NURIA RUIZ FERNÁNDEZ. (Cádiz).
Escritora, poeta, zejelera y conferenciante. Filóloga. Colaboro con varias revistas: Palma, Palabras Diversas, Speculum y Aleceia, Tres Orillas. Mi primer libro se titula "El mar de mis recuerdos", poemas y relatos cortos. Presentado en 2010 por casi toda la geografía gaditana y Gibraltar. Ganadora del primer premio 2009 de relatos eróticos de la web Secretísima. Finalista del concurso de Poesía "Esplendor Nocturno"por el Centro de Estudios Poéticos en 2010. Delegada del Sindicato Nacional de Escritores en Algeciras. Pertenezco al Ateneo José Román de Algeciras, a la Asc. cultural Academus y a la Asoc. Alcultura, al Club de Letras de la Universidad de Cádiz y al club de Lectura de la Fundación Dos Orillas. Involucrada en numerosos recitales poéticos y presentaciones de libros. Ponencias y conferencias en cursos de verano e Institutos. Mi segundo libro "AMOR" presentado en Mayo 2011 con un gran número de asistentes de la Comarca del Campo de Gibraltar. Libro publicado por la Delegación de Turismo del Ayto. de Algeciras. Recopilación de poemas de amor y el relato de una pedida de mano muy especial. En breve un librito de zéjeles y otro de relatos cortos.
WEB DE NURIA:
http://nuriaruizfernandez.blogspot.com/
Sueños rotos en el bajel,
rumbo a la deriva,
transitan un destino incierto
hendiendo olas en un mar abierto.
A lo lejos
un altozano de níveas edificaciones
aguardan con recelo mi llegada.
Oigo el muazín
entre el murmullo de sus calles.
Ojos negros,
de profundos pozos de sabiduría,
observan de soslayo
mi advenimiento.
Los sueños rotos
no caben en las maletas del olvido,
se quedaron arrumbados
por las oscuras esquinas
del bajel que me trasladó a Tánger.
Los sueños rotos retornan
al país donde nacieron.
Y yo, me quedo aquí,
en la ciudad de las mil caras,
con las maletas,
vacías de recuerdos.
ALGÚN DÍA
Algún día
mi corazón será una piedra.
Algún día
mis ojos brillarán de esperanza nueva.
Algún día
mis manos desatarán tus cuerdas.
Entonces reiré feliz,
cantaré mil canciones
compuestas de lágrimas vivas,
bailaré el único son que conozco,
el mío,
y por fin, viviré.
UN BRINDIS
Brindé mi copa de vino rojo,
de sangre inerte,
a la salud de una vida agonizante.
Voy camino de unas manos que no aten,
y lo único que encuentro
son cuerdas cubiertas de carne.
Te brindé mi copa,
y al beber
se rompió en mil pedazos.
Fui buscando
la voz humilde de una niña
que ¡por Dios!
no llorara de hambre.
Y lo único que descubrí fueron
llantos ocultos más allá del océano
de niños que no tenían nada.
Te lo brindé a ti,
para que sencillamente con vanas palabras
me contaras bajito tu desdichada vida
FRACASOS
Jamás fuiste el buzón
de mi noches de soledad…
“Lluvias de melancolía…
Sueños de gloria…
Llantos de vida…”
¡¡Olvídame!!
HIMNO
¿Dónde vas corazón frío?
Has venido buscando los hilos
que cubren tu fealdad, mas lo único
que has encontrado, ha sido un himno
al viento exaltando tu tristeza.
No lo entiendes
y ya quieres enamorarlo,
no lo has comenzado
y ya quieres acabarlo.
Corazón frío, fabricado a base
de roces de carnes húmedas y calientes,
tú, frío, como un témpano de hielo,
no quieres escucharme.
No huyas, no corras,
yo no voy a seguirte,
mi tiempo ya cumplió
y el tuyo está por terminar.
Mírate, recórrete palmo a palmo,
observa lo que has forjado,
gritos de pasión, suspiros
de amor y de odio.
Tú, engendrado entre flores de primavera,
te has vuelto frío, tanto, que no te hacen daño
las llamas que te rodean cuando beso tus labios,
que han olvidado lo que es amar.
¿Dónde vas corazón frío?
Te has ido sin encontrar los hilos
que cubren tu fealdad, mas lo único
que has conseguido, ha sido un himno
al viento exaltando tu tristeza.
¿Dónde vas corazón frío?
Has venido buscando los hilos
que cubren tu fealdad, mas lo único
que has encontrado, ha sido un himno
al viento exaltando tu tristeza.
No lo entiendes
y ya quieres enamorarlo,
no lo has comenzado
y ya quieres acabarlo.
Corazón frío, fabricado a base
de roces de carnes húmedas y calientes,
tú, frío, como un témpano de hielo,
no quieres escucharme.
No huyas, no corras,
yo no voy a seguirte,
mi tiempo ya cumplió
y el tuyo está por terminar.
Mírate, recórrete palmo a palmo,
observa lo que has forjado,
gritos de pasión, suspiros
de amor y de odio.
Tú, engendrado entre flores de primavera,
te has vuelto frío, tanto, que no te hacen daño
las llamas que te rodean cuando beso tus labios,
que han olvidado lo que es amar.
¿Dónde vas corazón frío?
Te has ido sin encontrar los hilos
que cubren tu fealdad, mas lo único
que has conseguido, ha sido un himno
al viento exaltando tu tristeza.
MI PEQUEÑA REINA
Hoy no te he visto recorrer
los rincones oscuros de tu alma.
Hoy no has cantado melodías
de fábulas al atardecer.
Hoy, mi pequeña reina,
no me has buscado.
La lánguida sombra de
un amargo roble, hizo temblar,
mientras te llamaba, las suaves plumas
de un gorrión dormido.
Mi pequeña reina
de un jardín de rosas,
donde la noche su manto
aún no ha estrenado.
Hoy, me has abandonado
dejándome sola ante la tenue luz
de la mirada del tiempo.
Hoy, mi pequeña reina,
has ganado la mayor batalla.
Hoy tu jardín de rosas
está vacío, porque tú mi pequeña reina,
te has olvidado de vivir al ritmo
de la monótona música del péndulo.
CASTILLOS EN EL AIRE
Construí castillos en el aire.
Me los creí. Y cuando pensaba
haberlos conseguido, los derrumbé,
los olvidé. Pretendí surcar olas de oro
que ya no se fabrican y me quedé sin ellos.
Ahora los recuerdo como si
nunca hubiese sucedido.
Busqué canciones detrás de una puerta
que ya no existía, y me di de bruces,
porque la música era mentira.
Volví a nacer entre flores de gruesas
espinas que no pinchaban, y me las clavé,
de tal forma que hoy, todavía sangran,
y aunque intenté curarlas, imaginé
sólo haberlo conseguido.
-No fue así, aún me mortifican-
Los castillos se fueron a otra orilla de arena sana,
de mar fuerte, y volví a dejarlos marchar
buscando el vuelo inagotable que nunca encontré,
de una ilusión fabricada a base de hierbas agrias
que crecían en el suelo de un campo cuajado de piedras.
QUE NO ME FALTEN TUS BESOS
Sentada al borde de mi locura
mientras la noche se apaga
y mis sueños se oscurecen
pienso en ti como el primer día.
Que no me falten tus besos.
Quizá mi sino sea no poder dar
felicidad a quien amo.
Quizá mi vida sea ver morir
el amor entre hojas secas.
Que no me falten tus besos.
La Luna, a pesar de tanto tiempo,
no quiere seguir mis pasos
y me encuentro fuera, lejos,
perdida en un laberinto de caminos.
Que no me falten tus besos.
Anhelo estrellas de colores
que sé que no existen. Suspiro
por un amor, que sé que es imposible. Busco
una ilusión que sé que es una utopía.
Que no me falten tus besos.
Te necesito en este instante
como el Sol necesita de su luz
como la Luna necesita de la oscuridad
como la mañana necesita del amanecer.
Que no me falten tus besos
Ahora no, que no me falten ahora.
Hoy no te he visto recorrer
los rincones oscuros de tu alma.
Hoy no has cantado melodías
de fábulas al atardecer.
Hoy, mi pequeña reina,
no me has buscado.
La lánguida sombra de
un amargo roble, hizo temblar,
mientras te llamaba, las suaves plumas
de un gorrión dormido.
Mi pequeña reina
de un jardín de rosas,
donde la noche su manto
aún no ha estrenado.
Hoy, me has abandonado
dejándome sola ante la tenue luz
de la mirada del tiempo.
Hoy, mi pequeña reina,
has ganado la mayor batalla.
Hoy tu jardín de rosas
está vacío, porque tú mi pequeña reina,
te has olvidado de vivir al ritmo
de la monótona música del péndulo.
CASTILLOS EN EL AIRE
Construí castillos en el aire.
Me los creí. Y cuando pensaba
haberlos conseguido, los derrumbé,
los olvidé. Pretendí surcar olas de oro
que ya no se fabrican y me quedé sin ellos.
Ahora los recuerdo como si
nunca hubiese sucedido.
Busqué canciones detrás de una puerta
que ya no existía, y me di de bruces,
porque la música era mentira.
Volví a nacer entre flores de gruesas
espinas que no pinchaban, y me las clavé,
de tal forma que hoy, todavía sangran,
y aunque intenté curarlas, imaginé
sólo haberlo conseguido.
-No fue así, aún me mortifican-
Los castillos se fueron a otra orilla de arena sana,
de mar fuerte, y volví a dejarlos marchar
buscando el vuelo inagotable que nunca encontré,
de una ilusión fabricada a base de hierbas agrias
que crecían en el suelo de un campo cuajado de piedras.
QUE NO ME FALTEN TUS BESOS
Sentada al borde de mi locura
mientras la noche se apaga
y mis sueños se oscurecen
pienso en ti como el primer día.
Que no me falten tus besos.
Quizá mi sino sea no poder dar
felicidad a quien amo.
Quizá mi vida sea ver morir
el amor entre hojas secas.
Que no me falten tus besos.
La Luna, a pesar de tanto tiempo,
no quiere seguir mis pasos
y me encuentro fuera, lejos,
perdida en un laberinto de caminos.
Que no me falten tus besos.
Anhelo estrellas de colores
que sé que no existen. Suspiro
por un amor, que sé que es imposible. Busco
una ilusión que sé que es una utopía.
Que no me falten tus besos.
Te necesito en este instante
como el Sol necesita de su luz
como la Luna necesita de la oscuridad
como la mañana necesita del amanecer.
Que no me falten tus besos
Ahora no, que no me falten ahora.
MAR
Cómo brillas mar sereno!
¡Cómo brillas en un mundo
tan infame y somnoliento!
¡Cómo tu espuma blanca es capaz,
apenas sin esfuerzo,
cubrir tanto mundo, tanto,
que a nadie pertenece!
No sueñas con la noche o el día,
los dos te dan cobijo,
tal vez por eso tú me bañas,
tal vez por eso tú eres el único
que no me huyes.
¡Cómo brillas mar sereno
cuando la luz de mis ojos
iluminan gotas
que me dejan sin aliento!
¿Cómo brillas tan sereno?
Cómo brillas mar sereno!
¡Cómo brillas en un mundo
tan infame y somnoliento!
¡Cómo tu espuma blanca es capaz,
apenas sin esfuerzo,
cubrir tanto mundo, tanto,
que a nadie pertenece!
No sueñas con la noche o el día,
los dos te dan cobijo,
tal vez por eso tú me bañas,
tal vez por eso tú eres el único
que no me huyes.
¡Cómo brillas mar sereno
cuando la luz de mis ojos
iluminan gotas
que me dejan sin aliento!
¿Cómo brillas tan sereno?
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