Inmaculada Contreras Sedes (Almería,1968).Licenciada en Bellas Artes, trabajo como profesora de Dibujo en Enseñanza Secundaria.
He publicado el poemario Corazón de barro, en la editorial Renacimiento, en 2001,y he publicado también poemas en diversas revistas, a saber: Renacimiento, Alhucema, en Granada, y en distintas publicaciones en revistas digitales de Internet, como Literate world o El grito, de Celya, -Centro de Estudios Literarios y de arte de Castilla y León-.
La ventana
Por enésima vez
el mismo paisaje de
tejados y grúas,
igual horizonte de nubes
destejidas ;
me asomo a la ventana
como al filo de un abismo
dibujando con humo la nostalgia,
y esgrimiendo la palabra
como
ariete
aún en el silencio de esta tarde
aciaga.
Epitafio de una tarde
El zigzagueo de la luz
en el vaso.
Veo como cae otra tarde.
Y eso es todo.
Cargo mi fardo de tristezas
Cargo mi fardo de tristezas
por el nuevo centro comercial:
saludo atenta,
me distraigo con la nítida limpieza de líneas ,
el ritmo repetitivo llevado al paroxismo ,
echo al carro un trozo de queso y unos kiwis...
Cargo mi fardo de tristezas
por el nuevo centro comercial
sabiéndome , en el fondo,
un cuadro de Hopper,
inexorablemente a la espera,
islote solitario
en un archipiélago vacío,
a pesar de la muchedumbre.
Poeta en pie de paz.
Al poeta (no)le cuesta decidir
entre barrica y barricada.
El poeta lleva casco de niebla
para protegerse de los golpes.
Se defiende de la pena
como buenamente puede;
a lo sumo, deja de leer los diarios.
Nómada entre cuatro paredes
viaja en trenes de sueño
en pos de tierras sin fronteras.
El poeta no lleva rumbos fijos,
encuentra, cómplice de las olas,
palabras que no vivan de las rentas,
buscando deconstruir para siempre
las coordenadas del dolor.
Lo más importante
Lo más importante
es recordar que la vida
siempre nos pilla de improviso,
siempre trata de volvernos
locos de azar,
e incluso
( de vez en cuando )
nos hace ver las estrellas.
El inmigrante
Su cuerpo delgado,
suspiro de agua,
jirón de nube,
llora cataratas de añoranza.
Aunque cabe el universo
en las yemas de los dedos
él no lo percibe:
sus ojos llenos de nostalgia
se lo impiden.
Observación
Y a pesar de todo
los pájaros no son el espacio.
La memoria
En la memoria de las aves
las nubes son más perfectas.
Cuando las aves emigran...
Cuando las aves emigran,
los espantapájaros no les piden
el visado.
El pájaro esquizofrénico
Lejos de zurear,
arrullo manso
a la caída de la tarde,
el pájaro esquizofrénico
aúlla sus soledad
sobre la antena,
en las cuerdas de la ropa
de pura soledad,
el pájaro esquizofrénico
barrita enloquecido.
Las aves
Las aves, abreviatura del cielo,
vuelan sobre las páginas en blanco de la mañana.
La felicidad
La felicidad, pájaro intangible que
huele a salitre y a almazara,
tiene la exacta medida de sus caderas.
Sin duda la felicidad tiene forma de tortilla de patatas.
La felicidad ,ese pájaro imposible disfrazado de certeza,
es algo, al fin,
que anhelar, antes de que el Alzheimer se lo lleve todo.
DE "Antes de que el Alzheimer se lo lleve todo"
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