Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013
domingo, 8 de mayo de 2011
383.- MARÍA SIERRA VARO
María Sierra Varo Atalaya nació en Córdoba (España) el 3 de abril de 1953; está casada y tiene tres hijos.
Cursó estudios universitarios de Ciencias Biológicas que no llegó a terminar, pues al casarse se dedicó por completo a los cuidados de su familia y de su hogar.
Amante de todas las artes, hizo algunas incursiones en pintura, guitarra y solfeo, danza flamenca y modelado en barro, pero es la poesía su mayor pasión, empezando a escribir verso de rima blanca desde los 15 años.
Su afición por las bellas artes viene del lado de su familia paterna, todos poetas, músicos y pintores pero sin llegar ninguno de ellos a dedicarse a ello profesionalmente.
La inspiración de sus primeros versos se basa en las fuentes de Bécquer, Machado y Miguel Hernández. En su infancia pasó largas temporadas en la Sierra de Córdoba; es de ahí que le guste vivir rodeada de naturaleza. También le agrada la lectura y escribir para los niños.
COMENTARIOS A SU OBRA
La obra poética de María Sierra destaca por la cuidada métrica y la sonora rima; es una poesía de tipo amoroso, intimista, profunda y con unos argumentos muy entendibles.
Esta poeta cordobesa nos demuestra en su obra, el dominio correcto de las reglas que rigen para la poesía auténtica. Entre todas sus poesías se puede apreciar una amplia diversidad de las más típicas estrofas en las que se reparte su arte.
En la presente antología, hemos hecho un completo recorrido por toda su obra, entresacando las poesías más adecuadas para adornar estas páginas que se engalanan al recibir las obras de otra poeta andaluza.
Sin más preámbulos, adentrémonos en la lectura de sus poesías para comprobar con sorpresa que unas palabras son incapaces de describir toda la riqueza que encierran los bellos versos de esta destacada poeta.
SONETO A TUS OJOS
Voy mirando tu rostro cada día.
Los años que han pasado no mermaron
esa luz de tus ojos, ni lograron
que perdieran su brillo y su alegría.
Siguen siendo ese faro que es la guía
del loco corazón con que te amaron.
Siempre brillan igual que ayer brillaron
con todo su esplendor y su energía.
La antorcha que ilumina mi sendero
y disipa tinieblas a su paso
marcándome el camino verdadero;
si me miras no llegará el fracaso,
seguiré con mi afán aventurero
y marcharé en la vida sin retraso.
SEGUIDILLA I
El hombre de mis sueños,
pozo profundo,
que cuando a mí se vuelve
en él me hundo.
En la playa se pierden las caracolas,
mi cariño en la arena, como las olas.
Con pinceles de espuma
dibuja el cielo,
y me dice al oído
lo que yo anhelo.
En la playa se pierden las caracolas,
mi cariño en la arena, como las olas.
Trabaja las palabras,
como joyero,
ese hombre de ensueño
es el que quiero.
En la playa se pierden las caracolas,
mi cariño en la arena, como las olas.
Como el color del cielo
tiene los ojos,
liberándome siempre
de mis enojos.
En la playa se pierden las caracolas,
mi cariño en la arena, como las olas.
El hombre de mis sueños,
sabe que existo,
y me busca y me llama
cuando yo insisto.
En la playa se pierden las caracolas,
mi cariño en la arena, como las olas.
SEGUIDILLA II
Florecillas de mayo
decidle al viento,
que le diga que habita
en mi pensamiento.
Gaviota que vuelas
sobre las olas,
dile que sin su amor
me muero a solas.
Campana que repicas
allá en lo alto,
dime si él está triste
cuando le falto.
Océano que bañas
los continentes,
llévale mi cariño
con las corrientes.
Luna que por la noche
velas su sueño,
dile cuando se duerma
que él es mi dueño.
SEGUIDILLA III
Ojos color del cielo
roban mi sueño,
¡ay qué pena amor mío
que tengan dueño!
Como el mimbre en el viento,
mi amor ondea,
en castillos de arena
y olor a brea.
Torbellino en el río,
mi pensamiento,
lo arrastra la corriente
de agotamiento.
Lo que diera mi vida
por poder verte,
desafiaría incluso
hasta la muerte.
Con pinceles de amores
hice un retrato,
¡ay qué pena cariño
que no haya trato!
CUANDO TÚ NO ME MIRAS
Cuando tú no me miras
todo suena a silencio,
¡cuando tú no me miras!
La soledad callada,
me envuelve de tinieblas
teniéndome atrapada.
Cuando tú no me miras
se muere el corazón,
¡cuando tú no me miras!
Se apagan sus latidos,
llenando de nostalgia
los deseos perdidos.
Cuando tú no me miras
vuelan tristes mis versos,
¡cuando tú no me miras!
Se deshojan al viento,
derramando añoranza
pues me falta tu aliento.
Cuando tú no me miras
todo suena a lamento,
¡cuando tú no me miras
se muere el sentimiento!
PARA SOÑAR EL CIELO
Para soñar el cielo
me he mirado en el fondo de tus ojos,
tomé de nuevo el vuelo
y olvidé mis enojos
librando al corazón de sus cerrojos.
Para soñar tu boca
imaginé una fuente de agua clara,
y todo a ti me evoca,
el poder ver tu cara
cuando en la noche el silencio me ampara.
Para soñar contigo
tu imagen dibujé sobre mi mente
y casi lo consigo,
quise besar tu frente
más siempre a mi pesar estás ausente.
HUELE A TIERRA MOJADA
Caen las gotas de lluvia, huele a tierra mojada,
sobre el campo reseco que esponjándose humea,
densos pasan los vientos por la vieja cañada
silenciosos se marchan sin que nadie les vea.
En el cielo las nubes de color ceniciento
con sus rayos y truenos amenazan tormenta,
cantarinas las gotas tintinean su acento,
sobre el suelo marchito de la tierra sedienta.
Oportuno aguacero bendición de los cielos,
cual cortina de agua que en cristal se resbala,
diminuto un arroyo se desliza en los suelos
burbujea cantando y en la calle se instala.
Van saciando la sed la campiña y el llano,
en la sierra, allá arriba la arboleda se agita,
un paisaje lluvioso se divisa lejano.
¡Ya el otoño en el valle ha llegado a la cita!
ONDAS
Sobre el suelo, en un charco
que semeja un espejo,
reflejado en su marco
duerme un olmo ya viejo.
Superficie brillante,
en el agua tensada
donde mira el gigante
su soledad cansada.
Mas de polvo una mota
ha truncado el hechizo,
¡ya todo lo alborota
y todo lo deshizo…!
Agitándose empiezan,
las ondas muy veloces,
y su danza comienzan
pregonándolo a voces.
Se alborota la charca,
la mira el olmo viejo.
¡Ha dejado su marca
la mota en el "espejo"!
EL ARROYO
Pasa raudo el arroyo
arañando la tierra,
serpentea ligero
desde arriba en la sierra.
Torbellino del agua
que derrocha a su paso,
dando vida a la vida,
constante y sin retraso.
Bajo un túnel de zarzas
gigantescas, que crecen
con sus garras punzantes,
las aguas se embravecen.
Más abajo en el llano,
silencioso, reposa
y en sus charcas tranquilas
ya cansado se posa.
En su orilla las cañas
cimbreándose al viento,
y en oculto rincón
bebe un perro sediento.
Al final en la fuente
ya se viste de gala,
con su caño de acero
y en el pueblo se instala.
¡Cuántas veces antaño
de tus aguas bebía,
en tu orilla soñaba
con tu canto dormía…!
CERRAR PUERTAS
Cerrar las puertas quisiera
y decir que no te amo,
tirando la llave fuera.
Ya que mi herida me lamo
como perro vagabundo,
venganza al cielo reclamo.
Te fuiste y en un segundo,
perdida toda esperanza,
se acabó para mí el mundo.
Quiero sacar esta lanza
que hiere mi corazón,
romper la desesperanza,
recobrar nueva ilusión.
`[http://usuarios.multimania.es/autenticapoesia/w8.htm]
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