1242.- BEATRIZ PÉREZ GONZÁLEZ

BEATRIZ PÉREZ GONZÁLEZ
Nacida en Plasencia (Cáceres), Beatriz Pérez es profesora de sociología de la Universidad de Cádiz y vive en Cádiz. Ha colaborado, entre otros medios, en el periódico Publicaciones del Sur , Barbate Información o el Diario de Cádiz .


Pérez ha participado en dos antologías poéticas hasta la fecha: La mujer en la poesía hispanomarroquí y Versos para Derribar muros . También ha escrito en la revista Tántalo y ha publicado el libro Estraperlo en Cádiz, La estrategia social.
"Soy Una Extraterrestre", 2011








Yo,
extiendo mi tibia lengua
                  y
comulgo chocolate...
Extiendo mis blandas manos
                  y
comienzo a verte.
Escalo dunas de grano,
paseo por dulces  y agitados 
a   t   a   r   d   e   c   e   r   e   s
con bruma, espuma y manos.












Se acerca el invierno


Se acerca el invierno pero la luz es hermosa.
Palpita latiendo un chisporreteo de lenguas 
rojas. Éstas, mis manos,  al fin se caldean. 


Se acerca el invierno... Ningún vivo 
está a salvo. Estrecheces, estratos, 
forcejeo de palabras seguidas de 
negras lágrimas, que caen sobre el asfalto. 
Éstas, 
se despejan tan solo en los atardeceres, 
se tatúan con besos estrujados en versos
y desaparecen  entre blancas sienes. 


El invierno se acerca y mientras yo, que estoy
bordando amaneceres silenciosos, me entrecruzo
con sus palabras y con sus manos.  
                                                       Él ya libró 
mil conquistas contra tí, 
                                        antes de conocerte.










Mauna Kea


Nel mezzo del cammin 
di nostra vita en la 
"secuencia principal",
en el fin de los siglos 
hasta ahora transcurridos,
en el curso del latir 


de corazones... , en el 
preciso momento 
en que se cruzan tus labios 
con mi voz...., el miedo 
aparece y se deshilacha 
el deseo, mientras
alguien se transfigura 
en aladas palabras y 
quejumbrosos versos. 














Entre piedras jugando


La noche tiene estratos
y me siento sola.
Y entonces ella llega.
Una niña, un despertar 
                                    malvado.
Pastillas y vómitos,
cianuros y mierdas
                                 del cotidiano.
Entre piedras jugando...
para convertirlas
en joyas, en verdes
turmalinas y no en
ponzoña negra como
                                  el asfalto.


Trémula y fría la mano


se encoge si te piensa.
Ella llega... Tras una 
hondonada espesa de
horror, tedio y soledad.




Hacía tiempo que  no 
me paseaba por sus espacios.


Trémula y fría... la mano
se encoge y se hiela
si no recibe un muerdo, si 
alguien no piensa en 
mimarla, en acariciarla
cada cuanto.