Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 15 de abril de 2012

1217.- MARÍA DEL ROSARIO SÁNCHEZ CUBELO


María del Rosario Sánchez Cubelo. Nacida en la ciudad de Cádiz en 1957. De profesión maestra, imparte clases en su propio domicilio.
Rosario se considera ante todo, MUJER. Dice que es ese término en su infinita dimensión, el que abraza a la madre, la hija, la hermana, la compañera o la amiga que viven en ella. En cuanto a su edad, 54 años, opina que los vive serenos y hermosos, como dorados membrillos de otoño que le está regalando la vida.
Desde pequeña sintió gran afición por la narrativa, pero sería mucho más tarde, en 2005, cumplidos los 48 años, cuando descubre su vocación y perfil de poeta a través de una página web, "los cuentos. net", en cuyos talleres aprendería las técnicas narrativas y poéticas guiada de la mano, entre otras, de la escritora de origen argentino Yvette Nino Schryer.
"Nunca imaginé encontrar a esas alturas de mi vida, un amor, una fuente de felicidad y una pasión tan grande como la que siento por la poesía" . La poesía me invitó a desnudar mi alma, yo me desvestí ante ella con el pudor y el brillo en los ojos, de la primera vez", dice Rosario cuando se le pregunta sobre qué significa la presencia de la poesía en su vida.

Premios
Primer premio de poesía "Letras para Mujeres" en el Segundo Certamen de la Fundación Municipal de la Mujer del Ayuntamiento de Cádiz.
Mención de honor en la Federación de Asociaciones y Colectivos de la Mujer de la Comarca Rural de Jerez "Sol Rural" y la Asociación de Mujeres "Mujer y Familia"

Ediciones
2007 "Gatos Pardos" ( soneto). Revista de tirada nacional "La Pluma de Ganso". México DF
2010 "Búscame" (poesía). Libro "Cantos de Sirena". Compilación iberoamericana de poesía femenina. Editorial Cascada de Palabras Cantoneras. México DF

Participaciones
2006 Proyecto chileno " Letras Sin Frontera". Tendido de letras llevado a cabo en Santiago de Chile.


Búscame

Búscame en las navajas de la noche,
en esas horas hirientes del vacío, donde la luna,
recibe conjuros y provoca la locura.
Búscame bajo tus párpados cansinos
y en los ensueños de tus deshoras.
Cuando sientas que la almohada,
tu amante compañera, tu única amiga...
esquiva su regazo al guerrero que dentro de ti
le implora hospedaje.
Búscame cuando el engaño te cuente de mi vida,
no escuches su voz, que nada sabe,
que todo inventa
trayéndote de mí lo que no existe. Lo que no es.
Búscame,
búscame asomada en las almenas de tus ojos
porque es allí donde existo y soy... y apenas vivo
tejiendo versos impares...llorando lunas y lunas.





Aquella mujer

Y pensó al verla,
que el cuerpo de aquella mujer
era como un mercado oriental,
un zoco asfixiante lleno de bazares
por el que perderse,
como turista sin plano.





Sentimientos

Acudí a tus brazos
como pájaro ávido de ramas.
Llovía mayo,
y temblaban las hojas
la emoción del viento.





Noches de ronda. Diario del miedo

Cada noche en vigilia, te contemplo mientras duermes.
Como dos enredaderas, treparían mis manos
de tus caderas a tu pecho, del pecho hasta tus labios,
de los labios hasta el aliento.
Quisiera dormirme apacible junto a ti,
pero no puedo. Yo, te trasnocho.

Detengo la mirada en tus puños relajados,
en la mandíbula serena, en tus párpados cerrados.
Es mi momento de descanso pero,
aún así, yo te trasnocho.


Te giras hacia mí, te presiento,
tengo miedo a que despiertes …contengo la respiración,
aprieto los ojos, no me muevo.

Como un mal sueño amanece,
de nuevo los insultos, los golpes, la humillación;
me pregunto: de qué madera estoy hecha.

Te observo desde la cocina,
desmadejado sobre el sofá, vaso tras vaso
se va descomponiendo tu rostro.
Niegas con la cabeza sostenida entre tus manos.
Te veo llorar.
Y en el fondo del alma me duelen más
tu alma enferma, tus ojos arrepentidos,
que mis pómulos amoratados.

Los niños juegan encerrados en el dormitorio,
nuestro perro no sale de su caseta,
desde allí ladra al cartero,
y a mí, me comienzan a temblar las manos mientras sirvo la ensalada.
Creo que no está bien aderezada,
te enfadarás por ello..

Por unos segundos, se me acota el tiempo de mi miedo
y me vuelvo a preguntar, de qué madera estoy hecha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario