Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 7 de julio de 2011

462.- JUAN B. BENÍTEZ DELGADO


Juan B. Benítez Delgado, nacido en Sevilla el día 15 de agosto de 1976. Editor desde 1999 de Cibersur.com, primer periódico especializado en Informática y Nuevas Tecnologías de Andalucía, galardonado con el Premio Andalucía de Periodismo 2001 en Categoría Internet y el Premio ASIMELEC Periodismo y Sociedad de la Información. Director de Innovación y Proyectos de CPS S.L. Miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Periodistas Digitales de Andalucía (APDA) desde el año 2003. Ponente y participante en diferentes jornadas, como el "Congreso Andaluz de Periodismo Digital", "Nuevas Tecnologías para Nuevos Periodistas", "Blogs y Medios de Comunicación" o "Meeting Blog". Experiencia en formación en periodismo digital para entidades como la Radio Televisión de Andalucía o la Confederación de Empresarios de Andalucía. Creador de la bitácora www.juanbenitez.com, Mención Mejor Web Andaluza en categoría Blog en 2005 y finalista de la I Edición de los Premios 20 Blogs de 20Minutos.es, en la categoría de Mejor Diseño. Asimismo sostiene diferentes colaboraciones, con medios como Soitu.es y con los blogs: www.Unblogenred.es , www.Planetacrisis.com o www.mtv.es/clubmtv/antony . Asimismo, con la editorial Publicatuslibros.com ha publicado las obras "El Acróbata en el Sendero de los Sueños" y "Textos entre tú y yo", y es colaborador de la Revista Comunicando.

Otras publicaciones
"El acróbata en el sendero de los sueños". Poesía. 2009.
"Textos entre tú y yo". Poesía. 2009.



El acróbata en el sendero de los sueños

Su mundo
El suelo frío y mojado
Su realidad marítima
Los océanos encharcados de agua sucia
Y cada trozo de pavimento
Una ínsula de recuerdos
Una ciudad donde pasó.

El contacto con la realidad
Un pie descalzo
Y pintura en la cara
Para llegar a lugares lejanos
De felicidad y tristeza
Donde tejió aquellos años
Que le dejaron desnudo.

Ausente movimiento del cuerpo
Y presurosos latidos del corazón
Frente al frío metal
La necesidad de comer
A cambio
Una vida.

Y al caer de la noche será blando y blanco
Pan
En el estómago vacío
Será otro día más
Con la mirada perdida
Entre recuerdos
De la añorada cara de mujer
De su engendro

Y el caos fuera.











La hija que vendrá

Grande será mi dicha,
Cuando nuestra hija crezca,
Y sus alas extienda
Más allá de la mirada.

Ahora su imagen se enturbia
El adoquín frío y gris
Almohada su pensamiento,
Despierta su dolor
Y duerme su conciencia.

Porque llora
Derrotada, fracasada, hastiada.

Bello ángel injertado
En la triste y áspera tierra,
Marchitando sus flores,
Al ritmo de la caída del plomo,
Llorando lágrimas al desierto.
La grande casa
Llena de risa y de llantos
Y ella
Que un día salió sola
Volvió acompañada.

El cristal se rompe
Con cada una de sus miradas,
La candidez se torna angustia
Y en un mar de almas,
Su cuerpo ha quedado solo.

Mi vida apacible y solitaria,
Sin sobresaltos,
Hasta que llegó
Entre pañales y mamaderas,
Cuando renací de nuevo.

La lucha es guerra,
La guerra es tristeza,
La tristeza es dolor,
Triste país donde ella reina,
Donde ella muere cada día,
Donde nace cada mañana.












Fugacidades de papel

La boga lenta del bajel
Me lleva a un puerto desconocido
Del desierto blanco de una cuartilla
Donde vives.

Desaparece la estrella polar,
Sin brújula, sin control
No encuentro el camino
Del que naciste
Pensamiento
Íntimo y callado.

Corcel sin rienda,
Tosca cantera de mármol
Sin pulir, sin brillar,
Sin forma.

Sin ti.

Que eres el resultado
Del feliz apareamiento
De un sentimiento enamorado.
Como una luna que no tiene noche,
Sol que calienta la mañana.
Fuiste concebida
Una fría madrugada
De invierno.

Luz de la razón,
De la vida, del calor.
Iluminaste mis pasos perdidos
Como una alborada de fuego.
Eres tan sólo un poema de amor en primavera,
El refugio en la espera,
Quizás una llegada,
Tal vez una frontera.

Te escribo con los últimos
Retazos negros de la noche.
Presencia fugaz que se desvanece
Con las primeras luces del alba.
Cómplice de la madrugada,
Pasas fugaz tras los cristales de mi ventana.
Ráfaga de luz,
Que ilumina la mañana.



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