INMA BERNILS
Inmaculada Bernils (Málaga)
Poeta, polipoeta, escritora, actriz, bloguera.
Imparte cursos de Escritura Creativa. Crea piezas de poesía escénica y visual.
WEB: http://quetienedemaloserpoeta.blogspot.com
La perfecta palabra
Extrañamiento gozoso,
sostén la ansiedad durante la búsqueda.
Descubrimiento inmerecido,
te pertenezco,
descubrimiento inusitado, inesperado, indecoroso...
Estoy de suerte,
encontré una palabra impracticada.
La he perdido;
¡la he perdido!
La palabra efímera se pierde al atraparla
por eso es precioso encontrarla
por eso es preciso perderla
si era la perfecta palabra.
Poema en un acto.
Amanecer.
Interior de una habitación estrecha.
Él se levanta ligero,
casi como un plástico flotando en un mar gris,
se acerca a la ventana.
Descorre las cortinas.
Al exterior nubes oscuras
se mueven velozmente.
Todo se agita con violencia:
las copas de los árboles,
la ropa en los balcones,
los mástiles de los barcos.
Ella se levanta pesada,
grave y redonda como el plomo de un sedal,
lo mira.
Él: Amanecí de angustia.
Ella: Con lentitud de miedo.
Él: En sentido de negación.
Ella: Con voluntad de coraza.
Él: Se rompía a mis pies.
Ella: Me cogió la mano.
Él: No quise caer, pero caía.
Ella: Le canté una nana.
Él: No recordaba el nombre.
Ella: Le susurré bonito.
Él: Ignora que llevo una armadura.
Ella: ¿Querrás zumo de naranja?
Él: Permíteme este horror.
Ella: ¿He dicho yo esto?
Él: Abrázame.
Ella: ...
Las niñas no vuelan
Dicen:
- No se puede.
- No se debe.
- No se hace.
Dicen:
- Hazlo así: de esta manera.
- Hazlo así o no lo hagas.
- Hazlo así: desaparece.
- Sé invisible.
- No hagas nada.
- Nada nuevo: diferente.
- No hagas nada interesante.
- Nada nuevo.
- Nada extraño.
- No lo intentes.
- No lo hagas.
- No lo intentes.
- Las niñas no vuelan- decían.
Qué extraño...
me entró la risa.
Un vértigo raro: no tocaba de pies en el suelo:
Me arrastraba el viento:
Me elevaba sobre los árboles
mientras los oía decir:
- Las niñas no vuelan.
Para entonces, me había elevado tanto,
que el cielo oscuro se hizo cueva.
Mi risa sonó como un trueno.
Una lágrima cayó como relámpago.
Empecé a llover, triste nube de alegría,
extasiada en la mañana en que salí volando.
Haz lo que no se puede.
Di lo que no se debe.
Nadie sabe lo que yo sé.
Aún lo siguen afirmando: "las niñas no vuelan".
Pero yo volé.
Hermanas
Hoy he vuelto a brincar monte arriba
como una cabra loca
fui girando y girando
era viento al topar contra la roca.
Me reía,
me acordaba de aquel día.
Tenía las piedras,
el sol y la luna,
un manojo de estrellas,
un collar de conchas,
una sábana de espuma.
Estabas junto a mí,
siguiéndome a donde fuera. Luego
yo te seguía a ti.
Me ofrecías tus palabras,
generosa,
cuando algo no iba bien
tu mano pequeña en mi mano pequeña
éramos dos pequeñas, diminutas, mujeres,
tan poca cosa las dos frente al mar
no nos daban miedo las olas
sabíamos cuándo entrar
saltando la espuma rompía
con un rugido que hacía temblar
éramos tan pequeñas
nos mirábamos para dar la señal
sabíamos cuándo sumergir la cabeza
la ola rompía
éramos felices
tenía tu mano pequeña en mi mano pequeña
me apretabas con miedo
te apretaba asustada
nos arrastraba el mar
pero no te soltabas,
yo no te soltaba.
Y reíamos llenas de arena en la orilla,
daba tanto miedo y
volvíamos a entrar.
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