Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 19 de agosto de 2011

750.- JUSTO NAVARRO



Justo Navarro Velilla 

(Granada, 1953), es un escritor, traductor y periodista español. 

Justo Navarro nació en Granada, en cuya Universidad se licenció en Filología Románica en 1975. Relacionado con la poesía española contemporánea, ha escrito dos libros de poemas, además de varias novelas. Es colaborador ocasional de diarios como El País, y traductor de autores como Paul Auster, Jorge Luis Borges, T. S. Eliot, F. Scott Fitzgerald, Pere Gimferrer, Michael Ondatjee, Joan Perucho, Ben Rice y Virginia Woolf. Colaboró en el guión de la ópera basada en Don Quijote de la Mancha que La Fura dels Baus estrenó en 2000 en el Liceo de Barcelona. Navarro ganó en 1986 el Premio de la Crítica de poesía castellana por Un aviador prevé su muerte. En 1990 también ganó con Accidentes íntimos el Premio Herralde de Novela, concedido por la Editorial Anagrama a una novela inédita en lengua castellana. Desde 2003, es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. 


Obras literarias 
Los nadadores (1985, ISBN 84-398-4924-9) 
Un aviador prevé su muerte (1986, ISBN 84-505-4073-9) 
El doble del doble (1988, ISBN 84-322-4607-7) 
Hermana muerte (1990, ISBN 84-204-8071-1) 
Accidentes íntimos (1990, ISBN 84-339-0911-8) 
La casa del padre (1994, ISBN 84-339-0972-X) 
Oppi (1998, ISBN 84-08-02837-5) 
El alma del controlador aéreo (2000, ISBN 84-339-2457-5) 
Arthur Batut, fotógrafo (1846-1918), con Serge Negre (2001, ISBN 84-370-4943-1) 
Victoria : una novela negra abandonada, (2004, ISBN 84-7785-613-3) 
Oppi, una obsesión (2005, ISBN 84-204-4454-5) 
Finalmusik (2007, ISBN 84-339-7151-4) 
Mi vida social (Pre-Textos, 2010) 



Habitación de los niños 

En la tiniebla está perdido el viejo 
niño que se asustaba de lo oscuro: 
era su soledad de miedo puro, 
y a oscuras ni encontraba su reflejo 

en el espejo de su dormitorio. 
Un fantasma será: no duerme nunca, 
y huye del sueño, de la vida trunca 
de la noche sin fin, laboratorio 

de oscuridad que anula lo disperso. 
Con los ojos abiertos o cerrados 
todo es lo mismo entonces, unos datos 

en negro, iguales siempre. El universo 
cabe en el niño a oscuras, y es igual 
vida o muerte, de un mismo mineral. 


De: Poetas en blanco y negro 
Contemporáneos 
Selección: Amalia Iglesias 








Plano de fumadores 

Telón de luz: es una apacible hoz helada 
el cielo. Hay fumadores cerca de las sombrillas. 
Me gusta su aire dulce de fruta macerada 
o de guante vacío. Las lonas amarillas 

les dan además cierto fulgor que sólo existe 
en los vidrios manchados de las mesas de análisis 
de sangre. En la piscina la claridad persiste: 
una página en blanco. Conozco esta parálisis 

de aeroplano caído. A veces una mano 
-si se ha fumado mucho, el ascua nos calienta 
los dedos- alguien mueve. Soy yo, y era verano. 
Nuestra muerte tomaba una cámara lenta. 


(La nueva poesía 1975-1992) 
Antología de poesía española 
Selección: Miguel García-Posada 






Curriculum vitae 

Acabé los estudios con facilidad y honor. 
Empecé a trabajar sin la mediación de mi padre. 
Fui a Londres y volví. Encontré a mi padre 
más callado que nunca, más 
enmudecido y más mutante, 
avergonzado 
de envejecer, de haber envejecido. 
Esperaba en la puerta 
del Hotel Alhambra: le había 
caído encima una sombra, igual que cambia 
la luz de un día espléndido por un 
movimiento invisible de una nube 
casi invisible, aunque la nube 
desaparece y vuelve el esplendor, y la sombra 
de encima de mi padre no se iba. 
-No queda en ti nada de ti -me dijo. 






LA CONCIENCIA EXTERIOR 

Vi la luz de la fiesta 
nupcial, y vi la luz 
del patio del hotel, deshojada, talada, 

y en la ventana sin cortinas vi 
cómo alguien se ponía 
una inyección. Conozco 

ofensas, culpas y otras entidades 
que sólo existen si 
alguien cree que existen. O las adiviné 

en la cara de otros, aunque fueran 
sólo mías: conciencia 
exterior, por así decirlo. 







SEPTIEMBRE

Una linterna en alto: la rosa claridad
de la lona encendida
de los toldos. Llegabas. Dibujaba una herida
tu lengua en mi costado. Nos daba su piedad

el tiempo: era una nieve, casi paladeable,
de película muda.
¿Recuerdas el frufrú de la carne desnuda
en el jardín? Calmaba como la confortable

dulzura de saber que la vida es en vano,
y los placeres, lábiles.
Disfrutaban los cuerpos -desentendidos, hábiles-
de la indolencia leve del final del verano.

Un aviador prevé su muerte (1986)






RECTIFICACIÓN, REENCUENTRO, INFALIBILIDAD

No volveremos
a vernos. Bueno, si volviéramos
a vernos, es probable que no fuéramos
nosotros, dijo. Entonces

murió y resucitó,
pero imperfectamente.
Te diré -me decía y con un dedo
quitaba el polvo de la lámpara, una

mosca miraba con
ojos de comisario- por qué olvido
a las personas: para
olvidar los errores que cometí con ellas.

No existen las personas,
los errores no existen.

Mi vida social (2010)



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