Pedro Luis Ibáñez Lérida, poeta sevillano que ha publicado entre otras obras: “Retazos” (I premio plumier de versos), “Versos sin prisas” (Finalista del I premio de poesía infantil Plumier de Colores), “Apenas”, “Dejad que los pueblos avancen con su historia”, ha sido organizador del I Recital de Poesía erótica en el Parque del Alamillo, coordinador de la lectura pública en el Centro Cívico de la Buhaíra, y componente y fundador del proyecto cultural y cinematográfico: Viaje a la Luna.
Es miembro del Grupo Poético Baratillo Joven Creación Poética.
EUTANASIA:
Entornó los párpados en tres ocasiones. La última de ellas, se apercibió de su nieto que lo miraba fijamente. Ambos sabían lo que ocurriría. La máquina trazó una horizontal en el monitor. Él, mantenía su mano exangüe.
AÚN TE AMO:
El cárdeno hematoma de la mejilla, recorría su pómulo izquierdo hasta llegar a los labios inflamados. Mientras se miraba en el espejo, pensaba que aún le amaba.
Sonó la cerradura. Una, dos veces. y empezó a temblar.
El cárdeno hematoma de la mejilla, recorría su pómulo izquierdo hasta llegar a los labios inflamados. Mientras se miraba en el espejo, pensaba que aún le amaba.
Sonó la cerradura. Una, dos veces. y empezó a temblar.
EL MELOCOTÓN:
El melocotón,
ilumina tus manos.
Las luce. Las flamea.
Enciende el sabor
de tu boca fresca.
Líquido espeso
la carne de la emoción.
Haikus a Vincent van Gogh
Los girasoles
resucitan en tu luz,
bella claridad
Infinito aquél,
pisada transparente,
que te delata.
Roja cabellera,
arrebol en la tarde
dulcemente tú.
Sembrador de sol
la casa amarilla
arden los sueños.
Verdes olivos
hablan al cielo del sur
rumor perdido.
Ojos hundidos
leve ocaso rasgado
puñal esquivo.
Urdido el iris
cierne pincel desnudo
de aire sombrío.
Tu mano hierve
el lienzo grita mudo
como aves frías.
Agua tu mirada
es secreta hondura,
flujo del verso.
Herida de luz
nacida del crepúsculo,
amarillo sol.
Tres círculos irradiados
por una molienda en pedal,
pertinaz marcha deseada
que te eleva más y más.
A ti, mi bicicleta.
De Poetas en bicicleta.
Homenaje a la bicicleta a través de la poesía. Editorial Nuño, 2007
El melocotón,
ilumina tus manos.
Las luce. Las flamea.
Enciende el sabor
de tu boca fresca.
Líquido espeso
la carne de la emoción.
Haikus a Vincent van Gogh
Los girasoles
resucitan en tu luz,
bella claridad
Infinito aquél,
pisada transparente,
que te delata.
Roja cabellera,
arrebol en la tarde
dulcemente tú.
Sembrador de sol
la casa amarilla
arden los sueños.
Verdes olivos
hablan al cielo del sur
rumor perdido.
Ojos hundidos
leve ocaso rasgado
puñal esquivo.
Urdido el iris
cierne pincel desnudo
de aire sombrío.
Tu mano hierve
el lienzo grita mudo
como aves frías.
Agua tu mirada
es secreta hondura,
flujo del verso.
Herida de luz
nacida del crepúsculo,
amarillo sol.
Tres círculos irradiados
por una molienda en pedal,
pertinaz marcha deseada
que te eleva más y más.
A ti, mi bicicleta.
De Poetas en bicicleta.
Homenaje a la bicicleta a través de la poesía. Editorial Nuño, 2007
Una vez tras otra, voz de agua
-the passing years will show-
fluye y despliega su desnudo manto
hasta la linde que abriga tu pecho,
como un océano de inflamado fuego.
Allí, estéril, el tiempo vaga
sin encontrar su lugar, su asiento,
el acomodo que sólo me celebras tú.
Sólo sé lo que sé, trémula dicha
-and, time after time-
que recorre mi espalad, sin prisa,
retozando placidamente, sintiendo
que la luna de mayo late en el cielo,
tan lejana y distante como el recuerdo
de aquel reflejo en tus ojos dormidos.
A la memoria de Chet Baker.
A los Compañeros y Amigos
Antonio, Vicente y Luismi
de la Asociación Apoloybaco,
Jazz, Vino y Literatura,
oferentes de la Amistad
Ahora, es el aire la sombra;
sombra como pisada en el charco,
porque las ausencias hablan
de tiempo pasado.
El reverso de la palabra que sana,
luciente soledad de tránsito
que reclama en la esquina
la invisible sombra de paso.
Arrojado sobre el día;
extraño, distinto en el gesto;
ebrio, asombrado por el llanto.
Sólo el alivio de ala rota
-gorrión dando saltos-,
está de más la pérdida que no hallo.
Ahora, es el aire la sombra;
sombra como el letargo.
La sombra.1953.
Pablo Ruíz Picasso.
1881-1973
Málaga - Mougins
-the passing years will show-
fluye y despliega su desnudo manto
hasta la linde que abriga tu pecho,
como un océano de inflamado fuego.
Allí, estéril, el tiempo vaga
sin encontrar su lugar, su asiento,
el acomodo que sólo me celebras tú.
Sólo sé lo que sé, trémula dicha
-and, time after time-
que recorre mi espalad, sin prisa,
retozando placidamente, sintiendo
que la luna de mayo late en el cielo,
tan lejana y distante como el recuerdo
de aquel reflejo en tus ojos dormidos.
A la memoria de Chet Baker.
A los Compañeros y Amigos
Antonio, Vicente y Luismi
de la Asociación Apoloybaco,
Jazz, Vino y Literatura,
oferentes de la Amistad
Ahora, es el aire la sombra;
sombra como pisada en el charco,
porque las ausencias hablan
de tiempo pasado.
El reverso de la palabra que sana,
luciente soledad de tránsito
que reclama en la esquina
la invisible sombra de paso.
Arrojado sobre el día;
extraño, distinto en el gesto;
ebrio, asombrado por el llanto.
Sólo el alivio de ala rota
-gorrión dando saltos-,
está de más la pérdida que no hallo.
Ahora, es el aire la sombra;
sombra como el letargo.
La sombra.1953.
Pablo Ruíz Picasso.
1881-1973
Málaga - Mougins
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