Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 30 de diciembre de 2010

196.- ANTONIO DE PADUA DÍAZ


ANTONIO DE PADUA DÍAZ
Nace el 8 de enero de 1962 en Huelva. Licenciado en Historia por la Universidad de Sevilla, periodista y arqueólogo.
Fue el creador de la revista de literatura Océano, que editó y dirigió entre 1992 y 1997, cofundador de la tertulia Las noches del 1900 y coordinador del suplemento cultural Mosaico que publicó durante dos años el periódico `Huelva Información', diario del que fue redactor durante casi nueve. Así mismo, colaboró en ‘Odiel Información’ con una columna quincenal y en ‘El Mundo-Huelva Noticias’ con una tribuna semanal durante dos años, habiendo firmado más de doscientos artículos de opinión en su dilatada trayectoria periodística.
Obra poética:
Tiene publicados los libros:
Poemas del Paseante (Huelva : Diputación, 1993),
Urbano desvelo (Sevilla: Junta de Andalucía, Dirección General de Juventud y Voluntariado, 1994). Finalista del IV Certamen de Literatura Juvenil – Poesía - "Gustavo Adolfo Bécquer"
Santuario Azul (Huelva : Ediciones del 1900, 1995),
Poemas de diario (Ayamonte : Crecida, 1998),
Estado de sitio (Madrid : Vitruvio, 2001),
Poesía armada (Béjar, Salamanca : El Sornabique & lf ediciones, 2003)
Historias de Sara : 25 poemas para leer a niños pequeños (Huelva: Fundación Caja Rural del Sur, 2003). Los beneficios obtenidos por su venta se destinan a UNICEF, gracias al convenio firmado ese año entre la propia ONG, la Fundación y el poeta (Nota de prensa de la Fundación Caja Rural del Sur de 8-7-2003 ).
Cuaderno de un extraño (Huelva : Cacúa, 2005). Ficha en el catálogo de la editorial Cacúa .
También tiene publicado un cuaderno de viaje Carta desde esta tierra del Sur (Punta Umbría : Paraíso, 1997), su primer texto en prosa que ve la luz.



NECESITO UN porsche
para en una curva
cerrada
de un volantazo
en el pecho.
Pero antes
pisar a fondo el acelerador
colocarlo a doscientos
y recorrer a toda hostia
carreteras de la costa
junto al mar azul,
frente a tu verde recuerdo.
Necesito un porsche,
negro,
para olvidarme de ti,
definitivamente,
y alcanzar
de una puta vez
el olvido de todos
al que yo también tengo derecho.
En la próxima curva, te lo juro,
acabo contigo, vida mía.






LA CHICA DEL ANUNCIO DEL MARTINI EXISTE

Allí estaba la chica del anuncio de Martini
en la sala de grados de la vieja
Facultad de Geografía e Historia
soportando un apasionante doctorando
acerca de la definición de los procesos
lineales sobre la base del materialismo histórico
durante el bronce pleno en el suroeste de España
ya digo, apasionante.
Sentada justo delante mía la chica del Martini
y yo sin las gafas de sol de cristales negros
de pasta y patillas todas negras
sin el terno negro y blanco
ni el metro ochenta mínimo
para que ella con su cara de erótico hastío permanente
se fijara en mí
por tener que aguantar a un clon de Onassis
que tampoco estaba allí, en la sala de grados,
para que yo pudiera servirles
sendos martinis en vasos cortos
y pegarle un manotazo insolente al tal Onassis
como a la criatura sé que le gusta.
Y la motora, a ver de dónde sacaba yo
en pleno centro de Sevilla un mes de octubre
a la una de la tarde una lancha rápida
o un camarero con bandeja de plata sonriendo
y poco después con cara de ennortado
tras robarle la botella
en fin ya digo una tesis doctoral acojonante,
con doctorado apto cum laude
y la chica del anuncio de Martini
que no me dedicó ni una mirada
suspendido, suspendido,
y yo venga a pasarme el dedo por los labios
y la falda de punto que no se le enganchaba
a la chica del anuncio de Martini
en la sala vetusta de grados
de tan antigua facultad.
En fin que no sé para qué leches
me he dejado yo estas patillas
que de hoy mismo no pasa que me afeite.
Ya les decía, apasionante lectura de tesis doctoral






Cuando el sol inunda las entradas de mi casa
sé que estás a mi lado
porque tu piel de él forma parte,
hueles a papeleria antigua,de otros tiempos,
a lápiz de madera y grafito,
en tu alma ecológica recoges a pobres diablos
y con mano izquierda lirios azules,
besas a los amigos con tu boca poderosa
y a los hombres,con la mirada.
Siempre creo que formaste parte de mi vida
y jamás te he vivido,
como naúfrago solitario te espero
agarrado a la madera de lo poco que me queda:
unos cuantos poemas,cinco corbatas y mis libros preferidos,
no sé si existes tú,isla María,
en mis versos o en mi deseo,
pero hoy tu nombre se hace agua en mi boca
y a diario lo pronuncio,
volver a soñar con imposibles a tu lado,
pasear por las ciudades enlazados
y que en los hoteles nos conozcan por señores amor,
si algún dia te puede la nostalgia
en el borde del mar búscame,
siempre te espero en la arena,allí donde nace el infinito.







del libro "Poemas del Paseante "

Sentado en mi cama
de la habitación número once
por la doble ventana
miré la casa rosa y blanca
de todos los días posiblemente
del siglo dieciocho.
Me puse la camisa y se hizo un espléndido
silencio ni tranvías ni voces
ningún sonido. Entonces
vi volar palomes grises
que tampoco hicieron ruido
y sentí un momento,
aún así en calzoncillos,
la paz como sería.

Praga, agosto de 1.990

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