Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 21 de noviembre de 2011

1026.- SIMÓN HERNÁNDEZ AGUADO


Simón Hernández Aguado, Carboneras (Almería). Nació el 14 de diciembre de 1991.












SE PRESENTÓ SIN ROPA,
hoy muerden sus trapos,
llamó a la puerta del amor
una noche fuera de horario,

en el paseo delicias
las farolas alimentan el asfalto,
nunca bailó sola
el vals de los olvidados,

como un sueño sin vida
que todo lo acaba secando,
dio al miedo su despedida
en la parada del lavabo,

tocan entre risas
las notas del desamparo,
bajo unas alas observan
los ojos del diablo,

una gota de cal envuelve
el polvo de los años,
moja el reflejo del agua
la plata de los charcos,

no sabe la tristeza
si morir o seguir matando,
dio el calor de la papela
un invierno sin abrazos,

las gárgolas esta mañana,
todavía no se han acostado,
galopa con la soledad
la sombra del caballo,

se despiden las estaciones
con el paso de los gramos,
malditas las rayas que leen
el futuro de los náufragos,

las pupilas del mono
descansan tras un pinchazo,
en el paso del destino
se apagaron los semáforos,

llegó temprano a puerto
la vela tejida con mármol,
dejó viudo al minutero,
corazón vestido de barro,

por el rincón del recuerdo
va una madre llorando,
duerme la esperanza
en las cenizas de un cigarro.









EN UN CUARTO DE CRISTAL
tengo al desamor abandonado:

un sueño de la desnudez,
un pétalo sin contrato,

la túnica del placer,
mariposa de barro,
raíz de la embriaguez,
soledad de mi vaso,

un real sin mi Madrid,
un merengue entre tantos,
Di Stefano, Casillas, Pirri,
Raúl González Blanco,

el rincón donde habita
un Sabina con su Nano,
viagra con bombín,
un contigo sin mí,
Serrat y su Mediterráneo,


un flexo para estudiar
una orquesta de verano,
los padrinos de la mafia
disparan sonrisas bajo marco,
Santo Judas, Verónica,
Doña María Magdalena,
hijo de Dios, Camarón,
medallita rociera,

fe de mi habitación,
inocencia de la escuela,

Esta Iglesia sin Azaña,
el socialista y su republicano,
Labordeta en mi mochila,
cuéntame Echanove
como pasan los años,

Marcos con su monito,
el amarillo de Pikachu,
dejé la inocencia perdida
a la salida de Barrio Sésamo,

Dylan, Moore, Cernuda,
Lorca, Vargas y Serrano,
se montan una orgía
a la que no estoy invitado,

un recuerdo de Pisa,
la borrachera de San Pancracio,
una rosa disecada
de San Antonio Machado,

yo solo quería dormir
con el desamor en mi cuarto.






DEL LIBRO: POEMAS DE LA JUVENTUD MÁS RECIENTE



POEMA DE LA JUVENTUD MÁS RECIENTE

Llamad a la vida,
Haced fuerte a la palabra,
Sacad a pasear vuestras ideas,
Que no os agite el viento la calma.

Coged un lápiz,
Hacedlo vuestra fiel espada,
Golpead con el puño pero sin daga,
Cantad las canciones que el corazón canta.

Soñad, porque eso os hará fuertes,
Y no sé si esto es el final de mi juventud
Más reciente,
Quizás aquí nazca la madurez más temprana
En la orilla de la mujer que me ama.

Esconded la timidez en una sábana,
Saltad, la vergüenza no llega a donde
Vuela mi alma.

Amad y que os amen,
Quered y dejad que os quieran,
Hacedlo sin miedo a nada,
Dos soldados en el refugio de su cama.

Coged mi vida,
Deshacedla con estas palabras,
Agarrad mi mano,
Esa que no veis
pero sentís a vuestro lado.

Difundid mis palabras,
Hoy la persona ha hablado.










ME LLEVE CONMIGO TU VIDA

Me lleve con tu cuerpo una rosa,
La plante en mí para toda la vida
Me acosté contigo una noche
Y contigo se me hizo de día.

Me lleve contigo tu cante,
Le quite contigo al viento la brisa,
Te vestí con la luna,
A ver si la noche infinita se hacía.

Me lleve contigo un instante,
duro toda una vida,
Me pareció besarte
Me pareció que me querías.

Me lleve de ti tu sonrisa,
Te acaricie para una noche
Te quedaste todo un día.

Me lleve de ti, tus besos
Te quite la fea costumbre
De no decir te quiero
A quien te quería.

Me lleve de tus labios
Que era tu vida
Me lleve de tu corazón
Su aliento.

Me lleve conmigo tu vida.









VENDRAN TUS OJOS Y CAMBIARAN LO ABSURDO

Vendrán tus ojos
Y cambiaran lo absurdo,
Harán de la luna sol,
De la mañana noche,
De lo claro oscuro.

Vendrá tu mirada
Y olvidare al olvido
Lo acostaré con el alba
Debajo de tus sabanas,
Al lado de un nido.

Lo acostare al lado tuyo
Me sentare a esperar
Tu cante mudo escuchado
Por mi alma.

Soñare que bailamos
Al compas del silencio
Nadare en tu recuerdo
En el se ahogara mi calma.

Acunare un beso,
Le cantare con tu voz una nana,
Se dormirá en tu pecho,
Se marchara con el alba.

Se dormirá la noche,
Y con ella la esperanza,
Yo quedare dormido
en un caminito de albahaca.

Vendrán tus ojos
Y cambiaran lo absurdo,
Yo te esperare despierto
En la cuna del fin del mundo.








DEL LIBRO: EL NOMBRE DE MI PENA





NO ME CANSO DE LLORAR HERMANO

Que viuda quedo la tierra,
Qué triste quedo la vida,
De luto se viste el alba
Que hizo muda a mi lira.

No acostumbra mi casa
A sentirse desnuda de gracia
Las margaritas de mi ventana
Se marchitaron con tu marcha.

Salió el rio en la oscura mañana
No forzó la rima de mi corazón la palabra,
No me canso hermano
De llorar tu sueño sobre la eterna cama.

Que cerca de mi descansa tu vida,
Que lejos de mi vive tu alma,
Se hizo de arena hermano
El velero donde navegabas.

Partió tu alma mi vida
Salió la esperanza a tu busca,
Fue por la senda perdida,
Hoy me la encuentro escondida
De llanto perfumada.








EL MARINERO DE HERNÁNDEZ DÍAZ.

Como he nacido en la mar
Como a una madre la quiero
Ya que la mía nombre no me puso
Para bautizarme marinero.

Como herencia me quedo
El suave soplar del viento,
Las raíces marineras,
Y un Hernández que mi padre dejo
Para ver en la risa de sus nietos.

Sin mi Díaz, no estoy completo
Pues es el toque de brisa
Que da frescor al camino seco,
Ay madre cuanto te quiero.

De levante soy,
Y de poniente me considero,
Navegando por todos sus puerto
Plantando en cada uno un te quiero.
Miles son las pesqueras,
Miles son los besos,
Donde voy llevo la primavera
Sea verano o invierno.

No me preguntes a donde voy,
Tampoco de donde vengo,
Vivo en la calle del mar,
Avenida de los cuatro vientos.

Cuando me preguntan las mozas
Quien soy,
Respondo con gracia y salero:

Soy el marinero de Hernández Díaz,
Y en cada puerto tengo un amor,
La de Alicante se llama Carmen,
La de Valencia Consolación,
La de Almería me da la vida,
Y la de Carboneras su corazón.

Soy el marinero de Hernández Díaz,
Y en cada puerto tengo un amor.



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