ISABEL DÍEZ SERRANO: Sevilla. Residente en El Escorial (Madrid). Poeta, Promotora cultural, Critica literaria, Antóloga. Tiene editados 32 libros de poesía, entre ellos: Y el sueño se hizo voz, Réquiem por una madre, Te esperamos -Chile- Desnudo de palabras, Antología de la Poesía Cósmica –México- Primero temblor, Biorritmos, Testigos del amor y la locura I y II, Aromas de relámpago –México- Antología 1984-2010, Controversia y aplomo –México- Pelillos a la mar, En brazos de la tierra, etc. Cuentos, Homenajes, Conferencias… En mas de 80 Antologías –España y América- Estudiada en varias Universidades de España y América. Fue Presidenta de la Asoc. Prometeo de Poesía. Fundó y dirigió en Madrid la Tertulia Literaria “Príncipe de Asturias” y la Revista de Creación Literaria “Oriflama”, las cuales continúa dirigiendo actualmente en la Leal Villa de El Escorial y en la red: www.oriflama.es Preside el Foro de las Letras del Ateneo Escurialense.
Ha obtenido numerosos premios y distinciones de Honor, como: Mención de Honor Prometeo de Poesía, Placa Antonio Machado, Flor natural de poesía breve, I Accésit Fernando Rielo de Poesía Mística, I Premio José Gerardo Manrique de Lara de la Asoc. De Escritores y Artistas Españoles, Trofeo Reina Amalia de Palma de Mallorca, Mención Honorífica en la Cuadratura del Círculo Iberoamericano, Los Angeles (California) Poeta distinguida en Rosario (Argentina) Miembro de Honor de la Décima al filo en Camagüey, -Cuba-,Premio Mujer 2010 en Cultura por el Ayuntamiento de la Leal Villa de El Escorial., etc. Poemas traducidos a inglés, ruso. japonés, italiano, francés. Asimismo 18 poemas musicalizados, algunos por la propia autora.
Incluida en el Diccionario de Autores Españoles, Poetas para el III Milenio, Biographical Center of Cambridge,. Inventario Relacional I y II Juan Ruíz de Torres, Quien es Quien en las Letras Españolas 2003.
POESÍA:
SENCILLO COMO EL VIENTO (1998)
llegas
y me cubres de soles misteriosos,
acudes redentor a mi llamada
y nadamos en labios de la noche.
Misticismos azules nos arropan
decreciendo la duda que latía.
Estás conmigo, crezco,
viajas por mis venas pudorosas
y me aúlla la sangre en su delirio.
No temas despertarme
que hoy quiero derramarme en tu espesura,
en las olas tranquilas de tu pecho
--tentáculo sublime--, quiero
cual fiel enredadera
trenzarme en la marea de tus alas,
arrancarte la luna de la boca.
De: Las horas detenidas
ME SIENTO PRIMAVERA. EL CORAZÓN AÚLLA. (1998)
Qué bien se está en mi casa.
Así los dos, mi casa que es tu casa
y recorremos juntos los libros que aún amamos.
Silencio... Sólo el tic-tac lo sabe.
Es una tarde larga, verde
de tulipanes rojos, amarillos
--míralos allá abajo--,
mira que raro es verse triste en esta tarde
con las puertas abiertas, Señor de la alegría
sentados a la mesa
con cal entre las uñas y el dolor, tan despacio...
Es la hora del trigo y zumban las abejas
y la hiel de mi vida se dulcifica ahora.
Debo cantarlo, debo
decirlo a alguien.
Hoy estoy primavera, y nos crecen las ramas.
Qué delicioso sueño.
EL ATRIO FAMILIAR HOY SE ESTREMECE (2000)
en una abrasadora herida, madre.
Nos destruye y al par nos vivifica
por darte nuestros besos más ardientes,
aquellos que estuvieron tan guardados
esperando el momento real de la ternura.
Sentados a la mesa
la amargura en los labios,
crece nuestra congoja y nuestro grito dentro.
Bebemos zumo ácido en tarde de locura.
Sufrimiento profundo.
Qué me vais a decir sobre los ángeles
si tengo uno ante mí, desvaneciéndose.
de: Réquiem por una madre
UN DÍA OÍ TU VOZ QUE HOY SILENCIO (2000)
me acarició tu fuego, que hoy ceniza,
nos vibraba la vida en su alboroto
y hoy yaces, yaces tú, que yo me enfrento
con las piedras hoyándome el costado
y me siento a esperar la primavera
encendiendo bengalas a la noche.
Hoy te vistes de mármol bajo frágil arena.
Sobre el rescoldo tibio que fortalece el árbol
se prodigan palomas en lo alto del muro.
Mas ya no están tus manos,
ese clamor de estrellas ¿dónde, dónde?
Quién oyó el torbellino de tu voz acercándose.
Esa febril tormenta
de encendidas palabras abrasando
en mi oído. Dónde, dónde se oculta.
Dónde esta sed de altura que nos ciega.
Tu luz, es una antorcha entre cipreses,
tierno umbral del silencio.
Un libro entre mis manos.
de: Réquiem por una madre
TE NOS FUISTE DE LUZ Y DE AGONÍA (2002)
En medio de tu pecho, cruel lamento
Federico García, piel morena,
corazón de puñal, cálida arena
que pagó a nuestra España con su aliento.
Fue tu voz, Federico y fue tu acento
un trueno en el rocío, ronca vena
sin tiempo de morirte y fue la pena
la que gritó tus versos en el viento.
Te nos fuiste de luz y de agonía
mendigo de tu infancia y tu destino,
herido en el costado tristemente.
Corazón de tormenta y poesía,
dejaste honda tu huella en el camino.
Hoy, lloramos tu sangre efervescente.
de: “Testigos del amor y la locura I”
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