Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 13 de noviembre de 2011

938.- INÉS MARÍA GUZMÁN


INÉS MARÍA GUZMÁN, nace en Ceuta, y tras vivir en varias ciudades, se instala definitivamente en Málaga, donde publica casi toda su obra. Es Licenciada en Arte Dramático, su otra pasión, compartida con la Literatura y la Danza.Actualmente es vocal de poesía del Ateneo de Málaga, desde donde dirige varias colecciones poéticas: “Hojas de cortesía”, “Plaza mayor”, etc. Hacia el 75, comenzó a publicar en la desaparecida “Caracola”, al lado de poetas como Jorge Guillén o Carmen Conde. También ha colaborado en “Botarro” y “Álora la bien cercada”, entre otras revistas literarias de reconocido prestigio.
Ha publicado más de una veintena de poemarios, -desde 1975, hasta la fecha-, además de cuentos, relatos, artículos, y poesía infantil. Está incluida en varias antologías, como: “Poetas del Campo de Gibraltar”, de José Mª Riquelme “Poetisas españolas”, de Luz Mª Jiménez Faro, “Femenino singular” (Antología de mujeres poetas de Málaga), de Tina Pereda,” 21 para el XXI” (Antología de poesía malagueña.) Diputación de Málaga, o “Andén Sur” Málaga en la poesía del siglo XX. Edición de Rafael Inglada.Fundación Málaga y RENFE.
Sus publicaciones han sido traducidas a varios idiomas y su obra, “ La otra mirada”, fue transcrita al sistema Braille.
De su poesía se ha dicho: “Voz poética independiente, cálida en sus interiores, sujeta a un estilo pulcro y en constante perfeccionamiento” (Alfredo Tajan).
“La autora posee una admirable capacidad de evocación y a la vez de despertar las evocaciones del lector…En cuanto al estilo, Inés María Guzmán, consigue una sencillez y una musicalidad nada comunes.” (Fernando de Villena).
“Los versos de Inés María Guzmán se asientan en la musicalidad de la palabra. La intimidad traducida en símbolos, en correspondencias mágicas, puede ser una forma de conocimiento, y a través de ella asistimos a un despliegue de tonalidades claras…” (Antonio Jiménez Millán).
“Inés María Guzmán, escribe en el libre ejercicio de la más difícil sencillez” (Rafael Pérez Estrada).
Sus poemas infantiles aparecen en los libros de Texto de Anaya y Santillana, entre otros, y está en posesión de varios galardones por su trabajo poético, como el premio al certamen de sonetos “Giner de los Ríos”, en 2002 o “Voces desde el silencio”, en 2003.
En el año 2005, el grupo “Focos”, creó el “Premio Infantil de Poesía: Inés María Guzmán•”

Entre sus libros de poemas, destacan títulos, como:” Paréntesis”,” Donde habitan gaviotas”,” Semanario”,” La otra mirada”, “Hace ya tiempo que no sé de ti”,” El águila en el tabernáculo”,” Por la escala de Jacob”,” Javier Luna”, “ Impertinente Eros”,”Acto segundo, escena cuarta: Mujer sola” o, “El violín debajo de la cama”, de próxima aparición
Especialista en Literatura infantil y juvenil, con títulos como : “…Y el verso se hizo niño”, declarado “ De interés para el niño” por UNICEF, “Rima a rima”. Colección “Caracol” de la Diputación de Málaga, o,” …Y colorín colorado…”Archivo General de Ceuta.
Está incluida en varios programas de difusión de la literatura, “Circuito Andaluz de las letras” de la Junta de Andalucía, en “Compañeros de viaje,” del “Centro Cultural Generación del 27” y en “ “Encuentros Literarios en Institutos de Educación Secundaria”, del Ministerio de Cultura.






A L í

Oh Alí, te has despojado ya
del manto de la tierra,
del manto del dolor,
del manto que nublaba
la visión de las cosas.

¿A dónde vas, Alí?
Amárrame a este viento de naufragios.
No permanezcas ya tumbado en una cábila,
no agarres el sudario prendido en la ciudad,
deja el oasis,
espectro disfrazado.

Asciende, asciende.
Te exhorto a que te marches,
que subas poderoso
con las piernas cruzadas
sobre la nube amiga.

Apártate de mí,
que a veces te resultaba triste y silenciosa,
por no poder seguir el canto de sirena
de tu hechizo y tu magia.

Ya te has hecho de aire, ya te has hecho de luz,
como los ángeles.

Nos separa una línea
donde no identifico ya tu voz.
Abandona esta tierra que no te reconoce.
Revestido de auras por el ignoto espacio,
¡ Oh, qué jardín inmenso te circunda!

Yo sola con tu ausencia
me bebo los dos vasos de té, sobre la alfombra.
Y tú, por el Edén, te olvidaste de al-Andalus,
en tu nuevo vergel.

Ali, sobre las aguas del miedo y la agonía,
sobre las trabas del tiempo y sus errores,
que ya no pueden producir más estragos.

Ali, joven aún. Mito. Leyenda.
Melodía incompleta.
Grabado en tinta sobre el espacio abierto.

Escancia tu copa, como un rey,
por el dolor que ahora pende
sobre tu amiga.

( De “El violín debajo de la cama)









A T A R D E C I D A

Hay que vivir deprisa.
Tú eres ahora mismo
la suavísima hora de la tarde,
la plácida, serena, atardecida hora
en que comienza a decaer la luz,
que ya agoniza a medida que escribo
y te recuerdo.

Hay que vivir deprisa
sin embargo.
Porque las horas ya
se me deshacen
por todos los rincones de mi cuerpo;
se escapan tan deprisa
que apenas ya lo advierto,
y me sorprenden
al ver cuántas se han ido de puntillas.

Hay que vivir deprisa,
taponar las fisuras de este tiempo
que pugna por salir
en busca de las horas transcurridas.

Sabes, quiero ser la tranquila y templada
pero tú, no tuviste la paciencia debida
y te precipitaste.

Por eso, sé que el tiempo no espera,
no aguarda.
Hay que vivir deprisa a mi pesar.

( De El violín debajo de la cama)









ALBAYZÍN

Conmigo va tu acento
y aunque no alcanzo a verte
te persigo tenaz bajo los arcos
apoyando mis pies sobre las piedras
repletas de gemidos que circundan tu entorno.

Raíces de esta ciudad que duerme,
guijarros que me hieren mientras gritan su historia.

Suena tu voz, y es un delirio tu nombre.

Por la cuesta empinada de Alhacaba
el agua en los aljibes corre como la sangre
por estratos antiguos de las venas.

Distancia de la noche. Desierto sin clamor.

Y desde el minarete,
donde anidan los pájaros azules,
oigo el eco de siglos por las tristes murallas,
por las grietas profundas que recorren su cuerpo.

Cíngulo de mi canto que no ceja.

( Publicado en la revista “Entre ríos” Granada)








EL MENSAJERO

Y el mensajero vino con su ofrenda
dulcísima y jugosa, de dátiles maduros.

Dejo sobre mi falda el envoltorio,
ufano, felíz de aquel presente
que propició el encuentro inesperado.

Tomamos fresca leche ungida con canela
con los melosos frutos.

Nos envolvió la miel que destilaban.

Y cuando despertamos,
la tibieza y blancor de aquel entorno,
ese tenue perfume
de una noche robada a tantos días,
fugaz como la vida.

(Inédito)









LA MUJER SIN NOMBRE

En un lugar los vuelos hacia el norte,
perdidos.
Y en la cabeza mora
un pájaro de ensueños.

Acá en el Sur discurre,
se refugia en su hábitat,
-ciudad indefinida
de las letras impresas-

Ya no quiere la espuma
del mar,
tampoco nieve, ni aguacero,
ni vientos.

Es la mujer sin años,
sin pasado y sin nombre,
aunque se agolpa todo
de repente en su estampa.

Su mirada se pierde
por entre los objetos apilados,
que declaran que allí
existió su castillo.

Pero no quiere un nombre,
no se llama su nombre.
Ella es la sombra abstracta
de su perfil rebelde.

Y hasta puede reírse
en el mismo momento
de su furia de siglos.

Cuando sus ojos abre,
el cielo se descubre
a pesar de sí misma.

( Aparecido en la revista Terral)











LAS CAMPANAS DE IZNÁJAR

Este mar sin espuma, que rodea este pueblo
guarda bajo sus aguas otra ciudad dormida
que aguarda en otro siglo resurgir triunfadora.

Y por eso, en la noche, cuando todos descansan,
no descansa el trasiego de la ciudad que espera
y suenan sus campanas, plañidero lamento,
tañen - música sorda- debajo de las aguas.

¿Acaso tienen pacto secreto con la luna?

Ay, mar sin oleaje, sin mareas ni empujes,
cómo ocultas la vida que fluye en tus orillas,
los pájaros sin alas, sin vuelo en los abismos,
las palabras sin eco, los pasos sin sonido.

Iznájar está arriba, prendida en la montaña,
y el ángel en la torre, que trajo el pez divino,
y que de otro mar vino y amerizó en sus aguas.
Iznájar está arriba, de calles empinadas.

Y en la noche la sombra se refleja en lo oscuro,
como espejo celoso, adornas sin embargo,
y a tu pesar cobijas y proteges su entorno.

Y tú, bajo las aguas, centinela en la noche,
¿Qué esperas ahí abajo tañendo tus campanas?

( Publicado en “Álora la bien cercada”)







OLVIDARTE

Puedo escribir los versos más tristes
Esta noche
Pablo Neruda


Quiero olvidarte, ¿sabes?
Quiero olvidarme de ti,
de tu olor a tabaco
que me da tos
y no me importa,
de tu mirada que me daña mar adentro,
de la fascinación que ejerces sobre mí,
y que lo sabes,
del daño que me causa tu presencia
de animalillo acorralado,
(gato en posición para el ataque)

Quiero olvidar la dulzura y la hiel
que me sugieres.
Quiero olvidarme del influjo de luna
de tu cuerpo,
de tu silencio inundando mis horas,
del dardo que me hiere
el corazón de tonta
que ahora tengo.
Quiero olvidar que me dices que me quieres,
quiero olvidar
que te escribo los versos más tristes cada noche.

Quiero olvidarme
de que eres el culpable
de que te quiera tanto y sin medida,
y eso, no voy a perdonártelo en la vida.

De: Impertinente Eros (Ayuntamiento de salobreña, 2003)




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