Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 4 de agosto de 2011

706.- JUAN CRUZ LÓPEZ





Juan Cruz López 



(Jaén, 1979)

Juan Cruz López es Licenciado en Humanidades. También es Licenciado en Antropología Social y Cultural. Actualmente trabaja en el Archivo Histórico Municipal de Jaén. Ganador del Premio Andalucía Joven de Narrativa (2008) y del premio para narradores jóvenes convocado por el Instituto de la Juventud de España en 2009, ha recibido varias menciones especiales en el certamen "Facultad de Humanidades" de relato y poesía que convoca la Universidad de Jaén. Autor de 50 pasos para dar el salto… (Berenice, 2008) y Cuento y aparte (INJUVE, 2009). En 2008 fue incluido en la antología Poetas de Jaén (servicio de publicaciones de la UJA). Varios de sus poemas y relatos han aparecido en revistas como La hamaca de lona, Abril o Narrativas. Ha participado en el foro poético Voces del extremo en sus ediciones de 2010, 2011 y 2013. Al margen de La banda de los 4, es editor de los blogs Nueva Gomorra (http://nueva-gomorra.blogspot.com/) y tr(a)nshistoria - historia disidente y periférica (http://transhistoria.blogspot.com/). Ha realizado la labor de selección de la antología Negra flama: poesía antagonista en el estado español. Próximamente se publicará su tercer libro de relatos y su primer poemario, El nombre de los hombres (Baile del Sol, en prensa). Es miembro del Consejo de Redacción de la revista Estudios.





CONTABLES E INCONTABLES 

¿Con cuántos miedos crecí? 
¿Con cuántas 
agujas clavadas 
           en la garganta? 
¿Con cuántas piedras 
en los bolsillos 
y cuánta 
tierra en la boca, 
ortigas 
           en el paladar?

¿De cuántos hilos me tiran?

¿Cuántas preguntas vacías 
traje 
           con el pan 
bajo los brazos 
y cuántas respuestas ciegas me dí 
para calmar la sed 
con agua de mar?

¿Cuánto daño 
hice / sin saber 
y cuánto más 
hice sabiendo? 
¿Cuánta paz 
hallé en la guerra? 
¿Cuánto sudor 
robé 
          a mis iguales 
y cuánto amor 
gané / sin merecerlo?

¿Cuántos poemas 
murieron sin germinar?

Cuánto peso 
si no dejara de aventar 
palabras 
como mariposas negras.






SI TE DESCUIDAS 

Si te descuidas, 
los de la tele te venden 
en plena madrugada 
una vida nueva, 
limpia y reluciente 
como uno de esos cuchillos de acero 
hechos para durar toda la vida. 
Si te descuidas te venden 
una ilusión de plástico, un pedazo 
de mierda indeseable más 
para taparte el vacío 
que día tras día 
se te hace más grande dentro. 
Si te descuidas 
la pandilla basura te mandará a tu casa 
en apenas un par de días 
otro trasto reluciente 
que no sabrás bien dónde poner 
ni cómo utilizar, 
exactamente igual que tus hijos. 
Si te descubres por la noche 
vegetando tristemente 
frente al televisor 
                       cuidado, 
ponte a salvo, 
los chicos de la tele vendrán a rescatarte 
aunque tú no quieras, 
te ofrecerán aparatos para darte masajes 
o para machacarte el cuerpo, 
                                           da igual, 
lo importante es creer 
que no hemos perdido la capacidad de ser distintos, 
de alejarnos de una maldita vez 
del zombi o el fantasma en que no nos hemos convertido 
muy a nuestro pesar. 

Si te descuidas 
los mercaderes te venderán 
a precio de saldo una verdad nueva 
que mascar durante un tiempo 
como si fuera un chicle. 
Ese es su trabajo 
y al fin y al cabo 
también el de todos nosotros. 
Vender, comprar, tirar, 
todo es lo mismo. 
Nos enseñaron a comprar barato 
y a vendernos todavía más. 

Si te descuidas 
los artesanos del deseo 
te construyen un paraíso nuevo 
para ti solo, 
con facilidad de pagarlo a plazos 
y sin gastos de envío; 
incluso lo puedes devolver si no te gusta 
y te reembolsan el dinero. 
Aquí se puede descambiar de todo. 

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CUERPO-ESPINA 

Yo estaba clavado 
en tu garganta 
y no podías gritar, 
cantar 
           contarme cuentos 
para mecerme en el dolor 
y que no 
           que no 
                      que tú eres más fuerte que ellos 
y tienes flores en las mejillas 
y simiente nueva 
en la vieja / cicatriz. 
Espina aguja 
la pluma de un pájaro clavada 
en tu garganta 
           de mujer preñada 
de una conmoción distinta 
y ahora como ya ser 
si tú 
         aquí 
                  ya no 
mis manos lejos 
de tu cuerpo libro, 
mi lengua fuera de tu lengua 
cuerpo piel 
           mis sueños 
arrasados / una vez más 
y yo 
lejos del ojo 
                      al fin 
de la tormenta, de bruces 
contra el sueño soñando 
que se acaba todo 
que seas feliz 
que no quede ni rastro ni memoria 
de mí 
          que ardan 
mis poemas y ya no más 
poesía 
           los ojos como platos 
ese optimismo ciego 
            ya no más 
puños cerrados, el paso adelante, 
las ganas perennes 
                     de luchar 
ya no / más / confiar en nadie 

y entonces él 
solo yo 
            abrir un ojo 
            contemplar 
tu cuerpo bailando / en las cortinas 
que mece la brisa 

no, yo ya no sé 
quién eres 
pero te quiero 
cerca de mí. 

Me vuelvo a poner en pie. 
Mi boca 
ya no me sabe a polvo. 
La veo caminar desnuda. 
Viene hacia mí. 
Su cuerpo 
          guarda 
toda la sabiduría del mundo. 
Es imposible 
vivir sin esperanza. 
Mis manos guardan 
el secreto que mis ojos velan.







Eran las cuatro de la mañana.
Estaba sentada en el sofá,
la cara hinchada, el pelo revuelto,
los ojos
casi cerrados.
Tenía en la mano
un paquete de galletas.
-Soñé que te morías -dijo,
y noté que había llorado.
La cogí de la mano
y la llevé a la cama.

A la mañana siguiente,
justo al despertar,
extendí mi mano y comprobé
que ya no estaba.
Se había ido al trabajo.
Entonces recordé
el sueño, mi mujer
sonámbula,
sentada en el sofá,
presa de una angustia ciega,
y sentí de golpe
el peso de su ausencia.

La amaba tanto que pensé
que había cosas peores
que la misma muerte.







ESPEJO

En este mundo de éxito y de ruido
no queda otra belleza que lo anónimo
Óscar García

Habitas una palabra
que se desteje.
Como el dolor que te circunda
mantienes el cerco
sobre el anhelo de convertirte
en otro animal de feria
astuto ciudadano público.

Luego intuyes que quizá
la clave del juego se esconda
tras el cristal
de un espejo
que solo refleje
el hueco de tu conciencia.








VERANO

Verano infierno.
Apesta
la soledad a solas…
Aquí presente
una vez más
mi soberbia terquedad
contracorriente.








TIERRA YERMA

Áspero silencio.
Has plantado semillas
de sopor
desde tu trono de confort infame
y ahora
recoges la cosecha:
vacío a manos llenas.














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