Pilar Quirosa-Cheyrouze (Tetuán, 1956), reside en Almería desde el año 1969.
Es Licenciada en Historia Antigua por la Universidad de Granada. Fue Presidenta del Ateneo (Años 1999-2003), y en la actualidad es miembro de la directiva de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios y delegada de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles en Almería. (AEAE) y ostenta el cargo de Jefa de Publicaciones Externas del Departamento de Publicaciones del Instituto de Estudios Almerienses. En años precedentes dirigió el Departamento de Arte y Literatura de dicha institución cultural.
Realiza el articulismo periodístico en las páginas del diario IDEAL, desde el año 1997, en la sección “Puerta Purchena”. Colaboró en la pasado década en la sección de crítica literaria del suplemento cultural “Papel Literario”, del diario Málaga-Costa del Sol. Dirige la sección de crítica literaria en la revista socio-cultural “Foco Sur”. Ha dirigido los cuadernos literarios “Papeles de Urs”, de ediciones Paralelo 37º, y los cuadernos de creación literaria “Almedina”, editados por la Asociación Andaluza Colectivo D. Tebeos. Ha dirigido la revista “Turismo y Cultura. Almería y sus espacios naturales”, de la Asociación Cultural Recreativa del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.
Recientemente ha colaborado en sendos trabajos sobre Palestina, dirigidos por Juan Kalvellido y Jesús Aguado, el último de ellos editado por la Diputación de Málaga. Ha colaborado, igualmente, entre otros medios, en los suplementos culturales “La Isla”, del diario Europa Sur de Algeciras (Cádiz), “Artes y Letras”, del diario Ideal, y “Mosaico”, del diario Huelva Información.
Ha sido corresponsal de la revista “Agora”, de Murcia y es corresponsal de la revista “Arboleda”, de Palma de Mallorca. Ha colaborado en otras revistas literarias, tales como “Hora de Poesía”, “Batarro”, “Zurgai”, “Buxía”, “Axarquía”, “Almanzura”, “Salamandria”, “Almunia”, “Alhucemas”, “Tres orillas”, “Transparencias”, “Faherja”, “Revista de Humanidades del IEA, “Tierra de Nadie”, “Il Convivio”, “Revista Velezana”, “Calicanto”, “El Laberinto de Ariadna”. Sus versos ha sido traducidos al francés y al italiano.
Ha dirigido la Antología “Cuentos del Cabo de Gata”, de ediciones Amoladeras (2002) y la Antología “Andersen Hoy”, nº 1 de la colección Andersen del colectivo D. Tebeos. (2006).
-POESÍA:
Orión (1990).
Islas provisionales (1991).
Arenal de silencios (1992).
Avenida Madrid (1993).
Pactos con Eleusis (1994).
Por acuerdo tácito (1996).
Estampas taurinas (1997).
Deshabitadas estancias (1997).
El Lenguaje de la Hidra (1998).
Cuaderno de Invierno (Plaqueta) ( 2004).
Palabras para Helena (y otros poemas) (Plaqueta) (2004).
Et Signa Erunt (2008)
-NARRATIVA:
Azul Tristeza. Novela (2007).
El Faro de Nerea. Libro de relatos (2009).
-Narrativa infantil / juvenil:
La vida en un nenúfar (1994).
En el Planetario (1995).
Bajo el cielo de Grisén (1996).
La Ciudad Blanca (2000).
El Búho Crispín (2002).
El Platillo de Tabernas (2004).
Lagartija canija (y otros cuentos) (2005).
1976: Finalista del Premio de Poesía “Ciudad de Almería”.
1986: Finalista del Premio de Narrativa “Molino de la Bella Quiteria”.
1998: Finalista del Premio Andalucía de la Crítica por el poemario El Lenguaje de la Hidra.
2001: Placa Especial del XXI Premio Especial de Periodismo 2000 otorgado por la Casa de Almería en Barcelona.
2003: Premio Meridiana. Modalidad Educación y Cultura. Instituto Andaluz de la Mujer. Consejería de Educación y Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
2004: Primer Premio VI Certamen Victoria Kent de Poesía. Asociación de Mujeres Progresistas Victoria Kent.
2005: Premio Colega Almería. Cultura.
2006: Premio Trueno de Honor a la labor de difusión. IX Jornadas Internacionales del Cómic de Almería
NAUFRAGIO (2004)
Volaban
en juegos de oleaje
las últimas gaviotas.
Y era tan desierto
el paisaje.
Apenas una luz olvidada
en aquella casa,
que no era la nuestra,
y el infinito horizonte
sumando sombras.
La duda
que anidaba en tus ojos,
en aquella secuencia
jamás proyectada.
Tu mirada,
materia evanescente,
tres sílabas incoherentes,
proximidad de las aguas.
Bien sabíamos
que los tiempos estaban cambiando,
que la primavera
estrechaba soledades,
que las turbulencias
no empezaban en el aire.
Era un paisaje
tantas veces recreado
en aquel fugaz abrazo,
en la herida abierta
que era tu boca,
la sal y la espuma
decorando la estancia.
Y tu olor
a salitre y ausencias.
Horizonte gris,
antesala del deseo.
(Del libro inédito Et signa erunt)
VI
Regresas, sin nombre,
mitificado, vacío
de formas inalcanzables.
Quién eres tú,
perdido,
el que siente la lluvia
tras el cristal
y la ausencia, el que huye
a ciegas por el mundo.
XIX
Escuchad:
Se trata de una deuda
visceralmente contraída.
Material humano
que silencioso resurge
de sus propias cenizas.
Sustantivo reducido
a dos sílabas, un legado
de presentes.
Así la vida,
únicamente la vida,
repitiéndose intacta.
XXIV
AL PRINCIPIO
creemos sabia-
mente en la palabra
y en la voz.
En esos ojos
que, transparentes,
nos iluminan.
En otros espacios
que barajamos nuestros.
Pero el tiempo
es carruaje sin futuro.
Y la vida y su conjunto
nos van introduciendo
en paréntesis indefinidos.
PARÉNTESIS
Cómo ver el ocaso de la luz
en esta tarde de marzo,
cuando se tiene la certeza
de que existe otra mirada.
Un camino de largo recorrido
para ver crecer la yedra
desde un nuevo fotograma
la misma sed contenida
en habitadas estancias.
Otras horas, sí,
donde crezca el mensaje
a golpe de latido,
la rendija por donde escapen
los perfiles del sueño.
En este intento
de rellenar huecos
y esperar, aclamada
entre paréntesis,
la celebración de la vida.
Aunque se resista a navegar
esa lágrima leve,
escorada en cada despedida,
dinamitando los vacíos del tiempo
a los pies de esta Iglesia.
(del poemarioEstela Sur)
EPICENTRO
No he conocido
más instantes
que el placer de la palabra,
ese puente levadizo
tendido hacia el abrazo.
Así permaneciera para siempre
la vida detenida,
el vértigo.
amor y fuente, precipicio
de las horas.
Donde las ascuas
se incendiaran
al sur de una mirada
y la luz inundara el principio
del verbo y se hiciera carne,
besos y espuma.
A las puertas de tu piel.
Único tiempo posible
para firmar el armisticio.
(del poemarioEstela Sur)
DUODECIMO TRABAJO
Quise regresar al jardín
De las hespérides para recoger
sus más tierno y noble fruto.
También tú te acercaste
para adorar a las Hijas del Ocaso.
Mas del oro las manzanas
n o aceptaron la alquimia.
Y se quebró la noche-una vez más-
entre tus manos
REGRESAS, SIN NOMBRE,
mitificado, vacío
de formas inalcanzables.
Quién eres tú,
perdido,
el que siente la lluvia
tras el cristal
y la ausencia, el que huye
a ciegas por el mundo.
OTOÑO
Escucha
cómo duele y late
en el transcurso de los días
la proyección de la memoria.
Material tiempo irreversible
abismado en juegos de sombras,
al amparo de una luz última
e inevitable, desgarradores
minutos a favor del silencio
Material fuego que estalla
en rescoldos de cenizas
antes de forjarse a la vida,
reclamando páginas de perfiles,
el lenguaje de la hidra
Escucha
cómo nace y crece
el corazón desmantelado
de otras horas, halladas
siempre en pretérito,
apagada ya la luz
de la infausta memoria.
Los dos comprendemos
la exacta dimensión del otoño,
el fervor de las hojas desmadejadas,
apaciblemente caídas,
las flores y los sueños que compartimos
por la senda del mal
LUNES, 15
Ella es anónima. Observa,
anónimamente, entre la gente.
Fuma. Probablemente nerviosa,
con un matiz de tristeza
conjugada en tres tiempos.
-¿Qué hora es?- me pregunta
-Las diez y veinte
Espera a alguien. Al otro lado
del bar, ese alguien le sonríe.
Un casco de motociclista,
un chándal azul, una urgencia.
Mecánicamente, un café.
Unas palabras, y la huída.
Y esta lluvia de Junio que no cesa
(de "Avenida Madrid")
en juegos de oleaje
las últimas gaviotas.
Y era tan desierto
el paisaje.
Apenas una luz olvidada
en aquella casa,
que no era la nuestra,
y el infinito horizonte
sumando sombras.
La duda
que anidaba en tus ojos,
en aquella secuencia
jamás proyectada.
Tu mirada,
materia evanescente,
tres sílabas incoherentes,
proximidad de las aguas.
Bien sabíamos
que los tiempos estaban cambiando,
que la primavera
estrechaba soledades,
que las turbulencias
no empezaban en el aire.
Era un paisaje
tantas veces recreado
en aquel fugaz abrazo,
en la herida abierta
que era tu boca,
la sal y la espuma
decorando la estancia.
Y tu olor
a salitre y ausencias.
Horizonte gris,
antesala del deseo.
(Del libro inédito Et signa erunt)
VI
Regresas, sin nombre,
mitificado, vacío
de formas inalcanzables.
Quién eres tú,
perdido,
el que siente la lluvia
tras el cristal
y la ausencia, el que huye
a ciegas por el mundo.
XIX
Escuchad:
Se trata de una deuda
visceralmente contraída.
Material humano
que silencioso resurge
de sus propias cenizas.
Sustantivo reducido
a dos sílabas, un legado
de presentes.
Así la vida,
únicamente la vida,
repitiéndose intacta.
XXIV
AL PRINCIPIO
creemos sabia-
mente en la palabra
y en la voz.
En esos ojos
que, transparentes,
nos iluminan.
En otros espacios
que barajamos nuestros.
Pero el tiempo
es carruaje sin futuro.
Y la vida y su conjunto
nos van introduciendo
en paréntesis indefinidos.
PARÉNTESIS
Cómo ver el ocaso de la luz
en esta tarde de marzo,
cuando se tiene la certeza
de que existe otra mirada.
Un camino de largo recorrido
para ver crecer la yedra
desde un nuevo fotograma
la misma sed contenida
en habitadas estancias.
Otras horas, sí,
donde crezca el mensaje
a golpe de latido,
la rendija por donde escapen
los perfiles del sueño.
En este intento
de rellenar huecos
y esperar, aclamada
entre paréntesis,
la celebración de la vida.
Aunque se resista a navegar
esa lágrima leve,
escorada en cada despedida,
dinamitando los vacíos del tiempo
a los pies de esta Iglesia.
(del poemarioEstela Sur)
EPICENTRO
No he conocido
más instantes
que el placer de la palabra,
ese puente levadizo
tendido hacia el abrazo.
Así permaneciera para siempre
la vida detenida,
el vértigo.
amor y fuente, precipicio
de las horas.
Donde las ascuas
se incendiaran
al sur de una mirada
y la luz inundara el principio
del verbo y se hiciera carne,
besos y espuma.
A las puertas de tu piel.
Único tiempo posible
para firmar el armisticio.
(del poemarioEstela Sur)
DUODECIMO TRABAJO
Quise regresar al jardín
De las hespérides para recoger
sus más tierno y noble fruto.
También tú te acercaste
para adorar a las Hijas del Ocaso.
Mas del oro las manzanas
n o aceptaron la alquimia.
Y se quebró la noche-una vez más-
entre tus manos
REGRESAS, SIN NOMBRE,
mitificado, vacío
de formas inalcanzables.
Quién eres tú,
perdido,
el que siente la lluvia
tras el cristal
y la ausencia, el que huye
a ciegas por el mundo.
OTOÑO
Escucha
cómo duele y late
en el transcurso de los días
la proyección de la memoria.
Material tiempo irreversible
abismado en juegos de sombras,
al amparo de una luz última
e inevitable, desgarradores
minutos a favor del silencio
Material fuego que estalla
en rescoldos de cenizas
antes de forjarse a la vida,
reclamando páginas de perfiles,
el lenguaje de la hidra
Escucha
cómo nace y crece
el corazón desmantelado
de otras horas, halladas
siempre en pretérito,
apagada ya la luz
de la infausta memoria.
Los dos comprendemos
la exacta dimensión del otoño,
el fervor de las hojas desmadejadas,
apaciblemente caídas,
las flores y los sueños que compartimos
por la senda del mal
LUNES, 15
Ella es anónima. Observa,
anónimamente, entre la gente.
Fuma. Probablemente nerviosa,
con un matiz de tristeza
conjugada en tres tiempos.
-¿Qué hora es?- me pregunta
-Las diez y veinte
Espera a alguien. Al otro lado
del bar, ese alguien le sonríe.
Un casco de motociclista,
un chándal azul, una urgencia.
Mecánicamente, un café.
Unas palabras, y la huída.
Y esta lluvia de Junio que no cesa
(de "Avenida Madrid")
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