Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

martes, 1 de noviembre de 2011

905.- ANA MÁRQUEZ CABEZA



Ana Márquez Cabeza
(Olvera, Cádiz, España; 1968). Dibujante artístico y escritora. De su extenso currículo destacamos que empezó a escribir cuando contaba 9 años de edad. Ya entonces escribía poemas, relatos breves y alguna obra de teatro para interpretar con sus compañeras de colegio. Juan Ramón y el Modernismo eran su fuente de inspiración (a los diez años ya había leído tantas veces Platero y yo que podía recitar capítulos enteros de memoria).
Publicó su primer trabajo en 1992 en las páginas de colaboración literaria del Boletín de Información Municipal Cada Dos Meses y posteriormente comenzó a publicar sin interrupción artículos literarios en la revista Feria y Fiestas de San Agustín, publicación en la que sigue colaborando con artículos, poemas e ilustraciones.
En 1999 empezó a realizar para la emisora municipal Radio Olvera un programa de contenido literario (Desde el Palco) del que fue guionista, directora y presentadora. Impartió un taller literario para alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Sierra de Líjar. Ha colaborado como columnista de artículos de opinión y con poemas para las páginas literarias en el diario local Olvera Información.
He publicado poemas en la Revista Literaria de la Sierra de Cádiz Almazara, publicación auspiciada por la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz. En el año 2000 publicó un relato en la antología Cien relatos geniales y ha publicado poemas y relatos en la revista literaria El Celador, entre otras antologías y revistas.
En septiembre de 2002, con la ayuda del Excmo. Ayuntamiento, salió a la luz su primer libro en solitario que recoge una antología de relatos y poemas escritos entre los años 1997 y 2000, titulado Canción para la espera.

En diciembre de 2006 editó su segundo poemario, titulado Quedan los pájaros y en marzo de 2008 su tercer libro Obituario de horas

Ha publicado, asimismo, poemas y artículos en los siguientes sitios de Internet:

-Revista cultural Almiar (www.margencero.com)
-La Revista cultural de la Editorial Bassarai, Luke (www.espacioluke.com )
-Página de crítica bíblica de JRRF.
-Revista cultural La Cultura. (www.lacultura.com.ar )
-Revista literaria El Parnaso (www.elparnaso.com)
-Revista literaria del poeta Luis Pietro (www.escribidor.com)
-He colaborado en el sitio oficial del poeta catalán Jordi Buch Oliver
(www.jordibucholiver.com), etc...



La lluvia

Dejaré los sueños en su mundo de plumas
para enfilar mi proa hacia este amanecer líquido
que me florece en los cristales.
Al alba el mundo reinterpreta
la alzada primera del telón, en el día inaugural,
cuando los astros parieron con dolor la luz bostezante y arrugada,
cuando la canción de la piedra latía
con el brío de los comienzos y los volcanes.

De mi pecho brotan, inéditos, los almendros
sometidos a la alegría radical del agua.
La lluvia tiene el don de licuar las gemas y los espacios,
de suavizar la verticalidad de los aguijones,
de entonar la orden exacta que espera la semilla.

Llueve, al fin.

Hoy la paz abandonó las banderas y los púlpitos
para filtrarse desde la matriz de las nubes
y el viento no puede
—aunque lo intente—
despeinarme el corazón.










A una caracola

...Y la creación del mundo se suspende hasta que ya en el mar
sólo queda una ola,
sólo cabe una ola que al llegar a la playa queda en vilo,
sabiendo
que no puede romper sino acabándose.

Luis Rosales

Sólo el mar sabe latir sin estar presente.
Desnuda, la piel rugosa y estriada es otro lenguaje de signos,
perennes, calcáreos,
como el idioma universal y manso de la espuma,
que gira en resonancias de algas y navíos sin edad.
El tiempo no le importa más que a un roble o a una almena,
ella conoce todas las astucias para atrapar lo eterno
a una vuelta de rosca,
en una espiral quieta y constante.

Como una catedral blanca que cabe
en el silencio de dos manos,
ella acurruca el destino de los siglos,
en el sancta sanctorum de su hueco,
en el arca de la alianza donde se firmó el pacto
inicial
del agua con la arena.

Pero todo se prepara para ser nada.

Tú y yo nos iremos,
arrastrando nuestra carne y nuestra historia.
Se agotarán las entradas para el gran espectáculo
de la consumación de los tiempos,
habitará el olvido en este esqueleto de planeta...
Y, aun así, ella seguirá ahí, con su acento de salitre,
con su perdurabilidad indiferente,
con su reminiscencia de coral primitivo
con su quietud y su espiral tozuda,
recordando eternamente a las sombras
que sólo el mar
—sólo el mar—
sabe latir sin estar presente.









El silencio de los pájaros (eclipse)

Este sucedáneo de noche
me busca salidas por los ojos.
La esfera solar mordida
detiene el vuelo de los relojes
y de los pájaros.

Algo así, tal vez, será lo último:
el estertor final del mundo. Quizás...
Pero la vida que, mojada en el eclipse,
se desnuda de sus ruidos cotidianos
no queda del todo inerme.
A la luz le sobran arrestos
y a la vida le sobra luz
para burlar la trampa cíclica
de los astros.

Cuatro minutos:
el día va saliendo de su cárcel...
Un pájaro canta tímidamente
la libertad recuperada por el sol
y picotea —como migajas—
los trozos que van cayendo
de este sucedáneo de noche.










Abril es un intruso indiferente

Abril es un intruso indiferente.
No le duelen a sus cínicas ramas
esta frialdad que se me yergue por dentro
como un monolito de odio o de ternura.
¿Qué le costaría a abril condolerse conmigo
de mis huesos, de mis oscuridades,
de mis sombras abiertas?
No le costaría nada.
Pero él no puede ser más de lo que es:
un mes asfixiado de pétalos, murmullos e incienso.
El tributo de Dios a las abejas.
Abril es un intruso indiferente
y yo el germen
de algún mañana.










A veces me llega la vida

A veces me llega la vida,
candente, dilatada,
como una ardillita roja,
toda ojos, corazón y nervio.
Y me regala el don del último fruto
para que reconstruya con él
mi otoño.

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