Amalio García del Moral y Garrido
Granada 1922 - Sevilla 1995
Amalio García del Moral y Garrido, pintor y poeta andaluz ha pintado más de dos mil cuadros y ha publicado cinco libros de poesía: “La mano Florecida” 1974, “El Pan en la Mirada” 1977, “Testamento en la Luz” 1980, “Alquibla” 1983, “Reolina” 1986 y una docena de poemarios colectivos.
La inquietud vitalista de AMALIO le condujo ya desde sus orígenes, dada su genial capacidad creativa, a un intrínseco pluralismo artístico (dibujante, grabador, poeta y, sobre todo, PINTOR.
En Granada estudia el bachillerato en la Institución Libre de Enseñanza y en la Escuela de Artes y Oficios. Completa sus estudios en Madrid en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Fue alumno predilecto de los pintores Eugenio Hermoso y Joaquín Valverde.
Catedrático de Dibujo y Fundamento de la Forma en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla (1961-1984) y en la Universidad Complutense de Madrid (1984-1987). Profesor emérito de dicha universidad (1987-1995).
Siendo Presidente de la Asociación Nacional de Catedráticos y Profesores de Escuelas Superiores de Bellas Artes en 1967, por su clarividencia sagacidad, tuvo lugar el cambio de dichas Escuelas en Facultades Universitarias. Por este motivo y con la propuesta unánime de los catedráticos y profesores de dichas Facultades fue galardonado con la Cruz de Cisneros.
Amalio apuesta en su obra por su tierra –Andalucía- y por la democracia. Pintor del paisaje y de las gentes de Andalucía dedica cientos de cuadros a los pueblos de su tierra, desde Almería a Huelva. La Fundación Juan March lo beca en 1990 para el estudio de los pueblos andaluces. El amor a su tierra lo mantiene junto al caballete y vuelve con múltiples variaciones sobre el mismo tema: gitanos, el mundo de Esperanza, campesinos andaluces, Apostolado Proletario, El Pan Encadenado, Andaluces de Carga, Pobre Desmontable, caras de jóvenes y rostros de hombres y mujeres de la tierra.
La serie Los 365 Gestos de la Giralda se integra en su producción general de obras plásticas (óleos, acrílicos, dibujos, aguadas, objetos usuales, escultopinturas, poemas caligráficos/visuales, tactopinturas, etc.)
AMALIO realiza numerosas exposiciones individuales y colectivas en España y en el extranjero. Sus cuadros se contemplan en varios museos e importantes colecciones privadas, destacando Estados Unidos como el país en que más obra existe del pintor.
La obra del pintor ha sido estudiada exhaustivamente por numerosos y prestigiosos eruditos y críticos de arte (J. Campoy, Camón Aznar, A. Cobos, C. Areán, J. Castro Arines, R.Faraldo, …). Ha sido motivo de numerosas tesis doctorales entre las que es referencia obligada la de su hija, la pintora Mª José García del Moral y Mora, titulada La Obra Pictórica y Poética de mi padre, Amalio García del Moral y Garrido y su proyección en mi formación y mi obra.
La FUNDACIÓN AMALIO guarda en Sevilla celosamente la colección de las Giraldas y promociona la obra de este gran artista andaluz. [MCC]
Manuel Caballero Calavia
Gerente de la Fundación Amalio
Deleitoso clamor de brisa encinta
Cuando las piedras, ascendentes niágara de ritmos,
Ondulan delirentes
Y las bocas
Se embriagan de azucenas.
¡Cuánto en mi pan queda aún
de fermento granadino!
¡Cuántas memorias me atan,
tierra mía, a tu destino!
Hasta Sevilla me embriagas,
Granada, con tu buen vino,
con el alcohol de la pena,
del silencio y del cariño.
Tu manto cubre a mis padres.
Tu luz selló mi destino
de pintor Y tu paisaje
me hizo un contemplativo,
penibético en la Bética
de camperos y cortijos
añorando mi retina
nieves; cipreses y mirtos.
Granada me dio su fuego,
Sevilla me da su frío.
Ahora que voy descendiendo
por entre cepas y olivos
hasta el final de mis días,
aún sigo soñando trinos
y luces, sólo en mi iris
el reflejo de mi sino
-mitad pintor sevillano,
mitad poeta granadino-,
buscando en mis andaduras,
dentro del alma, caminos.
(La mano florecida, Sevilla 1974, pp.67-88).
MI ESTUDIO. PLAZA DE DOÑA ELVIRA
TRES CALLES van de mi canción al Agua,
lecho de aromas donde la luz duerme.
Tres calles siluetean mi paleta,
omo gusanos me corroen los párpados
para dejarme abierta la mirada
a la desnuda rambla de la tarde.
Un corredor de Vida contornea,
más allá de la Muerte, los naranjos
que alientan el rescoldo de Susona.
Y la Gloria se ha vuelto una calleja,
una limosna antigua, para darla
y hacer soñar casidas a turistas.
Aquí está mi rincón, aquí me adentro
por el fantasma ebrio de mis pasos.
De testamento en la luz -
TRES CALLES van de mi canción al Agua,
lecho de aromas donde la luz duerme.
Tres calles siluetean mi paleta,
omo gusanos me corroen los párpados
para dejarme abierta la mirada
a la desnuda rambla de la tarde.
Un corredor de Vida contornea,
más allá de la Muerte, los naranjos
que alientan el rescoldo de Susona.
Y la Gloria se ha vuelto una calleja,
una limosna antigua, para darla
y hacer soñar casidas a turistas.
Aquí está mi rincón, aquí me adentro
por el fantasma ebrio de mis pasos.
De testamento en la luz -
No hay comentarios:
Publicar un comentario