Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 8 de agosto de 2011

719.- MARÍA JESÚS BARQUERO CASAS


María Jesús Barquero Casas está radicada en Sevilla, España. Algunos de sus libros:

Parabola, edición de 1992.
Zarandeos II, edición de 1992.
Zarandeos V, Sonetos y otros versos, edición de 1997
con Homenaje a la Generación del '27.
Jugando con el Abecedario, edición de 1999.
Zarandeos VII, Sonetos y otros versos, edición de 2000.

María Jesús Barquero Casas es una escritora devota, con un amor inquebrantable entre las manos. A pesar de los mil sacrificios con que sale su obra, pues no siempre los escritores gozamos de grandes editoriales que nos respalden el pensamiento. Ella, muy ella, venciendo las distancias mundanas de los hombres y la sociedad misma, que algunas veces es mezquina y despiadada; ha logrado poco a poco, mediante reedicicones y cofecciones de pequeñas tiradas editoriales presentarnos su maravilloso legado literario. La poeta deja en el fondo de nuestra alma sus bellos versos y su grandes palabras de fe y esperanzas humanísticas. La poesía de Barquero Casas rinde tributo a su tierra, los parques de Sevilla, de Granada; de piel y de alma. En algunos poemas veo que posee la grandeza del Romance muy español; y en tantos otros, veo el grito de una gran poeta, la cual, engalana las letras españolas con su amor inrrebocable y eterno.




Olivas

(Poema perteneciente a "HIJOS DE ANDALUCÍA")

Aderezo de esmeraldas
con las perlas del rocío
y el dolor de las escarchas
en el retorcido olivo.

Esperanza entre las ramas
acariciada gozosa
por las manos de la moza
rosas, de frío, moradas.

Absorta entre los terrones
la ruborosa amapola
ve transformada tus flores
en óvalo portador
del néctar para la unción
de tiaras y coronas.
De sacramentos, promesa,
hojas de rumor y mar,
ramas de calor y paz,
fruto ansiado de la mesa.
Molida tu savia vierte
perfumada trascendencia
de ríos de verde aceite.






Ay olivar, mi olivar

(Poema del Libro ZARANDEOS II)

Ay olivar, mi olivar,
olvidado y mal vendido;
donde yo le oí cantar,
y donde siempre he venido
tras mis largos recorridos,
por cielo, por tierra y mar.







Río salado

(Poema perteneciente a "HIJOS DE ANDALUCÍA")

El río salado corre
por entre los olivares
y en volandas trae el viento
un eco de soleares.
Las niñas de las huertas
van en camisa
a bailar con el río
como las ninfas.

Cuando salen del agua
sus pies descalzos
la tierra enrojecida
los va calzando.

Los flecos de sus camisas
son agua salada y fría
y al secar su piel morena
dibujan blancas estrías.





La libertad

(Poema del Libro ZARANDEOS II)

La libertad
es dar la vida
por los demás.
Y, ¡cómo duele!
los olivos del monte
aún se retuercen.






ZARANDEOS A LOS ELEMENTOS DEL DESCUBRIMIENTO

a: Lídice Pepper Rincón, mi amiga.


El aire urgió las velas
y surcaron el Agua
las carabelas.
Rodrigo de Triana
¡Tierra!, gritó.
colón, sus marineros...
alumbraron un mundo
con todo el Fuego
de su pasión.
Soy de Triana:
gracia a esos Elementos
tengo el contento
de llegar con mis versos
a esa tierra lejana.








30 DE OCTUBRE 1.492

¡Tierra!, dijo Rodrigo de Triana
y pensaba Colón que aquella fuera
la India de la Seda, la especiera:
San Salvador y más tarde La Juana.
Trianera yo soy, sevillana.
Dios me puso en la tierra más señera
por la que se pasea en primavera
Hombre, Dolor, Pasión que salva y sana.
Es la fe que llevaron por los mares
los renglones torcidos, que pensamos,
y la Divinidad sabe derechos.
Rodrigo, cantaría soleares
en las oscuras noches que enemos,
por nuestra poquedad, quedar maltrechos.







Sevilla 26 de abril 1.992

El gran aldabonazo por la vida,
lo dio Carmen, mi nieta, en La Cartuja.
Y, cómo no, nació poeta y bruja.
Se trajo nuestra Historia, presentida.
Es timidez, misterio... recogida
en sus ojos resume la baraja.
En un segundo al cielo sube y baja,
desde aquella efemérides nacida.
Por mimar a dos Cármenes fui presa,
sin sumarme a las glorias del evento,
ni vivirme las fiestas de las razas.
Más, fueron pocos días. Presurosa
entré por Puerta Triana y dije al viento:
"Si me pierdo, buscame en sus terrazas".









Sevilla, 1992

amaneció en Sevilla otra primavera
de azahar, jacaranda, una sinfonía
de colores, perfumes... Ésta tenía
una nueva aventura, otra quimera.
Todo tan irrea, cual si ello fuera
el Reino de la Gracia, de la Armonía.
Junto al Guadarquivir, otro sol venía
tras haber alumbrado toda la EsFera.
Era la Magia reina de la Cartuja,
sus subditos, mil razas en gran riada
desbordada por toque de campanilla.
La Isla fue tocada por mano bruja
que unió el día, la noche y la madrugada.
Y el mundo descubrió lo que es Sevilla.

(Poemas sueltos)

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