119.- ANA PATRICIA SANTAELLA

ANA PATRICIA SANTAELLA PAHLÉN
Nace en Córdoba, pasa su infancia en la judería cordobesa, junto a su inolvidable abuela Consuelo, con la que tanto buenos ratos pasó y su familia.
Estudió Trabajo social en la Universidad de Granada, vinculándose desde entonces en diferentes entidades y proyectos de índole social y solidario.
Ha participado en diferentes revistas y antologías literarias tales como: Angélica, Itinerario Interminable, “decir que somos los que somos” del colectivo de poetas de Córdoba, y las últimas editadas por la Consejería de Salud: “Antología de poetas en solidaridad con los afectados del sida” y “Tintas para la vida” para la sensibilización de la importancia de donar órganos.
Ha participado en el Encuentro de poetas Voces del Extremo 2.008 y en el Festival Internacional de Poesía Cosmopoética 2.008 y 2.009. Ha expuesto la comunicación sobre la escritora cordobesa Concha Lagos en el Seminario Internacional de estudios transversales de la Universidad de Alicante, en junio de 2.009
Le fue otorgado el primer premio de poesía de los Encuentros por la Paz de San Pablo de Buceite ( Cádiz ) en 2.009.
Ha coordinado ciclos literarios en el barrio de Campo de la Verdad, y colaborado con la Asociación vecinal Diana y otros colectivos Fidiana de la capital cordobesa. Junto a la poeta y editora Inmaculada Calderón ha editado el libro solidario por Palestina que tantas satisfacciones y colaboraciones espontáneas está dando: “Versos para derribar Muros”. agradecemos la grandísima colaboración y valentía de Chely Caballero, de MZC(Mujeres en zona de conflicto ) para que la ayuda humanitaria en forma realimentos sea una realidad en la franja de Gaza.



A quién no vive el buen trato, a quién lo busca
A quién lo intenta y a pesar de todo
no puede zafarse.


DOLOR COMPROMETIDO


Crece dolor y muerde,
arrástranos a hacer algo,
permítenos tu crecida,
tu derrame acre
sobre la sosegada parsimonia de vivirnos.
No halles coto a tu hondura,
vuélvete lecho
en la debilidad y el desconsuelo:
Espuela eficiente,
aguijón nocturno,
jamás
ajetreada costumbre
bajo nieblas silenciadas.
Permite
en tu claro fulgor iluminado,
la huraña abolición de la desidia,
tal fogata insistente
ante el tosco pincho
de la sangre sometida
o de la muerte.
En los pardos chozos del dolor comprometido.

DESODIÁNDONOS

Si pusiéramos
La clara transparencia del corazón
a la luz,
a la infernal y benigna luz,
Y nos desabotonáramos el odio,
¡ El odio…!,
al trasluz de ventanales fariseos,
sin los anchos reflejos de la hipocresía.
La oportuna inocencia
sería lluvia intensa,
amanecida
libre y desacobardada,
en la superficie,
en las cañadas,
en la albas bóvedas del alma,
en los hoyos reconciliados de la tierra.

CAN ABANDONADO

¿ Quién enfría tu frente fría?
¿ quién lame tus heridas,
Que no quieren restañar a la intemperie?,
¡ Fiel animalillo desvalido ¡,
¿Quién desposeyó
de tus patas la alegría?,
¿ Quién ahuecó
tu lomo con penumbra?,
arrebató a tu lengua
La suave insinuación de una caricia.
¿ Quién sabe del traslúcido dolor
en la prieta comisura de tus labios?,
¿ Quién sabe, de tu pequeño corazón desasistido
entregado a la soledad de una montaña?.
¡ Quién sabe de tu estupor vencido
muriendo en las altas estrellas de la noche ¡.
¡ Fiel animalillo desvalido.... ¡
Quién sabe….
Quién sabe….

Fernando Sabido Sánchez, Inma Calderón,

Uriel Garrán López, Isabel de Rueda

y Ana Patricia Santaella