Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 25 de abril de 2014

1.964.- GABRIEL RUIZ DE ALMODÓVAR

                                                 Gabriel Ruiz de Almodóvar, pintado por su hermano José

Gabriel Ruiz de Almodóvar

Gabriel Ruiz de Almodóvar Burgos (Granada, 27 de septiembre de 1865 – ibídem, 25 de diciembre de 1912) fue un abogado y escritor español, notable guitarrista aficionado. Con el apodo de Perico el Moro participó en la Cofradía del Avellano, tertulia artística y literaria encabezada por Ángel Ganivet. Profesionalmente, ejerció desde 1891 en varios destinos como registrador de la propiedad.

Nacido en el seno de una familia acomodada, estudió Derecho en la Universidad de Granada, siguiendo los pasos de su padre que fue decano del Colegio de Abogados de Granada. Ejerció la abogacía mientras se preparaba para ser registrador de la propiedad. Se movió por los ambientes culturales de Granada entablando amistad con Ángel Ganivet, Nicolás María López, Salvador Rueda y otros destacados literatos o artistas, los cuales formaron la Cofradía del Avellano, tertulia literaria encabezada por Ganivet y fundada en torno a la fuente del mismo nombre, lugar donde se reunían los cofrades para celebrar tertulias que tuvieron gran influencia cultural en la época. Era conocido con el apodo de Perico el Moro utilizado por Ganivet para nombrar a uno de los personajes de la novela Los trabajos del infatigable creador Pío Cid.

Participó también en otras tertulias y centros culturales de Granada, como la Academia del Carmen de las Tres Estrellas, creada por Antonio Joaquín Afán de Ribera, que estuvo activa más de un cuarto de siglo; La Pajarera de Matías Méndez Vellido; el Liceo Literario y el Centro Artístico.

Ingresó en el cuerpo de Registradores de la propiedad en 1891 con el número seis del escalafón, siendo destinado sucesivamente a Ceuta, Gaucín, Algeciras y Purchena, aunque durante los periodos de vacaciones siguió frecuentado el ambiente cultural de Granada.

Estuvo casado con Juana Berral y Baena, con la que tuvo una hija.

Falleció en Granada el día de Navidad de 1812.

Obra literaria

Con exquisita pulcritud, corrección y buen gusto, cultivó prosa y verso, escribiendo numerosos artículos y poemas, muchos de los cuales permanecen inéditos o han visto la luz póstumamente. Publicaciones locales como Idearium, La Alhambra, el Boletín del Centro Artístico y otras, incluyeron artículos suyos de carácter costumbrista granadino.

Es especialmente conocido por su participación en el Libro de Granada, proyecto de Ganivet publicado en 1899 en el que también colaboraron otros amigos de la Cofradía, entre ellos José Ruiz de Almodóvar, hermano de Gabriel, autor de varias ilustraciones. Esta obra incluye prosa poética de Ruiz de Almodovar que ha sido calificada como próxima al modernismo.

Dedicó un estudio a Pedro Antonio de Alarcón, al que consideraba su maestro, y otro a su amigo Salvador Rueda, publicado éste último en 1891 con el título Salvador Rueda y sus obras. Anteriormente, ya había escrito un juicio crítico sobre la obra de Salvador Rueda, Cantos de la vendimia que acompañó a la primera edición, efectuada en 1875. También realizó un estudió sobre los cuadros de la Capilla Real de Granada.

Otras actividades

Además de prestidigitador aficionado, fue un distinguido guitarrista, reconocido y alabado por Francisco Tarrega, con quien mantuvo amistad. Influyó decisivamente en Andrés Segovia despertando su interés por la guitarra.

Distinciones

El Ayuntamiento de Granada ha dedicado una calle a su memoria con el nombre «Periodista Gabriel Ruiz de Almodóvar».

El 14 de julio de 2012 se le rindió un homenaje en el Archivo Museo Ruiz de Almodóvar de Órgiva con motivo del centenario de su muerte.




(Poema La Fuente, de Gabriel Ruiz de Almodóvar.
El grabado es de José Ruiz de Almodóvar) 





El periodista Gabriel Ruiz de Almodóvar

Se cumple un siglo de la muerte del periodista amigo de Ganivet. Abogado, registrador de la propiedad y escritor costumbrista aficionado a la guitarra. ¿Quién era la Emparedada del Campo del Príncipe?

Por José Luis Delgado  

Murió un 25 de diciembre de 1912 y con solo 47 años. No está mal recordar estas efemérides de granadinos ilustres a los que el Ayuntamiento dedica sus calles precisamente para mantenerlos en la memoria. 

Tal vez su nombre vaya unido al de su hermano, el pintor José Ruiz de Almodóvar, autor del más conocido retrato de Ángel Ganivet. Gabriel colaboró en la obra costumbrista titulada Libro de Granada, 1899, junto a Ganivet, Méndez Vellido y Nicolás María López, con ilustraciones del preciosista pintor de Priego Lozano Sidro, Isidoro Marín, Rafael Latorre y su propio hermano José. Escribió Gabriel numerosos artículos que andan por ahí en revistas y publicaciones locales: el Boletín del Centro Artístico, las revistas Idearium, Alhambra, etcétera, dedicando estudios literarios a Pedro A. de Alarcón y al modernista escritor y poeta malagueño de Macharaviaya Salvador Rueda. 

No debía ser muy torpe don Gabriel porque, aunque la calle del barrio de los periodistas lo recuerda como tal, bueno es saber que estudió Derecho en nuestra Universidad llegando a ser decano del Colegio de Abogados y obtuvo por oposición el nombramiento de registrador de la propiedad. Los escritos de su sobrino nieto Miguel y su interesante Museo en Órgiva, donde ya le rindió merecido homenaje, nos acercan al personaje y el Diccionario de autores granadinos de la Academia de Buenas Letras completan su biografía. 

Su amistad con Ángel Ganivet le llevó a formar parte de la Cofradía del Avellano a la que pertenecía con el sobrenombre de Perico el Moro. Su afición a la guitarra parece que fue estimada por afamados guitarristas con los que contrajo amistad: Francisco Tárrega y Andrés Segovia que, según dicen, alabaron las cualidades del granadino. Habilidad manual que también desarrolló con su afición a los bonitos juegos de prestidigitación. 

Un día, paseando por el Campo del Príncipe, se sintió atraído por el misterioso balcón de una casa siempre cerrado pero adornado con hermosas macetas de flores; solo se veía salir y entrar a una vieja fea. Se enteró de que allí vivía una bella muchacha rubia, prisionera de don Fulano de Tal que acudía de noche a visitarla. Nunca salía a la calle; la llamaban la Emparedada. Pasados unos meses todo el barrio se enteró; veían a la prisionera de rodillas en el balcón rezando ante el Cristo de los Favores; había quedado embarazada de don Fulano que era señor casado y con hijos; y ahora nada quería saber ya de la bella Emparedada; al niño lo mandaron al hospicio y la muchacha murió de pena. 

Así queda resumido uno de los relatos que Ruiz de Almodóvar insertó en el Libro de Granada con el título de La Emparedada, ilustrado por Rafael Latorre. Es bueno recordar que el libro se escribió en 1899 y… en aquella Granada. 

Pero el relato costumbrista más curioso por lo que tiene de crónica de una época es el que titula El mundanal ruido, porque inserta en él ciertos pregones callejeros de la época: el platero que gritaba: "oro y plata; ¿quién vendeee?"; la gitana: "canasticas blancas e colorás; a las güenas canastas"; otros: "que güen corte e vestío cambio por ropa vieeeeja"; otro curioso pregón de mercancías tan distantes: "tinta fina pa escribí y cordones pal pelo". Son muchos y no caben todos. Otro: "farfolla pa los jergones"; "moras polidas (por libras), moras"; "asendrías (sandías) colorás, arre burro, melones calaos, arre burro". 

Termina su relato de pregones con uno que era abucheado al final. Decía así: "romance pa las niñas que no tienen novio y…"; y no se entendía bien lo que decía al final porque las mujeres del barrio se lo impedían con los abucheos y los insultos a coro. 

Así perdían el tiempo nuestros costumbristas en 1898; mientras tanto… más se estaba perdiendo en Cuba.







No hay comentarios:

Publicar un comentario