Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 30 de enero de 2012

1104.- NAZHUN BINT AL QALAI



NAZHUN BINT AL QALAI
Nació en Granada. Habría vivido durante el siglo XI. Se ha relacionado a Nazhun con importantes poetas de mediados del siglo XII, Ibn Quzman (famoso zejelero), el ciego Al Majzumi, Al Kutandi, etc.
La característica fundamental de estos creadores se refiere a su condición libertina, condición que también se encontraba presente en sus escritos.
Fue también catalogada por sus contemporáneos como una mujer desvergonzada, de ágil ingenio y pronta a la réplica.
Nazhun mereció un elogio muy significativo por parte de sus contemporáneos, pues lbn Said, a quien debemos otras referencias de mujeres escritoras, dijo de ella que:
"sus poemas a veces eran superiores a los de los hombres".






POEMA NÚMERO DOS

Di a ese hombre rastrero unas palabras
que se repitan hasta el día del juicio: e
n Almodóvar te criaste,
donde la mierda extiende su perfume,
donde incivilizados nómadas caminan con orgullo,
por eso te enamoras de todo lo redondo;
naciste ciego y amas a los tuertos.
He pagado poema por poema; por mi vida,
ahora dime quién es mejor poeta;
si soy mujer por mi naturaleza
mi poesía es hombre.





FRAGMENTO

..Has de encender el fuego y una lluvia
de sedas desordene
la firmeza final de tu mirada...





Nazhun Bint Al-Qala'i

Poeta andalusí S,XI y/ o XII

Tomado de Poesía femenina hispanoárabe del siglo XII: imagen de un equívoco. Jessica Castro y Raquel Villalobos. Página visitada en Agosto 2007

Pocos son los datos que se conservan de esta importante poetisa, pero sabemos que su lugar de origen fue en la ciudad de Granada. Desconocidas son las fechas de su nacimiento y de su muerte, a pesar de ello se sostiene que Nazhun habría vivido durante el siglo XI. (Garulo, 1988: 110)

Se ha relacionado a Nazhun con importantes poetas de mediados del siglo XII, entre los que se destacan Ibn Quzman (famoso zejelero), el ciego al-Majzumi, al-Kutandi, etc.

La característica fundamental de estos creadores se refiere a su condición desvergonzada y libertina, condición que también se encontraba presente en sus escritos. Tales rasgos cobran real importancia al ser relacionados con el comportamiento de la poetisa, quien fue también catalogada por sus contemporáneos como una mujer desvergonzada, de ágil ingenio y pronta a la réplica.

En el caso de la poesía de Nazhun, cobra especial relevancia el contexto de producción de su obra, el que nos es dado a conocer mediante la introducción de los momentos o situaciones en que fue creado el Poema número dos: Nazhun es invitada a casa del gobernador de Granada, Abu Bakr Ibn Sa'id. Éste había organizado una especie de reunión a la que también había sido llamado el poeta ciego Al-Majzumi.

A lo largo de la velada se produce un altercado entre este poeta y Nazhun, el cual comienza con leves discusiones, pero de un momento a otro, toma senderos insospechados:

"(...) Al-Majzumi preguntó: ¿Quién es esta mujer tan distinguida? Una vieja, contestó la poetisa, que podría ser tu madre. Mientes, dijo el ciego, no es ésa la voz de una vieja, sino el acento de una puta en celo cuyo hedor se huele a una legua de distancia. En ese momento intervino Abu Bakr Ibn Sa'id: Maestro, ésta es Nazhun bint al-Qala'i, la poetisa. Y dijo al-Majzumi: He oído hablar de ella; ¡que Dios no le permita oír nada bueno ni le muestre más que vergas! Y Nazhun gritó: Viejo infame que te contradices, ¿qué tipo de bien puede escuchar de ti una mujer? El poeta, después de meditar un rato, recitó:

Sobre la cara de Nazhun hay una sombra de belleza/ y bajo sus vestidos aparece la vergüenza; / los que a Nazhun acuden, dejan a las demás: / quien se dirige al mar, menosprecia las acequias. " (Garulo, 1988: 113-115)

Frente a estos insultos Nazhun responde airadamente, dando origen al Poema número dos:

"Di a ese hombre rastrero unas palabras/ que se repitan hasta el día del juicio:/ En Almodóvar te criaste,/ donde la mierda extiende su perfume,/ donde incivilizados nómadas caminan con orgullo,/ por eso te enamoras de todo lo redondo;/ naciste ciego y amas a los tuertos./ He pagado poema por poema;/ por mi vida, ahora dime quién es mejor poeta;/ si soy mujer por mi naturaleza/ mi poesía es hombre. " (Garulo, 1988: 114-115)

A partir de la observación del Poema número dos debemos destacar la preponderancia de algunos elementos que participan de la estructura del mismo.

El Poema número dos de Nazhun es una fiel representación del género satírico, cuyo fin es ridiculizar y atacar agudamente al poeta Al-Majzumi. Por consiguiente, este poema

Nazhun Bint Al-Qala'i

Tomado de Poesía femenina hispanoárabe del siglo XII: imagen de un equívoco. Jessica Castro y Raquel Villalobos. Página visitada en Agosto 2007

Pocos son los datos que se conservan de esta importante poetisa, pero sabemos que su lugar de origen fue en la ciudad de Granada. Desconocidas son las fechas de su nacimiento y de su muerte, a pesar de ello se sostiene que Nazhun habría vivido durante el siglo XI. (Garulo, 1988: 110)

Se ha relacionado a Nazhun con importantes poetas de mediados del siglo XII, entre los que se destacan Ibn Quzman (famoso zejelero), el ciego al-Majzumi, al-Kutandi, etc.

La característica fundamental de estos creadores se refiere a su condición desvergonzada y libertina, condición que también se encontraba presente en sus escritos. Tales rasgos cobran real importancia al ser relacionados con el comportamiento de la poetisa, quien fue también catalogada por sus contemporáneos como una mujer desvergonzada, de ágil ingenio y pronta a la réplica.

En el caso de la poesía de Nazhun, cobra especial relevancia el contexto de producción de su obra, el que nos es dado a conocer mediante la introducción de los momentos o situaciones en que fue creado el Poema número dos: Nazhun es invitada a casa del gobernador de Granada, Abu Bakr Ibn Sa'id. Éste había organizado una especie de reunión a la que también había sido llamado el poeta ciego Al-Majzumi.

A lo largo de la velada se produce un altercado entre este poeta y Nazhun, el cual comienza con leves discusiones, pero de un momento a otro, toma senderos insospechados:

"(...) Al-Majzumi preguntó: ¿Quién es esta mujer tan distinguida? Una vieja, contestó la poetisa, que podría ser tu madre. Mientes, dijo el ciego, no es ésa la voz de una vieja, sino el acento de una puta en celo cuyo hedor se huele a una legua de distancia. En ese momento intervino Abu Bakr Ibn Sa'id: Maestro, ésta es Nazhun bint al-Qala'i, la poetisa. Y dijo al-Majzumi: He oído hablar de ella; ¡que Dios no le permita oír nada bueno ni le muestre más que vergas! Y Nazhun gritó: Viejo infame que te contradices, ¿qué tipo de bien puede escuchar de ti una mujer? El poeta, después de meditar un rato, recitó:

Sobre la cara de Nazhun hay una sombra de belleza/ y bajo sus vestidos aparece la vergüenza; / los que a Nazhun acuden, dejan a las demás: / quien se dirige al mar, menosprecia las acequias. " (Garulo, 1988: 113-115)

Frente a estos insultos Nazhun responde airadamente, dando origen al Poema número dos:

"Di a ese hombre rastrero unas palabras/ que se repitan hasta el día del juicio:/ En Almodóvar te criaste,/ donde la mierda extiende su perfume,/ donde incivilizados nómadas caminan con orgullo,/ por eso te enamoras de todo lo redondo;/ naciste ciego y amas a los tuertos./ He pagado poema por poema;/ por mi vida, ahora dime quién es mejor poeta;/ si soy mujer por mi naturaleza/ mi poesía es hombre. " (Garulo, 1988: 114-115)

A partir de la observación del Poema número dos debemos destacar la preponderancia de algunos elementos que participan de la estructura del mismo.

El Poema número dos de Nazhun es una fiel representación del género satírico, cuyo fin es ridiculizar y atacar agudamente al poeta Al-Majzumi. Por consiguiente, este poema




domingo, 29 de enero de 2012

1103.- ABEN ABDERRABIHI (Ibn ‘Abd Rabí-hi)




ABEN ABDERRABIHI 
(Ibn ‘Abd Rabí-hi)

Abû ‘Umâr Ahmâd ibn Muhammad ibn ‘Abd Rabí-hi ibn Habîb. Poeta, cronista, pedagogo e iniciador en Al-Andalus del género adab. Nació en Córdoba en II de Ramadán del 246 de la Hégira (860 d.C.). Murió en 18 de Yumada I del año 328 (950). Parece que tenía entre sus ascendientes a un esclavo libertado por Haksâm I, y figuró como cliente omeya, agasajando sucesivamente (según Dozy) a cuatro de los soberanos que rigieron los destinos de Al-Andalus: Muhammad I (852-886), Al-Mwndir (886-888), ‘Abd Allâh (888-912) y ‘Abd al-Rahmmân III (912-961), con más importantes para conocer el estado de la civilización andalusí del tiempo en que se escribió, y es un verdadero mosaico donde se halla esbozado casi todo el saber de la época.

Se compone de veinticinco libros con nombres de piedras preciosas, en los cuales el autor nos muestra su gran capacidad selectiva a la hora de cribar las fuentes orientales y de tópicos que anteriormente trataron otros autores; no obstante, esto no disminuye su valor como fuente de información del panorama social, político, moral y literario de su tiempo. La composición se nos presenta como un todo continuo, comenzando cada libro con una introducción que lo relaciona con la temática del anterior.

El Collar se inicia con una introducción en la que Ibn ‘Abd Rabí-hi, declara que compuso la obra con ánimo de recoger en ella cada una de las joyas más selectas de las letras de sus antepasados. Y es por ello que siente la necesidad de llamarla collar único, ya que engarza en un solo hilo torzal, con un orden pulcro y cuidado, una a una, las veinticinco joyas preciosas; epítome de la elocuencia, que justifica el contenido de cada libro.

A grandes rasgos, en él se hace participe al lector de una visión general que comprende aspectos tales como política, gobierno, relaciones entre gobernantes y súbditos, asuntos militares, el lenguaje correcto, la ventaja de saber el modo y el contenido de la educación, esbozos biográficos de hombres famosos, anécdotas, obligaciones religiosas, etc.
Anwar G. Chejne, en su Historia de España Musulmana, nos hace un detallado desglose de cada uno de los libros que componen el ‘Iqd:

Al-lu’lu’ah (la perla) trata del gobierno bueno y justo y de la necesidad de obedecerlo; se recomienda una conducta ejemplar al gobernante. Se cita para este efecto máximas de sabiduría. El gobernante necesita ayudantes como los chambelanes, jueces, consejeros y demás, que tienen que ser leales y capaces. Al gobierno se considera equivalente a la justicia, y al gobernante se compara con un pastor. El gobernante debe procurar el bienestar de la comunidad, juzgar y corregir los casos de injusticia, buscar el consejo de los hombres sabios y prudentes, pero nunca el de un maestro, tejedor, pastor, o que tiene trato con las mujeres.

Al-farîdah (la perla única) trata de la guerra. La define como una lucha cuyo escudo es la paciencia, su hacha es el engaño, su eje es la industria... Se citan antiguas sentencias concernientes al modo en que se debe luchar, y una lista de héroes y caballeros árabes y sus hazañas. Se trata de las armas, los caballos, la estrategia y otros detalles.

Al-chabarchadah (el topacio) trata de la generosidad y los regalos. Gran número de máximas y tradiciones apoyan la generosidad y condenan la avaricia; la concesión de favores es alabada por los sabios, el Profeta, y sus compañeros; hombres famosos por su generosidad, y el mejor modo de pedir favores y cumplir promesas.

Al-chumânah (la perla, o cuenta de plata) trata de las embajadas. Sobre las embajadas a los reyes persas y a los gobernantes musulmanes, el modo de solicitar audiencia o de pedir favores, cómo excusarse, pedir perdón, cómo los comentarios ingeniosos pueden salvar la vida a un condenado y cómo corresponder con un gobernante.

Al-marchânah (la pequeña perla) trata del arte de dirigirse a un gobernante. El dirigirse al gobernante debe hacerse con claridad y elocuencia, y no sin ceremonia y reverencia. Es acostumbrado el besar su mano, aunque a algunos gobernantes no les entusiasma esta practica. Una respuesta aguda e inteligente puede ser motivo de una recompensa generosa y de la salvación de un condenado; la alabanza del gobernante, la petición de perdón; y la correspondencia entre gobernantes.

Al-yâkûtah (el zafiro) trata del saber (‘ilm) y la educación (adab). La ventaja del saber, y cómo puede adquirirse y propagarse; cómo deben emplearlo los eruditos y cómo deber ser considerado con deferencia y respeto. Hay dos clases de saber: el del cuerpo y el de la religión; los gobernantes deberían saber genealogía e historia. "El que quiera ser erudito que investigue una disciplina, y el que quiera ser hombre educado (adîb), que estudie todas las ciencias" Y entre las tradiciones proféticas se encuentra el dicho Profeta (s.a.s): "Un hombre es sabio miestra busca la sabiduría, y si piensa que todo lo sabe, es un ignorante". Otra máxima es: "Que el saber sea tus bienes y la educación (adab) tu adorno".

Al-chawharah (la joya) trata de los proverbios. Los proverbios son "el adorno, la esencia, y las joyas del lenguaje". A lo largo de los tiempos han sido empleados por árabes; son más duraderos que la poesía y mejores que la oración. Allah se sirvió de ellos en el Corán, y lo mismo hicieron profetas y eruditos. Presenta una buena selección de proverbios atribuidos a hombres ilustres de las épocas islámica y preislámica. Los proverbios con sus connotaciones buenas o malas, describen las cualidades humanas, y corrientemente se acuñan como resultado de la experiencia u observación individual; también se refieren a animales y fenómenos de la naturaleza.

Al-zumurrudae (la esmeralda) trata de las exhortaciones religiosas y el ascetismo. Este libro menciona una gran cantidad de hombres que fueron famosos por sus consejos espirituales y conducta austera –profetas, eruditos, hombres religiosos-; exhortaciones de padres a hijos; sermones famosos. Las exhortaciones y el ascetismo se definen: la mejor exhortación es la que parte de un hombre sincero y está dirigida a un individuo imparcial. El ascetismo es el frenar los apetitos del alma, y el no permitir que la paciencia sea arrollada por lo que está permitido. Seguidamente se considera el miedo, la esperanza, el arrepentimiento, la peste, el llanto, la risa excesiva, las tribulaciones de los creyentes, la templanza, el retiro, la jactancia, el determinismo divino, la invocación a Allah y la petición de perdón.

Al-durrah (la perla) trata de los pésames y elegías. Las elegías van encaminadas a ablandar el corazón, y hacer que las lágrimas retenidas broten ante la muerte y otras calamidades; las lamentaciones en muertes y entierros; elegías famosas a hombres ilustres; necrológicas y epitafios; elegías de padres y madres a hijos, esposas a sus maridos, hermanos a hermanos; y elegías a concubinas.

Al-yatîmah (la perla única) trata de la genealogía y las virtudes de los árabes. "El que no sabe genealogía no conoce a la gente, y el que no conoce a la gente no debe considerarse como perteneciente a ella", dice Ibn ‘Abd Rabí-hi. Hace remontar el origen de la humanidad a los tres hijos de Noé, y trata largamente sobre la procedencia de la tribu Kuraysh y su subdivisión en otras muchas; señala la excelencia de cada una de ellas y los hombres ilustres que tuvieron en épocas preislámicas e islámicas. Hace las distinciones normales entre árabes del Norte y del Sur; llama la atención sobre la pretensión de los Shu’ûbiyyah de igualdad con los árabes, y la refutación de Ibn Kwtaybah.

Al-´aschadah (la joya dorada) trata del lenguaje de los árabes. Este libro consiste en invocaciones famosas, dichos, exhortaciones, alabanzas, sátira, amor y otros temas que se cree representan el lenguaje árabe más escogido, más claro y más elocuente.

Al-muchannibah (la perla frontal) trata del arte de la conversación. Ibn ‘Abd Rabí-hi dice que la conversación es la forma más difícil del lenguaje, ya que requiere respuestas rápidas, ingeniosas e inteligentes de acuerdo con la ocasión. Da cierto número de ejemplos mostrando el grado de inteligencia y sagacidad necesarios en las diferentes circunstancias.

Al-wâsitah (la perla central) trata de los sermones y discursos. Consiste en una selección de sermones y discursos famosos, de los más elocuentes pronunciados desde los púlpitos, en las ferias y en las cortes de los gobernantes. Están incluidos los sermones del Profeta y sus sucesores, califas, gobernadores y hombres elocuentes.

Al-muchannibah al-thânyah (la segunda perla frontal) trata de la escritura y sus instrumentos, y de la historia de los secretarios. En este libro la escritura árabe se remonta a Adán, y se comenta la evolución de sus caracteres y el modo de escribir un libro. Incluye una alabanza de los secretarios y escritores, y menciona a los más famosos, los requisitos de un secretario, tales como el vestido y la buena letra "la cual es lengua de la mano, la belleza de la conciencia, el embajador del intelecto, la voz del pensamiento, y la armadura del saber". El mejor secretario es aquél que declara su intención al principio y escribe elocuente y claramente; otros requisitos son que tenga una sólida educación en poesía, historia, biografías de hombres ilustres, gramática y estudios religiosos, porque un secretario es: <>. El resto del libro trata de los instrumentos de la escritura: pluma, tinta, tinteros, papel, sellos reales; y acaba con ejemplos de correspondencia para expresar un deseo, cursar invitaciones, recomendaciones y dar las gracias, alabar, etc.

Al-´aschadah al-thânyah (la segunda joya dorada) trata de la historia de los califas. Este libro es una historia política que empieza con Mohammad y acaba en la época del autor. Incluye los califas ortodoxos, los omeyas de Damasco, y los gobernantes omeyas de Al-Andalus. Termina la obra con un poema propio en el que canta, año por año, las expediciones militares de su protector ‘Abd al-Rahmân III. Su técnica consiste en hacer un bosquejo biográfico del gobernante describiendo su físico, fecha de sucesión, virtudes y muerte; incluyendo también los nombres de sus mujeres, hijos, secretarios, chambelanes, visires y jueces.

Al-yatîmah al-thânyah (la segunda perla única) trata de las historias de Ziyâd, al-Hachchâch, los ‘Alíes y los Barmacíes. Este libro es, en realidad, una continuación del anterior, pero centrándose principalmente en Ziyâd y Al-Hachchâch, los dos capaces gobernadores del Irak bajo los Omeya; los ‘Alíes, y la famosa familia de los Barmacíes, que sirvieron a los ‘Abbâsíes. Explica su encabezamiento afirmando que todas estas gentes fueron "el eje del gobierno sobre el que descansaba el pivote de la política; el origen de la administración, la fuente de la elocuencia y epítome de claridad". El libro acaba con un examen de conjunto de los califas ‘Abbâsíes, hasta incluir al califa Al-Mutî (946-974).

Al-durrah al-thânyah (la segunda perla) trata de los tiempos árabes. Ibn ‘Abd Rabí-hi considera importante el período preislámico debido a sus capitales acontecimientos. Trata de las guerras tribales y sus principales protagonistas con especial mención de héroes y poetas y algunas de sus hazañas; sus relatos de los principales acontecimientos del período empiezan generalmente con el encabezamiento del Yawm (día) de tal o tal otra tribu.

Al-zumurrudah al-thânyah (la segunda perla) trata de la excelencia de la poesía. Este libro está dedicado a lo más selecto de la poesía, refiriéndose al famoso Mu’allakât, a una evaluación de poetas y a la excelencia de la poesía. Los poetas más importantes se escogen de entre los compañeros de los profetas y generaciones posteriores, y se incluyen algunos de sus poemas de alabanza, sátira, amor y otros temas.

Al-chaawharah al-thânyah (la segunda joya) trata de la prosodia. Este libro trata del arte de la versificación, con detalladas explicaciones en verso y se explican los metros poéticos y las rimas, y se dan las reglas para componer versos. Cada etapa está ilustrada con ejemplos.

Al-yâkûtah al-thânyah (el segundo zafiro) trata del canto y la opinión que de él tiene la gente. Ibn ‘Abd Rabí-hi justifica su inclusión diciendo que este arte es "alimento del oído, la pradera del alma, el manantial del corazón, el campo del amor, el solaz del triste, el compañero del solitario y la provisión del viajero". Más adelante citas las opiniones de filósofos y musulmanes importantes que alaban la excelencia de una buena voz y una buena canción relacionada con la poesía, lo cual se aprecia en la sociedad islámica. Tras exponer los pros y los contras, cita una gran cantidad de cantores y canciones.

Al-marchanah al-thânyah (la segunda pequeña perla) trata de las mujeres y sus cualidades. Este libro incluye numerosas opiniones acerca de las virtudes y defectos de las mujeres. Se supone que Al-Asma’î dijo: "Tras la proclamación de la shahada, nada ennoblece más que un buen matrimonio; y tras la incredulidad, nada envilece más que un mal matrimonio." Salomón dijo: "Una mujer equilibrada construye su hogar, mientras que la mujer de mala lengua lo destruye".

Al-chumâh al-thânyah (la segunda perla) trata de los falsos profetas, los locos, avaros y tramposos. Este libro ofrece historias divertidas sobre estas gentes, con el propósito de entretener.

Al-zarbachadah al-thânyah (el segundo topacio) trata de la naturaleza humana y animal, y de la excelencia de los países. Este libro toma en consideración las principales características del hombre y los animales, y reflexiona acerca de su disposición natural: el alma racional va en pos de las ciencias y la verdad, mientras que el alma bestial aspira a satisfacer sus deseos de comida, bebida y sexo. Se citan las opiniones de físicos y filósofos en lo que respecta a la naturaleza de los seres vivientes, y se discuten las características individuales de animales y pájaros. Se hace una breve descripción de algunas de las provincias y mezquitas del Islam, especialmente las de La Meca y Jerusalem. La última parte trata de asuntos diversos que van desde los ángeles hasta la longitud de la tierra, la magia, el veneno, el mal de ojo y la donación de regalos.

Al-farîdah al-thânyah (la segunda perla única) trata de los alimentos y la bebida. Este libro ofrece una clasificación de los alimentos según sean valiosos a dañinos; nombres de alimentos y la manera de tomarlos; y consejos para mantener la salud; la nutrición y el sueño en relación con las comidas; y las horas adecuadas para comer. Se habla de las varias bebidas, haciendo una distinción entre las que están permitidas y las que están prohibidas.

Al-lu’lu’ah al-thânyah (la segunda perla) trata de las bromas y anécdotas. Bromas y anécdotas son "el recreo del alma, la primavera del corazón, el alimento del oído, la fuente del descanso y la mina de la alegría". Están admitidas por los profetas y los principales musulmanes. El libro incluye un gran número de historias, bromas, anécdotas y adivinanzas.

La obra fundamentalmente aborda el saber y la educación. El autor reproduce en ella los conceptos musulmanes del tema tal y como se encontraba en las obras de adab de sus predecesores y contemporáneos del Oriente, señalando la importancia del saber, su utilidad y sus virtudes; exhortando a las gentes a ir en pos de él y repitiendo las reflexiones de sus antecesores acerca de sus múltiples aspectos. Hace referencia a los principales eruditos, sus cualidades y sus posturas ante determinados asuntos y temas. Define el saber y la educación como "los pilares en los que descansa el eje de la religión y del mundo. Diferencian al hombre de los animales, y al ser racional del irracional. Son la esencia del intelecto, la iluminaria del cuerpo, la luz del corazón, y el timón del alma... La prueba es que el intelecto comprende las ciencias del mismo modo que la vista recibe el color y el oído los sonidos. Verdaderamente la persona inteligente a la que nada se enseña, es como la que no tiene ningún intelecto (‘aql). Y si no se educase a un niño, y se le enseñase a leer y escribir, sería como el más estúpido de los animales y la bestia más aberrante" (Chejne).

Para Ibn ‘Abd Rabí-hi, el saber no es sólo útil, sino indispensable para todo el mundo, y en particular para las personas que ocupan ciertos cargos; así, los reyes deben saber genealogía e historia; los guerreros biografía, y los mercaderes matemáticas. Para nuestro autor sólo hay dos tipos de saber: el del cuerpo y el de la religión.

Llama erudito al que se dedica al estudio de una sola disciplina, y el que se dedica a varias es un hombre educado. Hace hincapié en lo incompleto de la formación de los que buscan la religión a través de la filosofía –cayendo en la herejía-, los que buscan la riqueza a través de la alquimia, y los que buscan las tradiciones, no estando a salvo de las mentiras.

El saber debe ser la única mira de todo individuo, ya que es el mejor de los bienes, como se expresa en algunos de los consejos o máximas de su obra. Asimismo, nos refiere una anécdota en la que, preguntando el gramático Al-Sali Ibn Ahmâd sobre -¿Qué es mejor, el saber o la riqueza?, respondió: -El saber; y a la de -¿Por qué, entonces, los eruditos se congregan ante la puerta de los reyes, y no éstos ante la puerta de los eruditos?, contestó: -Porque los eruditos saben cuál es la posición de los reyes, y los reyes no saben cuál es la de los eruditos.

Concluye la obra señalando que el saber se adquiere con la educación, que consta de cinco etapas: silencio, saber escuchar, memorización, acción y propagación.

Se le atribuye a Ibn ‘Abd rabí-hi la autoría de otra obra, titulada Anales de Córdoba, aunque la noticia de la misma está recogida por Casiri, sin que se haya visto confirmada por la corroboración de los autores antiguos. Suponemos que Casiri se refiere a la parte histórica de El Collar de la Paloma y no a la que atribuye a ‘Abd Rabí-hi.

Asimismo compuso nuestro autor gran número de poesías, que coleccionó en una obra titulada Al-Mahaçkat, en la que cada una de las piezas exóticas va seguida de otra composición moral o religiosa, con el fin, según decía, de purificar las ideas profanas de las primeras con los sentimientos religiosos que exhortaban las segundas (‘Abd Abî).
Así, pues, no todos sus poemas son de carácter adulatorio y cortesano, y prueba de ello son los siguientes versos amorosos:



Ella se despidió de mí con suspiros y abrazos,
y luego me preguntó cuándo habríamos de encontrarnos nuevamente.
Presentóse a mí sin velo, al descubierto, y la aurora
recibió de ella nueva luz (por la hermosura de su cuello)
rodeada por las aberturas de la túnica y los collares.
Oh tú, cuyo semblante languidece sin enfermedad: ante los ojos
está el lugar de combate para los amantes.
Ciertamente que el día de la separación es un día terrible
en grado sumo. ¡Ojalá que yo hubiere muerto antes del
día de la separación!


http://www.islamyal-andalus.es/




El mejor representante de la poesía de inspiración cortés es Ibn ‘Abd Rabbih, en quien el amado se transfigura en espectro de luz, genio, con la presencia de la muerte del amor:


El espectro de mi amado viajó de noche desde lejos
para mediar entre mis ojos y el sueño;
pasó la noche, hasta el amanecer, con mi mano
como almohada de su mejilla, y la suya,
como almohada mía.

No sé si eres genio que me ha cautivado, ser humano,
sol del mediodía que brilla para mí, o luna
u ojos que conducen los deseos con su mirada
hasta que es como si estuviese la muerte en ella.

Ibn ‘Abd Rabbih, Dīwān, pp. 31-32.








1102.- HASSANA AT-TAMIMIYYA BINT ABU-I-MASI




HASSANA AT-TAMIMIYYA BINT ABU-I-MASI
Hassana At-Tamimiyya Bint Abu-I-Masi (VIII-IX) Poeta española. Nació en la provincia de Granada -entonces llamada Elvira- a finales del siglo VIII y es por tanto la primera poetisa árabe de al-Andalus. Su abuelo fue un sirio damasceno que se instaló en El Jau (Santafé de Granada ) y su padre, Abu-l-MMafsi, fue un poeta panagirista del emir Abderrahmán I y seguramente también el primer poeta árabe nacido en tierras hispánicas. Tuvo la desgracia de despertar las iras del príncipe Hisam -luego emir Hisam I- que ordenó cortarle la lengua a causa de unos versos en los que se creía satirizdo. Cuentan las crónicas que, insólitamiente, la lengua le vovlvió a crecer en parte. De todas formas, Abu-l-Mjsi fue compensado por la familia omeya de esta mutilación, recibiendo una pensión o unas propiedades, cuyos derechos van a ser el tema de la poesía de su hija. Hassana debió aprender a hacer poesía con su padre y, como él, escribió poemas al estilo antiguo o beduino, panegíricos en honor de os emires al-Hakam I (796-822) y Abderrahmán II (822-852), para conseguir la protección del primero como huérfana y soltera y del segundo, como viuda con hijos.






Al emir Abderrahmán II pidiéndole protección contra Yabir, 
gobernador de Elvira


Hacia el de la generosidad y la gloria
fueron mis cabalgaduras, desde lejos,
abrasadas por el fuego del mediodía,
para que repare mis quebrantos,
pues es el mejor reparador,
y para que me proteja
del señor de la injusticia, Yabir.
Mis hijos sin padre y yo
estamos en sus manos,
como pájaros en las garras de un águila.
Mucho merezco que de mí se diga
que estoy aterrada por la muerte de al-Hakam
que era mi valedor;
¡caiga sobre él la lluvia!
Si viviese,
el destino feroz no me hubiese entregado
a la ferocidad de un poderoso.
¿Conseguirá Yabir borrar
lo que la mano de al-Hakam escribió?
Entonces la mayor maldad
se cometerá con lo que poseo.












A al-Hakam I con motivo de la muerte de su padre Abúl-l-Majsí


A ti vengo ¡oh al-Hakam!
doliente por Abu-l-Majsi.
¡Dios riegue su tumba
de lluvia perenne!
Yo vivía en la abundancia,
amparada en su bondad,
hoy me refugio en la tuya
¡oh al-Hakam!
Tú eres el guía
al que toda la gente sigue
y al que todas las naciones
dieron las llaves del poder.
Nada temo si tú eres el escudo
en el que me protejo;
ningún mal podrá afligirme.
¡Continúa cubierto de una gloria
que hace someterse a árabes y no árabes!














A Abderrahmán II, agradeciéndole el haberle atendido a su petición


¡Oh hijo de los dos Hisam!
el más generoso de los hombres,
el mejor pasto para quien lo anda buscando.
¡cuando entra en el combate,
blandiendo su lanza,
tiñe su extremo de pusísimo rojo!
Decidle: ¡Oh el e más preclaro linaje
de todos los humanos
de noble estirpe por sus padres y abuelos!
Has sido generoso conmigo
y no has consentido en mi injusticia:
por ello has de ser siempre alabado.
Si acampo, me cubres con tus dones,
y si parto, me das el viático para el camino.




Selección: María de Jesús Rubiera Mata.





martes, 24 de enero de 2012

1101.- MARCOS JIMÉNEZ LEÓN


Marcos Jiménez León, poeta autodidacta, natural de los cerros de Úbeda, procede de los barrios marginales de la lírica, sin más equipaje que el insomnio, la ambición de llegar el primero a la meta del olvido y la misma convicción poética de Angelus Silesius.

Tiene publicados dos poemarios: El Coleccionista de Momentos (Editorial Ficciones 2005, Colección Escalera del Agua) y la Melancolía de los Relojes (Delegación de Cultura y Patrimonio Excmo. Ayuntamiento de Granada 2007, Colección Granada Literaria Poesía) comparte publicaciones con poetas invisibles, como él: Espirales Poéticas en la Vega de Granada, La Última Canana de Pancho Villa, Manjares para los Monstruos, Para qué el Tiempo y otros Poemas… , etc. Acude si le llaman a lecturas sin aparente transcendencia. Dispone de un pequeño espacio en una emisora de radio en Torreperogil, su pueblo natal. Es fundador del grupo ecologista El Chaparral, miembro de Greenpeace, fundador de la Asociación Cultural Amigos de la Moto de Época de Granada, etc. Después de un largo trayecto en el mundo de la telefonía, en la actualidad restaura casas antiguas y es jardinero.




OTOÑO FUGAZ


Me paré a pensar.
Mientras pensaba
me olvidé del tiempo.


El otoño estaba a punto de llegar.
Podría arrastrarme
como hoja desahuciada de su árbol.


Me paré a pensar.
Quedé paralizado,
como un muerto.


Sin saber
si era un destello la vida,
si tenía que despertar.


Salí corriendo.
Pisando los relojes
que funcionaban.


El tiempo se cubrió de silencio.
Ya no pude pensar en nada.
Había caído sobre mí el otoño.








OTOÑO ANÓNIMO


Ya es otoño.
Apareció un aire misterioso.
Frases desarticuladas.
Sonidos sin atuendo.


Se agitan los gigantes.
Se cobijan los sombreros.


Posos de visionarios cafés
tras el ramaje de lluvia cautiva.
Vuelan impermeables negros
sobre tejados sedientos.


Ya es otoño.
Resuena olvido de otros nombres.
Arrastra compases que perdemos.


Todo el año llevo lluvia en mi cartera,
fragmentos de retratos antiguos,
metamorfosis de niebla,
gusanos de madera.


Todo el año lleva el otoño
simulando ser primavera.






EL HOMBRE SIN CIELO


En un piso interior
vive un hombre sin escaleras.


Desconoce
los saludos forzados
bajo el hielo de los ascensores,
la desnudez del tiempo.


En el pasillo
cultiva azucenas.
Bravías enredaderas
arropan el lecho de caracolas.


Iluminan el techo
suspiros de violetas,
romances de sirenas,
piratas borrachos
rescatados de una botella.


Las zapatillas
cobijan una antigua guitarra,
regalo del Misisipi en su juventud de algodón.
Echa de menos
los colores de la tarde al alejarse,
los arroyuelos
de la lluvia en los cristales cuando llora.


Sueña viajar
sobre una estrella fugaz.


Ser relámpago, granizo,
raíz perezosa;
un bosque de plata
donde nunca se oculta el sol.








LA SANGRE DE LAS HOJAS


Caen las hojas
desairando al tiempo;
una tras otra.
Larvas de amapolas,
madres huérfanas,
los labios de las rosas.


Caen las hojas.
Una tras otra
desnudan los otoños,
olvidan el nombre de su árbol.
Todas se aclaman tierra,
jaspe blanco.


Somos bosques en llamas.
Náufragos de riadas.
Figuras de humo.
Interminables pasillos de hospitales.
Corredores huecos de mazmorras.
Saliva de una risa prestada.


Solo hojas.
Lluvia polvorienta.
Arcilla roja sin ser modelada.
Silencio eterno entre latido y latido.






BALADA INARMÓNICA


(soneto imperfecto)


Un árbol caído en tierra inhóspita soy,
un monolito que se resquebraja.
Acudieron los gusanos de albahaca,
la voz del viento espolvoreando esencias.


Dejó el invierno en mis blancos anillos
las pasiones de miradas extrañas,
calendarios con amigos tachados,
monólogos que caminan despacio.


El espíritu de la noble lluvia
y bandadas de gorriones de hierba
anidaron mi herida corteza.


Un cielo amarillo de limoneros
convirtió los terrones en avena;
de mi piel, nuevos campos renacieron.
















domingo, 22 de enero de 2012

1100.- IVONNE SÁNCHEZ BAREA


Ivonne Sánchez Barea
Española, nace en Nueva York – Estados Unidos en 1955. Pintora, escultora y poeta. Estudia en Colombia, Francia y España. Vive, escribe y pinta en Cájar (Granada)
Precozmente alianza la expresión poética-artística unificando disciplinas como propio compromiso vital.
Artista multidisciplinar y versátil, cuenta con múltiples exposiciones en ámbitos Nacionales, Europeos e Internacionales.
Su pintura ha sido expuesta en aforos nacionales e internacionales: Museo de Arte Moderno de Guatemala, Planetario de Bogotá, Art-Event (Lille-Francia), Centros Culturales y Artísticos en Andalucía y España. Su obra artística se encuentra en colecciones privadas e institucionales de todos los continentes. En la década de los 90 gana el primer premio de Escultura convocado por la Casa del Principado de Asturias en Madrid.
En la actualidad es Embajadora de Mujeres Poetas Internacional Y Embajadora de Poessible, proyectos culturales Internacionales; miembro 100mil poetas por el Cambio, miembro de la Asociación Espejo de Alicante, Asociación Arte-Fenix, fundadora de la Asociación Cultural Granada13artes, de A.VE.CA – Asociación de Vecinos de Cájar, Poeta miembro itinerante de: “Los Poetas Sorprendidos”, “Poetas de la Era”, “Poetas del Siglo XXI”, participa en los encuentros poéticos: “Poética en Gredos”, “Poetas de Pradosegar” (Ávila) y “Poetas en Villafranca” (Córdoba), World Poetry Festival Isla Mujeres, México, Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora, entre otros. Participa cómo invitada en Festivales Internacionales de Poesía en América, colabora con la Unión de Escritores Hispanoamericanos, con la Academia Iberoamericana de Poesía capítulo Málaga, presenta en la Fundación Corripio el poemario del Premio Nacional de Poesía, Mateo Morrison. Dicta conferencias a nivel institucional en el Ministerio de Cultura de República Dominicana, entre otros. Gana varios Premios de Poesía; en Republica Dominicana y Estados Unidos, finalista certamen Luna Azul – Zaragoza 2011. Incluida en la Red Mundial de Escritores en Español y la Cátedra Miguel Delibes.
Publica en innumerables antologías poéticas. Tres de sus poemarios se han puesto en circulación bajo seudónimo. La editorial Latin Heritage Foundation, publica algunos de sus trabajos, para ser distribuidos mundialmente además tiene pendiente la publicación de varios poemarios. Ha colaborado escribiendo capítulos en libros científicos especializados, en revistas literarias, científicas y poéticas.
“Amalgama, Ama al Gama , en su sangre y sus culturas, como resultado de las constantes migraciones de la historia... con identidad universal, denomina a las “musas” como sus más fieles aliadas y compañeras. Simplemente se reconoce creadora. “


ivonnesanchezbarea@yahoo.es

http://www.ivonne-art.comhttp://vateyarte.blogspot.com









Rendición

Me rindo,
me rindo ante los brazos
que se elevan y me abrazan,
niño de la guerra,
niño huérfano,
con piel de hambre y angustia seca.

Se vence la vida
partiendo el alma,
nadie elige la suerte,
ni el tiempo,
ni la historia.

Me rindo,
me rindo recogiendo los pedazos
del corazón doblado,
me encojo desde mis esquinas
y me tiendo sobre el prado.

Sobre el prado,
la sangre se vuelve verde
y vuelo rendida hacia al cielo,
llorando la esperanza,
besando la tierra
que me cobija antes de vivir
y después de muerta.

Me rindo porque aun estoy viva.








Hojas

Me rizo con las hojas

entre la luz y la sombra,

penetro hasta la tierra

y muerdo el verde gris

y me rizo de nuevo nadando
la viva hojarasca.
Ivonne Sánchez Barea y Fernando Sabido Sánchez







Un adiós sin despedida

Te fuiste
de puntillas
sin dar la cara;
quedó el beso,
silenciado,
quieto, apresado en la intención rememorada.

Te fuiste
callando la palabra,
sin una letra
de tu mano,
en despedida abierta,
apretada quedó la frase agazapada.

Te fuiste
sin nombrar
de tu guante
la pluma encantada,
que con la delicia de versos
acallados,
muerta quedó la palabra.

Te fuiste
con la soberbia
pintada en tu hazaña,
culpando sin admitir error,
cerrando sin abrir las ventanas,
clausurando el posible tacto del conocerte.

Te fuiste,
y me dolió
porque ni tu llegada fue inútil,
ni tu adiós sin despedida fértil,
queda quieta en la memoria,
una sensación dispersa
de no conocernos el alma.




jueves, 19 de enero de 2012

AL GAZAL [1.099]



Al-Gazal

Yaḥyà ibn al-Ḥakam al-Bakrī (en árabe, يحيى بن الحكم البكري) (Jaén, 772 - 866), llamado por su belleza al-Ġazāl الغزال ('la gacela'), fue un poeta andalusí conocido por su capacidad para la sátira y por ser precursor en introducir ciertos rasgos coloquiales el lenguaje poético de al-Ándalus, aunque no será hasta la literatura de las taifas que aparecezca una poesía escrita en dialecto andalusí en moaxajas y zéjeles.
Nació en el seno de una familia aristocrática de linaje árabe y desempeñó altos cargos con los emires omeyas de Córdoba. Viajó a tierras normandas y bizantinas como embajador.
Según una anécdota de ˁAbbās ibn Nāṣih, el más importante poeta de al-Ándalus de la primera mitad del siglo IX, se dio a conocer en la corte de Alhakén I corrigiendo una casida de Ibn Nāṣih.
Su biografía está llena de anécdotas legendarias basadas en su carácter. Tuvo fama de pensador independiente y de poseer un espíritu libre. Su condición le hizo acreedor de grandes odios por parte de alfaquíes y ulemas, guardianes de la ortodoxia religiosa islámica, contra quienes dirigió sus ácidas invectivas.
Destacó, por tanto, en el género satírico, con una extraordinaria habilidad para el registro popular del árabe, si bien también dominó el panegírico, con el que comenzó su trayectoria como poeta dirigiendo sus versos laudatorios a Alhakén I. A pesar de ello, su carácter irreductible le llevó a dirigir sus dardos en algunos de los más destacados miembros del séquito de Abderramán II, como el eunuco Naṣr o el gran poeta y músico Ziryāb. Estas sátiras despiadadas le ocasionaron el ostracismo del cuarto emir cordobés, que le desterró a Irak.
Su estancia en Iraq, de todos modos, le permitió conocer la poesía de los modernistas que practicaban autores de la talla de Abū Nuwās. Los modernistas componían poemas a los placeres epicúreos, creando géneros novedosos como el báquico. Así, quizá sea Al-Ġazāl el primer poeta andalusí en escribir una composición de este género, muy elogiada por los círculos literarios de Oriente. El poema describe de un modo realista y con un lenguaje coloquial las costumbres bohemias, libertinas y exquisitas de al-Ándalus. También se recuerda a Al-Ḥakam Al-Bakrī por una extensa urğūzah (poema de métrica rağaz) en la que relata la conquista de Hispania, la guerra entre visigodos y musulmanes y la historia de los valíes y emires desde la invasión sarracena hasta sus días.

Ibn Ḥayyān, en su Al-Muqtabis II, definió su calidad poética con las siguientes palabras:

Tenía grandes dotes poéticas y una dócil inspiración que le permitía recorrer los distintos estilos con dulces palabras, hermosos conceptos y abundante estro. La mayor parte de su poesía se inclina a lo festivo y la broma, por lo que a veces usa palabras populares y vulgares, si bien en su producción elaborada y depurada es buena y excelente. Junto a su brillante educación, era un sabio variado, abundante, capaz de frivolidad al hablar, chistoso, profundo, donoso en sus noticias, cuyo recuerdo era permanente en preteridas épocas.
Ibn Ḥayyān, Al-Muqtabis II.





El Valí


Me dijo el cadí pidiéndome consejo
acerca de un hombre aparentemente justo
al que había nombrado valí:
“¿Qué crees tú que hará?”
Y le contesté:
“¿Qué hacen los abejorros con las abejas?
Picotean sus colmenas, se comen la miel
¡y luego dejan el resto para las moscas”.







Emulación de Abu Nuwas.


Cuando vi que los bebedores
habían agotado la bebida,
cogí el odre bajo el brazo
y me fui a buscarla a otra parte.


Y cuando llegué a la taberna
llamé a su dueño
que acudió en volandas
con los ojos entornados
por temor a mí y a mis iguales.


Le dije: dame a probar el vino;
y cuando me lo hubo dado
le arrojé mi túnica y mi capa diciéndole:
préstame una prenda con la que cubrirme.


Me dió a cambio un cinturón de mujer.
Por dios, que no habría cumplido mi trato
ni habría respetado el intercambio
de no ser fiel cumplidor de mi palabra.


Y regresé con mis compañeros
sin haberme enojado.
Había cumplido mi palabra
y obtenido en buena ley mi rescate.







Por la boca.


Cualquier hombre, salvo el hombre de palabra,
se asombra de las faltas de los demás.
El único capaz de ver a alguien sin tacha
es aquél que actúa, además de hablar.



EMBAJADA DE AL-GHAZAL A TIERRAS DE LOS MAYUS

Visita del embajador del emir Abd ar-Rahman II a los vikingos de Dinamarca en el siglo IX. 

En este artículo les quiero presentar un personaje que formó parte de la corte de nuestro ya conocido emir abd ar-Rahman II. Se trata de al-Ghazal. Su nombre completo era Abu Zakariyya Yahya b. Hakam al-Bakri al-Jayyani, apodado al-Ghazal (la gacela). Nacido en Jaén allá por el 772 en el seno de una rica familia aristocrática de linaje árabe. Recibió una esmerada educación, dominaba la poesía, la filosofía, la astronomía y la alquimia. Sin embargo, pasó a la historia como diplomático del emirato cordobés.

 Al-Ghazal recibió este apodo por ser muy guapo. En poesía andalusí “gacela” es metáfora de belleza.  Además de apuesto y elegante, llamaba la atención, por su porte, sus  andares erguidos y su figura esbelta. Si a estas cualidades le sumamos un saber estar, una educación refinada,  un carácter sociable y alegre, nos podemos hacer una idea de cómo era al-Ghazal.  

En la corte tenía sus admiradores y sus detractores, pero sabía hacer frente a sus adversarios con su réplica, muchas veces en forma de sátira. Tenía gran habilidad usando su ingenio, su valor y su astucia. Al-Ghazal tenía la capacidad de saber adaptarse a situaciones, a complicarse la vida y salir de ello como un triunfador. Entre sus amigos contaba con Ibn Firnas, del que hablamos en artículos anteriores y Tammam ibn Alqama, gracias al cual conocemos hoy la historia de esta embajada.  
    
La vida de Al-Ghazal fue intensa y llena de experiencias fascinantes, como la embajada a tierras de los vikingos, hecho histórico que fue recogido por el cronista del siglo XII ibn Dihyah. Éste, a su vez, obtuvo la narración del viaje de la mano de un contemporáneo y amigo de al-Ghazal, el ya mencionado Tammam ibn Alqama. 

Los historiadores siguen hoy día debatiendo acerca de la veracidad de esta narración. El texto árabe de ibn Dihyah fue traducido y publicado por dos historiadores que difieren, entre otras cosas, sobre el destino final de esta embajada. Mientras uno opina que la visita de al-Ghazal fue a Irlanda, el otro sostiene que fue Jutlandia (Dinamarca). En este artículo sigo la teoría de que el destino final fue Jutlandia.

Tras la derrota de los mayus en Sevilla, el representante del rey vikingo hizo una visita oficial al emir abd ar-Rahman II.  Durante dicha reunión el emir aceptó con gusto la invitación formal a tierras vikingas, para sellar la paz entre ambos pueblos.

El emir decidió que la persona idónea para dicha empresa era el poeta al-Ghazal, quien ya había demostrado sus dotes diplomáticas en una misión anterior a tierras Bizantinas.

La expedición hacia tierras del norte comenzó en la primavera del 845. Las naves se estaban preparando en Silves. Esta hermosa  ciudad, del sur de al-gharb, contaba con un puerto fluvial, unos astilleros, una fila de molinos que adornaban la orilla del río Arade, que desemboca en el océano Atlántico. Silves estaba rodeada por montañas con bellos bosques de pinos y nogales, cuya madera se empleaba para la construcción de barcos.

Los silvenses era gente culta, tenían el don de la improvisación para la poesía, ya fuera un mercader, un campesino o un noble.

De esta hermosa ciudad del Algarve, zarparon las naves andalusíes y las vikingas. La safina andalusí llevaba velas latinas y dos remos laterales colocados a popa. A esta safina la acompañaban naves auxiliares más pequeñas. Por su lado los mayus prepararon sus knörr, naves comerciales, que les servirían de guía hasta llegar a Jutlandia.

Al-Ghazal  fue acompañado de su amigo Yahya b. Habib. Según dicen éste había inventado una especie de reloj, por ello le pusieron el mote de sabih al-munaikila (señor del reloj).

Según el texto de ibn Dihya siguiendo el relato de Tammam, cuenta que:


 “en cuanto salieron a mar abierto y pasaron el gran promontorio que sale al mar y que forma la frontera más occidental de al-Andalus, que es la montaña conocida como “Aluwiyah” (cabo de Finisterre en la bahía de Vizcaya), continúa relatando que sus lados son escarpados y se alzan en pendiente hacia la cima.”


Ahí fue donde el mar se enfureció. Se levantó un fuerte viento, que hizo temer a al-Ghazal por su vida. Más tarde escribió:  


“Yahya me dijo cuando pasábamos entre olas como montañas,
Y los vientos nos avasallaban desde el oeste y el norte,
Y las dos velas se desgarraron y los cables se cortaron,
Y el ángel de la muerte nos extendía inevitablemente sus manos,
Y veíamos la muerte como el ojo ve cada estado
¡Oh, amigo mío! ¡ ésta gente no tiene capital alguno en nosotros!”



Superada la tormenta, llegaron después de varios días a las islas de Jutlandia:

 “llegaron a una gran isla en el océano con corrientes de agua y jardines. Se encontraba a tres días de navegación de tierra firme. Allí estaban los mayus, demasiado numerosos para ser contados y alrededor de la isla hay muchas otras islas, todas habitadas por mayus. La tierra colindante es también suya y tiene una extensión de varios días de viaje.”

“la actual isla de Dinamarca tiene forma circular y es arenosa. Tiene cuatro ciudades principales, muchos pueblos y puertos protegidos. La distancia desde la costa de la isla hasta la ciudad de Alsiyah, situada a la izquierda del viajero según entra en el país, es de 25 millas. Esta ciudad es pequeña pero civilizada y tiene mercados permanentes y edificios filos y está situada cerca de la costa.”

Dinamarca - Jutlandia en el siglo IX
                                                                                                                
Al ver llegar la safina y el knörr, la gente se agolpó en el puerto con curiosidad para ver quiénes eran esos extranjeros. Les llamó la atención la vestimenta andalusí de la comitiva, con amplios trajes bordados en hilos de oro que llegaban hasta el suelo. Asombrados vieron bajar a la comitiva andalusí. Hombres morenos con ojos oscuros, no tan altos. Si bien al-Ghazal cuando realizó ese viaje tenía 50 años y el pelo canoso, pero estaba de muy buen ver y conservaba una buena forma física. 

Al-Ghazal, imagino que también se llevaría su sorpresa al ver las casas, las ropas de la gente, su aspecto tan distinto al andalusí.  Los mayus llevaban ropa más ajustada, casi todos eran rubios o pelirrojos, de gran estatura y cuerpos bien formados. Las mujeres con trenzas solían llevar una camisa de lino que llegaba hasta el suelo con dos tirantes cosidos en los hombros. Cubrían la cabeza con una cofia sujeta con cordones.

Los andalusíes fueron alojados en salr, casas rectangulares de buena calidad y con amplitud destinada a los huéspedes. Durante unos cuantos días descansaron, mientras en el puerto, se afanaban en restaurar la safina. El knörr, que los había acompañado desde Silves, siguió viaje hasta la residencia del rey danés de los vikingos.

El rey Horic I fue informado de su llegada y se alegró mucho. Enseguida ordenó que se organizara todo para su recibimiento.
Este monarca danés era pagano al igual que la mayoría de los vikingos daneses de esa época. Si bien el cristianismo estaba ya haciendo acto de presencia, aún no había cuajado entre la población ni entre la clase gobernante.

Al-Ghazal y su gente, repuestos de la travesía, preparó los regalos y la carta del emir. Luciendo su traje de gala, aseado y animoso se puso en marcha hacia el höll o residencia de Horic I. Previamente había exigido que se respetara el protocolo de no postrarse ante el rey danés, ya que él solo se inclinaba ante el emir de Córdoba. Surgió entonces la anécdota, que cuando llegó a la puerta de entrada a la sala de audiencia, ésta había sido transformada de tal forma que nadie podía entrar por ella si no era de rodillas. Al-Ghazal se paró delante de ella y reaccionó rápido. Se sentó en el suelo con las piernas alargadas hacia delante y se deslizó sobre su parte trasera. Una vez atravesado el dintel de la dichosa puerta, se puso de pie y saludó al rey con suma educación como si nada hubiera pasado. El rey Horic I, que llevaba un magnífico traje, se sorprendió del ingenio del embajador:
-         
      "Pretendía humillarte y tú en cambio me has mostrado tus zapatos en mi        propia cara" - dijo Horic asombrado.  

Al-Ghazal hizo como no haber escuchado sus palabras y ordenó que le acercaran la carta del emir e hizo traer los presentes para el rey. Horic quedó muy agradecido por los cofres llenos de ropas, vajillas y demás regalos.

El Höll era la residencia del rey, que estaba rodeado por otras edificaciones de diferentes tamaños donde vivían no sólo la familia real sino también los miembros de la corte y los sirvientes. A este grupo de casas entorno al höll se lo llamaba Baer. De esta forma estaban organizadas todas las viviendas de los poblados, es decir, los Baer se formaban entorno a una casa principal, donde vivía un jefe importante. 

Cada Baer disponía de una gran sala comunitaria, donde la gente se reunía para pasar la tarde frente a la chimenea, tenían dos accesos; uno para los hombres y otro para las mujeres. Por la tarde noche  los hombres, solían beber cerveza o hidromiel, comían en las largas mesas de madera robusta, se distraían jugando al ajedrez, debatían acerca de algún tema importante, recordaban hazañas de sus héroes. También hacían hermosas piezas en madera tallada o en metal o preparaban sus armas para la próxima campaña. Cuando se caían de sueño, los hombres solían quedarse dormidos en el suelo algo más alejados del fuego. Esas mismas salas durante el día la ocupaban las mujeres, donde realizaban labores importantes como hilar, cardar o tejer la lana. Gracias al trabajo de las mujeres,  todos disponían de ropa y abrigo para el invierno. Ellas además cuidaban del ganado y se convertían dueñas de su casa mientras los hombres se ausentaban durante las largas expediciones.  

http://www.visitnorway.com/es/Donde-ir/Norte-de-Noruega/Las-Islas-Lofoten/Que-hacer-en-Lofoten/El-Museo-Vikingo-Lofotr-de-Borg-en-Lofoten/

Al-Ghazal se adaptó como pudo no sólo al clima invernal sino también a estas costumbres vikingas, ya que su estancia en Jutlandia se prolongó casi un año. La sala comunitaria del höll de Horic I estaba ricamente decorada, con tallas de madera que hacían referencia a temas mitológicos y heroicos.
                                            
Las paredes estaban adornadas con tapices, manualidades que realizaban las mujeres, en las que se representaban las proezas de sus antepasados. Escudos y armas con incrustaciones de oro, plata y esmalte, brillaban colgados de la pared. El Baer del rey Horic I lo completaba el salr, donde se alojaba la comitiva andalusí y los skemma, donde la reina Nud pasaba casi todo el día junto a sus damas de compañía. Durante las largas noches de invierno, andalusíes y mayus compartieron las horas debatiendo temas diversos, recitando poesía, diciendo adivinanzas. Al-Ghazal le gustaba escuchar las sagas de los vikingos, otras veces disfrutaba en su salr, largo rato jugando al ajedrez o a las damas, en los días de nieve y temporales.  
Un día recibió la invitación de la reina Nud, quien había escuchado hablar tanto de él, que sentía curiosidad por conocerlo. Al-Ghazal al verla se quedó sin palabras y sin pestañear. Entonces ella le dijo al intérprete que le preguntara por qué la miraba así.

-¿Es porque me encuentra muy hermosa o por lo contrario? – preguntó la reina.
-Sin duda es porque no imaginé que hubiera una mujer tan bella en el mundo. He visto en los palacios de nuestro rey, mujeres escogidas para él de entre todos los países, pero nunca he visto entre ellas una belleza semejante. – dijo haciendo gala de sus dotes seductoras.

-Pregúntale si lo dice en serio o está bromeando. – dijo ella al intérprete.
-En serio, sin duda alguna. – contestó al-Ghazal rotundo. 
-¿Es que no hay mujeres bellas en tu país? – insistió la reina Nud
-Mostradme algunas de vuestras mujeres para que pueda compararlas con las nuestras. – le pidió el diplomático.

Entonces la reina reunió enseguida a las mujeres más bellas. Al-Ghazal las observó una a una y dijo:

-Son bellas, pero no son como la belleza de la reina, pues su belleza y sus cualidades no pueden ser apreciadas por todos sino solamente por los poetas. Si la reina desea que yo describa su belleza, sus cualidades y su sabiduría mediante un poema que será recitado en toda nuestra tierra, así lo haré. – dijo al-Ghazal con cortesía.

Más tarde, ya en al-Andalus al-Ghazal contó esta primera conversación con la reina. Su amigo Tammam le preguntó:

-¿Es cierto que eran tan bella como la has descrito? – preguntó Tammam

-¡Por tu padre que tenía cierto encanto! Pero al decirle esto me atraje su afecto y obtuve de ella más de lo que deseaba. – contestó al-Ghazal

Parece ser que la reina quedó fascinada por la personalidad del andalusí, además de atraída por su buen ver, a pesar de que era un hombre entrado en años y lucía una cabellera canosa. Desde ese día, la reina lo llamaba todas las tardes a su estancia, donde pasaban horas hablando. A ella le gustaba escuchar la historia de los árabes, de los musulmanes y de sus países. Un día hubo otra anécdota cuando la reina le preguntó a al-Ghazal la edad que tenía.

-Veinte años. – dijo al-Ghazal bromeando.
-¿Qué joven de veinte años tiene el pelo canoso? – respondió ella siguiendo el juego.
-¿Qué hay de extraño en ello? ¿Acaso no ha visto nunca un potro que tuviera el pelo canoso al nacer? – continuó él.
La reina Nud divertida, se asombró de sus palabras. Al-Ghazal entonces recitó:



“¡oh, corazón mío, soportas una difícil pasión,
Contra ella luchas como si fuese un león!
Estoy enamorado de una mujer vikinga
Que no dejará que se ponga el sol de la belleza,
Que vive en los confines de lo creado por Allah,
Donde no encuentra el camino el que hacia ella va.
¡Oh, Nud, joven y bella, de tus botones brota una estrella!
¡Por mi padre que nada más dulce o placentero
Para mi corazón que aquella a la que veo!
Si tuviera algún día que decir que mis ojos han visto
A alguien como tú, seguramente estaría mintiendo.
Ella dijo: “veo que tus cabellos se han vuelto blancos”.
En la broma, me hizo ella bromear
Y respondí: “¡por mi padre, así nacen los potrancos!”
Y ella rió y admiró mis palabras,
Las dije yo para causar asombro. “


Al finalizar y habiendo el intérprete traducido el poema, dijo ella riéndose:
-¿por qué no te tiñes las canas?
A la tarde siguiente, al-Ghazal acudió a la llamada de la reina y apareció con el pelo teñido de negro. Nud se alegró del cambio y alabó lo bien que le quedaba. Al-Ghazal respondió con lo siguiente:


“por la mañana me elogió por la negrura de mi tinte,
Era como si éste me hubiera hecho volver a mi juventud.
Pero para mí son los cabellos canos y su tinte
Como un sol que queda envuelto por la niebla.
Se ocultan un momento y el viento del este los descubre
Y la capa comienza entonces a desvanecerse.
¡No desprecies el destello del pelo blanco!
Es la flor del entendimiento y la inteligencia.
Tengo lo que ansías en tu juventud,
Elegancia en las maneras y educación.”


Las asiduas visitas a la reina puso nervioso a Yahya b. Habib, quien le llamó la atención a al-Ghazal por los celos o incluso la ira del rey que podría provocar estos encuentros diarios. Entonces al-Ghazal con cara de preocupación le explicó a la reina que los encuentros entre ambos podrían acarrearle muchos problemas e incluso el fracaso de la embajada. La reacción de la reina Nud fue una gran carcajada.

-No hay semejante cosa entre nuestras costumbres y los celos no existen entre nosotros. Nuestras mujeres permanecen con su marido mientras éste le resulte agradable, pero le abandona cuando deja de agradarle.

Estas costumbres sorprendieron sobremanera al andalusí. Casi no lo podía entender, pero quedó mucho más tranquilo sabiendo que no estaba haciendo nada mal. Por lo que las visitas a la reina Nud se sucedieron. Pasó el duro invierno, vientos cálidos de primavera calentaban el rostro de al-Ghazal. Llegado el verano, todo floreció, los animales pastaban, las granjas volvieron a la vida, los mayus estaban más felices, gracias al calor del sol. En septiembre del 846, llegó la hora de la despedida para retornar a al-Andalus. El rey Horic I quedó muy satisfecho de la estancia de su invitado, le entregó cartas de amistad para el emir de Córdoba y unos documentos de paz para el rey de León, Ramiro I, además de regalos para ambos monarcas. Al-Ghazal elogió al pueblo vikingo, alabó sus hazañas grandes y pequeñas. La reina Nud quedó feliz de haber conocido a un hombre tan singular. La safina andalusí zarpó de Jutlandia rumbo al sur. 

Pasadas varias semanas llegaron a Shent Ya´qub (Santiago de Compostela), donde la comitiva andalusí entregó la documentación de Horic I al rey de León. Permanecieron en tierras leonesas unos dos meses hasta el final de la temporada de peregrinaciones. El rey Ramiro I los trató con todos los honores. Pasado ese tiempo continuaron el viaje de regreso atravesando Castilla, escoltados por soldados del rey, hasta que por fin entraron en tierras de al-Andalus. Pasaron por Toledo antes de llegar a Córdoba, donde los esperaba con ansiedad el emir abd ar-Rahman II. La paz quedó sellada con los mayus, hasta la muerte de Horic I en 854, cuando el nuevo rey vikingo dispuso que el tratado de paz ya no tenía vigencia. Así llegó el segundo ataque vikingo a tierras andalusíes. Pero esa ya es otra historia.

Por Elisa Simon 

 BIBLIOGRAFIA:

-Al-Ghazal y la embajada hispano-musulmana a los vikingos en el siglo IX. Mariano G. Campo (Ed.) Miraguano Ediciones 2002
Los dos artículos del libro de Mariano Campo pertenecen a:
W.E.D. Allen publicado en el Saga Book de la Viking Society de Londres
Abdurrahman El Hajjí publicado en la revista Hespéris Tamuda de la Universidad de Muhammad V de Marruecos. 
-Los Vikingos. Rudolf Simek – Flashback, Acento Editorial 2001
-Die Leute von Birka. Sven Nordqvist, Mats Wahl, Björn Ambrosiani. Verlag F. Oetinger, Hamburg -  www.oetinger.de 
-Wikinger. Sehen, Staunen, Wissen. Gerstenberg Verlag.  

LECTURA: 

-Novela histórica: al-Ghazal, el viajero de los dos orientes de Jesús Maeso de la Torre – Edhasa 2002

-http://tratardepensar.wordpress.com/casas-vikingas/ 

Nota: traducciones del texto de ibn Dihyah:

-Traducción noruega: Harris Birkeland “Nordens historie i middelalderen etter arabiske kilder. Oslo 1954 Pag. 83 – 88
-Traducción sueca: Stig Wikander “Araber, Vikingar, Väringer” Lund 1978 Pag. 14 – 17 y 24 – 30.
-Traducción alemana: “Arabische Berichte von Gesandten an germansiche Fürstenhöfe aus dem IX  und X Jahrhundert” Berlin/Leipzig 1927 Pag. 37 – 42.
-Traducción española: “Los historiadores y geógrafos arabo-españoles 800 – 1450 A.D.” Madrid 1898 Pag. 38 – 45.