JUAN ANDIVIA GÓMEZ
Nace en Huelva en 1952 y, desde 1974, vive en Sevilla. Ha pertenecido a los grupos literarios “Atalaya”, “Tepsys” y C.E.O. (Club de Escritores Onubenses) y a “Celacanto” del que fue miembro fundador. Colaboró como gionista y voz en los programas radiofónicos literarios: "El hombre y la palabra", "Y el verso se hizo mundo", "Estero", "Celacanto", etc. Ha sido fundador de las Revistas Literarias: "Hojas de enea" y "Celacanto".
Doctor en Filología y Premio Extraordinario de carrera, pertenece al Grupo de Investigación “Teoría lingüístico-literaria” de la Universidad Hispalense. Ha sido profesor de la Fundación San Pablo Andalucía CEU desde 1996 a 2000 e investigador de la misma institución de 2000 a 2002. Durante seis años ha desempeñado un puesto en la administración educativa andaluza y actualmente ejerce como profesor de Enseñanza Secundaria.
Colaborador asiduo de prensa y de revistas. Ha publicado artículos en Odiel, Huelva Información, El Faro, de Motril y Diario de Andalucía, donde colaboró semanalmente durante dos años. En el Correo de Andalucía escribe una columna desde septiembre de 2001 y colabora regularmente en El Faro, Odiel Información y El Correo de Málaga .
Ha publicado numerosos trabajos de crítica literaria que pueden ser consultados en SISIUS - Sistema de Información Sobre Investigación en la Universidad de Sevilla.
Obra literaria:
Su obra en verso puede encontrarse en los libros:
Barajando silencios (Huelva : Delegación Provincial del Ministerio de Cultura, 1982)
Ángel (Huelva : Celacanto, 1990).
De la muerte o la vida (Huelva : Celacanto, 1995)
Albadá (Salobreña, Granada : Alhulia, 2006). Colección: Palabras mayores, 25.
Además de estos libros de poesía , recopila cuentos infantiles en Sobre el caballo blanco de la fantasía (Sevilla, 1983).
También aparece en las publicaciones colectivas:
8 poetas onubenses : [Juan Andivia, José Baena, Jesús Díaz, Juan Dragó, Juan A. Guzmán, José A. Manchego, Paco Pérez, Francisco Sánchez] . (Huelva : Círculo de Escritores Onubenses, 1977).
Antología homenaje a Juan Ramón Jiménez (Madrid : Prometeo, 1981)
Homenaje a Juan Ramón Jiménez (Huelva : Gerión, 1981)
Lírica de una Atlántida (Huelva : Club de Escritores Onubenses, 1986)
Historia de la poesía en Huelva(Huelva : Celacanto, 1987)
Poetas en el Aula : proyecto Juan Mairena (Sevilla : Consejería de Educación, 1989)
Onuba (Sevilla : Cuadernos de Roldán, 1991)
El dios del mediodia : fe y creación poética en Andalucía : ensayo y antología / estudio, selección y notas de José Luis Ortiz de Lanzagorta, (Madrid : Biblioteca de Autores Cristianos, 1997)
Versos para un fin de milenio. (Motril, Granada : Area de Educación y Cultura del Ayuntamiento, 2001). Decepciones de dos siglos.
Ejerce la crítica literaria en “José Hierro: madera y ceniza” (Huelva : Diputación Provincial, 2003. Col. Enebro. 13). Esta obra es una adaptación de su tesis doctoral, leida el 21 de noviembre de 1995 en la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla, en la que analiza la teoría literaria de José Hierro.
Autor del prólogo y selección de poemas y relatos del libro Esperanza para siempre, de Juan Andivia García (póstumo), editado por la Hermandad de San Francisco, Imprenta Jiménez, Huelva 1997.
Correo electrónico: jandivia@yahoo.es
Fragmento de su obra poética:
En las calles vacías
me emborracho de sueños sin testigo.
Es el mágico beso de la noche,
son tus manos ausentes, la distancia
de tu cuerpo y mi piel,
el misterioso aro que nos une
y esa impaciencia loca
que me aterra.
En las calles vacías,
sólo mi torpe despertar
y el color casi único del cielo.
"De la muerte o de la vida" (Huelva, 1995)
ALBADÁ, de Juan Andivia Gómez
José Baena Rojas
Se trata de una compilación de poemas de varias épocas,
José Baena Rojas
Se trata de una compilación de poemas de varias épocas,
desde las más tempranas; y también de distintas maneras
de ver la vida, a través de unos versos, cuya mayoría ya fue
publicada en diversos medios.
Lo edita la colección Palabras Mayores, de la editorial granadina
Alhulia, en un tomo de ciento sesenta páginas, sin palabras
preliminares y con un poema, a modo de introducción,
que empieza así: “No insitas. Los porqués de las cosas no se saben
jamás”. Siguen más de cien composiciones, organizadas en seis
apartados y un epílogo, que parecían significar una despedida del
autor como poeta. El primer poema está fechado en 1977
y los últimos, inéditos, “tampoco son de este siglo”, según ha asegurado.
La voz poética de Juan Andivia abarca desde lo social al amor más intenso. Preocupado por todo lo humano su poesía se estremece y grita,
La voz poética de Juan Andivia abarca desde lo social al amor más intenso. Preocupado por todo lo humano su poesía se estremece y grita,
se estremece y llora, se estremece y reflexiona,
hondamente, sobre su destino y el destino del hombre.
Huye de la soledad como perro que aúlla su dolor en la noche.
Prefiero que me odien
a que me ignoren,
prefiero la locura
a la tibieza,
y el dolor
a estar solo
Establece una interesante diferencia entre el dolor, propiamente,
hondamente, sobre su destino y el destino del hombre.
Huye de la soledad como perro que aúlla su dolor en la noche.
Prefiero que me odien
a que me ignoren,
prefiero la locura
a la tibieza,
y el dolor
a estar solo
Establece una interesante diferencia entre el dolor, propiamente,
y la soledad como dolor supremo. Esta categoría escalonada
en la dimensión del sentimiento se vislumbra a lo largo de todo el
poemario. Sólo, momentáneamente, la certidumbre y el gozo supremo,
poemario. Sólo, momentáneamente, la certidumbre y el gozo supremo,
de la soledad.del amor salva al poeta del dolor
Duermes. La Cibeles dorada de tus sueños
te pasean a caballo en la tarde de Abril.
Sevilla. Feria.(Y estamos en Oviedo)
Duermes. Sabia tú, desde tu lecho siempre,
escapas a ti misma, a nosotros y al viento
para cruzar los valles y los ríos, y plantarte
de un salto en la marisma limpia de tu Huelva
o en la calle Asunción, con tu festiva
vocación sevillana. Amparo.
El amor dulcifica la acidez de la vida, aún cuando el propio amor
compartido se revela esquivo.
Estar o no en este absurdo concierto para sordos.
Existo.
Dice más adelante.
No es poesía edulcorada, superficial, sino honda, intensa;
Estar o no en este absurdo concierto para sordos.
Existo.
Dice más adelante.
No es poesía edulcorada, superficial, sino honda, intensa;
poesía de un ser que habita en la duda, en la incertidumbre,
en la soledad radical; en la felicidad que resbala, blandamente,
en el silencio de los días.
…y me cabe el silencio a duras penas,
para callarme todo lo que debo
Nos traspasa su dolor porque nos sentimos solidarios
…y me cabe el silencio a duras penas,
para callarme todo lo que debo
Nos traspasa su dolor porque nos sentimos solidarios
de su misma causa, náufragos del mismo
barco, y nos emociona la belleza directa de sus versos
barco, y nos emociona la belleza directa de sus versos
que se clavan como dardos en las entrañas.
Porque tú me dijiste que el ahora
era un dulce paseo solitario.
Y me mentiste, ángel de la risa,
como a un niño se miente, injustamente.
La decepción, entre las promesas que nos hicieron de niño,
Porque tú me dijiste que el ahora
era un dulce paseo solitario.
Y me mentiste, ángel de la risa,
como a un niño se miente, injustamente.
La decepción, entre las promesas que nos hicieron de niño,
y la realidad del hombre que,
arrojado al mundo, se encuentra, transmuta en suave
arrojado al mundo, se encuentra, transmuta en suave
y enérgica protesta. La mentira es el atajo de los tontos.
Y de todo, soledad, silencio, desesperanza, angustia.. nos salva el amor.
Estrenaré tu cuerpo cada día,
te iré besando ríos, cordilleras…,
….
Desnudaré tu risa y mis deseos,
y ofreceré mi voz de dios herido
en la hoguera celeste de tus ojos.
El amor es el refugio, el antídoto al dolor supremo y es la salvación
Estrenaré tu cuerpo cada día,
te iré besando ríos, cordilleras…,
….
Desnudaré tu risa y mis deseos,
y ofreceré mi voz de dios herido
en la hoguera celeste de tus ojos.
El amor es el refugio, el antídoto al dolor supremo y es la salvación
del hombre herido por la mentira contada desde niño
y por la realidad injusta y dolorosa del vivir.
Pero el amor también nos miente promesas de eternidades
Pero el amor también nos miente promesas de eternidades
que se tornan fugaces instantes.
...me miré despacioso, y tristemente
volví a pensar en ti cuando me amabas.
Esos instantes justifican el sufrimiento y la existencia.
...me miré despacioso, y tristemente
volví a pensar en ti cuando me amabas.
Esos instantes justifican el sufrimiento y la existencia.
Esos instantes, que una vez perdidos,
constituyen el objetivo de todas las acciones que se emprenden;
constituyen el objetivo de todas las acciones que se emprenden;
suave nostalgia.
Me gustaría soñar, como hace tiempo,
con náyades, con Claudias,
con los muslos de piedra de la Steffi,
con los ojos de gata de Nastasja;
soñar con las vecinas imposibles, …
o también
Yo me quité de ti, como el que quiere
quitarse del tabaco o de la vida
Al final ni el amor nos salva de la gran mentira o del gran dolor
Me gustaría soñar, como hace tiempo,
con náyades, con Claudias,
con los muslos de piedra de la Steffi,
con los ojos de gata de Nastasja;
soñar con las vecinas imposibles, …
o también
Yo me quité de ti, como el que quiere
quitarse del tabaco o de la vida
Al final ni el amor nos salva de la gran mentira o del gran dolor
y al final siempre la soledad que espera agazapada detrás de cada día.
Un libro, en suma, intenso, dolorido, desgarrado,
Un libro, en suma, intenso, dolorido, desgarrado,
humano que mira desde lo humano al hombre desde el hombre.
Unos versos de profundo lirismo que nos obliga a pensar y a pensarnos
cabalgando en una muy buena poesía.
cabalgando en una muy buena poesía.
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