Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 9 de abril de 2012

1194.- MARGARITA SOUVIRON

MARGARITA SOUVIRON nació en Málaga. Es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga; especialista en Homeopatía y Nutrición y experta en drogodependencias. Ejerce profesionalmente en las especialidades indicadas. Colabora habitualmente en programas de radio, televisión y prensa, con temas relacionados con la salud e imparte conferencias sobre Nutrición y Homeopatía. Desarrolla también una intensa labor como actriz de teatro.
Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías y en la XVIII selección de Voces Nuevas de esta misma colección.

Poemarios: La palabra que nombra y Azul y Canela





Lunes de abril, semana de recuerdos,
noche de luna en que cobra sentido
un proceso del todo necesario,
una sentencia firme y una causa
para vestir de blanco nuestras manos
y ocultar nuestro rostro seducido
bajo la majestad de un manto rojo
que asciende como un ruego hasta tu hombro
lanzando una plegaria de deseo
a tu silencio santo y soberano.


Con calma renovamos los misterios,
coronamos de nuevo con espinas
la luna iluminada de tu frente,
mientras apunta al cielo el cetro hueco
desde este mundo, reino de lo nuestro.


Y de nuevo cubrimos de fragancias
el camino descalzo de tu cuerpo,
y vestimos de rojo la injusticia
y elevamos los ojos hasta el cielo
tratando de alcanzarte en tu silencio.


Con nuestra condición de hombres y hombros
llevamos, sustentada desde el suelo,
la base de un cimiento pasajero,
en esta noche que ensalza lo nuestro.


Llenamos como sombras los lugares
que al paso nos recuerdan los deseos,
queremos con pasión ser compasivos,
seguimos tu camino y tu desierto
con nuestra condición de hombres y hombros,
con nuestra manos blancas, consiguiendo
iluminar de rojo tu silencio.


Hoy lunes se despliegan por las calles
flores de gotas y pliegues de sangre,
destellos de oro y plata como flecos
y un universo verde con sus astros,
con sus nubes de luz y encaje blanco
y sus lunas de cera sobre el suelo…
con sus rostros cubiertos de recuerdos
que pasan como olas permanentes,
como fuego que crece con el aire,
como hierba que avanza con el viento.


Y detrás como si alguien pretendiera
sustentar el dolor de tu proceso,
se vislumbra una sombra que te sigue,
que ilumina de blanco tu figura,
perfilando el perfil de tu silencio
como estela que imita su costumbre :
la sombra de la llama que te alumbra,
la sombra del amor que te acompaña,
la sombra del poder que da la Gracia,
la sombra de tu Madre, en su Esperanza.















La palabra que nombra


Analizo mi nombre y no recuerdo
el agua de bautismo, ni entiendo
esa palabra al paso de la cual se gira mi cabeza.
Años de niña, ecos de un solo nombre,
color de identidad para soñar
con nombres diferentes,
ocultos en diarios, tan sólo conocidos
por blancos personajes semihumanos.
Y un día llegas tú y me identifico,
me dices: -Margarita- y me conozco:
la belleza perenne,
la sencillez botánica a la margen del río.
Cada nombre es un mantra,
se escribe en el destino
muy antes de nacer nuestros abuelos.
Me llamo si me nombras,
y ya no necesito de otro sueño.


Ahora y siempre
vomitaré una estrella
cuando te nombre

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