Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 7 de julio de 2011

457.- JOSÉ LUIS AMARO


José Luis Amaro (Córdoba, 1954), fue componente de la revista Antorcha de Paja, una publicación fundamental en la renovación de la poesía española de los setenta y ochenta. Ha publicado Erosión de los espejos (1981), Despojos de la noche (1983), Huellas en el cristal (1984), Poemas sacramentales (1986), Muerte de un ilusionista (1993), La piel de los días (1998), Fronteras de niebla (1999), Carretera (2003) y La fábrica del humo (2006), además de varios cuadernos de poesía : Pretérito imperfecto (1992), Madriguera (1993), Latidos de Nueva York (1997) y Sentido de frontera (1998). Según "el amigo imaginario", para José Luis Amaro un poeta resulta válido si puede ser habitable, es decir, si puede ser compartido por otro hombre en la posición de lector, una figura necesaria para que el trasvase de "poema" a "poesía" se realice, pues como afirma Stephen Spender, "la poesía no enuncia verdades : enuncia las condiciones dentro de las cuales es verdadero algo sentido por nosotros". sus poemas gustan de situarse en esa zona que oscila entre la precisión del detalle y la vaguedad del conjunto, en una especie de alternancia capaz de apresar la emoción sin traicionar al sentido común, como si uno, al hablar de una cosa, estuviera a la vez pensando en otra. En palabras de Rogelio Guedea, "la poesía de José Luis Amaro es evasiva, impersonal, de un realismo reflexivo de contenindos filosóficos y de resultados aforísticos". En algún momento, concretamente referido a La piel de los días, Pedro Roso menciona al autor como "alguien que busca, que sigue buscando un precario equilibrio entre la realidad y los sueños, un equilibrio difícil entre la vida que es posible vivir y la vida que imaginamos vivir antes de que el tiempo nos alcance irremisiblemente y despliegue sus conclusiones"

Publicaciones
"La erosión de los espejos". Poesía. 1981.
"Despojos de la noche". Poesía. 1983.
"Poemas sacramentales". Poesía. 1986.
"Muerte de un ilusionista". Poesía. 1993.
"La piel de los días". Poesía. 1998.
"Fronteras de niebla". Poesía. 1999.

Otras publicaciones
"Carretera". Poesía. 2003.
"Pretérito imperfecto". Poesía. 1993.
"Versos con Penélope y marioneta de fondo". Poesía. 1973.
"Huellas en el cristal". Poesía. 1984.
"Latidos de Nueva York". Poesía. 1997.





VIDA EN EL PLANETA MARTE

Esta mañana, junto a la caída del dólar,
el periódico habla de muertos
en las carreteras, de índices del paro,
de las últimas marcas olímpicas.

Como la distancia que existe
entre una película de Spierlberg
y otra de Scorsese,

desde Hong Kong a Nueva York se detecta
una huella de actividad
sensible en la gente, el miedo
a perder la razón, a levantarse
y no recordar su nombre.

Lobo hambriento que recorre los mercados,
existe el temor de que el coche no te arranque,
de que no puedas pagar el alquiler,
de que mañana no me llames.









MUERTE EN EL CIRCUITO DE CARRERAS

Uno de mayo de 1994: el piloto brasileño
de fórmula 1, Ayrton Senna,
tres veces campeón del mundo,
se ha salido de la pista en la séptima vuelta
del Gran Premio de San Marino.
Todo ha ocurrido en un segundo,
cuando iba en cabeza de carrera,
en esa frontera vertiginosa
de doscientos kilómetros a la hora.

Indianápolis, Monte Carlo, Estoril:
al lado de los pilotos, la muerte es a veces
un acompañante suicida.











SENTIDO DE FRONTERA

Saber que a las nueve te espera
el horizonte del café.
Que dispones de diez minutos
para desplegar el periódico
encima de la mesa,
y que ese momento
no se lo debes a nadie.
Que mañana habrá pasos
que tal vez se repitan,
o tal vez no.
Existe en las cosas un sentido de frontera,
como en coger y soltar
el vaso sobre la mesa,
beber, escuchar,
sentir que vivimos rodeados de gente
que repite nuestros gestos,
que nos mira, gente
con la que en cualquier momento,
el azar nos podría canjear.










TÚNEL
Miedo a ser yo, a dejar de ser yo, a no poder ser otro.










PROMESAS CON CUENTO
Un humo futuro de fábrica pendiente,
surge de la mirada
incierta de la gente.

Un faro en la costa, un puerto desvelado,
alumbran la mirada
con fe del navegante.

Tienen las promesas sabor a cuento dormido,
a alga perezosa
en el fondo del lago.

Barcos que no crecen, llamadas que no llegan,
dejan sabor cansado
de chicle en la boca.

Si te estás quieto, te cuento luego un cuento.
Lo prometido es deuda,
dice el niño con cara seria.












HUMO INDUSTRIAL

Fábricas, barcos, locomotoras,
el humo del progreso,

tiempos difíciles también,
grandes esperanzas,

la amalgama de niebla y humo,
la isla del tesoro,

la potencia naval, la mirada romántica,
Oscar Wilde, la moral victoriana,

Paddington, Victoria Station, King’s Cross,
las grandes estaciones, las nubes,

el umbral de La interpretación de los sueños,
los trenes impresionistas de Monet,

la vuelta al mundo en ochenta días,
el transporte marítimo, humo rojo,

humo duro, el humo industrial,
con sus chimeneas apuntando al cielo.











PREGUNTAS EN EL AIRE

Si habla con alguien de trabajo,
le cuentan la historia de un fracaso.

Si oye la palabra derecho,
privilegio le viene a los labios.

Van así, del revés las preguntas,
respirando un poco de aire

en la atmósfera de la mina,
excavando túnel

en la confianza de la roca.
Cuando oye nombrar memoria,

el hombre de la pregunta afilada
no acaba de salir de su asombro,

aunque prefiera en sus labios, algunos días,
la interrogación de una sonrisa.













TEMPERATURAS EN AUMENTO

Como neumáticos viejos ardiendo
en mitad de la carretera

como dioses del motor
como cumbres iberoamericanas

como presupuesto sin fondos
como banco agotado de pesca

como la izquierda de Blair
como la nueva cultura de China

como gatos salvajes
en mitad de un camping de turistas:

pueden presentarse en alud
de montaña desforestada











AVESTRUZ

Una nada pequeña
que no tiene dueño.

Una nada de antes,
con su caracol lento,

con sus dos manos
al fondo de los bolsillos.

Una nada de ahora,
con su traje de vértigo
y su anuncio de moda.

Columpio vacío la tarde,
alguien lleva de la mano
al avestruz del tiempo.







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