Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

martes, 16 de abril de 2013

1594.- JOSÉ MARÍA ALONSO ARAGÓN




JOSÉ MARÍA ALONSO ARAGÓN
(Compositor y Poeta)
1953-1997

Nació a las diez de la mañana de un 18 de abril de 1953 en Málaga en la Calle Martínez Maldonado frente a la Ermita de Zamarrilla,  era el tercero de los hijos nacidos fruto del matrimonio compuesto por D. José María Alonso Pedreira y Dña. Maruja Aragón Sánchez. El parto fue duro y complicado ya que presentaba un pié a la hora del mismo. ¡Y dicen que el que nace de pié tiene suerte y larga vida¡. Antes de cumplir el año la familia se mudó a la malagueña calle de Conde de Ureña.

__________________________
INTRODUCCIÓN

En el verano de 1997 se nos fue un amigo, El Amigo. Se nos fue el músico, el poeta, el compositor…, se nos fue José Maria Alonso. Para mi no era un amigo, era mi hermano. Se fue en silencio, sin despedirse, sin molestar a nada ni a nadie. 
La vida de José María se interrumpió antes de tiempo, pero afortunadamente nos dejó un legado profesional y sobre todo humano que no debería desaparecer en el tiempo.
Ésta, “mi particular biografía” de José María no pretende más que darlo a conocer a quien no tuvieron esa oportunidad y a su vez hacerlo recordar a los que si lo hicieron.
Y digo “mi particular biografía” porque entiendo que una biografía completa necesita profundizar más en el personaje y sobre todo en la persona.  José María tuvo su vida, sus amores, sus andanzas…y creo que no tengo ningún derecho a revelar lo que en algunas ocasiones él me reveló a mí, al amigo. Digamos que mas que una biografía lo que quiero  transmitir con este trabajo es dar a conocer la trayectoria profesional del artista en todas sus facetas.
Todas las muertes son lamentables y ninguna reparable. Y también es frecuente ensalzar a la persona desaparecida con elogios y virtudes que no tuvieron o que exageramos. Pero este no es el caso, porque a pesar de su corta vida es mucho y bueno lo que nos dejó, por eso, esta biografía es fruto de mi homenaje continuado que quiero rendir al amigo.
Y antes de acabar esta introducción, quiero manifestar, que ésta biografía no hubiera sido posible sin la ayuda inestimable de Maruja (su madre) que con todo el dolor de su corazón siempre ha estado dispuesta a ofrecerme toda la información tanto contada como escrita y grafica, y también quiero dejar constancia de que ésta no es la única manifestación de homenaje que se le haya hecho y que espero no sea la última.

Joaquín Hidalgo Ballestero
__________________________





Sobre su nacimiento, José María escribió lo que mas tarde sería uno de sus éxitos musicales:  




 MI PRIMER POEMA

Nací por casualidad;                     Amé sin amar saber
yo no llamé a la puerta,                amores de Cabalgata,
me obligaron a entrar.                  un adiós y un no volver.

Crecí a costa de unos padres       Y cuando amé de verdad
bebiéndome su sangre,                   con el alma y los sentidos
comiéndome su pan.                       clavé mis pies en su puerta
                                                                  como un perro mal herido
Y un día sin darme cuenta            y le comencé a ladrar
escribí el primer poema;               escribiendo mis aullidos.
se me acabaron los juegos             Un amor entre comillas
y empecé a faltar a la escuela;    sin carne y sin hueso
regalé mi primer beso                     sin tan siquiera un beso.
y deshojé la flor primera.
                                                                  Nací por casualidad;
Viví aprendiendo a pecar.            Yo no llamé a la puerta,
Un cuarto, algunos libros              me obligaron a entrar.
y versos sin estrenar.




 Era un bebé delgadísimo, de hecho todo el que lo veía decía que sólo tenía ojos. Como escribiera mas tarde de él el poeta malagueño Rafael Pérez Estrada “Nacido con un mirar profundo y picassiano”, no paraba de llorar día y noche, por lo que los padres desesperados acudieron a su tío materno el pediatra D. Andrés Aragón para que calmara su llanto a lo que el mismo respondió que hasta que no cumpliera el año seguiría así,  y efectivamente así fue. Seguro que fueron sus primeros cantos.

Antes de cumplir los cinco años ingresó en el Colegio de los Hermanos Maristas en la calle Victoria donde ya cursaba estudios su hermano José Manuel, dos años mayor que él. Era un alumno inquieto y travieso, no sin dejar de ser aplicado, por lo que a los H.H. les hacían gracias sus ocurrencias, aunque a la vez frecuentemente llamaban a sus padres para informarles de su comportamiento. Cuenta Maruja, su madre, que cuando asistía a la Capilla del Colegio, mientras rezaban el Ave María, él con su cantarina e infantil vocecita gritaba: “Ave María un pollo me comía, Madre de Dios con un salchichón…., por lo que el H. Director tenía que esforzarse para no reírse.

Y así, entre travesuras, risas, montones de amiguitos y su afición preferida de protector de los necesitados, ya que todo viejecito/a, disminuidos, etc... que encontraba en las calles abandonados se lo llevaba a su casa, los lavaba y les daba de comer, así ese inmenso y destartalado chalet de Conde de Ureña al pié del monte de las tres letras se convertía en refugio diario de estas personas desprotegidas y abandonadas por la sociedad por lo que pasaba de disfrutar su infancia como cualquier otro chiquillo de su edad.

 Entre los “personajes” que pasaron por su casa de Conde de Ureña vivió Carmen, una adorable viejecita Antequerana, que años mas tarde siendo ya un jovencito José María,  murió en sus brazos un día de Navidad a la edad de 97 años.

También tuvieron de “inquilino” a Paco el Jardinero, “sordomudo y mariquita”,  era un ser humano buenísimo y aunque sabia poco de jardinería siempre encontraba algo en que ocupar su tiempo.
Y como no, la conocida “Mariquilla la Loca”, como todo el mundo la llamaba en Málaga. Ésta sólo aparecía por la casa a la hora de la comida ya que su ocupación consistía en pasearse por toda la ciudad con su cesto a cuesta y recogiendo de las papeleras todo aquello que encontraba. A ella mas tarde le escribiría un poema que se convertiría en un éxito musical, en una de sus estrofas decía:

                                   “Y Mariquilla se fue,
                                   hacia otra Plaza, tal vez,
                                   con su canasto de pan
                                   con su locura de miel”

Sin perder ningún curso, pero siempre raspando la nota precisa para su aprobado ya que su afición a la guitarra le robaba parte del tiempo para estudiar, los “Reyes Magos” le traían, según su carta, una guitarra, pero a la vista de sus ajustados aprobados, decidieron cambiar la misma por otro juguete: un tren eléctrico, un caballito de cartón…, pero de nada servía, a la primera ocasión cambiaba ese juguete “inservible” por otra guitarra a alguno de sus muchos amiguitos que lo que quería realmente era ese tren o ese caballito.

Desde muy temprana edad ya tenía sus aficiones muy definidas y claras: la música, escribir versos y ¡como no!: las mujeres. De este tema, en el que no quiero entrar, ya que podría herir susceptibilidades, si quiero decir que tendría para escribir un libro de quinientas páginas ya que han sido tantas  las aventuras de José María que inclusos llegamos a compartir “novias”, es decir, un día esta para ti y mañana cambiamos, eso si, ellas también entraban en el juego (juego de juventud).
A punto de cumplir los quince años, ya cursando el bachiller en el Instituto Masculino Ntra. Sra. de la Victoria (Martiricos) –y en el que tengo la dicha de conocerlo-, gana el Primer Premio Regional de Redacción en su VIII edición, patrocinado por Coca Cola con el Titulo “El Traje”, que fue una peculiar forma de definir la naturaleza y que decía así:

El traje

“Una blanda luz se desliza recelosa por el húmedo verdor del valle.

Distanciados, en dos filas, forman los excelsos cipreses y los recortados manzanos, en cuyas copas mantienen su idilio manzanas de oro que lloran almíbar y rocío.

Mientras, un sosegado rayo, miedoso, menudo y travieso, se deja ver y se esconde hiriendo, cual sublime alfiler, los difusos tonos blanquecinos de las nubes.

La memoria, cebada por oxígeno fresco, nos prodiga sensaciones añoradas, que difícilmente volverán.

Más adelante, en el valle, olas sedosas cual cabello de mujer corretean cortando el sumiso césped y más, mucho mas alto, se alza con majestuosa elegancia la recia cara del monte verdinegro, surcada en su frente y sien por la argentada vena de un río.

El leve sol dormita y cabecea lentamente, sin dejar que el sueño le absorba totalmente.

Calma, sosiego, oscuridad.

Cuando la agonizante luz comienza a expirar en soñoliento pero gracial ronroneo, los árboles se muestran sumidos en su elegancia verde y oro, ribeteada de escarcha.

La noche cae brusca y pesada como un manto,  cansada de esperar su turno aletargado.

El fresco se torna en frió y la escarcha se hace nieve que, con la tenue luz de la luna, hiere la oscuridad con su refulgente y plateada blancura.

La Tierra aparece circundada por una aureola gris, que después se torna malva, después azul y finalmente, tras ruborizar su tez femenina, se alza grandiosa en un intenso fulgor blanquecino.

Nieva mas densamente y con dulce blancura se viste de comunión la blanca y fría desnudez del mundo.

Este se torna infantil y travieso, jugando a dar vueltas y mas vueltas hasta llegar a la embriaguez de la alegría del niño.

Entre la espesa cabellera del ciprés despunta una chispa plateada que, alegre, anuncia la llegada del claro día al juguetón y sonriente comulgante, que comienza a lucir un nevado y lujoso traje.

Los niños corretean sobre su frágil tejido y comienzan a –sin saberlo- marchitar su elegante frescura.

Pronto monstruos poderosos cabalgados por hombres comienzan a abrir la fina hiladura y mas tarde la rajan en enormes y reptantes grietas.

Nuestro potente pero atrapado niño comienza a sentir frío y nota crujir su corazón y abrírsele en pedazos.

Un ahogo comienza a ascender hacia la garganta y sale al exterior en una explosión de llanto, que rápidamente funde la lacónica y marchitada nieve sin vida.

De nuevo el rutinario rayo de plata dora las tersas y palpitantes manzanas, y la noche, tímida y llorosa, expira en su sublime vagueza de colores y hace sitio al vigorizante y largo día.

Con un tibio semblante, el día templa cariñoso la blanca desnudez del mundo.

El monte suda de nuevo en su gigante extensión y envidia al mundo por haber lucido tan hermoso traje de plata”.

El premio consistía en una medalla y un viaje con todos los ganadores regionales y su profesora de Literatura Dña. Elena Villamana a Lisboa (Portugal), eso si, inmensas cantidades de Cola-Cola.

Cuando conocí a José María, él acababa de mudarse frente a la fábrica de tabaco en la popular barriada de Huelin (a unos pisos para los jefes de la Central Térmica de Málaga) ya que su padre en esa época era el Director de la misma aunque compatibilizaba dicho cargo con el de Catedrático en la Escuela de Peritos.  Al poco de conocernos, José María me llevó a visitar el chalet de Conde de Ureña (desocupado) y en donde alguna que otra vez celebramos algún que otro guateque.

Rápidamente cogimos una estrecha amistad que compartíamos con una “pandilla” de amigos del barrio. Pero como toda pandilla de jóvenes de quince diecisiete años, todo era banal por lo que decidimos poco a poco despegarnos del grupo, eso si, sin perder la amistad y dedicarnos a ir a tertulias de poetas, como por ejemplo los Viernes de Gloria, que se celebraban en el palomar de las Bodegas El Pimpi en la malagueña calle Granada. Allí se reunían, entre otros, Gloria Fuertes, Rafael Pérez Estrada, Paco Campos, Pepe Bornoy, Pepe Infantes, Paco Moreno, nuestro querido Adolfo Ramos… Y a pesar de ser los benjamines de las tertulias éramos acogidos con agrado.

José María ya escribía y tocaba la guitarra y  componía sus primeras canciones, por lo que un buen día me dijo: Quino, por que no aprendes a tocar algún instrumento y hacemos cosas juntos. Y dicho y hecho, me compré una flauta de pico también llamada flauta dulce y empecé a dar mis primeros pitidos hasta que aquello empezó a sonar, así que, con mi empeño y la ayuda de José María empecé a hacer algunos arreglitos para acompañar canciones. Mas tarde se unió nuestro querido Celso Rodríguez que tocaba la guitarra y así en las primeras actuaciones en Colegios e Institutos nos anunciaban como “José María Alonso acompañado por Celso y Joaquín”.

También hicimos “pinitos” con la pintura y la escultura, aunque nada de esto llegó a fraguar, excepto la música. Así que tarde tras tarde, nos reuníamos en casa de José María y ensayábamos para “tocar” que era como se decía en aquel tiempo los fines de semana.

Y poco a poco, José María empezó a ser conocido en el mundillo de la música y cada vez aparecían mas gente por esa casa (cantautores como Adolfo Ramos, Pepe Umbral, Juan Antonio Muriel, Diego Guzmán, Luis Centeno,  y poetas como Miguel Gámez, músicos como Ángel Céspedes, Paco Núñez, Diego Lara y amigos/as: Leli Campos, Asun, Mili, Rosa, Marisa Centeno, Manolo Mir, Antonio Balboteo… y un sinfín que no puedo enumerar por olvido. Y esa madre complaciente que jamás puso pega alguna para que nos reuniéramos, sino al contrario, era feliz viendo a su hijo rodeado de amigos.

Primeros frutos musicales
En la Navidad de 1971, nos presentamos (y digo nos presentamos porque nos inscribimos como José María y Joaquín)  al II Certamen de Villancicos Nuevos, organizado por Radio Popular y patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Málaga consiguiendo el primer premio dotado con cinco mil pesetas. Aquella noche del 24 de diciembre en la que se produjo el fallo del jurado, la recuerdo con un especial y emotivo cariño, quizás porque fue nuestra primera y ultima vez que acudimos como dúo, cosa que tengo que agradecer a José Maria ya que tanto la letra como la música era suya, pero quiso que ese premio fuera para los dos. Yo además de tocar la flauta dulce, en esa ocasión, algunas estrofas las cantábamos a dúo. Él de antemano me dijo que veía pocas opciones de ganar ya que temía que no se entendiera la letra, y que por ello pasara inadvertida. “Mi canción no habla de amor”, decía José María en la entrevista concedida a Mari Tere Campos para el Diario Sol de España del día 2 de enero de 1972, “olvidando los tópicos usuales en las letras de los villancicos, pretende hacernos tomar conciencia de que a pesar de los buenos deseos y los propósitos navideños de cada año del mundo y los hombres seguimos el resto del año incurriendo en los mismos errores”.

Después de treinta y tres años, desgraciadamente todo sigue igual, y si no lean atentamente la letra del villancico que reproduzco a continuación.

Mi canción no habla de amor
(Villancico)

Gritad, pastores, gritad.                                 Gritad, pastores, gritad.
Mi canción no habla de Amor                       Mi canción no habla de Amor
ni siquiera habla de Paz                                  ni siquiera habla de Paz
ni de la bondad de Dios.                                  ni de la bondad de Dios.

Y nace Jesús de nuevo                                  
hoy es la Navidad,                                              Decid, pastores, decid
todos champán beberemos                             lo que dice mi canción:
después todo sigue igual.                              
Que se repite todo el hambre,
Decid, pastores, decid                                      que se repite el cantar,
lo que dice mi canción:                                    que nadie es nada ni nadie
aunque sea Navidad.
Que se han roto las promesas,                       
que ya no hay miel en el pan,                         Que aunque Dios haya nacido,
que no hay paz en las fronteras                     aunque bebamos champán,
ni hay verdad en la verdad.                             decid, pastores, decidlo,
                                                                                     todo sigue igual.
Que siguen siendo mentiras                          
los besos y mil cosas mas                               
que me dijeron de niño:                                 
Reyes, Cigüeña y Paz.
                                    
Entre recital y recital, intentaba terminar su carrera de Filosofía y Letras que mas tarde abandonaría con tan solo algunas asignaturas pendientes para su finalización. Claro, hay que entender, que por aquel entonces los recitales eran casi semanales y por consiguiente los ensayos a diarios, por lo que el tiempo para estudiar era tan escaso que a pesar del disgusto de sus padres no llegó a terminar la misma.
Quizás, aunque mi memoria a veces falla, el año en que mas conciertos dio fue en 1972, recuerdo giras por Andalucía en Universidades de Málaga, Granada, Córdoba, etc. etc., todo ello a raíz del primer premio conseguido en el Festival de Español Pop con la canción Autorretrato, organizado por Radio Popular  y presentado por Mari Tere  Campos.





Autorretrato

Soy de profesión caminante
de la soledad, amigo soy,
mi trabajo es pensar.

Soy como el viento de invierno
que quema las flores con su frío aliento;
soy un loco más, un loco más.

Y odio a ese gente que tanto habla
sólo por hablar, por criticar.
odio a esa gente
que entra en la vida de los demás.

Soy, soy un deseo de mis padres.
un pedazo de carne,
un dolor de mi madre,
un capricho de Dios.

Soy lo que todos seremos:
el rescoldo de un fuego
que ya se apagó.

Une tu fuego al mío,
y encendamos el amor,
nadie lo apagará;
ni siquiera esa gente que tanto habla
sólo por hablar, por criticar,
ni tampoco esa gente
que entra en la vida de los demás.



  
El primer premio del Festival de Español Pop, consistía además de un trofeo y una cantidad de dinero en metálico, en la grabación de un single con el tema ganador. La grabación, por problemas burocráticos, llegó un poco tarde si tenemos en cuenta que la celebración del festival fue en el mes de febrero o marzo de 1972 y el disco vio la luz en el verano del 73, que por cierto, coincidió que yo me encontraba en Almería cumpliendo el servicio militar, pero eso si, tuve el privilegio de recibir una carta de José María y como cierre de la misma me enviaba la letra del segundo tema de este disco (El Poeta y el Rico) tema muy cantado, incluso hoy en día.

Aunque para no faltar a la realidad, el retraso del mismo fue debido a que la Directora Artística de la compañía ZAFIRO, Dña. Carmen Grau no quería una grabación  de puro trámite, sino que fuera un comienzo de un nuevo artista de la discográfica, por lo que apostó fuerte por José María ya que el disco que llevaba por titulo “ANDALUCÍA” salió con arreglos y dirección musical de Juan Carlos Calderón. Este single le hizo popular dentro del circulo de cantautores de la época que interpretaban la llamada canción protesta, tanto es así, que la frase “Andalucía no es la pandereta de España” la hicieron propia otros compositores y sobre todo algunos de los primeros políticos de la democracia.
Y siguiendo con el “memorable” año 1972, tanto era el éxito que obtenía en sus recitales, que con motivo de un Concurso Nacional de Redacción (del que ya había sido ganador en su VIII edición), patrocinado por Coca-Cola, fue contratado como artista invitado. Hay que tener en cuenta que esta firma en concursos anteriores tan sólo contrataba a primeras figuras nacionales.  

El éxito obtenido en este recital, sirvió para que meses mas tarde, en octubre, volviera al mismo escenario contratando el alquiler del teatro a la empresa Sánchez-Ramade, S.A. concesionaria del mismo en ese tiempo. Recuerdo que este recital fue un gran éxito tanto a nivel profesional como de taquilla. Y como no decirlo, aprovechando el dinero ganado en el mismo y con la ayuda de su padre, que tuvo que hacer frente al resto que le faltaba,  se compro para sus recitales un equipo Shure, pero lo mas importante y que siempre lo tendré en mis recuerdos, es que el día que llegó el equipo a casa, nos pusimos a desembalarlo como niños que desembalan sus regalos de reyes. Pero llegó un momento que al abrir una de las cajas, aparece otra mas pequeña y José María me dijo:  “Quino ábrela, creo que es para ti” y yo todo extrañado, abro la misma y cual es mi sorpresa –una maravillosa flauta travesera- de la cual estaba enamorado, porque no había una sola vez que pasáramos por la Casa de la Música  y no le dijera: -Chico, algún día será mía-, yo pensando en que un día tendría el dinero para comprarla. La flauta, de marca Arias y con sus treinta y tantos años la conservo como uno de mis mejores recuerdos. 

Siguiendo con el año 1972, publicó su libro “Poema y Canciones”, del que conservo un ejemplar y del que reproduzco su portada mas adelante.

El libro que fue ilustrado por unos dibujos de nuestro querido y común amigo el padre José Luis Linares, y foto de portada que como tengo dudas entre un fotógrafo y una fotógrafa, no doy nombre, como dice en su última página “acabóse de imprimir el día 15 de diciembre de 1972, en Talleres Gráficos Urania, Mosquera, 9. Málaga”

En la Navidad de ese mismo año, el libro se encontraba repartido en las principales librerías de Málaga y fue el regalo que muchos malagueños escogieron para esas fiest

En la página 88, hay un poema  de cinco versos. Ese poema tuve el honor de que me lo dedicara y creo que no hay otra forma de sentir y definir la amistad con tan pocas palabras, y si no lean:




EL AMIGO

               A Joaquín Hidalgo

Eres el hombro que presta
ese apoyo tan preciso.
Eres mi espejo, mi juez,
mi fiscal y mi testigo.
Eres, en fin:
                 Mi amigo                                                 
José María tenía el don de saber definir en sus poemas tanto a las personas como a las cosas, y la mejor definición  y creo que uno de sus mejores poemas fue para sus padres y dice así:

Dedicado a…………..

(Mientras ella cambiaba mis pañales
él la miraba
y yo les veía.
Ella me enseñaba el mundo y él
me dio mis primeras lecciones de hombría.

Y pasaron…… un montón de días.
Y yo manché mi cama por primera vez.
Y se quedaron atrás… muy, muy atrás:
aquel mi tren eléctrico, mi balón y aquel
caballito de cartón casi esquelético

Ella es una rosa
con mil espinas clavadas en el alma.
Él, un barquito de vela
en un mar de calma.
Ella es escarcha.

Ella me enseñó el camino
Y él me entregó las armas.

Ella es sensible, muy sensible,
inestática.
Él es un panecillo
empapado en matemáticas.
Ella es una flor
la única flor.
Y él, una alborada).

Mis padres
Y siguiendo con la discografía, en 1974 grabaría también con la firma ZAFIRO un nuevo disco titulado VIVAR,  y mas tarde CAMPOS DE BATALLA con la firma BELTER. Este último tema sirvió para un LP muy al uso en aquellos años 70 en los que las discográficas sacaban al mercado un recopilatorio de los grandes éxitos de sus mejores artistas titulado “Éxitos del momento” y entre           otros artistas participaron en el mismo: Víctor Manuel, Emilio José, Pepe Domingo Castaño, Braulio, Luc Barreto….y José María Alonso.

La publicidad que BELTER imprimió sobre  CAMPOS DE BATALLA decía:
 “Un cantautor revelación. José Maria Alonso“. Al mundo de los cantautores se incorpora otro nombre importante. España es tierra de buenos letristas y compositores,
y José M. Alonso viene dispuesto a demostrarlo. El es andaluz de pura cepa. Estudiante de Filosofía y letras en la rama de filología hispánica. Tiene cuatro cursos del Conservatorio y el ambiente musical que mas le gusta es el del pequeño “Púb.” y los recitales en universidades.

Su principal preocupación es la sociedad. José M. Alonso canta abiertamente al mundo que le rodea, trasladando el campo de acción a su Andalucía. Pero aunque su tierra y sus gentes le sirvan de inspiración, sus canciones tienen también un carácter universalista.

“Campos de Batalla” y “A veces” son dos canciones jóvenes. Dos temas abiertos y espontáneos, que constituyen una inmejorable tarjeta de presentación para José M.  Alonso y su mundo poético y musical”. Dep.Legal.-B.18291/76

 Curiosamente, si observan, dice la publicidad que “tiene cuatro cursos del conservatorio” -cuando él era el primero que decía que era autodidacta- ya que  una vez que nos matriculamos los dos en el Conservatorio Superior de Música para estudiar solfeo allá por el año 70 o 71, no llegamos a terminar ni el primer curso, entre otros motivos, porque nos aburríamos del “do do, re re, mi mi, fa fa, etc. etc.. ya que por nuestra cuenta estudiábamos solfeo e incluso leíamos partituras y esas primeras clases nos parecían de parvulitos. Pero claro, quedaba muy bien en la publicidad, que por cierto era “cutre” hasta en la tipografía, juzguen:                

Otra de las mentiras de la publicidad es que dice: “en su primer disco”, cuando en realidad era el tercero, pero claro, se querían apuntar el tanto los primeros.

Vivar

Un sombrero de palma, un candil                  Oiga amigo, perdóneme usted,
y un silbar de chiquillo feliz                             yo no quiero aprender a leer,
un borrico, una hembra, un barril                 no conozco mas versos, ya ve,                       
con aceitunas.                                                         que el de mi arado.
el orgullo de ser andaluz                                    “Pa” que quiero yo hablar en francés
una fe inquebrantable en la cruz                  si como hablo me “tien” que entender:
y el arrullo del viento del sur                         el tasquero, el amo, mi mujer,
es tu fortuna.                                                         el buey y el carro.

Vivar, Vivar,                                                            Y allá se fue
si me enseñas a creer en tu Dios,                    Vivar con su borrico y su cruz
yo te enseño la Biblia, el Catón                      su sombrero y su acento andaluz
y a escribir poemas.                                            y su sonrisa
¡Vivar, Vivar!                                                         Y me quedé
si me enseñas como haces crecer                    con mis libros y mi poca fe
esa espiga, te enseño francés                          sin saber como se hace crecer
y a hacer tus cuentas.       
                                                                                    Aquella espiga…

                                                                                     ¡Vivar, Vivar!
Obras Musicales

José María era tan inquieto y tenia tantas ganas de hacer cosas nuevas que, en 1974 “se atrevió” a escribir una obra musical titulada EL PARTO (Antesala de la vida), y digo se atrevió porque antes de su representación en el emblemático Teatro Cervantes de nuestra ciudad, él con toda su humildad quiso que un profesor del Conservatorio Superior de Música (de reconocido prestigio y nombre) le revisase todas las partituras de la misma antes de empezar los ensayos con los músicos, y este buen señor, que si bien lo entiendo, porque conocía la trayectoria de José María como autodidacta, antes de mirar un pentagrama lo primero que dijo fue: pero como se atreve este muchacho a escribir una obra musical. Aunque una vez que accedió a revisar las mismas, quizás no por su gusto, sino mas bien pienso que por curiosidad de lo que este autodidacta de 21 años había escrito, después de algunos retoques técnicos, como por supuesto era de esperar por José María, ya que él sabia de sus limitaciones, le devolvió las mencionadas partituras con sus oportunas correcciones, pero también con la humildad de quien  se equivoca, alabando el trabajo realizado.

Esta obra cuya dirección escénica corrió a cargo de nuestro querido y común amigo Diego Guzmán se estrenó en el Teatro Cervantes el domingo día 9 de febrero de 1975, dentro del programa de las Fiestas de Invierno que patrocinaba el Ayuntamiento de Málaga.

En la obra participamos un total de 35 personas entre actores, músicos, tramoya, etc., etc. y cabe destacar que entre los actores, excepto Diego Guzmán y su hermana Inés María que venían de la Escuela Superior de Arte Dramático, todos éramos aficionados, pero entre el genio de José María y la buena dirección de Diego todo salió a la perfección y las criticas como ésta que reproduzco no podían ser mejores.

El argumento de la obra, como el mismo José María respondiera a una pregunta de Rafael Salas para el Diario Sol de España (9.2.75), “A un hombre, aun niño que va a nacer  se le da la oportunidad de que vea antes de su nacimiento una secuencia de lo que va a ser su vida. Decidirá si nace o no, después de haber visto esta secuencia. El feto ve la amistad en el mundo, la política, la religión, el dolor y todas las virtudes y defectos de los hombre”.

Con motivo del estreno de la misma, el periodista malagueño Francisco Cañete escribió en el Diario Sur lo siguiente sobre  José María:

“Nació en Málaga el 18 de Abril de 1953 (21 años). Se mueve, vive y se realiza dentro de un mundo delimitado por la POESÍA, LA FAMILIA Y LA AMISTAD. Estudiante de Filología Hispánica en la Facultad de dicha especialidad de la Universidad de Málaga. Estudiante de música en el Conservatorio Superior de Música de su ciudad natal.                                                          

Comienza su carrera profesional registrando dos discos sencillo y tras sus múltiples recitales por toda Andalucía y T.V.E., se hace inmediatamente popular y se le otorgan los mas diversos premios como ratificación de su alto nivel artístico.

Ésta su primera obra literaria importante, junto con la publicación de su libro “Poemas y Canciones” (1972), es el principio de una divulgación de la poesía y el arte, esencialmente andaluz que J.M.A. lleva dentro. Compositor de todas sus canciones, se adentra en el mundo musical creando dentro de unos márgenes de dignidad y respeto a la música clásica, poco comunes entre los autores jóvenes, toda una sería de partituras que sirven de base musical a su obra “EL PARTO”.

“Cantorcillo de pelo y guitarra”, inquieto buscador del origen de todo lo que hace, hombre sincero, Andaluz y valiente.

El ambicioso que hoy le preocupa y ocupa, le abre las posibilidades mas reales y apunta en este joven autor toda una esperanza de esta nuestra Málaga que ya empieza a verlo como baluarte y más honroso representante de un arte, un alma y un estilo tan personal como universal”.

Aunque consagrado en los ensayos y representaciones de EL PARTO, y antes de marcharse para Madrid, José María no abandona su faceta de cantautor y en el verano de 1976 es elegido como representante de Málaga en la modalidad de solista junto al grupo Candela para participar en el Certamen Internacional de la Canción AROSA FOL.-76,  celebrado en la isla del mismo nombre consiguiendo el premio a la  mejor voz masculina (sobra decir que lo de la mejor voz masculina no era precisamente por la potencia, sino por la personalidad). En la crónica del diario SUR de nuestra ciudad el periodista Julián Sesmero escribiría lo siguiente: Al fin, una vez terminada la celebración del festival, un jurado internacional concedió los numerosos premios del certamen. Nuestro paisano ha conseguido el premio “a la mejor voz masculina”, lo que, teniendo en cuenta el elevado número de participantes, tanto españoles como extranjeros, hasta sumar mas del medio millar, concede al triunfo personal de José María unos matices muy especiales. Con la voz de este joven cantautor malagueño ha triunfado igualmente su canción –su música y sus letras-, de cuyos recursos técnicos e inspiración ha dado ya constancia en “Andalucía”, “Campos de Batalla”, “El poeta y el rico”, etc., sus mas conocidas grabaciones discográficas, Por destacado triunfo, enhorabuena a nuestro querido paisano.”   

Después vinieron más obras, entre las que cabe destacar “FARSA DE LA MUÑECA DE TRAPO”, espectáculo musical original de José María Alonso y Diego Guzmán, también estrenada en el Teatro Cervantes de Málaga el día 5 de febrero de 1977, encontrándose en ese tiempo viviendo en Madrid como cuento a continuación.

En 1976, José María se marcha a vivir a Madrid (nunca sin dejar “su Málaga”), por lo que venía cada vez que tenía algún motivo (a veces el motivo era comerse un tomate con sal y un tinto con gaseosa en cualquier chiringuito de la playa y acompañado de un buen amigo/a).  Se reencuentra con nuestro querido amigo Pepe Umbral que acababa de terminar el servicio militar y con el que comparte piso (la historia la contará mas detenidamente Pepe en el espacio que dedico a los testimonios).

En Madrid, colabora esporádicamente (ya que no se quería comprometer en pleno) como arreglista con el compositor Juan Carlos Calderón, el que fuera arreglista y director musical de su primer disco. A su vez, sigue cantando en los llamados bares de música y también sigue escribiendo obras musicales en colaboración con Diego Guzmán. José María se codea en Madrid con gente del mundo del espectáculo y  hace arreglos para infinidad de artistas entre ellos: Marifé de Triana, Emilio José, el propio Pepe Umbral, Maria José Santiago, Pascual González, Pedro Terol, Andrés Caparrós…. pero él tenía siempre a “su Málaga” en mente y en 1979 vuelve a ella.  

José María se emplea a fondo con el tema de las obras musicales y siempre en colaboración con Diego Guzmán, escribiendo hasta un total de 16 obras dirigidas a niños y que son  representadas en  España, Italia, México, Tahití y otros, desempeñando, en las creaciones referidas, la labor de: músico, actor, guionista y autor.

En Agosto de 1980, contrae matrimonio con Patricia Quiroga y fruto de su matrimonio nacen cuatro preciosos hijos llamados: José, María, Alicia y Patricia Inés (Peteta).

En este mismo año, una vez asentado de nuevo en su Málaga natal, empieza a colaborar como arreglista con la compañía discográfica FONODIS, siendo una de las primeras artistas con la que trabajara en esta empresa Maria José Santiago.

En 1984, el Concejal de Cultura del Excmo.  Ayuntamiento de Málaga Curro Flores y el director de su departamento Carlos Mesa, le comentan que desde el Ayuntamiento quieren impulsar las malagueñas en feria, pero quizás por ser un cante mayor (que me corrijan los flamencólogos si no es así), no termina de llegar al público, por lo que encargan a José María el estudio de lo que se puede hacer y este como siempre se emplea a fondo estudiando el cante en todas sus facetas: respetando la métrica de la malagueña antigua, su historia, etc. etc. hasta conseguir una malagueña (que llama de fiestas), mas de los tiempos o para los tiempos  y una vez con las ideas claras presenta una maqueta de cómo pueden quedar, siendo tan del agrado de los políticos que se crea el Certamen de Malagueñas de Fiestas Patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento, que por primera vez se celebra ese mismo año en la Plaza de Toros de la Malagueta bajo la dirección musical de José Maria Alonso y teniendo un éxito rotundo.  Después de unos años de esplendor, como dice nuestro común amigo Rafa el Díaz Portillo  “Didi” en su pagina web dedicada a la música de los 60 www.guateque.net “otros que se apuntaron al ‘carro’  no pudieron tirar de él. Se cambió el escenario, se bajó la cuantía de los premios y las MALAGUEÑAS DE FIESTAS se convirtieron en un certamen menor. El Ayuntamiento de Málaga hizo ‘cierta justicia’ denominando al concurso anual MEMORIAL JOSÉ MARIA ALONSO. La justicia ‘completa’ se hará cuando el Ayuntamiento malagueño, potencie realmente esta manifestación cultural, genuinamente malagueña y cuando reconozcamos que JOSÉ MARIA fue, pese a quien pese, su autentico creador”.

A raíz de este Certamen,  y ya que José María estudió a fondo como darle unos “aires nuevos”, si se me permite la expresión, todos los artistas que acudían al mismo querían que los arreglos fueran de José María, por lo que estuvo unos años casi consagrado a este tipo de arreglos y composiciones nuevas, que por cierto un tema suyo llamado “Soy Andaluz” y que interpretó Pepe Umbral obtuvo el primer premio (creo que fue sobre el año 86/87).

José María colabora y trabaja en esta década de los 80 con todos los estudios de grabación, no solo de Málaga, sino de la provincia, adaptándose a los deseos de los artistas, (ACM Records de Tony Carmona, Estudio 555 de Miguel Soto y otros..), pero aprovechando los locales del desaparecido FONODIS, constituye una sociedad con Antonio Meliveo, Francisco Gómez Acevedo y Manolo Ramírez y fundan SONIDO LA COSTA, un estudio adaptado a los tiempos y con la ultima tecnología, en el que no sólo se hacen grabaciones discográficas sino también para publicidad, por lo que se convierte en el primer estudio de sonido en todas sus facetas en Málaga. Años mas tarde, ya en la década de los 90 y motivado por las inundaciones que padeció Málaga y que afectó a los estudios que se encontraban en un sótano, estos fueron cerrados.

A pesar de todo su trabajo de compositor, arreglista y músico, José María nunca dejó de escribir, de hecho estaba escribiendo un libro que según él,  lo llamaría “Otro diccionario” o “El diccionario de las cosas”, en el que a cada palabra le daba su significado en versos, pero un fatídico día, o mejor dicho, una fatídica noche, le robaron su bolso o cartera de mano en donde además de su documentación, su billetero y su móvil, que aunque siempre es un problema, no deja de ser material y por consiguiente reemplazable, pero lo mas importante es que ese bolso llevaba algo que a pesar de ser material, su contenido no se podía reemplazar, era su “cuaderno de notas”, en donde escribía todo lo que sentía en cualquier momento y en cualquier lugar y ahí tenia plasmado lo que sería su “diccionario de las cosas”.

Pero empezó de nuevo y algo dejó escrito, no mucho pero algo para el recuerdo, por ejemplo la palabra “libre” por la que tanto luchó y la que tanto amaba.

LIBRE
(Exento de responsabilidad.
           Solo, y sin vínculos sentimentales.)

LIBRE:                                                                 

PARECE EL AVE CUANDO ALZA EL VUELO
SUBIR HASTA LAS NUBES DESDE EL SUELO
PARECE LIBRE…

PERO SI SE ME OMITE EL VIENTO
O EL BATIR DE LAS ALAS…
DE AQUELLA LIBERTAD NO QUEDA NADA

LIBRE:

PARECE QUE UNO ES LIBRE, CUANDO EN SUEÑOS,
VISITA LOS RECÓNDITOS PARAJES
A LOS QUE NO VOLVIÓ DESDE PEQUEÑO
Y LIBRE…
NO ES EL PÁJARO, NO ES LA ROCA
NI EL ÁRBOL, NI LA MENTE…
AUNQUE SE TORNE LOCA.
De la libertad, quizás,  para cualquiera que tenga cierta sensibilidad para la escritura le haga un poema, pero ¿y para la palabra “niebla”?, seguro que le costaría mas trabajo, pero él sabía como definirla.

NIEBLA

HAY VECES QUE LA NIEBLA
NO EMPAÑA LOS CRISTALES
NI NUBLA LAS RETINAS
DE UNOS OJOS CANSADOS DE VER.

HAY VECES QUE LA NIEBLA
SE VISTE DE NEÓN
Y OCULTA, CÓMPLICE DEL SUEÑO,
EL SUEÑO DE LA RAZÓN.

Y SE HACE NUESTRA, SE HACE TUYA, SE HACE MIA
COMO UNA HERMANA DULCE
QUE INTENTA QUE NO VEAS
LO QUE, A VECES SE OCULTA DETRÁS…
                                                       DE LA NIEBLA.

Y, ENTONCES CUANDO
NO EMPAÑA LOS CRISTALES
NI NUBLA LAS RETINAS
                                DE MIS OJOS.

NI TAN SIQUIERA EN LONDRES
CUANDO LA NOCHE ESTÁ EN CALMA,
SOLO NUBLA MANSAMENTE…. A VECES…
                                                                   MI ALMA.

A mediados de la década de los 90, José María recibió el “golpe” del desamor llegando a la separación matrimonial y sumirse en una depresión de la que tardaría en salir. Eso lo saben bien sus amigos  Roberto Agüera y Joaquín Martínez, ambos de Coín, donde se refugió durante una larga temporada abandonando toda actividad artística y por consiguiente el “sitio” que tenía en el mundillo de la música.

Sus padres, sabedores de su situación, intentaban traerlo para Málaga y ayudarle como cualquier otros padres harían con un hijo, pero él siempre les decía que se encontraba bien y que no venia porque tenía mucho trabajo, aunque ellos sabían perfectamente de su situación y de la perdida casi total de su autoestima. Aunque por fin lograron que volviese a ese piso de Miraflores de El Palo y ocupase el dormitorio, que según sus padres se llamó y se llamará para siempre “El cuarto del Chico”.

Entonces empezó la  parte mas ardua, el sacar al “Chico” de ese pozo en el que había caído. Difícil tarea. Pero el tiempo, el tesón de sus padres y el amor por sus hijos hizo que después de mucho tiempo llamando a todas las puertas donde creían tanto él como sus padres que podrían encontrar la ayuda necesaria para salir de esa penosa situación llegó la respuesta, ¡y como no¡ otra vez reencuentro con su querida y admirada Mari Tere Campos. Parece que estaba predestinado que tanto al principio como al final de su carrera profesional estuviese al lado de Maria Teresa.

Maria Teresa, sin dudar un momento, le encargo preparar un “Especial Navidades” (estos que todos los presentadores salen y cantan), creo que fue en la navidad de 1996 y que José María preparó casi por teléfono y digo casi, porque las primeras tesituras vocales de los participantes las tomó a través de este medio. Esto le sirvió para de nuevo reencontrarse a si mismo y recuperar la autoestima que había perdido.

A raíz de ahí, fue contratado para dirigir la orquesta del programa Día a Día que Maria Teresa hacia en la Cadena Telecinco. Ahí tuvo la oportunidad de conocer gente maravillosa como Pedro Rosales (con quien aparece en la foto) y con el que estuvo compartiendo apartamento durante algún tiempo, hasta que de nuevo encontró “su media naranja” en una asturiana llamada Marisa  que no sólo llenó el hueco del amor, sino que le ayudó a terminar de salir del pozo en el que nunca tenía que haber caído. (Ella contará sus vivencias en el apartado de testimonios).

José María, de nuevo encontró la felicidad.
Cada dos fines de semana se venía para su Málaga natal para estar con sus hijos y sus padres, hasta que llegó el mes de agosto de 1997 (fatídico mes de  agosto). Vacaciones en el programa de Telecinco. Feria de Agosto en Málaga. Noche del 21 encuentro con sus hijos, mañana del 22, sus padres se marchan de viaje-crucero por el Rin y Chico les lleva al aeropuerto. Era temprano, la noche anterior durmió poco, él escribía y componía de noche, pero el amor le lleva a viajar a Madrid. El cansancio le hace quedarse dormido al volante y en Ocaña a 70 kilómetros de su destino tiene el accidente en el que desgraciadamente pierde la vida.

Recuerdo que la cadena de televisión local Málaga TV fue la primera que hace un programa para recordar y hablar de José María, al mismo estuvimos invitados, entre otros, que no recuerdo en este momento, Leli Campos, Pepe Umbral, Enrique Herrera, Tony Carmona, el propio director de la cadena Miguel Soto y yo y como presentador del mismo Rafael Acejo.  El programa fue muy emotivo ya que se realizó a los cinco o seis  días de su fallecimiento y por consiguiente todo estaba muy presente y además nos reencontramos después de algún tiempo Leli, Pepe y yo que recordábamos anécdotas de tiempos atrás e incluso nos atrevimos a cantar el Poeta y el Rico, y digo nos atrevimos porque mas que cantar susurramos ya que las lagrimas estaban a flor de piel.

También recuerdo de ese programa que entró en directo desde Madrid vía teléfono Maria Teresa Campos, la cual no sólo recordó la figura artística de José María sino la humana y personal y al mismo tiempo dijo que José María no se podía quedar en el olvido.

Una vez acabado el programa, recuerdo que antes de salir del plató acordamos el hacer algo, no sabíamos qué, por lo que quedamos emplazados unos días mas tarde (en la Cafetería El Jardín), junto a la Catedral. Ahí nos encontramos Rafael Acejo, Guillermo Carretero, Leli Campos, Tony Carmona, Manolo Mir, Pepe Umbral y yo. De esa reunión salió lo que mas tarde se llamó Comité Organizador del Homenaje a José Maria Alonso.

Nos pusimos como meta el mes de noviembre y sin fallar ni uno, lunes tras lunes, nos reuníamos en mi despacho profesional una vez acabada la jornada laboral con el fin de  hacerle el merecido homenaje a José María.

En cada reunión se iban aportando ideas nuevas, y así lunes tras lunes, semana tras semana,  se fue fraguando lo que mas tarde sería el homenaje.  

     Y llegó el día, el 23 de noviembre de 1997 a las siete y media de la tarde se subió el telón, ese telón del emblemático Teatro Cervantes que tantas veces se subió para dar paso a José María, tanto en conciertos como en obras musicales y en las que en muchas ocasiones tuve el honor de participar.

En principio, pensábamos hacer algo que no excediera de la hora y media, pero debido a la amplia trayectoria artística de José María (poeta, compositor, arreglista, cantautor, autor de obras musicales, etc.) no tuvimos más remedio que dar más tiempo al homenaje. Y como segundo “problema” fue la gran cantidad de gente que quería participar en el mismo (ahí nos dimos verdaderamente cuenta de lo querido que había sido José María). Tuvimos que empezar a seleccionar un poco, sin querer decir que no a nadie, por lo que los temas musicales que se interpretaron, muchos de ellos tuvieron que ser compartidos. Con todo ello, el homenaje duró casi tres horas, aunque en honor a la verdad, cuando acabó daba la sensación de que al público asistente le supo a poco.

La verdad es que los organizadores cuando acabó todo estábamos felices, no solo por hacer lo que José María se merecía, sino por el resultado tanto de organización como de asistencia al mismo (lleno total del Teatro Cervantes).  Recuerdo las palabras de aliento de Maria Teresa Campos que fue la presentadora del evento y que dijo que nunca había asistido a un homenaje tan bien organizado. Por supuesto el dinero recaudado en dicho homenaje con el importe de la entrada y que incluso hasta los participantes pagamos lo que se llama fila cero, fue integro para sus hijos.

Otros de los logros de este Comité Organizador y de otras personas que me consta que también la solicitaron, fue la concesión por parte del Excmo. Ayuntamiento de rotular una calle de Málaga con el nombre de José María Alonso.

Ésta, fue aprobada en el Pleno Municipal del día 5 de febrero de 1998, siendo Alcaldesa de la ciudad Dª. Celia Villalobos Talero y Concejal de Cultura D. Antonio Garrido Moragas.  

Si bien,  hasta el día 22 de abril de 2003 no fue la inauguración de la misma, ya que, por deseo de sus padres, estos quisieron que su ubicación fuese por la zona de El Palo, por lo que hubo que esperar que se terminase una nueva urbanización en la zona de Pinares de San Antón donde por fin José María tiene una calle rotulada con su nombre.

A la inauguración de la misma, asistieron en representación del Excmo. Ayuntamiento de Málaga su Alcalde D. Francisco de la Torre y la Concejala de Cultura Dª. Ana María Rico, así como una nutrida asistencia de familiares y amigos.

En el mismo acto, una vez oídas las palabras del Alcalde que me sorprendió agradablemente ya que, o conocía la trayectoria artística de José María a la perfección o se había documentado ampliamente para tal fin, éste sin quererlo parecía que sus palabras salían de mi boca porque de lo que yo llevaba escrito dijo el ochenta por ciento, por lo  que -cuando en nombre de la familia y de la Comisión Pro Homenaje que tuve el honor de presidir-, tomé la palabra para agradecer tanto al Alcalde, a la Concejala de Cultura, a la entidad que representaban, así como a la corporación que en su día aprobó la concesión, mis palabras se redujeron a eso, en agradecimiento.

Adiós José Maria, adiós Chico, siempre estarás  entre nosotros.







No hay comentarios:

Publicar un comentario