Abū Madyan
Šu‛ayb b. al-Husayn al-Ansari. Sufí de origen andalusí nacido en Cantillana, provincia de Sevilla circa 1116. Fallecido en Tremecén, Argelia, en el 1198.
Nacido en Cantillana (Sevilla) en 1116, en el seno de una familia modesta en al-Andalus. Huérfano, cuando aún era un niño, trabajó para sus hermanos como pastor de ovejas, pero desde muy joven sintió el deseo del conocimiento, por lo que huyó de su casa, y tras pasar por Sevilla y Jerez, se embarcó en Algeciras hacia la otra orilla del Mediterráneo. Trabajó en Ceuta como pescador y en Marrakech fue obligado a enrolarse en la guardia personal del sultán. En cuanto pudo marchó a Fez donde se inició en los estudios coránicos. Allí se formó con grandes eruditos de las ciencias islámicas exotéricas y esotericas como Ibn Hirzihim o Abu Galib. Posteriormente conoció a Abu Ya'za, con el que, después de un largo periodo de su vida, alcanzó la plena realización espiritual y se convirtió en maestro de otros sufíes. En el periodo de su formación estudió las obras de los sufíes orientales como al-Muhasibi o al-Ghazali. Al morir su maestro Abu Ya'za partió hacia Oriente, pero se estableció en Bugía hacia 1177, donde habitaba una importante comunidad de emigrantes andalusíes y donde derramó su sabiduría y santidad entre sus numerosos discípulos y el pueblo en general, especialmente entre aquelllos que se acercaban a sus "sesiones de admonición", en las que trataba asuntos de diversa índole, incluyendo los temas doctrinales o políticos. Nunca fue bien visto por las autoridades locales (religiosas y políticas), sobre todo por su defensa de la justicia social y de la necesidad de la sinceridad para los que ejercieran el liderazgo social o político. Para él los verdaderos sultanes, señores o príncipes eran los fuqara (los pobres o sufíes). Su fama se extendía por todo el Magreb y al-Andalus.
De diferentes partes del occidente islámico acudían numerosos buscadores (salik). Cuentan las narraciones que de su mano alcanzaron la estación de la certeza (o realización espiritual) más de trescientos santos, que se distribuyeron por diferentes zonas del mundo islámico. Entre ellos destacan Abu Ya'far Sidibuna, Abd-l-Salam Ibn Mashish, maestro - a su vez- de Abu Hasan al-Shadhili (m. 1258), Ibn Qunfud, al-Mahdawi, Muhammad ibn al-Hayyay,... Ibn Arabi siempre se consideró discípulo de Abu Madyan: era su "maestro por excelencia", aunque no llegó a conocerlo físicamente. Lo consideraba "el Heraldo del camino espiritual de Occidente".
Abu Madyan realizó una singular síntesis de todo el sufismo de su época (oriental, andalusí y magrebí) y le dio una nueva orientación. Para él, que se consideraba un faqir (pobre, que sólo necesita a Dios), “el sufismo no es la (mera) observancia de reglas, ni consiste (sólo) en el progreso a través de los estados. En su lugar, el sufismo supone integridad personal, generosidad de espíritu, la emulación de lo que ha sido revelado, conocimiento del Mensaje (y seguimiento del Camino de los Profetas)”.Puso énfasis en la ortopraxis, en la conducta moral, aunque su vía espiritual también estaba orientada al conocimiento, a la doctrina esotérica y la iluminación gnóstica. El objetivo fundamental de su enseñanza era llegar a Dios, vivir su proximidad y su Presencia. A ello está encaminado su método espiritual, a la vez que dio gran importancia a la proyección social de sus discípulos: a la generosidad y solidaridad con los demás por medio de la ética de la fraternidad (futuwwa) y el compromiso con los demás. Abu Madyan veía que la sociedad humana debería estar presidida por la sinceridad, en la que los fuqara “debían actuar como guías de la sociedad, alegres, con clemencia de corazón y compasivos con las criaturas de Dios”. Se puede afirmar que Abu Madyan fue un hombre libre (desapegado del mundo), que se esforzó durante toda su vida en buscar la Verdad y cumplir la Voluntad de Dios, como buen musulmán. "No eres plenamente libre mientras quede en ti un ápice de tu egoismo", nos dice en uno de sus aforismos.
Falleció en 1198 en Tremecén, camino de Marrakech, pues había sido llamado por el Califa almohade (Abu Ya'qub Yusuf al-Mansur) para responder de las muchas acusaciones que pesaban contra él (hereje, heterodoxo, blasfemo y de quererse convertir en el Mahdí). Su tumba, localizada a las afueras de esta ciudad argelina (en al-'Ubbad) se mantiene hoy en día, siendo un lugar de visita piadosa. Allí se erigió en su memoria un mausoleo, una mezquita, una madraza y un hammam: un conjunto arquitectónico, que es joya del arte islámico universal de estilo hispano-magrebí. Tremecén lo considera desde su muerte su santo patrón.
Abu Madyan forma parte indisoluble de la cultura argelina y magrebí, por extensión, y es un andalusí de renombre universal.
Obras
Abu Madyan no dejó ninguna obra escrita, pero sus enseñanzas fueron recogidas por sus seguidores. Se conservan:
Sus aforismos (hikam), de los que existen numerosos manuscritos. Han sido editados por V. Cornell en su The Way of Abu Madyan. Existe una edición en árabe (véase bibliografía) y el Shaij Mustafa al-'Alawi les ha dedicado un comentario a sus 180 aforismos: "El fruto de las palabras inspiradas", editada por Almuzara, 2007.
Su Diwan o poemario. Ha sido editado en Damasco como recopilación de la tradición oral que existe de sus poemas.
La tradición oral, que ha sido recogida en la obra de su alumno Ibn Qunfud, Uns al-faqir y por Abu Ya'far Sidibuna en su Kitab al-shihab.
Viendo la Realidad con los ojos de Dios
Cuando miras con el ojode tu intelecto,no encontrarása nada que no sea Él,presente en la esencia, y buscando la Realidaden otro que no sea Él,se mantiene sin cambiostu ignorancia.
Oda a los enamorados
Los enamorados,sumergidos en el Bienamado, en Su amorle ofrecen sus espíritus. Malgastan aquello que enriquecey refuerzan aquelloque subsiste en Dios,¡Qué sublime es lo que hacen! El brillo y los adornos del mundono les distraen;ni tampoco sus bienes,su dulzura, su ropaje. Vagan por el cosmos,extáticos, raptados;ningún lugar está sin ellos,ni siquiera las ruinas. La trompeta de la expectaciónles convoca, alertas,¿cómo languidecer,cuando el fuego estalla? Al caer la noche,se van a su reunión,y se acomodan en el alberguede su Bienamado. Se les ofrece para vestirun manto de honor,la bendición de aquel alientoque trae aromas de ebriedad. Son los enamorados:Él los atrae cerca de Sí,pues sólo piensanen servir al Amado,el Eterno Recurso. Gloria a Aquel que les otorgael favor de Su proximidad,cuando consuman Su amory alcanzan su Meta. http://www.nematollahi.org/revistasufi/leerimp.php?articulo=37
El placer de la vida se encuentra tan sólo en la compañía de los Fuqara
ellos son los sultanes, los maestros y los príncipes.
Por tanto, mantén su compañía, y ten cortesía en sus asambleas.
olvida tus ocupaciones cuando ellos te empujan hacia delante.
Atrapa el momento, mantén siempre el estado de Presencia con ellos.
Sé consciente de que la Luz se otorga a quienes están presentes.
Adhiérete al silencio, a menos que te pregunten.
Di, entonces:“Carezco de conocimiento”, y encúbrete mediante la ignorancia.
sólo mira a tus propias faltas, creyendo que son faltas evidentes,
aunque estén ocultas.
Baja tu cabeza y pide perdón sin motivo, presenta tus disculpas
en justo trato.
Si cometes una falta, entonces discúlpate,y eleva el rostro
de la disculpa por lo que ha fluido en ti desde ti.
Di: “Vuestro insignificante servidor tiene derecho a vuestro perdón.
¡Oh Fuqara!, actuad amablemente mediante el perdón y adheriros
a la gentileza.”
Son merecedores de la virtud, ya que es su naturaleza.
no temas esclavitud ni daño procedente de ellos.
Invoca siempre con generosidad las alabanzas a los hermanos,
en los sentidosy en los significados.
Y baja la mirada si alguno resbala.
Observa con atención al maestro en sus estados,
quizá un indicio de su aprobación se manifieste en ti.
Ofrécele seriedad y diligencia en tu aprendizaje,
quizá él esté satisfecho.
Y ten cuidado, no sea que le irrites.
El goce del Creador se encuentra en su goce y su obediencia.
El Shayj estará satisfecho contigo.
Guárdate de aquel que abandona.
Sé consciente de que el sendero de la Comunidad es oculto
y el estado de aquel que sólo lo reivindica [en realidad] es como tú lo ves.
¿Cuándo los veré y dónde los veré?
¿Cuándo escuchará mi oído alguna noticia de ellos?
¿Quién soy y dónde se reunirá mi semejanza con ellos,
en Manantiales donde no reconozco impureza?
Los amo y los trato con gentileza,
y les ofrezco la sangre de mi corazón,
en especial a un grupo de ellos.
Una gente de nobles cualidades.
Donde quiera que se sientan, una fragancia permanece
en el lugar tras ellos.
Su carácter en los Senderos guía al Sufismo.
Su excelente armonía es la que deleita mi mirada.
Ellos son la gente de mi amor y mis amantes.
Quienes siguen la pista de los faldones de poder con magnificencia.
Pueda yo ser reunido con ellos en Al-Lah,
y mis acciones erróneas olvidadas y perdonadas en Él.
Las bendiciones sean sobre el escogido, Sayyidina Muhammad.
Qasida de Abu Madian de Cantillana
1. tamallaktumû ‘aqlî wa tarfî wa másma‘î
Os habéis apoderado de mi inteligencia, de mi mirada, de mi oído,
wa rûhî wa ahshâî wa kullî bi-áÿma‘î
de mi vida, de mis entrañas, de todo mi ser.
2. wa tayahtumûnî fî badî‘i ÿamâlikum
Me habéis perdido por el laberinto de vuestra extraordinaria belleza,
fa-lam adrî fî báhri l-hawà áina máudi‘î
y ya no sé, en el mar del amor, dónde está mi lugar.
3. wa ausaitumûnî lâ abûhu bi-sírrikum
Me habéis ordenado no hacer público vuestro secreto,
fa-bâha bimâ ujfî tafayyudu admu‘î
pero he aquí que lo delata el desbordamiento de mis lágrimas.
4. wa lammâ fana sabrî wa qalla taÿalludî
Cuando murió mi paciencia y se hizo escasa mi fuerza,
wa fâraqani naumi wa hurrimtu madÿa‘i
cuando se apartó de mi el sueño y me vi privado de descanso,
5. ataitu li-qâdî l-hubbi qultu ahibbati
acudí al juez del amor y le dije: “Mis amados
ÿafauni wa qâlû anta fî l-hubbi mudda‘i
me ha tratado con desdén y han dicho: “En el amor tú eres farsante”.
6. wa ‘indi shuhûdun lis-sabâbati wa l-asà
pero tengo testigos de mi pasión y desesperanza
yuçakkûna da‘wâia idzâ ÿi-tu adda‘i
que testimoniarán a mi favor en mi denuncia:
7. suhâdi wa waÿdi wa ktiâbi wa lau‘ati
mi insomnio, mi pasión, mi tristeza, mi ardor,
wa shauqi wa suqmi wa sfirâri wa ádmu‘i
mi deseo, mi debilidad, mi palidez y mis lágrimas.
8. wa min ‘áÿabin anni ahinnu ilaihimu
Lo sorprendente es que los eche de menos
wa ás-alu sháuqan ‘anhumu wa humu ma‘i
y pregunte con deseo por ellos, sin embargo están conmigo.
9. wa tabkîhimu ‘aini wa hum fi sawâdihâ
Lloran por ellos mis ojos, y ellos están en mis pupilas,
wa yashkû n-nawà qalbi wa hum báina ádlu‘i
mi corazón se queja por la distancia, pero ellos están entre mis costillas.
10. fa-in talabûni fi huqûqi hawâhumu
Si ahora me exigen sus derechos de amor,
fa-inni faqîrun lâ ‘aláia wa lâ ma‘i
yo soy pobre y nada tengo.
11. wa in saÿanûni fî suÿûni ÿafâhumu
Y si me encierran en las cárceles de su desdén,
dajaltu ‘aláihim bish-shafi‘i l-mushaffa‘i
acudiré a ellos con la intercesión del Shafî‘ Mushaffa‘ (el Profeta).
Abu Madian
Un sufí español representante de la gnosis del Jorāsān
Terry Graham
http://shiandalus.blogspot.com/2009/10/abu-madyan-de-sevilla.html
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