JUAN MIGUEL GONZÁLEZ DEL PINO nace un 14 de marzo en la Colonia de San Eugenio, en el malagueñísimo Barrio de la Trinidad
Juan Miguel González.
Mañanas de Vino Blanco
por ÁLVARO SOUVIRÓN
Que puedo decir del Poeta Juan Miguel González del Pino que el no sepa?…TODO.
Pues desafortunadamente, y a pesar de mis denodados intentos, aún no he tenido la oportunidad, ni el placer, de intercambiar ni una sola palabra con él. A pesar del deseo. Y del miedo, para que negarlo.
Admiro la poesía de este Trinitario de una manera incondicional, pues me parece su obra de una belleza extraordinaria. De un malagueñismo atroz. De una proximidad absoluta.
Letrista de Tabletom -de ahí me vienen sus primeros textos-, y gracias a sonetos impresionantes, que me emborrachan el ánimo y la cabeza, mantengo una cruzada imposible e incansable con un nutrido número de amigos comunes que – prometiéndome lo imposible- me juran y perjuran que hablarán con él para hacerle llegar mi humilde, osada…y avergonzada propuesta: Editar un post (o alguno más) en este blog con una selección de poemas suyos.
Así que hablé con tres hermanos Cumpianes tres. Hablé con el hermano guitarrista fundador de Tabletom: Ítem más, con su Gloria. Por hablar, hablé con un antiguo editor suyo para que pudiese este bloguero que ahora escribe, cumplir su inalcanzable entelequia que no era otra que publicar en este sitio una selección de sus soberbios poemas.
Imposible la cazuela de papas!!! Ningún Strogoff de pacotilla pudo serme útil en la tarea encomendada. Solo promesas y más promesas. Yo se lo diré…Yo se lo diré…Yo se lo diré… Esta noche te lo presento y tú ya hablas con él!
No hay tu tía. Rien de rien, que dicen los gabachos.
Así que decidí buscarme la vida en Internet – que es ese lugar donde todo se encuentra- menos (casi) la poesía de Juan Miguel.
Un nuevo y desencantador paseo por Desolation Row. Solo pocos ejemplos, aunque por su escasez, no dejaban de tener una belleza abrumadora. Por fin un Cumpián- el mas pequeño de la prole, y uno de los más solícitos conmigo- me procuró dos libros (de su hermano Paco, todo hay que decirlo) donde, por fin, encontré letra impresa del poeta.
Ya la tengo a buen recaudo.
Y así y ahora, sin su permiso- cosa que me acojona un poco, la verdad – voy y vuelco algunos poemas en este -si el quiere- su blog. Para empezar, nada mejor que unas letras – incluidas en el trabajo de Tabletom, Sigamos en las Nubes- que me ha parecido mejor insertar en su formato original en este post con la obra de Juan Miguel González; pues tienen la belleza añadida de las imágenes del trabajo discográfico en cuestión.
“Y estos fueron mis pecados:vino tinto por la noche,mañanas de vino blanco.”
#01
Sigamos en la nubes:
Por nuestra antigua fe en la hipotenusa,
por nuestra condición de perdularios,
por el mal pago que nos da la musa,
seamos libertarios.
Por no querer bajar nunca del guindo,
por nuestro trato con las musarañas,
porque he perdido pero no me rindo,
viva Manuel Azaña.
Porque acerté eligiendo el desatino,
porque algún día la tendremos seca,
porque sobra merced, si falta el vino,
viva el lomo en manteca.
por seguirle pidiendo olmo a las peras,
porque la estrella del fracaso irradie,
porque aunque tengo arreglo, no hay manera,
felices los Don Nadie.
Contra la chusma de chalé adosado,
contra la turbamulta rociera,
vivamos silenciosos y apartados
de las hormigoneras.
Contra el pequeño y cruel dios estresado
comido de alopecia y dioptrías,
contra el primate cibernetizado,
Machado y los tranvías.
Contra tanta poesía mercenaria,
contra tanta experiencia de tendero,
contra esta ubicua nómina sectaria,
¡ maricón el primero !
Contra las taifas de la diferencia,
no menos embusteras y arribistas,
contra sus resentidas obediencias,
la bohemia anarquista.
Contra los dogmas de la progresía,
reconvertida en cuota y B.M.W.,
contra sus insaciables señorías,
sigamos en las nubes.
#02
#03
#04
#05
#06
#07
JUAN MIGUEL GONZÁLEZ
FANDANGOS SURREALISTAS(Y otros palos tambien Surrealistas)
Las jornadas Rockbertianas- esas en las que compartí mesa con el Poeta Juan Miguel González- me trajeron alguna que otra satisfacción imperecedera. Ya dije que la primera fue la ser contertulio (que palabra mas denostada hoy día gracias a la televisión) junto al Poeta y a la también polifacética Mariví Verdú.
También, que fue el germen del texto acerca de la reivindicación de la Plaza de San Pedro de Alcántara para la futura Plaza de Tabletom (Busto del eximio barbudo incluido) y además, también -ya lo dije- me proporcionó un buen rato de conversación con el Poeta que –como siempre- me resulto, amena, didáctica y enriquecedora.
Pero lo mejor, creo, estaba por llegar. Durante la alocución de Juan Miguel en torno a la figura de Roberto González -cantante que fue de Tabletom- recitó algunos pasajes de un libro co-publicado al alimón con Javier López Navidad. Otra pata del mismo banco. Otro pirata del mismo barco.
La estrofa hablaba de Ducatis y Bultacos Metrallas. De mangos de paraguas, de martillos de bolas o de mortadela Mina. Un poco demencial, ya lo sé!
El personal se quedó sorprendido. Yo -que estaba a su lado-, ojiplático, boquiabierto y carialucinado. Ciertamente capitidisminuido y un poco estupefacto ante tanta agudeza palabreril.
Inmediatamente mi amigo Ángel Céspedes, me solicitó que yo sin discusión alguna, me hiciera con el libro de donde Juan Miguel leía y recitaba.
Sabiendo yo que Juan Miguel, casi nada me niega, le comenté lo que nos habían gustado dichas estrofas.
Así que me apostilló dos cosas: Una: de donde venían los textos; y dos: que el libro de referencia, me sería entregado –para mi gozo y regocijo- en calidad de préstamo (para su fotocopiado) el día del Concierto de Tabletom en el Teatro Cervantes.
Juan Miguel González, puede desfallecer ante el Terral inclemente; ese de los tres días de martirio. Puede sentirse aturdido por la escandalera y la jarana de la parrilla humana; incluso azotado por las libérrimas corrientes de aire. Zozobra también, ante la estupidez osada y no perdona, ni por asomo, la falta de humor ni de ingenio.
Pero lo que si lleva a gala –y yo lo compruebo cada vez que lo veo- es que su palabra dada, goza de una fortaleza y una durabilidad a prueba de tiempos y desmemorias.
Así que el día del concierto, yo tenía, no solo el libro prometido, sino un ejemplar de su ultima publicación fechada en las pasadas Navidades, firmado y dedicado este último, con ese cariño al que me tienen malacostumbrado.
Fandangos surrealistas. Les llama el. Un libro ya te digo co-escrito con Javier López Navidad. No se preocupe este último malandrín, pues, en breve, también tendrá sitio reservado en este Ateneo’s Alas con Secuencias.
Fandangos surrealistas, digo, pero también Alegrías. Y Bulerías y Tangos del Piyayo. Tientos, Soleares y Seguiriyas …toda una suerte (digo bien con eso de suerte) de Palos Flamencos que también padecen esa fantástica cualidad y enfermedad contagiosa surrealista.
La particularidad que a mi me sorprendió, es que los textos se corresponden, con una absoluta fidelidad, a la métrica y a la cadencia del cante de cada uno de los palos. Si está titulado “Tiento” hay que leerlo o cantarlo, para sus adentros o para sus afueras (Que viva el libre albedrío!) con la musicalidad que le pertenece.
Fíjense Uds. que también está la melodía por antonomasia de Méjico: Cielito lindo. Quien iba a pensar que esta canción, que está basada en una seguidilla de Lope de Vega: Una flecha de oro/ metiró el amor. / ¡Ay, Jesús, que me hadado / en el corazón…” que aparece en varios cancioneros y manuscritos del siglo XVII. (Wikipedia, como comprenderéis).
Esa, vendrá otro día.
Así que, aquí esta la selección que he realizado. Otra muestra más de la maestría inacabable e inalcanzable de mi querido amigo Juan Miguel González del Pino. Poeta que es y Letrista de Tabletom que es también en sus ratos libres; y que son -sus ratos libres- los que se sienta a escribir cada Jueves desde la media noche hasta entrada la madrugada. Que de todo se va enterando uno.
Aliño estas letras y los escritos del Maestro, con ilustraciones de trabajos de mi otro admirado artista, el pintor Andrés Mérida. Para que lo Cortés, no quite lo Pizarro.
Porque entre caballeros andamos, Señores.Como es natural.
FANDANGOS
Salió volando un chavea
del depósito de agua,
y le tocó en la pedrea
treinta mangos de paraguas
y una bicileta Orbea.
Sin careta ni pistola,
en calle Tomás Heredia,
se bajan de la guindola
y atracan una ortopedia
con un martillo de bola
De doblarla, ni mijita.
Madrugar, nati vitati.
Y entre el magro y la mezquita,
se hizo un gorro de uralita
Y se compró una Ducati.
Se apostaba en la taberna
que para el tren con la mente.
Y en la vía y sin linterna,
le vino el Talgo de frente.
Perdió un brazo y las dos piernas.
Se lo buscó porque quiso.
Va en carrillo desde entonce.
Fue en el polígono El Viso,
sin explicación ni aviso,
Por pedir una diez once.
Una noche en Albacete,
vencí a Poyatos Pagín.
Solo con la “veintisiete”
levanté un cubo de zinc
con diez kilos de chanquetes.
Ni la grifa ni el mollate.
Ningun vicio me domina.
Sólo alegran mi canina
las tortillas de alicates
y la mortadela Mina.
TANGOS DEL PIYAYO
Gran río Guadalmedina
donde jugué de chavea,
eso sí que eran pedreas,
Y canutos y almencinas.
Vendia en calle Cotrina
luqitriquis El Boqueras;
treinta Caunys de pulsera
Se sacaba del abrigo.
Infancia de pan de Higos
frente al cuartel de Nateras.
En la calle San Agustín,
se ha escondido un benavides;
Rafael, no te descuides,
porque lleva un adoquín.
Se ha llenado de Savín
dos o tres veces la bota,
el mango de una machota
le asoma del berbetón
y el himno de la legión
de silbar no para el nota.
BULERÍAS
Me bauticé en Peñarrubia,
hice la mili en Muriano,
y me gano las alubias
con el flamenco asturiano.
Por más que trepes y medres
se volverán tus ganacias
fabes dures como piedres
Las cazuelas de fidedos
han sido mi perdición,
y los Montes Pirinedos.
No me gusta la ferralla
me gusta más Tetuán
y la Bultaco Metralla.
Hasta el Puente de Armiñan
llevé a Evaristo Gañote,
y se bajó sin pagar.
En la parada del Centro,
se subió una gabardina
sin gafas ni nadie dentro.
De un portal de Capuchinos
recogí yo sin saberlo
una noche a un asesino.
Sentrañas mía,
sentrañas mías,
yo no reniego
de mis encías.
ALEGRÍAS
Dos progresistas a un tiempo
salieron bajo fianza.
Uno gritando:¡Fascista!
Otro pidiendo pancartas
Te apodan el Mititilla,
pero te llamas Pardal.
Vale mas tu sobrenombre
que el Cañón de Ibraltar.
Tirolés de Pedro Mira,
Varón Dandy y guayabera,
y aunque parezca mentira,
teniente de hormigoneras.
Al Estudio del Talento,
que yo te voy a llevar,
y aunque te pongas Barrientos
te reirás, reirás.
Te reirás, reirás,
sé que te vas a reir.
Que en el ropero,
yo tengo un moro,
que canta en cueros por ti.
CAMPANILLEROS
Lo pasemos bomba.
Una noche.
Una noche en la Venta “El Caníbal”
celebrando estaban la vuelta al poder,
dando cuenta de los langostinos
treinta compañeros de Visa y Carnet.
Y el más cachipé,
con el móvil cerrado en el puño
cantó va pensiero y brindó por Fouché.
Compañeros.
Compañeros de rosa y pancarta,
quinta columnistas de la subvención,
cantautores, colegas: ¡Uníos!
¡Viva el presupuesto! ¡Viva el botellón!
Y en eso estalló,
En la España de Atocha y el Pozo,
pacificamente, la revolución.
Tanto tiempo.
Tanto tiempo sin Audi y poltrona
por mor del gobierno de los dobermán,
diez Prestiges merecen que hundamos
y que celebremos la guerra de Irak.
¡Que casualidad!
que lo mismo que en el treinta y cuatro
su progreso sea de clorato y Gal.
TANGOS
Terry y cante en Antequera.
Carretera de los Montes,
¡curvas a lo que Dios quiera!
Cruzó el cielo una primilla
-noche de atraco, me dije-
saliendo de Bobadilla.
Señalando a Don Pelayo
lleva desde que no bebo
la flecha del pararrayos.
Si me tiras al pantano
me cortaré de una en una
las venas del cuerpo humano.
Y tú cartitas me mandas,
y me tiré por el morro
con el churrero de Aranda.
Y que viva la aerofagia
de son florido
y pa sociales
los chorizos del partido.
(Estos textos, está sacados del libro Salvemos la Risa o El Duende de Zaragoza. Cuyos autores son Juan Miguel González y Fco. Javier López Navidad. De la Coleccion “Con el canto en los Dientes” 2006)
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