José María Matás Moreno
Nació en Vélez-Málaga un poco más abajo de la casa en la que María Zambrano dio sus primeros pasos, lo que, sin suponer ningún mérito, siempre ayuda a decorar cualquier perfil biográfico. Y, además, es verdad. Debe a Verne y a Ibáñez sus primeros grandes gozos como lector, aunque probablemente ningún otro libro de su infancia le marcaría tanto como aquella espantable antología de relatos que “la señorita Charo” le obligó a leer, titulada Los cuentos de la calle Broca.
Apasionado de la política (siempre acarreará el lastre de no haber podido votar en el referéndum de la OTAN con la absurda excusa de que sólo tenía nueve años) y periodista frustrado, vocacional y autodidacta (el orden de los factores no altera el resultado), terminó estudiando Filología Hispánica en la Universidad de Málaga, donde cursaría más tarde estudios de Tercer Ciclo dentro del programa Tradición Clásica y Modernidad Literaria en Hispanoamérica.
Fundador de la extinta revista cultural La Pluma y el Tiempo y autor, entre otros, del libro de poemas Cristales rotos y de la obra teatral Un mar de fondo, con la que fue finalista del III Premio Internacional de Teatro para Autores Noveles Agustín González, viene colaborando desde hace más de una década con artículos sobre crítica cultural y reseñas de libros en diferentes publicaciones y medios digitales como Salina. Revista de Lletres, literaturas.com, Ojos de Papel, Dosdoce o Destiempos.
Piensa, con Kafka, que “un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro” y, con Sartre, que “El mundo puede prescindir perfectamente de la literatura, pero puede prescindir del hombre todavía mejor”.
De vez en cuando habla de sí mismo en tercera persona, pero sólo por pudor.
Tiene obra poética publicada en revistas y en webs especializadas (Calicanto, literaturas.com…), así como un volumen de poesía, Cristales rotos, Col. El monosabio, Ayuntamiento de Málaga, junio de 2003. Forma parte de la Antología de Jóvenes Poetas Malagueños ‘Frontera Sur’ editada por el poeta Francisco Ruiz Noguera en 2007.
No tiene e-book, pero sí un limonero.
http://ellibrofago.com
11-SS
En el paraíso de la traición
nada es verdad ni mentira.
Existen cruces, lunas, judíos, talibanes
y hamburgueserías.
Se fuma y se bebe a escondidas.
En el paraíso de la traición
el jabón resulta sospechoso,
el esparadrapo cierra la boca siempre a los otros,
que no son, vaya a creerse, siempre los mismos,
y las fachadas son además de forma
fondo para las mayores ignominias.
En el paraíso de la traición,
no me importa repetirlo,
suena a veces una ópera,
aunque sólo sea para disimular,
la ropa se hace de más o de menos y daña,
y los aviones y los laboratorios
no consiguen silenciar el eco de los ratones enjaulados.
Después, es verdad, tal vez suene un piano,
por encima de los pasos que llevan a las viejas escondidas.
Un piano que rasga y asoma por las altas chimeneas
como el humo por Navidad en casa de un muerto.
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