo contra la peste urbana, quizá en refugio para apestados. Los libros, un billar, una chimenea y el bar abierto con una libretita donde los bebedores anotábamos las consumiciones conformaban el paisaje de la noche cerrada, insular y hermosa. Mi tocayo, ya tocado por la depresión como una gabardina que nunca se quitó de encima, trasegaba copas sin dejar la lectura y el humo. Conversamos. Cargó contra los metanovelistas y ensalzó el arte como círculo: gozar una obra de arte (un poema, una canción, un cuadro) es volverla a encontrar fuera de su lugar, momento en que se pega a tu vida… Se puso estupendo y emitía juicios como un viejo de corazón tenebroso: “Qué extraña es la vida –ese misterioso acuerdo, de una lógica cruel, y con un propósito inútil-. Lo más que se puede esperar de ella es alcanzar cierto conocimiento de uno mismo –cosa que sucede demasiado tarde-, y una cosecha de interminables reproches”.

La dureza de sus opiniones evidenciaba que Miguel estaba ahí para relajarse, sin conseguirlo, en tanto que a mí, enamorado, me urgía encender la chimenea de mi habitación, por lo que me retiré pronto en la madrugada, mientras lo dejaba envuelto en la voz rota de Janis Joplin: Summertime, time, time… 

Un tiempo después, aburrido, traspasó, o cerró, “El cantor de jazz” y se dedicó a preparar un doctorado. La poeta Aurora Luque me puso al corriente del triste final de Miguel Hernández Torralbo, muerto a los 43 años, en una madrugada de abril del 2007, en el sofá del salón de su casa, por el incendio provocado por una colilla. Estaba predestinado, ya marcado por su nombre y sus apellidos, perseguido por el alcoholismo que tumbó a su padre, por la sombra del suicidio que abatió a su hermana y por el inexorable fuego en que se abrasó su madre. Sus vecinos del barrio de Teatinos recuerdan su estampa con boina, a bordo de una bicicleta adornada con un molinete de viento. Un poema suyo, titulado “Los libros”, creo que encuadra muy bien a este santo bebedor:




Se escribe cuando no se vive.

Robert Musil




Los libros que amas y ahora miras

te recuerdan que una vez dijiste

que ellos eran tu vida.



Se lo confesaste a un carpintero

una mañana de resaca que, como tantas otras,

tampoco prometía nada nuevo.



Y así ha sido, hubieras preferido vivir

pero ya es tarde:

a escribir se reduce todo

imaginando que pudo ser de otra manera.

Y a solas con los libros permaneces

como si la vida fueran.


En aquella quema sobrevivieron sus libros, a los que tanto amó, y uno, al menos, navegó (a pesar del caos y a favor de las casualidades) hasta México para que yo lo encontrara, el ejemplar de “Transitoria” que Aurora Luque rebautizó para mí, dejándolo tal cual, ese libro que transitó de un Miguel -ya (le)ído- a otro Miguel -todavía (le)yendo-.




"Llegarás a viejo, y antes de lo que te imaginas"

Voy a contar una coincidencia y una anécdota un tanto sorprendentes. 

 Estaba leyendo el artículo Descanso sin bajarme del caballo en el blog de José Antonio Montano. El aprendiz al sol: http://joseantoniomontano.blogspot.com/2012/02/descanso-sin-bajarme-del-caballo.html
"Lo encontré tras un recital memorable que Álvarez dio en Málaga, en el único bar civilizado que hemos tenido: El Cantor de Jazz. Museo de cera..."


Yo estuve también en ese recital. Fué memorable, en efecto, al igual que el libro de Álvarez. Era además un hombre tranquilo y accesible, pese a su celebridad (toda la que pueda tener un poeta).

Montano remite en su artículo al blog de Antonio Báez donde se se describe el ambiénte de la coctelería El Cantor de Jazz: http://cuentosdebarro.blogspot.com/2008/04/sociedad-literaria.html

"Miguel Hernández Torralbo (...) fue el dueño de El Cantor de Jazz, el pub que, durante la década de los ochenta y parte de los noventa, fue lugar de reunión de la vida literaria y artística: casi todos los actos que se celebraban en la ciudad (lecturas poéticas, conciertos, exposiciones) tenían su epílogo en la penumbra del Cantor; casi todos los escritores que pasaban por Málaga terminaban la noche -en conversación con los amigos malagueños- con un cóctel de Miguel en los labios."

En aquel encuentro entre José María Alvarez y Miguel Hernández Torralbo hubo una conversación notable, sobre todo al hilo de lo que luego sucedió:

Miguel Hernández Torralbo: Maestro, creo que no llegaré a viejo.
José María Álvarez:  Llegarás a viejo, y antes de lo que te imaginas.

Por lo que cuenta Antonio Báez en su blog, el joven poeta, dueño de El Cantor de Jazz, tenía razón.






miércoles, 25 de septiembre de 2013

1825.- MANUEL NARANJO MARTÍN


Manuel Naranjo Martín

Actividad

Crítico, narrador, poeta, partícipe en actividades culturales de todo tipo, co-director de la Colección Cuadernos de Al-Andalus de Poesía, y colaborador habitual de diversas revistas literarias especializadas.

En la actualidad reside en Algeciras (Cádiz) en donde trabaja como funcionario.

"Su voz poética, especialmente dotada -al decir de la crítica- para la imagen esplendorosa, impregnante, ahondadora de sí, para lo surreal y el símbolo, se adelgaza y desnuda, se aquerencia en canciones con un pueblo al fondo, Las Navas de la Concepción, hasta adquirir tintes andaluces y populares, logrando, en un acierto global y pleno, que todo, desde la pura forma hasta el silencio, se trascienda de sí, convirtiéndose en substancia, en esencia misma, en alma sencilla, al ser, de lo que se trata."



Obra

Ha publicado los siguientes libros de poesía:

Amanecer de estatuas derrumbadas. Ediciones Bahía, 1980. Premio Bahía 1980.
La cárcel temblorosa. Editorial Cuadernos del mar. Valencia, 1981.
Este improbable sueño. Editorial Corona del Sur. Málaga, 1981.
Fábulas de entretiempo. Colección Cuadernos de Al-Andalus. Algeciras, 1986.
Del azul y el olvido. Ediciones Excmª. Diputación Provincial. Zaragoza, 1988. Premio Internacional de Poesía "Ildefonso-Manuel Gil", 1987.
Retablo en rumor de adioses. Editorial Corona del Sur. Málaga, 1989.
Potestad de la niebla. Editorial Aguaclara. Alicante, 1990. Premio Miguel Hernández de poesía, 1989.
Compás Diverso. Editorial Aguaclara, 1995. Beca a la creación Literaria del Ministerio de Cultura en 1990.





Ciudadano
avienta tus cenizas,
date al viento
y aunque te hagan imposible
el vivir, espera
el retorno de la luz,
aquellas tardes
en que la espiga se doblaba llena
y era un grito de paz el horizonte.






Yo os acuso.
Yo levanto mi mano con sangre enardecida,
sacudo de tus trazos polvorientos
los duros pedernales,
reverdezco la espina, descompongo
la soledad en el grito, invado con mi llanto
de ternura o dolor cada pisada.
Yo os acuso
de haber roto la flor, de haber hundido
la daga del progreso en el paisaje,
de haber puesto murallas en el canto,
de haber restablecido de los duelos
su música inefable,
de haber dejado sólo
algún vencejo moribundo, triste
reto candente y débil, por la cripta
de ese sueño voltaico de las torres.

[Este improbable sueño, 1981]








Toda la noche, el viento.
Solo, sin rumbo, entre ateridos
brazos de algún rosal, aullando en la sombra.
Páramo nace la luz,
haciendo emerger ascuas
del torso de los árboles,
en el amanecer, entre la nieve.

Alguien
le ha dictado al paisaje nuestra historia.

[Potestad de la niebla. I Claroscuros, 1989] 



1824.- ANTONIO PÉREZ GIRÓN



Antonio Pérez Girón

Antonio Pérez Girón (nacido en San Roque, Cádiz, España en 1958). Escritor y periodista. Cronista oficial de su ciudad desde 2001. 

Se inició tempranamente en el periodismo, trabajando para diferentes medios andaluces. Fue uno de los fundadores de la Asociación Cultural de la Prensa del Campo de Gibraltar, el Ateneo Sanroqueño, el Foro por el Encuentro de los Pueblos de Gibraltar y la Plataforma Cívica por Andalucía, ésta última con pretensiones de una reforma estatutaria inminente y una reivindicación de la identidad cultural andaluza.

Por la Memoria Histórica

Pérez Girón ha investigado de manera especial en aras de la recuperación de la memoria histórica con los libros La República y la Guerra Civil en San Roque (1998), De la memoria de Marina Ortega Bru (2002), Antonio Galiardo. República, guerra civil y exilio (2006), La masonería en San Roque (Represión bajo el franquismo) (2009) o Un guerrillero andaluz (Francisco López Herrera) (2010), junto a Rubén Pérez Trujillano.

Andalucismo

Antonio Pérez ha abordado cuestiones relacionadas con el andalucismo con publicaciones como Acerca de Patria y Federalismo, de Francisco María Tubino (X Congreso de Andalucismo Histórico, Ronda, 2001), Crónica andaluza de la Transición (2005) y Conociendo a Blas Infante (2007). En este sentido ha dirigido seminarios universitarios sobre andalucismo y autonomía.
Libros de historia local y comarcal[editar · editar código]

Pérez Girón es, probablemente, la figura que más ha luchado por la indagación y conservación de las señas de identidad y la historia del municipio sanroqueño y la comarca del Campo de Gibraltar, siendo reconocida su labor al ser nombrado cronista oficial en 2001. Ha publicado un importante número de libros sobre la historia de su ciudad, entre los que cabe destacar:
Antonio Pérez Girón (1989): Historia del periodismo sanroqueño, Delegación de Cultura del Ayuntamiento de San Roque. [Depósito Legal CA 406-89].
Antonio Pérez Girón (1995): El cuartel Diego Salinas, Ayuntamiento de San Roque. [Depósito Legal CA 485/95].
Antonio Pérez Girón (1998): La República y la Guerra Civil en San Roque, Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, Algeciras. Premio "Estrecho de Periodistas" de 1998. [Depósito Legal CA 718/99].
Antonio Pérez Girón (1999): San Roque, con olor a incienso, Delegación Municipal de Cultura de San Roque. [Depósito Legal CA 203/99].
Antonio Pérez Girón (2000): El cantón de San Roque, Edición de autor. Esta obra resulta singularmente importante, ya que saca a la luz las evidencias históricas del cantonalismo desarrollada en la etapa final de la I República. Desde que Pérez Girón publicó este estudio, las investigaciones sobre este período han comenzado a incluir entre sus relatos el cantón proclamado en San Roque.
Antonio Pérez Girón / José Antonio Casáus Balao (2000): El San Roque de Lorenzo Valverde,
Antonio Pérez Girón (2000): José Domingo de Mena, periodista, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [Depósito Legal CA 397/2000].
Antonio Pérez Girón / Marina Ortega Brú (2001): De la memoria de Marina Ortega Brú, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [Depósito Legal CA 451/02].
Antonio Pérez Girón / José Antonio Ledesma Sánchez (2001): Historia de los Carnavales de San Roque, Fundación Sevillana de Electricidad, San Roque. [Depósito Legal CA 51/01].
Antonio Pérez Girón (2003): La Plaza de Toros de San Roque, Ayuntamiento de San Roque. [ISBN: 84-933048-2-4. Depósito Legal CA 334/03].
Antonio Pérez Girón (2005): Crónica andaluza de la transición, FMC Luis Ortegá Brú, San Roque. [ISBN: 84-933048-6-7. Depósito Legal CA 131/2005].
Antonio Pérez Girón (2005): Cursos de Verano en San Roque. Un cuarto de siglo, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 84-933048-8-3. Depósito Legal CA 512/2005].
Antonio Pérez Girón (2006): La Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, Algeciras. [Depósito Legal CA 776/05].
Antonio Pérez Girón (2006): Breve historia de San Roque, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 84-933048-6-7. Depósito Legal CA 122/06].
Antonio Pérez Girón (2006): Antonio Galiardo. República, guerra civil y exilio, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 84-93482-3-9. Depósito Legal CA 739/06].
Antonio Pérez Girón / Adriana Pérez Paredes (2006): San Roque. Actas Capitulares (1706-1715), FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 84-934824-5-5. Depósito Legal CA 847/06].
Antonio Pérez Girón (2007): San Roque y su prensa (1880-2006), Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, Algeciras. [Depósito Legal CA 625/07].
Antonio Pérez Girón (2007): Conociendo a Blas Infante, Unidad por San Roque, San Roque.
Antonio Pérez Girón (2007): El cuartel de San Roque, Instituto Municipal de Fiestas y Juventud, San Roque. [Depósito Legal CA 281/07].
Antonio Pérez Girón / Esteban Gallego Pérez (2008): Treinta años de cortometraje. San Roque 1999-2008, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [Depósito Legal CA 11/08].
Antonio Pérez Giorón (2008): Cuando éramos mejores. Memoria de la Transición en San Roque, FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 84-934824-8-X y 978-84-934824-8-0. Depósito Legal CA 254/08].
Antonio Pérez Girón (2008): San Roque, Guerra Civil y represión, Ayuntamiento de San Roque. [ISBN: 84-934824-9-8 y 978-84-934824-9-7. Depósito Legal CA 303/2008].
Antonio Pérez Girón (2008): La Colonia de Puente Mayorga, Ayuntamiento de San Roque/EMROQUE, San Roque. [Depósito Legal CS 510/08].
Antonio Pérez Girón (2008): San Roque, crónica del siglo XIX, Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, Algeciras. [Depósito Legal CA 384/08].
Antonio Pérez Girón (2009): La masonería en San Roque (Represión bajo el franquismo), FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 978-84-936474-3-8. Depósito Legal CA 441/09].
Antonio Pérez Girón / Rubén Pérez Trujillano (2010): Un guerrillero andaluz (Francisco López Herrera), FMC Luis Ortega Brú, San Roque. [ISBN: 978-84-936474-6-9. Depósito Legal: CA 193/2010].
Antonio Pérez Girón (2012): Vicente Terrero, un sanroqueño en las Cortes de Cádiz, Colección Albalate, Ayuntamiento de San Roque. [ISBN: 978-84936474-9-0. Depósito Legal: CA 288/2012].
Del mismo modo, Antonio Pérez Girón creó las colecciones de libros de estudios históricos Albalate y de memorias Los pasos encontrados, en el marco de la Fundación Municipal de Cultura "Luis Ortega Brú". A finales de 2008 fundó, y dirige en la actualidad, la Revista de Estudios Sanroqueños "Lacy".

Artículos y colaboraciones en libros colectivos

Cabe destacar los siguientes artículos y colaboraciones en libros colectivos, aparte de los aparecidos en la revista Almoraima del Instituto de Estudios Campogibraltareños.
Antonio Pérez Girón (2003): "Acerca de Patria y federalismo, de Francisco María Tubino", en Actas del X Congreso sobre Andalucismo Histórico, Fundación Blas Infante, Sevilla, págs. 205-214. [ISBN: 84-86814-74-8. Depósito Legal SE 2746/2003].
Antonio Pérez Girón (2004): "Memoria del pueblo exiliado de Gibraltar en San Roque", en Alejandro del Valle / Inmaculada González (eds.): Gibraltar, 300 años, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, Cádiz, págs. 435-450. [ISBN: 84-96274-43-8. Depósito Legal: CA 828/04].
Antonio Pérez Girón (2010): "San Roque, vicisitudes de un pueblo en la Guerra de la Independencia", en Alberto Ramos Santana / Santiago Moreno Tello (coords.): Invasión y guerra en la provincia de Cádiz (mayo 1808-febrero 1810), Diputación Provincial de Cádiz, Cádiz, págs. 303-318. [ISBN: 978-8492717-08-8. Depósito Legal CA 551/2010].
Antonio Pérez Girón (2011): "San Roque en los años 50. Crónica de la vida cotidiana en el inicio de las excavaciones en el yacimiento de Carteia", en Juan Blánquez (coord.): Carteia III. Memorial, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, págs. 377-409. [ISBN: 978-84-8344-167-1. Depósito Legal: M 6941/2011].
Antonio Pérez Girón (2012): "Antonio Galiardo y Luis Ortega, últimos alcaldes republicanos de San Roque", en Santiago Moreno Tello (ed.): La destrucción de la democracia: vida y muerte de los alcaldes del Frente Popular en la provincia de Cádiz, volumen 2, Consejería de Gobernación y Justicia-Junta de Andalucía, Sevilla, págs. 295-318. [ISBN: 978-84-695-1214-2. Depósito Legal: SE 39/2012].
Antonio Pérez Girón (2012): "El año en que San Roque redescubrió Carteia", en Juan Blánquez Pérez (coord.): Julio Martínez Santa-Olalla y el descubrimiento arqueológico de Carteia (1953-1961), Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, págs. 61-68. [ISBN: 978-84-8344-327-9. Depósito Legal: M 27610/2012].

Literatura y creación

Nuestro autor ha cultivado tanto la poesía como la narrativa, aunque fundamentalmente la primera. Se distingue por un lenguaje coloquial, reflotador de las expresiones populares andaluzas, que no desdeña sin embargo los recursos poéticos más clásicos en unos poemas que, generalmente, están escritos en verso libre. La temática más común es la amorosa y la social. Si bien son muchas las herencias, pueden identificarse tres notas características a lo largo de su lírica. En primer lugar, Antonio Pérez Girón sigue cierta tradición andaluza barroca, en la línea ensayada recientemente por Juan Lamillar. En segundo término, podemos encontrar ecos de la llamada poesía comprometida o de la conciencia, con singular incidencia de la figura de su paisano Carlos Álvarez Cruz. En tercer y último lugar, persiste la impronta de la generación del 50.
En cuanto a la narrativa, está cargada de referencias históricas y parece dirigida a completar el propósito de trascender desde la memoria individual hasta la colectiva. Así pues, se entrecruzan testimonios, autobiografía y periodismo de investigación en unas obras normalmente ambientadas en la Guerra Civil española.


Poesía

Antonio Pérez Girón (1994): Algo ha de llegar, Ayuntamiento de San Roque, San Roque.
Antonio Pérez Girón (1997): Todas las ciudades, en Almoraima, nº 18, Instituto de Estudios Campogibraltareños-Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, págs. 39-45. [ISSN: 1133-5327. Depósito Legal: CA 868/89].
Antonio Pérez Girón (1995): Pasión gris del contraluz, en Almoraima, nº 14, Instituto de Estudios Campogibraltareños-Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, págs. 23-28. [ISSN: 1133-5327. Depósito Legal: CA 868/89].
Antonio Pérez Girón (2000): "A quien importe", en Almoraima, nº 24, Instituto de Estudios Campogibraltareños-Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, págs. 17-22. [ISSN: 1133-5327. Depósito Legal: CA 868/89].
Antonio Pérez Girón (2001): "Salón Alameda" en Varios Autores: Proemio uno. Poesía 2000, Ayuntamiento de Loja, Loja, págs. 149-162. [ISBN: 84-931927-1-6. Depósito Legal GR 883/2001].
Antonio Pérez Girón (2008): "Tránsito de los cuerpos", en Varios Autores: Proemio ocho. Poesía 2007, Ayuntamiento de Loja, Loja, págs. 41-50. [ISBN: 978-84-934528-4-1. Depósito Legal GR 1684/2008].
Antonio Pérez Girón (2012): Album de fotografías dispersas, Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, Algeciras. [ISBN: 978-84-938776-6-8. Depósito Legal CA 355/2012].


Narrativa

Antonio Pérez Girón (2006): "El misterio del baúl", en Varios autores: Cuentos sanroqueños, Ediciones SM, Madrid, págs. 63-75.
Antonio Pérez Girón (2006): Las fronteras del destino, Delegación de Asuntos Sociales-Ayuntamiento de San Roque, San Roque. [ISBN: 84-938424-2-0. Depósito Legal: CA 287/2006].
Antonio Pérez Girón (2010): Una señal en el cielo (cuentos de la Guerra Civil), Ayuntamiento de Miguelturra, Miguelturra. [ISBN: 978-84933526-7-7. Depósito Legal CR 785/2010].


Recitales

Asimismo, ha participado en numerosos recitales y actos, recibiendo, por otro lado, diversos premios y reconocimientos.
1975. Tercer premio de poesía "Año Internacional de la Mujer". Málaga. 1979. Colabora en la revista poética sanroqueña “Cuestarriba”. 1981. Funda el grupo cultural "Luz de Mayo". 1987. Funda la revista literaria "Albarracín". 1989. Recital de poesía Día de Andalucía. Ayuntamiento Castellar. 1992. Recital "Jóvenes Poetas". Aula de Literatura José Cadalso. San Roque. 1994. Recital poético hermanamiento con Bucraa (Sahara). Ayuntamiento San Roque. 1994. Recital poético solidaridad con Ruanda. San Roque 1996. Recital colectivo “5º Aniversario Aula José Cadalso”. 1998. Recital colectivo homenaje a García Lorca. Centro Rafael Alberti. San Roque. 2000. Lectura en Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar. 2008. Primer finalista Certamen de Poesía Artífice (Loja, Granada). 2008. Primer Premio de Relatos sobre la Mujer (San Roque, Cádiz). 2009. Mención de honor del Certamen Literario Adolfo Utor Acevedo (Denia, Alicante). 2010. Accésit XXXII Certamen Literario Carta Puebla (Miguelturra, Ciudad Real).








A QUIEN IMPORTE 
Antonio Pérez Girón 




La tarde envuelta en 
campanadas de iglesia, 
de rnujeres de negro 
de una ceniza imposible. 
Deshilado el rocío 
sobre pétalos cruciales. 
Recuerdo otras lágrimas 
y otros disparos, urdimbre 
de palabras y besos. 
Esta tierra de alas rotas 
y de sueño de cloroformo 
que despierta de la larga noche, 
donde el pensamiento 
abre poros nuevos 
y no deja de pensar versos 
que nadie escribe. 
Deja crecer el poema en barbecho 
como en la huerta temprana, 
mientras que el verde intenso 
llene los ojos de paisaje. 
Reclamo tu presencia, 
empeñado en ser ilusión. 
Y te busco. Te busco 
en los pueblos, en las plazas 
donde cantan los niños. 
En estas ciudades de locos, 
al filo de la quimera. 

Sueño de días de asfalto 
y del sepultado de sombras, 
en el rito de la mañana. 

Y visito los puertos, 
y entro en los barcos 
entre nieblas pobladas de focos. 
Entro en los hospitales, 
pregunto a los mendigos. 
Voy a los teatros más apartados, 
a la tristeza de los talleres. 
Subo a las peñas. Miro 
en los rompientes ¿Dónde 
están tus manos confinadas? 
¿Quién impide que germine la palabra? 
La muerte tiene detrás 
de las sombras 
cargadas sus pistolas. 

¿Dónde está Miguel? ¿Dónde Antonio? 
¿Dónde Emilio? 
¿Quién nos llenará las manos de trigo? 
Con los poetas proscritos, 
todos perdemos la voz. 
Un muerto será insuficiente 
para ellos. 
¿Acaso ignorabas que eras 
de los que tenías que morir? 
Déjate llevar 
más allá del vacío. 
Nos quedaremos con el miedo 
a la espera de otras primaveras 
para dar nombre a las cosas. 
Cuando tengamos que conquistar 
otra vez los patios, 
los minaretes, los glaciares.

Incendiado abril, hundidos 
los barcos, hecho escombros 
las ciudades, me duele tu último 
sueño de ser agonizante, 
abono del barro más puro. 
Y me duele tu miedo 
al perder el pie en la noche, 
al sentirte perdido y con frío, 
escrutando el silencio oscuro, 
y la angustia de los besos 
que no has dado. 
Semillero de margaritas negras 
remueve la tierra tu sangre. 
Muerto sin remedio, 
sin poder aliviar las heridas 
en el agua del pozo 
o en el arroyuelo claro. 
Comparecemos poetas 
de tercera fila y tocamos a rebato 
para expulsar a mercaderes 
y delatores de esperanzas. 
Nos sentimos pocos, cimarrones 
de la razón del Sur. 
¿Qué quieres que te diga? 
Veo poco claro el horizonte. 
Se me queda escorada 
la esperanza sobre los altos edificios, 
donde la yedra de neón 
quema el aire. 

Sabes bien que hay 
soledades distintas, quietudes 
sin consuelo. No, no 
son fáciles estas horas 
habitadas de fragmentos 
de plenilunio, de ceniza 
sin acequia ni espacio. 
Lejos del arrullo violeta 
sin poder pronunciar 
sangre, pétalo, tierra, 
palabra, eco. 

Pero tu nombre 
quedó escrito a favor 
de un viento de derrota. 
Cada soplo fue una página 
entre las ramas de los árboles 
de un estío que se llenó de citas. 
Ahora hablas con la canastera 
en los rincones 
del oriente gitano. 
Transparente tu figura 
se cniza, recitando sueños 
de olivares 
en la Huerta de San Vicente. 
Deainbulas entre el cobre, 
el fuego y la aldea. 
En un rincón Mariana Pineda 
borda la bandera de la libertad, 
y Antonio el Carnborio se desangra 
pronunciando tu nombre. 
Las mujeres cosen, 
sentadas en sillas de enea 
sin presagiar finales, 
y el viejo negro 
que conociste en Harlem, 
sigue tocando cansinamente un blues. 

Federico, 
si no muriese ese primer momento 
casi nacido a impulsos y dolor de parto. 
Si no avanzase11 los minutos 
en busca de un espacio que separa. 
Si lo de ayer siempre fuera 
un presente detenido. 
Si pudiésemos adormilar 
con engaño infantil las horas vividas. 
Si despertaras a esta hora, 
si no te l-iubieses ido, 
si acallaran las pistolas