Manuel Melado. SEVILLA
Tiene siete libros de poemas editados y como autor más de 300 títulos grabados con artistas importantes como Azúcar Moreno, Gracia Montes, María Vidal, Ana Reverte y un largo etc., entres sus éxitos podemos destacar «A bailar a bailar», «Mírala cara a cara», «Quiero cruzar la bahía», «Que no nos falte ná» etc.
Ha ejercido el periodismo en El Correo de Andalucía, en Sevilla Información y ha desempeñado su actividad radiofónica en Antena 3, Cadena Ser, Radio 80, Radio Olé, … En la actualidad tiene un libro inédito que recoge toda la generación de poetas de los años 60.
SOLEARES
Tú sólo tienes el grito
y yo la cruda verdad,
mejor que hablemos bajito.
Siempre choca mi alegría
con el muro que separa
tu casita de la mía.
Desde tu cama
nos saluda la luna
por la ventana.
Lo que yo sueño contigo
me da lacha de contarlo
por eso no te lo digo.
Tiene un olor esta cama,
el mismo del panaero
que viene por la mañana.
Diez veces que te casaras
no podrá negar tu niña
que tiene mi misma cara.
Perdóname si lo notas,
para decirte te quiero
me he tomado cuatro copas.
Se oye el tic, tac de un reloj
y asomado a la ventana
agoniza un corazón.
Qué malo tiene que ser
estar casao y sentirse
morir por otra mujer.
He notao que me traicionas
porque te tiembla la voz
si te nombro a esa persona.
Dije que no te quería
y es la mentira más grande
que he dicho en toda mi vía.
EL BOLÍGRAFO
La primera palabra
que mi sangre
dibuja ilusionada
en este día,
es azul...
como el sueño de tu imagen.
Soy arteria delgada,
corazón,
que sin pulso de vida,
ni latido humano,
ama y siente lo que dice
obedeciendo...
al impulso tembloroso de una mano.
Con una hermosa y sugestiva portada, la editorial Guadalturia ha sacado al mercado, hace tan sólo unos pocos días, el nuevo libro del escritor, poeta y compositor de coplas sevillano Manuel Melado, con el título, también con evidente gancho comercial, de "Me mató una soleá". El libro, prologado por el amigo periodista José Luis Montoya, se ofrece como una antología de letras para ser cantadas por este "palo" del flamenco, aunque yo más bien me inclinaría, después de haberlo leído tranquilamente dos veces, en que es una antología para meditar profundamente en las sentencias magistrales que puede condensar una copla de tres o cuatro versos. Si ya es difícil constreñir un pensamiento en los catorce versos de un soneto, cuánto más es el de meter ese mismo pensamiento en la almendra de una copla que tiene que ir directa al corazón.
No todos los poetas se atreven con estas coplas que parecen sencillas, pero que encierran la enorme dificultad de meter en ellas el amor, la vida y la muerte de una manera que duela y lastime al lector. Si, además, el cantaor que le pone voz se duele como el poeta, el aguijón de copla y música puede convertirse ser ciertamente emotivo y doloroso.
Recuerdo la definición que de ella hizo la gran poeta sevillana Esperanza Perales, que hizo célebre el seudónimo de Eva Cervantes: Las soleares son, / las soleares tienen / tres versos nada más... / y cómo muerden.
Manuel Melado creo que ha elegido para este libro el centenar largo de soleares que a él más le han gustado, las que más han llamado su atención como observador de su propia realidad y las de otros, a los que dadivosamente acoge en su ejemplar. Por estos renglones pasan sus propias coplas y las de cancioneros populares, pero también las de muchos poetas que echaron a volar sus creaciones para que las hiciera suya el pueblo. De esta manera, podemos encontrarnos con esta de Antonio Rodríguez Buzón:
Yo me bajo a la ribera
y empiezo a hablar con el agua
como si el agua entendiera.
O con la del poeta, también sevillano, Víctor Jiménez:
Desde que no estamos juntos
llevo en el pecho un reloj
que da las penas en punto.
O la de Rafael Montesinos:
Que nadie se llame a engaño,
todo el que vive por dentro
por dentro se va matando.
O la generosa de María Bonilla:
Con qué poco me conformo,
estar sentada a tu vera
y mi cabeza en tu hombro.
O la que nos habla del paso del tiempo, original de Ángel Vela:
Qué malo el espejo mío
que me devuelve el que soy
en vez de darme el que e sío.
O una de las del propio autor del libro:
He notao que me traicionas
porque te tiembla la voz
si te nombro a esa persona.
Y así hasta más del centenar en un manojo diverso muy bien escogido, en el que no faltan las coplas morales ni las humorísticas, que también hay autores, como Manuel Garrido, que supieron hacer de la soleá, en clave de humor, una obra maestra. Este nuevo libro de Manuel Melado, es de los que se beben del tirón, de los que te dejan el regusto de volverlo a repasar para descubrir en tres versos muchas claves de esta vida.
http://desdemitorrecobalto.blogspot.com.es/2011/11/libros-para-recomendar-me-mato-una.html
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