Francisco Fortuny
(Málaga, 1958), es Doctor Cum Laude en Filología, por una tesis sobre La razón del mito en la poesía modernista, ha impartido cursos en Masters de la Universidad de Málaga sobre Métrica y Poética, y es de profesor de Lengua Castellana y Literatura, y Latín
Ha publicado los siguientes libros de poesía:
Náutica espiritual, UMA, 1991
De la locura metódica, Diputación de Málaga, 1995
Cielo rasante: Horación, Pretextos, Valencia, 1992
Fata Morgana, Pretextos, Valencia, 1997
Y Fuera de Sí (La Lucreciada), Genesian, Sevilla, 2003;
Y la siguientes obras de teatro:
Fábula de Fanes y Plutón (Auto sacramental de inspiración gnóstica), V premio Enrique Llovet de Teatro, 1991, representada en el Teatro Cervantes, Coloquio de Perros o el Sueño Cipión (Variación sobre un tema de Cervantes), representada en el Teatro Cervantes de Málaga, Monosabio, Ayto. de Málaga, 1997)
Y El evangelio de lucifer, 2007
Y, finalmente, la novela Ventura Egea, Arguval, 2004
Asimismo ha publicado en prensa más de cien ensayos breves sobre poesía, ciencia y mitos.
Sus poemas mitológicos y sus ensayos sobre mitos han sido traducidos al griego.
También es traductor de poesía catalana.
A LA POESÍA, VII
Miro este mundo de realismo y prosa
Y comprendo el porqué de sus defectos:
Que todo el mundo es nada.
Los cosmólogos dicen que es producto
De una ruptura de la simetría
Perfecta del Origen
Que dio lugar ¾y tiempo¾ a dos contrarias
Energías gemelas
Que, sumadas, se anulan
Resultando el total igual a cero.
No somos nadie porque todo es nada.
Y sin embargo, a veces, la mirada
En este mundo de realismo y prosa
Descubre la belleza, la poesía,
Y la vida es divina y es hermosa,
Porque está enamorada
La mirada, y es iris (color, verso
¾es música armonía¾)
La prosa antes real (antes ruidosa
Y gris) del Universo.
Y es porque tú eres Diosa
Incluso aunque no existas. Vida mía.
Quand vous serez bien vielle…
Ronsard
Cuando seas muy vieja y tu carne esté frígida
Pero ardiendo en tus sueños, y tus músculos tersos
No lo estén, te dirás con disciplina rígida:
Dónde estará el Fortuny que me hizo estos versos.
Esquivada esa flecha tan poética y mágica
Que te envió Cupido, resueltos tus problemas
Al final, te dirás, arrepentida y trágica:
Donde estará el Fortuny que me hacía poemas.
Y cuando al fin un día te halles sola en tu casa
Vacía, pues se fueron tus padres y tus hijos
Cada cual por su lado, te dirás: qué me pasa:
Me acuerdo del Fortuny con sus versos prolijos.
Pero yo ya habré muerto o vieja y achacosa
A la fuerza mi vida será una vida santa.
Qué otra cosa podría suceder, qué otra cosa,
A ese viejo cansado si ni se le levanta.
Y llevando a la fuerza, si Dios no lo remedia,
Una vida de santos, una vida de santos,
Te dirás, lamentando tu divina tragedia:
Dónde andará el Fortuny que me cantó sus cantos.
Tu vida está ocupada, lo sé, por muchas cosas
Mucho más importantes que yo, mujer sufrida.
Pero aún tienes tiempo: disfruta de las rosas,
Disfruta de las rosas que te ofrece la vida.
ÉGLOGA DE NEMODEMO A VULGUICIO
Os oía sentado en mi pupitre
Del colegio a través de la bíomega-
Fonía ideologista y el estrépito
Del vicario en el aula, aquel belitre
Que servía, con faldas, de estratega
Al dictador decrépito
(gran Buitre),
En cuanto a educación -que no tenía.
Cantábamos a coro y a porfía
Desde la antigua Tabla
A los floridos himnos a María
Y a Isabel y Fernando.
Pero ya nadie habla
De aquellos entusiasmos torpes, feos,
Con que todos, hablando,
Y con las manos, con la voz en grito,
Alzadas, defendíaïs sin pausa
Las limpiezas políticas y aseos
De la bendita y glorïosa Causa
Del Caüdillo, echando a los arreos
Retóricos manidos muchas manos
Y mucho sanbenito.
Érais todos franquistas y cristianos.
Hoy todos sois demócratas y ateos.
Por lo que os felicito.
Pero yo, que en aquel sórdido entonces
Criticaba al Caudillo (igual que al Duce
Y al Führer,) era como el pobre tonto
De aquel pueblo de gonces
Del Imperio chirriantes, y de buche
Inflado y pronto, y por muy poco, pronto
A ofenderse iracundo ante el escándalo
Que eran mis disparates
y dislates
Y mis palabras de inocente vándalo,
Sólo propias de rojos y de orates.
En fin, pasó aquel tiempo de fascismo;
Vino la Transición. Y el tipo mismo,
Uno de aquellos, que antes me llamaba
Necio bárbaro loco e inconsciente,
Con lengua que en escándalo se traba
Todavía me lo dice.
Pero al día presente
No es por el mal –o el bien- que un día les hice:
Es que él, inquisidor, me cree creyente
Y no creo en su falsa democracia.
La cosa tiene gracia.
(Ay mísero de mi, ay infelice.)
(Málaga, 1958), es Doctor Cum Laude en Filología, por una tesis sobre La razón del mito en la poesía modernista, ha impartido cursos en Masters de la Universidad de Málaga sobre Métrica y Poética, y es de profesor de Lengua Castellana y Literatura, y Latín
Ha publicado los siguientes libros de poesía:
Náutica espiritual, UMA, 1991
De la locura metódica, Diputación de Málaga, 1995
Cielo rasante: Horación, Pretextos, Valencia, 1992
Fata Morgana, Pretextos, Valencia, 1997
Y Fuera de Sí (La Lucreciada), Genesian, Sevilla, 2003;
Y la siguientes obras de teatro:
Fábula de Fanes y Plutón (Auto sacramental de inspiración gnóstica), V premio Enrique Llovet de Teatro, 1991, representada en el Teatro Cervantes, Coloquio de Perros o el Sueño Cipión (Variación sobre un tema de Cervantes), representada en el Teatro Cervantes de Málaga, Monosabio, Ayto. de Málaga, 1997)
Y El evangelio de lucifer, 2007
Y, finalmente, la novela Ventura Egea, Arguval, 2004
Asimismo ha publicado en prensa más de cien ensayos breves sobre poesía, ciencia y mitos.
Sus poemas mitológicos y sus ensayos sobre mitos han sido traducidos al griego.
También es traductor de poesía catalana.
A LA POESÍA, VII
Miro este mundo de realismo y prosa
Y comprendo el porqué de sus defectos:
Que todo el mundo es nada.
Los cosmólogos dicen que es producto
De una ruptura de la simetría
Perfecta del Origen
Que dio lugar ¾y tiempo¾ a dos contrarias
Energías gemelas
Que, sumadas, se anulan
Resultando el total igual a cero.
No somos nadie porque todo es nada.
Y sin embargo, a veces, la mirada
En este mundo de realismo y prosa
Descubre la belleza, la poesía,
Y la vida es divina y es hermosa,
Porque está enamorada
La mirada, y es iris (color, verso
¾es música armonía¾)
La prosa antes real (antes ruidosa
Y gris) del Universo.
Y es porque tú eres Diosa
Incluso aunque no existas. Vida mía.
Quand vous serez bien vielle…
Ronsard
Cuando seas muy vieja y tu carne esté frígida
Pero ardiendo en tus sueños, y tus músculos tersos
No lo estén, te dirás con disciplina rígida:
Dónde estará el Fortuny que me hizo estos versos.
Esquivada esa flecha tan poética y mágica
Que te envió Cupido, resueltos tus problemas
Al final, te dirás, arrepentida y trágica:
Donde estará el Fortuny que me hacía poemas.
Y cuando al fin un día te halles sola en tu casa
Vacía, pues se fueron tus padres y tus hijos
Cada cual por su lado, te dirás: qué me pasa:
Me acuerdo del Fortuny con sus versos prolijos.
Pero yo ya habré muerto o vieja y achacosa
A la fuerza mi vida será una vida santa.
Qué otra cosa podría suceder, qué otra cosa,
A ese viejo cansado si ni se le levanta.
Y llevando a la fuerza, si Dios no lo remedia,
Una vida de santos, una vida de santos,
Te dirás, lamentando tu divina tragedia:
Dónde andará el Fortuny que me cantó sus cantos.
Tu vida está ocupada, lo sé, por muchas cosas
Mucho más importantes que yo, mujer sufrida.
Pero aún tienes tiempo: disfruta de las rosas,
Disfruta de las rosas que te ofrece la vida.
ÉGLOGA DE NEMODEMO A VULGUICIO
Os oía sentado en mi pupitre
Del colegio a través de la bíomega-
Fonía ideologista y el estrépito
Del vicario en el aula, aquel belitre
Que servía, con faldas, de estratega
Al dictador decrépito
(gran Buitre),
En cuanto a educación -que no tenía.
Cantábamos a coro y a porfía
Desde la antigua Tabla
A los floridos himnos a María
Y a Isabel y Fernando.
Pero ya nadie habla
De aquellos entusiasmos torpes, feos,
Con que todos, hablando,
Y con las manos, con la voz en grito,
Alzadas, defendíaïs sin pausa
Las limpiezas políticas y aseos
De la bendita y glorïosa Causa
Del Caüdillo, echando a los arreos
Retóricos manidos muchas manos
Y mucho sanbenito.
Érais todos franquistas y cristianos.
Hoy todos sois demócratas y ateos.
Por lo que os felicito.
Pero yo, que en aquel sórdido entonces
Criticaba al Caudillo (igual que al Duce
Y al Führer,) era como el pobre tonto
De aquel pueblo de gonces
Del Imperio chirriantes, y de buche
Inflado y pronto, y por muy poco, pronto
A ofenderse iracundo ante el escándalo
Que eran mis disparates
y dislates
Y mis palabras de inocente vándalo,
Sólo propias de rojos y de orates.
En fin, pasó aquel tiempo de fascismo;
Vino la Transición. Y el tipo mismo,
Uno de aquellos, que antes me llamaba
Necio bárbaro loco e inconsciente,
Con lengua que en escándalo se traba
Todavía me lo dice.
Pero al día presente
No es por el mal –o el bien- que un día les hice:
Es que él, inquisidor, me cree creyente
Y no creo en su falsa democracia.
La cosa tiene gracia.
(Ay mísero de mi, ay infelice.)
Mantener la postura propiamente:
ser discreto, normal, que ningun tic
delate mi escondite entre la gente:
ser como un grillo que ni diga cric.
(pero en el fondo no seria imponente
ser tan tremendo como Moby Dick?)
nadie note que existo y que tranquilo
me dejen con mi copa en algun pub
olvidarme de mi. tal es mi estilo:
ahogarme en suaves tragos -glub glub glub.
(aunque en el fondo no me tiene en vilo
ser tan amado como el Disney Club?)
control, control, control: que esa cosquilla
de la violencia no me oblicue el fiel:
ved como ningun gesto me mancilla:
no pierdo los papeles o el papel.
(mas si los pierdo, ay Dios, que maravilla
zurrar tan duro como el Club Marvel.)
Fragmento de un poema de Francisco Fortuny
ser discreto, normal, que ningun tic
delate mi escondite entre la gente:
ser como un grillo que ni diga cric.
(pero en el fondo no seria imponente
ser tan tremendo como Moby Dick?)
nadie note que existo y que tranquilo
me dejen con mi copa en algun pub
olvidarme de mi. tal es mi estilo:
ahogarme en suaves tragos -glub glub glub.
(aunque en el fondo no me tiene en vilo
ser tan amado como el Disney Club?)
control, control, control: que esa cosquilla
de la violencia no me oblicue el fiel:
ved como ningun gesto me mancilla:
no pierdo los papeles o el papel.
(mas si los pierdo, ay Dios, que maravilla
zurrar tan duro como el Club Marvel.)
Fragmento de un poema de Francisco Fortuny
(tomado de Fuera de sí (y otros poemas extensos),
Fundación Genesian, Sevilla, 2003)
Yo, que un objeto de activa ignorancia en las lenguas del vulgo
crítico fui, porque a mí lo que dicta el precepto imperante
no me hace gracia, ni le hallo el buqué, ni me dice gran Cosa,
puesto que soy minoría absoluta, y estoy a su margen,
yo, que a sus ojos soy nadie, lo mismo que usted a los mío
s, fiel a mí mismo, a mi genio de quién más podría fiarme ,
yo, solitario, orgulloso, rebelde, narciso, Poeta:
voy a escribir un poema que no lea nadie, un poema
gratis, por lujo, sin fin, porque sí, por el gusto de dármelo
bueno, de hacer un viaje por pies, a caballo, del verso
ágil, de alado concepto, entre mí y lo de más; una obra
pura de arte, que no necesite lector, y que sólo
pueda ser paladeada por quien, entendido, su espíritu
haya sabido elevar al saber, y no sea un cateto
profesional, que me infecte su Virtus de virus de bits,
y (ay) me la muerdan con información variable y ociosa
sobre el mal gusto de moda, dejándome mudo su estilo,
sin distinción de la prosa del día, sin seso ni música,
antes incluso de haberme sentado a escribir un mal son.
Di qué, Justicia, si, métrica, eres ficción de poetas
mera no, sí, qué principios sufrió el universo y padece
aún, y qué largo discurso lo explica o despliega, y qué extremo
deba a la postre sufrir en el tiempo final, dime, Dique,
bella invención de poetas a justa medida, que existes
gracias a su fantasía creadora, y, si exigua, in crescendo
vas poco a poco viniendo por ellos al mundo, ven, dime
todo a mí, Psique, frenando la onda temática al uso,
para que, haciéndome pleno de gracia y huraño, de genio
me hagas soberbio la luz en mi verbo, mi tema, divina
musa Harmonía, me di de tu fuente nocturna mi asunto
único, Todo, que ahora ya empiezo a cantarme en tu honor.
REALIDAD
Yo sé por experiencia
que el corazón madura con los años
de experiencia, y termina
pecho, achacoso, lelo, chocheando
por causa del trabajo
diario de los años de experiencia.
Yo sé por experiencia
que no hay callo que sirva de coraza
a un corazón que sirva
fielmente a su conciencia, si es conciencia
del mundo en el que sufre
su experiencia. Yo sé por experiencia
que la experiencia sólo
sirve para saber que el mundo es torvo
y la gente muy bruta
y que la vida es una mala pécora
y sé por experiencia
que ni el mundo, la gente ni la vida
tienen culpa de nada
porque todos nacemos inocentes
y buenos, y seguimos
siéndolo mientras dura la ilusión
de los cándidos años.
Luego nos vuelve ruines la experiencia.
Cuando era quinceañero
quería hacer poesía de la experiencia.
En medio del camino de mi vida
poesía, a secas.
Yo, que un objeto de activa ignorancia en las lenguas del vulgo
crítico fui, porque a mí lo que dicta el precepto imperante
no me hace gracia, ni le hallo el buqué, ni me dice gran Cosa,
puesto que soy minoría absoluta, y estoy a su margen,
yo, que a sus ojos soy nadie, lo mismo que usted a los mío
s, fiel a mí mismo, a mi genio de quién más podría fiarme ,
yo, solitario, orgulloso, rebelde, narciso, Poeta:
voy a escribir un poema que no lea nadie, un poema
gratis, por lujo, sin fin, porque sí, por el gusto de dármelo
bueno, de hacer un viaje por pies, a caballo, del verso
ágil, de alado concepto, entre mí y lo de más; una obra
pura de arte, que no necesite lector, y que sólo
pueda ser paladeada por quien, entendido, su espíritu
haya sabido elevar al saber, y no sea un cateto
profesional, que me infecte su Virtus de virus de bits,
y (ay) me la muerdan con información variable y ociosa
sobre el mal gusto de moda, dejándome mudo su estilo,
sin distinción de la prosa del día, sin seso ni música,
antes incluso de haberme sentado a escribir un mal son.
Di qué, Justicia, si, métrica, eres ficción de poetas
mera no, sí, qué principios sufrió el universo y padece
aún, y qué largo discurso lo explica o despliega, y qué extremo
deba a la postre sufrir en el tiempo final, dime, Dique,
bella invención de poetas a justa medida, que existes
gracias a su fantasía creadora, y, si exigua, in crescendo
vas poco a poco viniendo por ellos al mundo, ven, dime
todo a mí, Psique, frenando la onda temática al uso,
para que, haciéndome pleno de gracia y huraño, de genio
me hagas soberbio la luz en mi verbo, mi tema, divina
musa Harmonía, me di de tu fuente nocturna mi asunto
único, Todo, que ahora ya empiezo a cantarme en tu honor.
REALIDAD
Yo sé por experiencia
que el corazón madura con los años
de experiencia, y termina
pecho, achacoso, lelo, chocheando
por causa del trabajo
diario de los años de experiencia.
Yo sé por experiencia
que no hay callo que sirva de coraza
a un corazón que sirva
fielmente a su conciencia, si es conciencia
del mundo en el que sufre
su experiencia. Yo sé por experiencia
que la experiencia sólo
sirve para saber que el mundo es torvo
y la gente muy bruta
y que la vida es una mala pécora
y sé por experiencia
que ni el mundo, la gente ni la vida
tienen culpa de nada
porque todos nacemos inocentes
y buenos, y seguimos
siéndolo mientras dura la ilusión
de los cándidos años.
Luego nos vuelve ruines la experiencia.
Cuando era quinceañero
quería hacer poesía de la experiencia.
En medio del camino de mi vida
poesía, a secas.
Muy agradecido
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