Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 29 de marzo de 2012

1137.- JOSÉ ALCALÁ ZAMORA Y QUEIPO DE LLANO



José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano, nieto del presidente de la República y del general franquista Queipo de Llano nació en Málaga en septiembre de 1939. Es, o ha sido, excelentísima combinación y síntesis de circunstancias, saberes, ejercicios y sensibilidades: exiliado republicano, catedrático de Historia Moderna y miembro numerario (desde 1987) de la Academia de la Historia, maratoniano y triatleta, tirador de armas antiguas, ajedrecista y poeta.
Versos del amor nuevo es su trigésimo primer libro extenso de poesía. Ha compuesto ya más de cinco mil sonetos, forma canónica que prefiere sobre cualquier otra y en la cual ha tratado los más diversos temas (eróticos, amorosos, satíricos, existenciales, burlescos, existenciales, religiosos, espirituales, metaliterarios o paisajísticos) con enorme fuerza y hasta violencia. En el texto que ahora nos ofrece canta sus amores y desencuentros alternados del verano-otoño del 2009 con una misteriosa y fantástica señora, probablemente imaginaria.

La poesía de José Alcalá-Zamora abarca todas las tinieblas del alma humana y su escalpelo poético ahonda en todas las heridas del corazón y, a bordo del deslumbrante barco del soneto, del cual es prodigioso capitán, maestro indiscutible y genio absoluto, desciende a todos los abismos de la pasión y se eleva a los cielos de luz más sorprendentes. Es el soneto clásico, a la manera petrarquista, la forma métrica en la que Alcalá-Zamora se encuentra tan libre como el mar para cantar todas las miserias, todos los dolores y todos los éxtasis. La literatura tiene en este poeta una inagotable fuente del mejor lirismo, orgullosa, libre y felizmente ajeno a todas las modas, corrientes y movimientos líricos que imperan en el panorama, tantas veces desalentador, de la actual poesía española.
Su labor investigadora se ha centrado en la política exterior de los Austrias españoles, antigua siderurgia y teatro del Siglo de Oro. Entre sus obras históricas más importantes se cuentan: En torno a los planteamientos hegemónicos de la monarquía hispana de los Felipes (1960), Historia de una empresa siderúrgica española: los altos hornos de Liérnagas y La Cavada, 1622-1834 (1974) y España, Flandes y el Mar del Norte, 1618-1639 (1975).

Hombre de variados intereses y fructífera actividad, José Alcalá-Zamora ha conjugado su labor científica y docente con la creación literaria y el deporte. En 1965 publicó en México la obra titulada El mar de un barco de papel. Tras casi treinta años sin ofrecer su poesía al público, ganó en 1992 el Premio Francisco de Quevedo del Ayuntamiento de Madrid con sus Sonetos de amor y desamor. Posteriormente han visto la luz sus libros Nunca termina ayer (Madrid, 1994), Pliego de sonetos o canciones (Madrid, 1996) e Islario: antología de sonetos publicados e inéditos (1996).







MUERTE EN EL SUPLICIO


Comulgábamos ambos desmesura
de frenesí, de alud, de maremoto;
olía a sacrilegio, a pecho roto,
a sangre en el altar de la locura.


Te me dabas en mínima armadura
de lencería, geisha flor de loto,
los dos -yo tu verdugo- en un remoto
cadalso de placer y de tortura.


Ardías en incendio de tus flores
o desmayabas uno y otro orgasmo,
a tu martirio de lujuria abierta.


No concluías de gozar temblores...
Y, en un violento e infinito espasmo,
te me quedaste en el suplicio muerta.


"Breviario de erótica perversa"










A PRIEGO Y A SU ADARVE


(Santander)




Por fin vuelvo al Adarve, donde Priego
s e asoma al valle de su Vega y río;
voy recorriendo el décalo sombrío
de una calleja hurtada al sol de fuego.


Pesa el calor de agosto mientras llego,
por en medio del blanco caserío,
hasta el balcón de peñascal bravío
que atalaya el paisaje y da sosiego,


El valle es un triángulo entre sierras
que unen riscos al fondo, en la Angostura,
bajo la torre mora de cien guerras.


Y los cerros, rojizos o blancares,
hacia el río y las huertas de la hondura,
descienden en hileras de olivares.


Adarve, 15-8-1979- II Época. Año IV. Números 78 y 79.





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