FRANCISCO SÁNCHEZ-ARJONA
Y SÁNCHEZ-ARJONA
Francisco Sánchez-Arjona y Sánchez-Arjona (*5 de junio, 1856 en Villafranca de los Barros) fue un doctor español de la facultad de filosofía y letras, y poeta, de la familia de los de su propio apellido que ya figuran en esta obra. En Sevilla estudió la segunda enseñanza, y en las universidades de Sevilla y Madrid siguió la filosofía, doctorándose en la Central el año de 1878. Sus aficiones a la literatura, que las tuvo desde sus primeros años en las aulas universitarias, le llevaron a publicar un buen número de poesías y artículos en los periódicos de Madrid, y animado por el éxito que lograron sus ensayos literarios, se entregó al periodismo en 1875, dándose a conocer en El Iris, revista literaria por él dirigida, y en la Revista Literaria, en que asiduamente redactaba.
En Sevilla, más tarde, dirigió El Eco de Sevilla, La Gaceta Comercial y El Fígaro, todos tres diarios democráticos, y en El Arte, Las Cuatro verdades y La Escena revistas también por él dirigidas, escribió cotidianamente de literatura y de historia, a la vez que colaboraba en multitud de periódicos de Madrid y provincias. Donde más ha sobresalido este escritor fue en estudios políticos y poesías líricas, algunas de estas muy elogiadas por los críticos y reproducidas frecuentemente en varios periódicos y almanaques festivos. No hemos de hacer aquí la crítica del vate extremeño, ya conocido suficientemente en la república de las letras. Al lector toca hacerlo, juzgando así de las facultades poéticas y de la inspiración del Sr. Sánchez-Arjona. Pero si nos sustraernos de este trabajo, no omitiremos decir que el poeta extremeño fue llamado a prestar su concurso en las Sociedades Económicas de Amigos del País de Sevilla y Cádiz, y a propuesta del Ayuntamiento de Sevilla fue recomendado al Gobierno para una gracia que lo recompensara sus servicios prestados a la ciudad durante su inundación, en 1880, y previo el oportuno expediente le fue concedida la cruz de Beneficencia de segunda clase.
Obras
Poesías líricas (Sevilla, 1875).
Fábulas de salón y poesías (Sevilla, 1880).
El Trabajo (canto) (Sevilla, 1880).
Guía general de la provincia de Badajoz para 1881 (Fregenal de la Sierra, 1881).
Guía general de la provincia de Badajoz para 1882. (Badajoz, 1802).
Á UNA AMIGA
Después que el Hacedor hubo creado
La tierra, el mar, el sol y el ancho cielo,
Esto dijo Satán desde su trono
Allá en lo más profundo del infierno:
— «Imposible es que Dios hacer consiga
Otro sol más fulgente que el que ha hecho;»
Y como Dios oyese tal blasfemia
Desde lo más hermoso de los cielos,
Fara dar un mentís á la osadía
Del monarca terrible del Averno
Dos soles más creó; creó tus ojos
Aun mas que el sol de nuestra España bellos.
LA MARIPOSA
Una linda y pintada mariposa
Vagaba con placer de rosa en rosa,
En todas se paraba
Y sus esencias dulcidas libaba;
Gozando en los amores,
Que le brindaban las divinas flores,
Se engrió con su suerte,
No acordándose nunca de la muerte;
Mas, como en este mundo todo acaba
Sucedió que, muriendo cuanto amaba,
Galas y adornos, del invierno rudo,
bajo el sudario crudo
La infelice murió, sin que tuviera
Quien por ella una lágrima vertiera.
Niñas bellas que hacéis con los amores
Lo que la mariposa con las flores,
Recordad este cuento;
Pues, sé de más de ciento
Que en tener mil galanes
Cifraron sus afanes,
Y ellos uno por uno se marcharon
Y sólo les dejaron
Un desengaño más para su historia
Y un recuerdo infeliz en su memoria.
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