Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013
martes, 23 de agosto de 2011
784.- CARMEN RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ
Me llamo Carmen Rodríguez Rodríguez, nací una calurosa noche del mes de agosto en Málaga. Desde muy pequeña tuve muy claro que quería ser madre, ama de casa y si me quedaba tiempo libre, me dedicaría a escribir. Abreviando, he conseguido lo que me había propuesto. Tengo tres hijos, una casa que mantener y algunos escritos para compartir. También fui a la universidad, hasta tres veces, y no renuncio a retomar ese hábito en un futuro, aunque tengo otras prioridades. He participado en numerosos grupos de diversa índole cultural a nivel andaluz y mi interés está centrado en estos momentos en sacar a la luz el trabajo realizado durante años, tanto en poesía como en prosa.
DURE LO QUE DURE
Disfrútalo,
ese amor que estás viviendo,
que te hace feliz,
vive el momento.
Cuéntamelo,
dime cómo me sientes,
cómo explotas,
cuando te tengo dentro.
Recuérdalo,
sólo falta que te diga,
cuando tocado de muerte,
liberes las ataduras
que te encadenan dulcemente a mí.
Olvídalo,
te suplicaré de amor,
que no compartiré contigo,
el recuerdo, siempre vivo,
de lo nuestro
Olvídalo,
Te suplicaré de amor,
Que no compartiré contigo,
El recuerdo, siempre vivo,
De lo nuestro.
LA CITA
Te espero a las siete.
¿dónde?,
ponte muy guapo,
¿por qué?,
quiero decirte algo importante,
no me preguntes más.
¿Llevamos el coche?,
Ni coche, ni carabina,
Hasta ahí podríamos llegar.
Quiero que sepas,
a la misma hora,
y en el mismo lugar,
un día 21 de septiembre,
como hoy, casi por casualidad,
lo siento, lo feliz que soy,
que también en el otoño de mi vida,
que acabo de estrenar,
mi amor es presente,
y sus hojas, mis sentimientos más firmes.
Por favor, sé puntual,
¿pero dónde?
¡Ah, y ponte guapísimo!
¿por qué?
porque quiero hacerme una foto a tu lado,
al atardecer,
con los últimos rayos de sol,
¿dónde?,
allí donde un día mis padres se la hicieron,
donde tú y yo nos conocimos,
en La Alameda del Tajo,
en ese paseo tan rondeño,
oliendo a celindas, rosas y más celindas
bajo ese cielo tan limpio,
casi como tu mirada,
¿te acuerdas?,
¿me lo estás preguntando,
me dejar hablar?,
te quiero por todo,
por lo que me das,
por lo que me niegas,
te quiero por saberte mía,
por sentirte tuyo,
por sorprenderte cada día.
Vestido con mis mejores galas,
acudiré a la cita
a las siete en punto,
como cada tarde,
pasearemos por nuestro jardín preferido,
como cada tarde.
También allí,
en La Alameda del Tajo,
me sentí muy hombre a tu lado.
Acudiré a la cita,
y ya te digo sí,
a todo lo que me pidas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario