José Manuel Maldonado Beltrán
Profesor universitario puertorriqueño nacido en Almería, España en 1941. Filósofo y poeta. Fundador de las revistas internacionales El Cuervo y Luciérnaga. Es autor de diferentes trabajos y libros de filosofía: Invitación al pensar filosófico; Invitación al pensar lógico; Humanidades: El asombro de los siglos ; Poder y pensamiento; Del imperio al pontificado y El sentido de los humano, volumen I y II. En poesía ha publicado los poemarios De mares y de sombras (con la poeta argentina Anamaría Mayol); Este dificil oficio de amarte y el Prodigio de amarnos. Recientemente ha dado a conocer una versión anarquista del Tao Te King.
Una proporción exacta y verdadera
A Michel Beauchamp
La igualdad y el sufrimiento
engarzan en una exuberante
proporción inversa
como la tierra y la mar
el sol y la sombra
y algunos amores
La igualdad y el sufrimiento
engarzan en una exuberante
proporción inversa
como la tierra y la mar
el sol y la sombra
y algunos amores
Cosmonautas
A Eduardo Casar
Me gusta hablar
con mis amigos
cuando bebo
aguantan
la misma marea
desembocan
en el mismo naufragio
Me gusta hablar
con mis amigos
cuando bebo
aguantan
la misma marea
desembocan
en el mismo naufragio
Tiempos difíciles
Han llegado las lluvias
comienza la gran tarea
de atesorar el sol.
Han llegado las lluvias
comienza la gran tarea
de atesorar el sol.
Cultivar asombros
Mala cosa
cultivar asombros
¿acaso no es la tierra
un horno encendido
de palabras
y la lluvia un litoral
consecutivo?
Mala cosa
cultivar asombros
¿acaso no es la tierra
un horno encendido
de palabras
y la lluvia un litoral
consecutivo?
Umbral
No despiertes
sigue soñando
que has soñado
despierto.
No despiertes
sigue soñando
que has soñado
despierto.
Plazas rojas
Sigo a pie en los bordes del tiempo
con la garganta ultrajada
de pesares
cincelado por tinieblas
que aun miran la vida
sin ver la sangre
que clama por los ríos
y el vuelo silenciado
de los pájaros
no tengo otra memoria
que tus ojos
en la noche sin piel
y aromas de luna
que arrojados al mar
nos robaron el sol
para siempre.
Sigo a pie en los bordes del tiempo
con la garganta ultrajada
de pesares
cincelado por tinieblas
que aun miran la vida
sin ver la sangre
que clama por los ríos
y el vuelo silenciado
de los pájaros
no tengo otra memoria
que tus ojos
en la noche sin piel
y aromas de luna
que arrojados al mar
nos robaron el sol
para siempre.
Te espero
Te espero
de puntillas
detrás del árbol
rosa y blando
de la primavera
y cuando ruede
el invierno
desde las frías laderas
seremos camino
y puente
flor del ancho verano
y estepa sin veredas
Te espero
de puntillas
detrás del árbol
rosa y blando
de la primavera
y cuando ruede
el invierno
desde las frías laderas
seremos camino
y puente
flor del ancho verano
y estepa sin veredas
Después de las bombas
Otro de todos los días de la guerra también en Palestina.
Solo se que arriba
en ese espejo azul
ni un solo vuelo
cruza con sentido
que la contemplación
de esta cobija fría
de sedimento impersonal
solo ha servido para certificar
el espejismo del orden secreto
de la muerte como única fuerza de la vida
fluyen ya los ríos sin el borde de sus nombres
de nuevo cegaron los derroteros del viento
y volverán los camellos al silencio
solo el desierto continua.
Solo se que arriba
en ese espejo azul
ni un solo vuelo
cruza con sentido
que la contemplación
de esta cobija fría
de sedimento impersonal
solo ha servido para certificar
el espejismo del orden secreto
de la muerte como única fuerza de la vida
fluyen ya los ríos sin el borde de sus nombres
de nuevo cegaron los derroteros del viento
y volverán los camellos al silencio
solo el desierto continua.
¡¡Hasta siempre, Tio Pepe!! Ya te echamos de menos. ¡Salud y República!
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