José Manuel Alfaro Basilio (Tarifa –Cádiz-, 1957)
OBRA: La jubilación del delantal
Mar de fondo
Oculté el oído en una caracola que
presumida y orgullosa de su cuerpo calcificado
se dejaba mecer por el oleaje oceánico que,
impregnada de olor a brisa marina y a cianofíceas,
retozaba sin conciencia entre gruesos granos de arena
que arropaban los restos del destino desafortunado
de su ocupante desaparecido,
y que a modo de memoria de su inquilino
le obsequiaba a los paseantes descalzos, su vestimenta coloreada.
Resguardada tras la vitrina de mi paraninfo,
culminé su destierro de los fondos arenosos para apagar la vehemencia de mi sentimiento por la belleza y los testigos impotentes,
y de por vida –la mía-
su descanso eterno entre cristales esponjados de miradas curiosas.
Con ella, las señales de sus paredes impregnadas.
Sí, empapadas, de esencia de marinos muertos en la mar,
de náufragos matados por el hambre y la sed,
de voces desesperadas en las noches hipotérmicas,
de plegarias de socorro a las estrellas,
de gritos en el silencio profundo del miedo.
También de ruidos de hélices de perseguidos, de turistas,
de pescadores, de mercantes,…
de todo aquello que se mueve antinatura sobre el líquido manto de las aguas fronterizas.
Y, como no, de los alaridos de las ballenas sacrificadas.
Yo impávido, me refugio en la arenas movedizas
de la ingravidez de mi ahora explorador,
en la belleza de la roca socavada que mira al sol en un descanso
de las arremetidas del mar,
en la meticulosidad del cangrejo que limpia sus pinzas nerviosas,
en el canto al aire de las gaviotas que alegran la mañana de los tristes.
Cuando vuelvo a la caracola
solo escucho el latido de mi corazón,
mar de fondo de las olas escarlatas de mi cuerpo.
Cuando miro a la caracola
solo veo una gota de agua gris azulada deslizarse fuera de su cavidad
hacia el abismo del suelo arenoso,…de la supervivencia.
¿Quizás una lágrima?
Selección de poemas
PENA
¡Pena, hoy siento pena!
pena por mi hija,
pena por su Dolores,
pena por mi mismo.
Pena por todo,
pena por nada.
Pena por lo que va
pena por lo que viene
¡Que hermosa es la pena
en la tierra sepultada!
¡que triste es la pena
en la mente perpetuada!
Hace referencia a mi estado anímico después del asesinato de una amiga de mi hija en la vecina población de Chiclana.
SOLO ESCRIBO LO QUE SIENTO
Solo escribo lo que siento.
Solo siento lo que vivo.
Solo vivo los momentos.
Escribo, vivo y siento
de Onuba, de Gades, del océano
Escribo, vivo y siento
con Pléyade, con libros, con cuentos
¡Escribo, vivo y siento
de afuera, del fondo, del cielo!
Escribo, vivo y siento
sin sangre, sin aire, sin tiento
Escribo, vivo y siento
de la vida, de la muerte, del sustento
¡Por eso solo
vivo en los momentos!
¡Por eso solo
siento en lo que vivo!
¡Por eso solo
escribo de lo que siento!
SUEÑO INOCENTE
¡Que nadie duerma!
¡Que no se adormezca nadie!
Salvo ese niño negro
que para su vivir inocente
se vence en cándidos sueños
nutridos de pan y de madre.
Hace referencia a un niño negro que vencido ante la miseria de la vida, se refugia encorsetado en la espalda de su madre, mientras duerme con un “chusco” de pan en la mano en contraposición al estado de alerta que se necesita para sobrevivir en un entorno miserable.
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