Eva María Velázquez Valverde, nació en Granada el 26 de enero de 1956. Posee una amplia formación académica. Diplomada en Magisterio (Filología Inglesa) por la Universidad de Granada en el año 1980, continuó su formación en la Facultad de Filosofía y Letras (Filología Hispánica) Es Diplomada en Protocolo y Relaciones Institucionales por la Escuela Internacional de Protocolo. Titulada en Marketing y Dirección Comercial por las Escuela Superior de Estudios de Marketing de Madrid y en Dirección y Administración de Empresas por la Escuela Superior de Marketing y Administración de Barcelona. Actualmente cursa estudios de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Granada, en donde trabaja como Coordinadora de Servicios.
Su llegada al mundo de la literatura fue por puro azar y en tan sólo cinco años posee una amplia trayectoria en el mundo literario.
Comienza en 1999 en el Equipo de Redacción de la Revista Literaria Cruz de Piedra de Huétor Vega (Granada). En uno de los recitales poéticos en los que actuaba como rapsoda, conoce a Pedro Enriquez, director de Ficciones, Revista de Letras de Granada y pasa a formar parte del Consejo de Redacción, colaborando activamente en todos los actos organizados por la misma y aportando escritos propios y crítica literaria de textos ajenos. Tras obtener el primer premio de poesía y relato breve en un certamen organizado por la Universidad de Granada, comienza a escribir en Artes y Letras, suplemento cultural del Diario Ideal, dirigido por Juan Vellido Pelegrina. En el 2001 ingresa en el Consejo de Redacción de la Revista Campus, editada por la Universidad de Granada. En el año 2003 se hace cargo de la Secretaría de la revista de creación literaria Caleidoscopio y de Elvira, revista de estudios Filológicos, con aportaciones de obra propia y artículos de investigación filológica, ambas subvencionadas por el Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras. Actualmente colabora con la Revista de Humanidades Liceus, de Madrid.
Ha actuado en las salas más prestigiosas de la cultura granadina en presentaciones de actos y lecturas, y en recitales con obra propia y ajena. También apoyó activamente con su lírica los encuentros organizados en pro de la paz en Irak junto a las primeras voces de la literatura granadina.
WEB DE LA AUTORA: http://www.ugr.es/~evavelva/
Despertares
Si pudiera vencer hoy
la esclavitud de mi alma,
ante el frágil cristal
de tu argumento.
Si lograra olvidar,
con el roce de tus manos,
el recelo, que en tus ojos
me produce tanto miedo.
Si el dolor de mis heridas
se esfumara,
por más momentos
que un momento, y
Si lograras darte cuenta
de que tu amor y mi amor
no entienden
tu descontento.
Si algún día,
por capricho de los dioses,
reconocieras que sólo tú
eres mi aliento.
Y, si de nuevo nuestros ojos
se fundieran en un sueño;
y tu cuerpo, candoroso,
volviera a tocar mi cuerpo...
Te juro, amor,
que moriría
al primer contacto
de tu beso.
(Primer premio Certamen de Poesía AGEF, 2000)
Tañidos del ayer
Las mismas calles que ayer
amamos juntos, gritan hoy
que dos no son uno más uno.
Tristes, miran nuestros cuerpos
impregnados de azahar,
... sin olor alguno;
Y esas fuentes, que bañaron azoradas
cada gota de mi amor, lloran hoy
al confirmar tanto embrujo
detenido en el ayer,
tanto embrujo... atrapado
en el latido de un absurdo.
No me gusta ser mayor y mirarte,
me envenena tanto amor enmohecido.
Todo en vano empuja al aire,
y yo, mi vida entera, al vacío.
Necesito paz, encontrarme
y me revuelve la nostalgia.
Me pregunto y
no encuentro
las respuestas.
¿Qué fue del lucero de tus ojos
que apagaba al mismo cielo?
¿Qué senderos tomarán tus manos,
vacías, en su anhelo?
¿De qué boca beberán mis labios,
si mis besos ya tuvieron siempre dueño?
Dime,
¿Qué hago yo,
con tanto amor que llevo dentro?
¿En dónde guardo mi ilusión,
si no existen vitrinas en el tiempo?
Silencio... duerme el miedo
Añoranza
Porque tu figura me da fuerzas
para continuar viviendo.
Porque sigo impregnada de tu olor.
Porque triste sonrío, y
es tu risa la que siento.
Porque sigo besando otras
bocas con tus besos.
Porque tus ojos traicioneros,
prenden mi llama dentro.
Porque sin verte, sigo tocando
cada palmo de tu cuerpo,
y en nuestra alcoba
te sigo amando
como si fuera cierto.
Porque fui feliz mientras te tuve.
Porque, a pesar de todo,
sigues vivo en mis anhelos.
Y... porque tu recuerdo
irá conmigo
al más azul de los infiernos.
Con tus ojos cerrados
Yo para ti quisiera,
con mil caricias escondidas,
fraguar de dicha tu alma entera.
Y que tú no lo supieras.
Yo para ti quisiera
desgajar la más polar de las estrellas;
darte, poco a poco, la grandeza de su luz.
Y que tú no lo supieras.
Yo para ti quisiera
deshilar cada rayo de este sol;
unir a él los cabos sueltos de tu vida.
Y que tú no lo supieras.
Yo, para ti, quisiera
que el universo entero se te ciñera
como una dulce caricia,
en la que siempre te durmieras.
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