1952.- JACOBO ORELLANA ESPEJO

Jacobo Orellana Espejo

(Alameda, Málaga,   1.833 - 1.912) 

Comenzó sus estudios de Arquitectura abandonándolos posteriormente para terminar los de Magisterio. Compartió aficiones y tertulias en el Liceo de Granada con Alarcón, Salvador de Salvador, Enriqueta Lozano y Fernández y González. Escribió un "Romancero Histórico", una obra biográfica "Treinta muchachos célebres", un drama en cuatro actos "Justicia de Dios" y ordenó un "Romancero Bíblico de la Infancia". Fue fundador de la peña poética "El Parnaso".

Á LA MEMORIA DEL INSPIRADO VATE, 

PUNDONOROSO MILITAR, 

SR. D. FELIPE TOURNELLE Y BALLAGAS 

ESPINELAS ELEGÍACAS 

Tiempo há que nos conocimos 

Jacobo, y nos estimamos 

desde el punto que nos vimos 

y esta amistad que sentimos 

en el alma la guardamos. 

Y yo tuve que admirarte 

por ser tus obras destello 

de sabiduría y arte, 

y de cuanto forma parle 

de lo noble y de lo bello. 

(TOURNELLE)

Manes sacros, escuchadme, 

Dad voz á mi sentimiento, 

Vuelos á mi pensamiento 

Y en llanto eterno inspiradme. 

Venid, genios, consoladme. 

Si existe humano consuelo; 

Del mundo huyendo el anhelo 

Y azares de vana gloria... 

Legó á ese mundo... ¡una historia! 

Y el alma la volvió al Cielo. 

Los númenes no me inspiran; 

Llorar sólo debo aquí; 

Fuiste hermano para mí; 

Por tí las musas suspiran; 

Por tí hoy los genios deliran

En fúnebre desconcierto... 

El arte llora en concierto 

Y dice en voz dolorida... 

»Fuiste... ¡muy grande en la vida!... 

»¡Más grande... después de muerto..

Un numen sacro, Tournelle. 

Te dio la gloria y el arte: 

Belona... te erigió en Marte, 

Minerva... te dio el laurel. 

Si hoy ya de la hibléa miel 

Que de tus labios fluía 

No libamos la ambrosía... 

El Pindo te guarda flores, 

Las Sórores sus loores 

Y el genio eterna armonía. 

Para tejer tu corona 

Faltan flores al Parnaso; 

Tu gloria, moderno Tasso, 

Llena del saber la zona. 

Si Helicón tristeza entona 

Cipariso á tu sien dando, 

El genio va burilando 

Tu sublime ejecutoria... 

Con lauro eterno la gloria 

Tu diadema va esmaltando. 

Estro que á esa gloria baste 

No es á fé, nó, el estro mío; 

Miro... ¡pequeño el vacío 

De ambos estros en contraste! 

Rocas el cincel desgaste 

Sus timbres eternizando. 

En nuestro pecho exornando 

Luto eterno la amistad. 

Y allá en alma eternidad... 

Su alma justa esté cantando. 

JACOBO ORELLANA ESPEJO

GRANADA