Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 14 de agosto de 2011

746.- DARÍO PÉREZ CARVAJAL


DARÍO PÉREZ CARVAJAL
Jerez de la Frontera (Cádiz), 1973.



ELEFANTES EN EL POZO

Muchas veces me paro a mirar al espejo
y a buscar en mis ojos olvidados recuerdos.
Mis pupilas de niño ya tiemblan en el agua,
(la frescura del pozo, y aquel sol en la espalda)

Apoyado en el borde, acechando callado,
con el alma en un puño esperaba ver algo.
No te asomes al pozo -me decía mi padre-
que en el fondo se ocultan elefantes salvajes.
Animales inmensos viven dentro del agua,
no te acerques al pozo por si acaso te atrapan.

Pero yo me escapaba en las tardes de agosto
a buscar elefantes, asomándome al pozo.
Las sombras reflejaban sinuosa una piedra
y mi mente infantil dibujaba una oreja.
Acostado en silencio me pasaba las horas
esperando paciente que se alzaran sus trompas.

Hoy el niño ha pasado, me lo dice el espejo
y no hay tiempo, ni pozos, ni veranos, ni sueños.
Solo a veces me paro y mirando hacia el agua,
me sorprendo esperando que una trompa asomara.





COMO UNA POLILLA QUE RONDA LA LLAMA
DE UNA VELA

Como una polilla que ronda
la llama de una vela;
tan cerca de la luz...
¿Qué melancolía tan dulce
me ha dado unas alas tan cortas?
¿Qué otoño maldito me enseñó
su cara de bronce bruñida
con infancias pasadas?
¿Qué beso me dieron tus labios
que me mancharon la boca de versos?
¿Qué suspiro se clavó en el aire que
me araña la piel cuando paso por su lado?
¿Qué manco destino me cubrió
de palabras imposibles que
me queman las entrañas?
¿Qué maldita pluma rota no me deja decirte que
hasta tu ausencia está tan llena de tí que
te vivo en cada aliento?
¿Qué pesadas cadenas estas que me apresan,
que ni las manos escriben su partitura
mientras el pecho se llena de coros
cantando su réquiem por un poeta?
¿Dónde está la llama?, decidme,
que quiero acercarme hasta ella
Quemar mis alas y caer desplomado allí mismo
para cubrir mi agonía con cera tibia...
O acertar directo a la luz
y estallar el vientre en mil poemas.
Y ser una polilla muerta
junto a la llama de una vela...





NUEVA ERA

Una vez que pasaron todos los hombres,
amaneció de nuevo.
Un mono, bajó del árbol,
y alzó su mirada al cielo.







CON LA LLUVIA

Nunca ha vuelto a llover
como aquel día…

La tarde lloraba
besando las aceras entre paraguas negros,
y los cristales
desempolvaban sus cristalinas penas.

El agua se llevó
todo el peso del silencio…
y tronó,
y arrastró lo bueno y lo malo
desterrándolo al olvido.

Cada gota
parecía huir del cielo
y se precipitaba

con algún tesoro robado en el camino,
para perderse luego
entre los serpeantes arroyos.

Luego vino a por ti,
seduciéndote con promesas
llenas de húmedos sueños;
Tú te fuiste con la lluvia,
(quizá robada por ella)

Hoy llueve de nuevo,
pero sólo como llueven
los recuerdos…





LETRA A LETRA

Si pudiera atraparte en un verso,
reflejarte quizá en un poema,
desmontada tu alma y tu cuerpo
brillaría otra vez letra a letra.

Dormiría rezando ese credo,
lloraría de nuevo tu ausencia
y tu esencia caería del cielo;
volvería otra vez, letra a letra.

Pero infame de mí que no puedo,
pues no soy más que un pobre poeta
que se ahoga nadando en un verso
por tenerte otra vez, -letra a letra-.




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