Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

miércoles, 12 de octubre de 2011

869.- FRANCISCO GALLARDO GIL


Francisco Gallardo Gil (Sevilla, 1976).
-Años de piedra, prólogo de Fidel Villegas - Sevilla : Altair, 2000 -




Cómo deseo que algo
fuera de mí ocurra
que atraviese las fronteras imposibles
que te lluevan encima las flores que me gustan
que la luz se reserve una tarde
para pasear conmigo y se ponga tan guapa...
que me conozcas un día y sea yo
que aparezcan los papeles que no buscaba
que venga el campo a verme a mi cuarto
que se caiga el desierto de mis bolsillos
y lo pierda para siempre
que todas las ventanas se queden abiertas
que se me conceda un poder místico
como escribir cartas que es hermoso y necesario
que una noche se apague el flexo de un joven
y no nos escriba más versos que los cante que los cante
que navegue por el río el trineo
mientras yo los miro arrastrando te quieros
que nazca entre las murallas otra flor inservible
que el que camina encuentre la salida del parque
que se haga el silencio y el misterio
que te des cuenta que me quieres
o que no necesite yo quererte



ESCUCHA CORAZÓN, VENDRÁ LA LLUVIA.

Escucha corazón, vendrá la lluvia.
No quedarás baldío,
ni solo morirás bajo los puentes.
Espera corazón, aunque te veas
sucio y polvoriento y quieras morir
ebrio bajo los puentes, niégate,
no quieras nada. Entonces vendrá
la lluvia que te ampare, la luz que se te niega.
Escucha corazón, escucha...
Todavía es lejos. No puedo engañarte.
Y los puentes te llaman
como certezas que descubre el frío,
pero no quieras nada porque vendrá la lluvia
y el rocío primero y después
el alba. Escucha corazón. Espera.

Libro: La búsqueda y la espera







Terraza

I

... que pronto vendrá la noche

Pablo Moreno

Nunca sabré qué significa
este atardecer, este nacimiento
de las sombras, el espejo que es la luz
del día que se apaga
el vaticinio, el secreto
-nunca podré saberlo-
de esta luz y esta sombra
que juegan a los dados con las almas.


Para Ana


Una vez me dijiste
“ qué poco, pero cuánto”
porque hablabas del tiempo
y a la vez del espacio
que ocupa el corazón
latiendo entre las manos.







Vengo con las peores intenciones
a traerte metáforas. [...]
Te traigo las metáforas
que hablan de cómo tú seas
con la intención secreta,
con la indecorosa intención
de que te gusten.

- Años de piedra.


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