Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 11 de mayo de 2012

1267.- ANTONIO ALFONSO JIMÉNEZ LÓPEZ



ANTONIO ALFONSO JIMÉNEZ LÓPEZ
Nacido en 1975. Vive en Jaén hasta los 15 años, desde donde se traslada a Torredonjimeno. Allí se encuentran sus raíces familiares y aún reside.
Comienza su actividad literaria de adolescente, incentivada por el reconocimiento de sus escritos de narrativa y poesía en varios certámenes escolares de ámbito local y autonómico.
Ha colaborado en revistas literarias universitarias, y es miembro del consejo de redacción de la revista de creación y pensamiento Encandilarte, que publica el colectivo de artesanos El Liñuelo espacio creativo de Torredonjimeno desde 2004.
Mantiene lazos culturales y emocionales con la ciudad de Berlín, donde residió durante el 2001.
Este vínculo se refleja en su poesía, de carácter urbano y evocadora de la historia del siglo XX europeo, y en la serie de viajes a través de diversas ciudades literarias que viene publicando en Encandilarte.



Las palabras que utilizas para nombrarlo.

Cuando dejas caer la mirada
en el recuerdo
te lo sacudes de la mente
con un suspiro,
corrigiendo en la expresión de tu rostro
cualquier sombra de nostalgia.

Es tu primer día sola
y has tenido que acostumbrar
el oído
al nuevo sonido de tus pasos en las habitaciones,
a no buscar su olor en la almohada
ni en la cocina su taza usada de café.

Desterrada a tu libertad
su ausencia crece por toda la casa
como un jardín abandonado.

[De La calle es tan sólo un ruido.
Universidad de Jaén. 1997.]





Los dos poemas siguientes pertenecen al libro Piedra Líquida, galardonado con el Premio Provincial de poesía Facultad de Humanidades de la Universidad de Jaén; 2007.

Insectos

Surgen de la tierra,
no puedo ver de dónde.
Sin ojos trazan la maraña
donde esperan a otros muchos.
Písalos.
Comen mi carne.
Todo lo destrozan.
Escalan a mi cama y me impiden dormir.
La tierra se retuerce y devora más tierra.

Esfuerzo impaciente,
milímetros de estiércol buscan el cobijo
que les puede dar la altura.
Barro con el agua sus espinas hasta el cieno.
Dolor que anima en una de mis ramas.
Orada en mí.
El agua no me limpia,
tan sólo lo propaga.
Yo me dejo.

¿Ya es de día?

De Piedra líquida; 2007.




Amanece

La ciudad sumergida muchos metros bajo el agua.
Alguien se asoma a la ventana.
Contempla su mañana oscura.
Observa la luz reflejada allá arriba.

De Piedra líquida; 2007.






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