José María Martínez Álvarez de Sotomayor (Cuevas del Almanzora, Almería, 1880 - 1947), escritor español.
Como dramaturgo compuso un famoso drama rural representado en España e Hispanoamérica, La Seca (1923), representada al menos en cuarenta y cuatro ocasiones entre 1922 y 1933. Se estrenó según unos en Madrid, el 6 de abril; pero en la edición de Los Contemporáneos se informa que fue estrenada el día 16 del mismo mes en el Teatro Español; para el Padre Tapia el estreno general fue anterior y data del 28 de julio de 1922 en Burgos, por la prestigiosa Compañía de Enrique Borrás, que llevó la obra además a Argentina.
Obras
Obras Completas Almería: Librería Mary Reyes, 1973. Segunda edición, Homenaje del Cincuentenario, dirigida por Pedro Perales Larios, 1997.
La seca. Drama rural en un prólogo y tres actos en verso, Cartagena/Madrid: Levantina de Artes Gráficas, 1923 y Madrid: Los Contemporáneos, noviembre de 1923.
Isabel. Poesías Madrid, 1944.
Campanario, Almería: Imprenta “Renovación”, 1935.
Por eso, en tono bravío
con rudeza de breñales
y sopores de eriales
que añoran aguas de un río,
lanzo notas al vacío
de salvaje melodía
con sabor a serranía.
¡Que más que fértiles tierras,
abundan agrestes sierras
en los campos de Almería!
[de su Canto a Almería.]
EL FEICO
-¿Paece que te güelves?
-Por na.
- No me engañes.
Argo t'ha pasao.
-¿Pos qué va a pasarme?
-Tú sabrás q'ha sío,
que, sin que te riña ni te llame naide,
t'has güelto al cortijo. ¿Es que t'han pegao?
¿Te sa roto el traje?
¿Es que t'acansinas
con los apargates?
Argo a e ser por juerza.
-Pos oya osté, madre:
A dicirle voy por qué m'he venío.
Tós los días de fiesta, cuando, por las tardes,
nus pone osté limpios a mí y al Antonio,
a mí no me mira ni me llama naide,
ni pa vel las puntas que lleva el babero,
ni siquiá pa icirme que si tengo hambre.
Pero al Antoñico lo llama la gente
pa tomarlo en brazos y pa preguntarle
"que de aónde viene,
que de aónde sale,
que quién es su agüelo,
que quién es su padre".
Y por ande vamos lo mesmo nus pasa,
sin q'a mí me mire ni me llame naide.
-¿No ves, hijo mío, q'él es pequeñico
y tú ya estás grande
pa tomalte en brazos?
-¡No es por eso, madre¡
Como es él agora,
también yo he sío antes,
y ha pasao lo mesmo
con otros zagales
que venían conmigo. A ellos los llamaban,
dejándome siempre solico en la calle,
¡sin q'una palabra siquiá maldecía
me dijera naide¡
Yo sé porqué's eso. Lo tengo sabío
mucho tiempo hace........
Sé que soy mu feo........
y que mi helmanico tié cara de ángel,
y a su lao más feo paece que me güelvo,
y él es más hermoso cuando estoy delante.
Por eso he venío:
No quió más faberos, ni más apalgates,
ni más escarpines.
¡Vengo a desnuarme,
manque sea domingo¡
Q'al lao de osté, madre,
semos tos lo mesmo,
y las mesmas fiestas a los dos nus hace
y del mesmo bollo nus da que comamos,
y los dos durmemos en el mesmo catre,
manque sea feíco;
¡manque no me mire ni me llame naide¡
Canto a Adra
ADRA linda gaviota
que blanqueó su nidar
la espuma de una ola rota
y más que asentada, flota
junto a la orilla del mar.
ADRA, la andaluza eres
de tan óptimos manjares
que en la sed de los quehaceres
da de beber a sus mujeres
azúcar de sus cañares.
Que siempre fuiste codicia
de la invasión extranjera
desde que la gran Fenicia
sintió la dulce caricia
de tu eterna primavera.
Jamás se vieron mermadas
tus fuentes de regadío;
que al pié de Sierra Nevada
con el llanto de Granada
se va formando tu río.
Dios puso en ti sus amores
Y te dio gracias tan finas
Y tan extraños favores
que nunca acaban tus flores
ni se van tus golondrinas
ALMA CAMPESINA
Tengo yo una lira vibrante y sonora
restos de los años de mi juventud,
que al trinar remeda la guitarra mora
y el plañido triste de amante laúd.
Afiné sus cuerdas al sencillo acento
de rudos cantares de hortelanería,
y oí que sus notas lanzadas al viento
sonaban a tono con el alma mía.
Cuando en la nostalgia de mis soledades
placideces dulces de mi vega añoro,
vibran como un iris en mis tempestades
rimando recuerdos, sus cuerdas de oro.
Y si silenciosa yace en mi retiro
baajo el viejo polvo de mis ilusiones,
al ligero roce de leve suspiro
remeda mis ayes en sus vibraciones.
Tiene el crristalino ritmo de las fuentes,
donde sus vasijas llenan las doncellas
de serenas almas y tranquilas frentes
y ojos de misterio como las estrellas.
Da todos los tonos y las armonías
de los sentimientos que engendran pasiones;
y da los acordes de las alegrías
y su arpegio late como corazones.
Aprendí a pulsarla, con la plañidera
dulce y lastimosa de un cariño rancio,
por el que ha florido tanta primavera
que suena en el trovo mi voz a cansancio.
Por eso mi lira no canta a las flores;
canta, las romanzas de tristes sucesos
que en almas sufridas dejaron dolores......
¡donde siempre acaban los primeros besos¡
Plaño en los breñales, donde el canto vibre
arrastrando aromas de albaida y resina.
Yo no canté nunca más que al aire libre
como los que tienen alma campesina.
Y este canto mío la virtud encierra
de que brota él solo cual silvestre flor;
por eso he vivido cantando a mi tierra
más que la ha cantado ningún trovador.
De no tener lira, mi alma la hiciera
por no dejar nunca de ser campesina,
con tres tallos verdes de la enredadera
tersos a lo largo de una vieja encina.
LOS CABALLEROS DEL CAMPO
Yo me he pasado la vida
cantando al proletariado,
alabando al labrador
y enalteciendo el trabajo.
Yo me he pasado la vida
por los senderos del campo
y supe de los pastores
los ratos tristes y amargos
de sus largas soledades
al amor de sus rebaños.
Yo vi las duras tareas
delos pobres hortelanos,
poniendo afán en sus plantas
con el mimo y halago
de una mano casriñosa
que cuida un nido de pájaros.
al son de cálida copla,
vi a los labriegos ancianos
en las sedientas besanas
clavar sus viejos arados
abriendo heridas al sol
como cuerpos desangrados,
en la esperanza de un agua
que siempre se está esperando.
Yo recogí en sus clamores
la vibración de los campos,
tañendo en mi vieja guzla,
con lirismos exaltados,
las notas que más sacuden
los sentimientos humanos
a los trágicos acentos
de mis cantares rimados.
Y por eso mi vivir
todo el correr de los años
por las veredas en polvo
de los senderos del campo
- donde quizá no haya piedra
sin la huella de mis pasos-,
conozco todas las sombras
de sus lugares más plácidos,
ayes y risas en eco
decalenturientos labios,
y no hay quejas, ni dolores,
ni suspiros, ni quebrantos,
que no los lleve en el alma
como puñales clavados.
......................
......................
Ya en la cumbre de la vida,
por los horizontes claros
de las desnudas verdades
que alumbran los desengaños,
vi a los próceres labriegos
que conmigo caminaron,
bajar la cuesta en declive
de los caminos nevados,
con la arrogante prestancia
y la hombría y el arraigo
de los que gardar supieron
los prestigios de su rango.
¡Hombres, hijos de la tierra
del noble solar hispano
que conservan con orgullo
los blasones soberanos
de los deberes cumplidos
en las lides del trabajo,
sobre su escudo en espigas
de caballeros del campo¡
LAS VELÁS DEL TÍO FACUNDO
A mi no me gusta ir
a las velás de ma Pedro
porque me aburro y me canso
de sentir ssiempre lo mismo.
Allí las casqueras son
que si el amo, que si el tiempo
que si el bancal de tomates,
que si el roal de pimientos...,
y cuando mientan a alguno
lo mientan siempre pa bueno:
Que si le luce a cava,
que si sabe hacer barbechos.....
y son buenos, tos los padres,
y los hijos, y los yernos....;
total: que allí se habla bien
dasta del que va al infierno.
¡Y es claro¡, no es distraío
y prencipian los bostezos
y vienen las cabezás
dasta rendirnos el sueño
queándose en la reunión
hablando solo el ma Pedro.
Pero en cambio en las velás
del tío Facundo el Conejo,
creticando, creticando,
se va la noche en un Creo.
Porque es, que ca el tío Facundo,
allí pa nosotros mesmos,
sin hacerle daño a naide,
se cretica sin rodeos;
y uno refiere una historia,
otro sale cun su cuento,
luego empieza en un rincón
la risa del secreteo,
que zumbando de uno en otro
va por el corro corriendo,
y entonces viene la puja
de quien hincha más el perro.
Porque si no se le echa
su poca sal al puchero,
se quea la crítica en na
por mucho que cretiquemos.
Y eso que yo tengo el vicio
de que me dé regomello
soltar los embustes gordos;
pero cuando ya lo suelto,
lo suelto tan bien soltao,
que está to el año zurriendo.
Que las velás, son velás;
y las velás, son pa eso;
pa creticar de to el mundo
dasta arrancar el pellejo.
Por eso a mí, si Dios quiere,
no me cogerá el ma Pedro,
que iré a pasar las velás
ca el tío Facundo el Conejo.
SIN MADRE
Padre, ¿por qué siendo yo
chiquilla como otras nenas
no tengo madre también
igual que la tienen ellas?
¿Por qué no tengo yo madre
como otra niña cualquiera?
¡Dice osté que se me ha muerto¡
¡Cómo se pudo morir
dejándome tan pequeña¡
Yo me acuerdo de mi madre
cuando dimpués de la cena
me acurrucaba en su falda
y me besaba las trenzas
y jugaba con mis manos
como yo con mi muñeca.
Osté, padre, me acaricia
y me quiere y me consuela......¡
¡pero......no sabe besarme
como me besaba ella¡
Cuando con otras zagalas
salto y corro en las laeras
o jugamos en la calle
o en el patio de la escuela,
muchas veces se me olvía
de que mi madre está muerta.
Pero cuando ya salimos
y veo que están en sus puertas
las madres de las chiquillas
esperándolas que vuelvan,
y empiezan a darles besos
y a hacrles mimos y fiestas,
¡entonces sí que me acuerdo
de que mi madre está muerta¡,
y me pregunto llorando,
viendo con madre a otras nenas:
¿Cómo se pudo morir
dejándome tan pequeña?¡
CONCIENCIA CAMPESINA
Acuérdate labrador
de tu vivir en sosiego
sin más quehacer que tu tierra,
sin más afán que tu huerto,
ni más amor que tus hijos
y la mujer de tus sueños.
Sin más que ver que tu casa
y el cuidado de tu apero,
sin otra esperanza firme
que la puesta en tu barbecho,
y sin más aspiración
que ser honrado y ser bueno.
Descansando en tu deber
y en la bonanza del tiempo
y alegrando tu trabajo
con cantares romanceros.
Acuérdate labrador
que al blanquear tus cabellos
siguiendo la misma senda
trazada por tus abuelos,
casabas bien a tus hijos
y enseñabas a tus nietos
a ser buenos labradores
y a ser hombres de provecho.
Acuérdate labrador
que el ladrido de tus perros
era sobrado en tu hacienda
para guardarte respeto,
y a cualquier hora salías
por los caminos, sin miedo,
por bastar a tu defensa
con la salud de tu pecho.
Quizá que en tu hogar entonces
hubiera pan muy moreno,
del que se amasa en la casa
y se cuece en propio fuego,
y hasta en vez de ser de trigo,
quizá fuera de centeno.
Pero eras pan saludable
con aroma y alimento
que daba quietud al alma
vigorizando tu cuerpo,
por ser más sano y sabroso
que el cocido en horno ajeno.
Acuérdate que al partirlo,
guardábais todos silencio,
mientras le hacías una cruz
con tu navaja de acero;
que después lo bendecías
en un corto balbuceo,
y al tomar la rebanada
que tocaba atus hijuelos,
antes de echarlo a la boca
le daban al pan un beso.
Acuérdate labrador
cuando tus padres murieron,
sin una huella en sus rostros
de ocultos remordimientos,
perdonando a todo el mundo
y prodigando consuelos
en el trance de dolor
de sus últimos momentos.
Escucha bien labrador
esdtops vivos ejemplos
que te traigo a la memoria,
como si oyeras en eco
la misma voz de tu padre
cuando te daba consejos.
Y si telloran los ojos,
porque el vivir de estos tiempos
te indujo a torcer las rutas
y el rumbo de tus senderos,
para que te mire Dios,
alza tus ojos al cielo;
arrepiéntete del mal
que torpemente hayas hecho,
y no te importe ser pobre,
que la pobreza es el reino
de las conciencias en paz
que es el mejor de los reinos.
Y mira tú labrador
si quiero serte sincero;
que si con darte a beber
esencias del pensamiento
puedo llevarte el alivio
que necesita tu pecho,
templaré mi vieja lira
para darte en sus arpegios
las más afinadas notas
de mis hondos sentimientos,
¡a ver si elevo tu alma
con la emoción de mis versos¡
¡OH, PATRIA CHICA¡
¡Secaron de tristeza las acacias
y las fuentes que adornaban con sus gracias
la ciudad¡
Y los tallos sarmentosos de las hiedras,
¡consumiendo van sus troncos y sus piedras
sin piedad¡
¡Con el polvo de tus calles se confunde
todo un pueblo desolado que se hunde
de vejez¡
¡En tus focos, repulsivos de miseria......,
pierde el alma subyugada a la materia
su altivez¡
Por los áridos caminos de tu ocaso,
¡he seguido tu tragedia paso a paso
con terror¡
¡Tus corsarios y piratas tutelares
al naufragio te impelieron en los mares
del dolor¡
¡Dan el eco lastimero de un quejido
los clamores de tus torres al tañido
doctrinal¡
¡Van al cielo, como agudas bayonetas
sobre cascos de pizarra, sus veletas
de metal¡
¿Dónde lleva tu Almanzora sus corrientes?
¿A qué mares, a qué vegas, a qué fuentes
dan vigor?
¿Qué sayones escarnecen a tus hijos
en tus ásperos calvarios, crucifijos
sin amor?
¿Dónde moras, donde vives tan callada,
malagueña de la fresca madrugada
montaraz?
¡Malagueña que entonaban tus mineros
en la vida del trabajo, cancioneros
de la paz¡
¿Dónde están los esforzados picadores
de tu tierra, tus románticos cantores
de ideales?
¡Los valientes de tus bailes y alharacas,
que afrontaron los peligros con sus facas
de canales¡
¡Ya tus minas de Almagrera se inundaron,
y las aguas procelosas sepultaron
su metal¡
¡Y ceñida a su perfil duro y nefasto,
languidecde tu campiña como un vasto
sequeral¡
¡Ya no luce en tus mercados el ropaje
de tus frescas hortelanas, ni tu traje
montañez,
ni la faja casrmesí de tu aparcero,
con chaqueta de alamares y sombrero
calañés¡
¡Ya la santa convicción de tus cofrades
en el seno de las mismas hermandades
se apagó,
con su fiesta de simpáticos cajeros,
que a la turba de zagales callejeros
alegró¡
¡Quién pudiera, a imitación de los ejemplos
que en lossiglos cimentaron nuestros templos
de la fe,
erigirse en la hecatombe patriarca,
y salvarte del naufragio en nueva Arca
de Noé¡
¡Yo quisiera que al calor de mi poesía
resurgieran tus acentos de alegría
proverbial¡
Y al estruendo de una bélica trompeta,
¡¡entregarte mi alma ruda, de poeta
regional¡¡
y las fuentes que adornaban con sus gracias
la ciudad¡
Y los tallos sarmentosos de las hiedras,
¡consumiendo van sus troncos y sus piedras
sin piedad¡
¡Con el polvo de tus calles se confunde
todo un pueblo desolado que se hunde
de vejez¡
¡En tus focos, repulsivos de miseria......,
pierde el alma subyugada a la materia
su altivez¡
Por los áridos caminos de tu ocaso,
¡he seguido tu tragedia paso a paso
con terror¡
¡Tus corsarios y piratas tutelares
al naufragio te impelieron en los mares
del dolor¡
¡Dan el eco lastimero de un quejido
los clamores de tus torres al tañido
doctrinal¡
¡Van al cielo, como agudas bayonetas
sobre cascos de pizarra, sus veletas
de metal¡
¿Dónde lleva tu Almanzora sus corrientes?
¿A qué mares, a qué vegas, a qué fuentes
dan vigor?
¿Qué sayones escarnecen a tus hijos
en tus ásperos calvarios, crucifijos
sin amor?
¿Dónde moras, donde vives tan callada,
malagueña de la fresca madrugada
montaraz?
¡Malagueña que entonaban tus mineros
en la vida del trabajo, cancioneros
de la paz¡
¿Dónde están los esforzados picadores
de tu tierra, tus románticos cantores
de ideales?
¡Los valientes de tus bailes y alharacas,
que afrontaron los peligros con sus facas
de canales¡
¡Ya tus minas de Almagrera se inundaron,
y las aguas procelosas sepultaron
su metal¡
¡Y ceñida a su perfil duro y nefasto,
languidecde tu campiña como un vasto
sequeral¡
¡Ya no luce en tus mercados el ropaje
de tus frescas hortelanas, ni tu traje
montañez,
ni la faja casrmesí de tu aparcero,
con chaqueta de alamares y sombrero
calañés¡
¡Ya la santa convicción de tus cofrades
en el seno de las mismas hermandades
se apagó,
con su fiesta de simpáticos cajeros,
que a la turba de zagales callejeros
alegró¡
¡Quién pudiera, a imitación de los ejemplos
que en lossiglos cimentaron nuestros templos
de la fe,
erigirse en la hecatombe patriarca,
y salvarte del naufragio en nueva Arca
de Noé¡
¡Yo quisiera que al calor de mi poesía
resurgieran tus acentos de alegría
proverbial¡
Y al estruendo de una bélica trompeta,
¡¡entregarte mi alma ruda, de poeta
regional¡¡
¿Puede alguien facilitarme la letra de la poesía de José María Álvarez de Sotomayor: "Los duelos con pan son menos"? Muchas gracias.
ResponderEliminarrosendolinares@gmail.com
( Que buen poeta)
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