Carmen Peralto (Málaga, España, 1967) es poeta, diseñadora gráfica y editora.
Dirige las revistas: "El nudo de la sierpe" (1989), de poesía visual y experimental, "Málaga&poesía", compuesta a mano y de tirada muy limitada, aparecen tres números (1990, 1995 y 1998), dedicados monográficamente a los poetas Gustavo Adolfo Bécquer, Jaime Siles y Rafael Pérez Estrada y "Forma & sintagma".
Toda su obra discursiva y visual desde 1992 se encuentra en la antología “Poesía (1992-2007)”. Sus últimas publicaciones han sido Bestiario del Indo (2009), Noctámbulas (2009) y Selvática (2010).
Ha sido incluida en antologías como «Poesía experimental española 1963‑2004», de Félix Morales Prado. (Madrid, 2004); «Poesía visual andaluza (antología)», de José‑Carlos Beltrán. (Rute, Córdoba, 2006); «Poesía viva de Andalucía», de Raúl Bañuelos, José Bru, Dante Medina y Ramsés Figueroa. (Guadalajara, México, 2006), «Poesía Visual Española (antología incompleta)» de Alfonso López Gradolí. (Madrid, 2007), «Antología apropiacionista de la poesía visual española» de César Reglero (Málaga, 2009) y «Ojos que sí ven. Antología de poetas experimentales de México y España» de José Brú, Dante Medina y Francisco Peralto (Málaga, 2010).
POEMAS:
El dios-elefante
Al elefante sagrado lo pintan de colores, esparcen en su piel pigmentos y adornan su trompa con abalorios. Desde pequeño, encadenan al elefante sagrado a un grueso tronco de árbol en las horas en las que no están con él. A veces, en los grandes festivales, el dios-elefante sagrado, pintado de colores, se vuelve loco, recorren sus venas millones de cristales de furia y aplastando todo a su camino, come hierbas y ofrendas, rompe miembros y mata a sus cuidadores.
(De Bestiario del Indo, 2009)
canción de liberty street
Tengo una bolsita de dólares rasgados
en tiras exactas
y milimétricas.
Las dan como recuerdo.
Teníamos la cita a las nueve y media.
Fuimos pasando por salas numismáticas,
viendo la colección de todo el mundo.
Éramos un grupo pequeño: japoneses y
alguna pareja americana.
La encargada de guiarnos sabía portugués
y de vez en cuando, nos traducía algo
rudimentariamente.
No hacía falta.
El oro es oro, la cámara acorazada,
los lingotes apilados.
Máxima seguridad.
Bruce Willis defendiendo sus fondos
en Die Hard with a Vengeance.
Otro policía, éste de verdad,
nos canta a modo de despedida
desde la escalera de entrada
la única canción que se sabe en español:
Bésame mucho.
Y frente a él,
sus compañeros, vigilan acorazados
el vacío de la Zona Cero.
(De Nine nights, 2007)
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